Partida Rol por web

Acid asietne con la cabeza cuando hablas. Te da la razon. Pero sabes que tiene una ultima palabra, que aunque sea capaz de entenderte no puede dejarlo asi.

Y que puedo hacer. Esta gente, con la que corristes ahora, son vagabundos. Vagabundos de la vida. Y son mis hermanos, los he ido encontrando, y todos tienen los mismos defectos que tu y que yo. ahora son mi familia. Mi unica familia. Como tu.

Callo por un momento, no se habia dado cuenta, pero estaba poniendo demasido empeño en expresar sus ideas, y se estaba emocionando.

La verdad es que no puedo dejarlo asi. Hay que denunciar estos hechos. Darles donde les duele. Pueden que esos tipos jueguen a un nivel peligroso, pero no se puede dejar que nos jodan la vida. Voy a cerrarles el chiringuito. Si por causa de ello, tengo que hacer menos caja en mi local, o pagar mas dinero en el ayuntamiento o en la policia, lo pagare. El un precio nimio por evitar que esa mierda de droga inunde las calles.

De repente parece darse cuenta de hasta que punto ha perdido el control de su normalidad. Asi que vuelve a sonreir, de esa manera estupida que tanto gusta a las mujeres.

Solo lucho por lo que mas quiero. Pero ahora tengo que darme una ducha e ir al ayuntamiento. Si quieres acercarme te lo agradecere.

Che asiente levemente con la cabeza ante las palabras de Slayter, pero no dice anda, ni comparte aquello. Siente demasiado orgullo en aquellas palabras, y pese a que lo que dice Slayter parece noble, y parece estar convencido de aquello, Chef cree que no hace mas que ponerse en peligro a él y a sus seres cercanos, por eso no esta de acuerdo con Slayter, aunque no diga nada, no haga mas que asentir con la cabeza y guardar silencio después de aquellas palabras.

- Claro que te acerco... - es lo único que le contesta, con el cigarrillo en la boca, mientras lo enciende.

Slayter a pesar de tener varios coches, hace días que no usa ninguno. También es verdad que ha prestado uno a Scott, porque el pobre ha perdido su montura.
Y aunque no lo llevaran tiene dinero de sobra para pagar más de un taxi en la zona metropolitana de San Diego.

Baja ya cambiado. Traje y chaqueta, azul claro, sin corbata. De verdad que parece un tipo formal. Cuando preguntas a donde tienes que llevarle te contesta que a la central de policías.

Así que arrancas el coche y lo acercas hasta allí. Sabes donde esta, aunque de algún modo es un lugar que no te gusta, te incomoda. Pero ese es el destino que lleváis ahora mismo.

Llegas y dejas el coche encendido delante de la puerta. Ves como agentes de uniforme entran y salen a pie. Parece que hay ajetreo, pero no más del que pudiera haber cualquier día de la semana.

Chef gira la cabeza por sobre su hombro mientras mira la entrada de la estación de policía. Aquel lugar no le cae bien, le incomoda en cierto punto, pero también le hace dibujar media sonrisa en el rostro, como si sintiera estar frente a un león mientras le hace burlas y le enseña el culo, sin miedo.

Recuerda el día del accidente, y como, de alguna forma, no le atraparon, no terminó ahí encerrado por quien sabe cuantos años. Ahora es un tipo legal, o casi, no tendría por que temerles, no a la luz del día, cuando no esta corriendo... pero de todas formas, ya sea por costumbre, por los recuerdos que le vienen a la mente, nunca se va a sentir del todo cómodo cerca de la ley.

- Aquí estamos – dice a Slayter mientras sigue mirando hacia dentro - ¿Necesitarás ayuda ahí dentro?

Slayter sonrio, como siempre con cara de tonto. Esa sonrisa que desarmaba mujeres, y hacia que los demas lo menospreciaran. Podia ser que aquella fuera la verdadera naturaleza de aquel gesto tan suyo. Conseguir que la gente lo menospreciara para que nunca supieran de donde les llovian los golpes.

Ayuda, estas de coña. Yo solo en una comisaria. Es pan comido. Pero si quisieras echarme un cable te lo agradeceria igualmente. Siempre biene bien que un honrado ciudadano, dueño de un negocio humilde, y preocupado por la segurida por culpa de las bandas callejeras haga acto de presencia.

Se bajo del coche. Si querias podias aparcar. Ya desde fuera asomo la cabeza por la ventana.

Tu decides Cowboy.

Chef dibuja una sonrisa torcida mientras se quita las gafas y las cuelga del cuello de su camiseta - ¿Bromeas? ¿Y perderme la oportunidad de verte hacer el ridículo frente a los polis? - dice en tono burlón, mientras apaga el motor del auto y quita las llaves.

Sale del coche, cerrando la puerta de un portazo y metiendo llave – pero no soy honrado... - sigue diciendo en broma, mientras se pone en camino junto con Slayter.

El duo de jinetes del destino se adentra en tierras peligrosas. Compruebas que Slayter no es la primera vez que entra. Saludo a un par de mujeres policia bastante guapas. Y pide permiso para pasar a la tercera planta del edificio. Para hablar con el Inspector Goldman.

Esperais un rato, viendo a policias trajeados de un lado para otro. Parece que todos estan ajenos a lo que venis haciendo.
Pero la tranquilidad llega a su fin cuando veis entrar a cierto sargento de policia con cara de malas pulgas.

Y claro, como no puede ser de otra manera, en cuanto os ve, se le enciende ese brillo de sicopata en la mirada y se acerca a vosotros.

Valla valla valla, que tenemos aqui. Es que en las cloacas hay dias libres, y se os ha perdido algo en la parte civilizada de la ciudad.

Se os queda mirando. Pavoneandose. Sabe que ahora puede provocaros todo lo que quiera y mas, estais en su terreno.

Si, digamos, que hasta las ratas tienen permiso para pasearse por aqui.

La respuesta de Slayter no era precisamente la que esperaba el sargento. Era una verdadera provocacion. Pero dicha de aquel modo, no solo insultaba la inteligencia del poli, sino que ademas, hacia imposible a un observador casual, saber si con ratas se referia a ellos mismos, o al capullo que tenian delante.

No sonrio, esta vez la frase fue plana. Dicha en un peculiar tono neutro. Aquello era lo mas desafiante que Acid podia hablar sin soltar un taco. Y estaba claro que consiguio justo lo que pretendia, porque el sargento estaba que echaba chispas.

Chef se mantiene al margen, a un lado de Slayter, observando aquella función con seriedad, aunque por dentro se este divirtiendo bastante. No conoce a Croc, pero ya a tenido que lidiar con esa gente en el pasado, tipos que se creen duros por llevar una placa, buscando problemas por todas partes. Matones de tercera, como en cualquier lugar, aunque con inmunidad, lo que les hacia tipos de cuidado.

Croc no le asusta, muchas palabras, no es su estilo – ¿Vas a morder, perro, o vas a ladrar todo el día? - piensa mientras observa a Croc. Siente ganas de decir aquello, pero no esta en la calle, y mejor no meter a Slayter en problemas, por lo que solo observa serio, sin decir nada, mientras se cruza de brazos.

El negro se enciende como si le hubiera prendido el culo con napalm.

Tu no estarias anoche cerca de la ruina de taller de ese amiguito tuyo, ¿verdad?.

Como si esperara que alguien le dijera que si, se quedo con la palabra en la boca.

¡Croc, es que no tiene un informe que entregar, se puede saber a que está esperando!

Las palabras del inspector, desde la puerta de su oficina no suenan a petición pacifica, parecen más bien unas ordenes con tintes de prisa.

La escena cambia radicalmente. La cara de cabreo del sargento pasa a convertirse en una de odio, o os deja mientras escucháis como por lo bajo reza algo sobre pagar con piernas rotas.

El inspector os hace pasar. Su cara es la de un perro de presa. No estás seguro de si lo que acaba de pasar es un favor o en cambio, ahora viene el plato fuerte del día.

Pero parece que Slayter está más tranquilo desde que ha visto que Goldman ha asomado la cabeza.

Mientras os acercáis te susurra.

Siempre hay un pez más grande.

Con esas palabras entras en el despacho. No es que sea muy grande, ni que este muy bien organizado, pero se nota que allí no paran, carpetas de informes por todos lados. Está claro que aquella zona de la comisaria tiene muchas cosas que hacer.

Muchas gracias por venir. Comenta mientras cierra la puerta del despacho.

La cara cambia, ahora que nadie puede verle. Es más afable, como si de verdad fuera un buen tipo. Pero es un poli. Y tú no lo conoces.

Me alegre de que me avisaras. Si tengo que esperar a que Croc me haga un informe sobre lo que paso en el taller ese puede darme un infarto antes de tenerlo en mi mesa.

Y bien, ¿que fue lo que ocurrió ayer?

Slayter le hace un resumen. Como estaban todos tomando algo, cuando un coche negro paso, y lanzaron lo que él cree que fue una granada hacia el taller, y eso hizo que los coches explotaran, el nitroso también. Cuando acaba de narrar es cuando el inspector entra a la carga.

¿Y no tenéis ni idea de quién pudo ser?

Chef se mantiene de brazos cruzados, justo como antes, oyendo y haciendo de espectador. Goldman parece un buen tipo, no le extraña que Slayter tenga tratos con un policía así, pero sin embargo, quien le llama la atención es Croc. Pese a parecer un hijo de puta, parece un hijo de puta sincero, que no intenta ocultar sus intenciones, cosa que puede ser de bastante provecho, especialmente para la situación en la que se encuentra Slayter.

De todas formas, decide no meterse en la discusión, después de todo, solo esta para acompañar a su amigo con aquel tramite, por lo que a la pregunta de Goldman, simplemente, niega con un gesto de cabeza.

Acid toma asiento dentro del despacho.

Bueno, la verdad es que he preguntado por ahi y tengo un par de respuestas a eso.
Parece que el coche tuneado que lanzo la granada, o lo que quiera que fuera que tiraron pertenece a una banda tipo Yakuza, dragones negros, o verdes.

Lo que si nos han soplado es que en el muelle estan haciendo cosas ilegales, creo que meten droga.

No termina de hablar, porque abren la puerta de improvisto, y entre un chico de color.

Inspector. Vengo del muelle los dra...

Se calla de repente viendo que hay visita y que no los conoce.

Pase Detective Wallace. Esta gente esta para darme la informacion que parece traerme usted, que coincidencia.

Le hace un gesto para que entre y cierre la puerta.

El chaval que acaba de entrar os mira. Parece extrañado, sorprendido quizas por las circunstancias.

Chef simplemente observa mientras se vuelve a acomodar en la silla. Piensa en el tiempo libre que debe tener ese día, al estar ahí oyendo eso, incluso divirtiéndose un poco para sus adentros, cuando no tiene mucha idea de lo que pueden estar tratando.

Lo cierto es que si bien le importa que Slayter no haga ninguna estupidez, tampoco esta demasiado interesado en meter muy profundo las narices en todo aquello, no es su guerra.

Sin embargo permanece en silencio, de brazos cruzados y con el rostro rígido, ocultando una sonrisa torcida para sus adentros. Aquella situación es curiosa, aunque no tiene que olvidar que es su amigo el que se esta jugando el culo con todo eso.

El detective se queda durando unos segundos. Finalmente empieza a hablar.

Hemos localizado un punto de entrada de drogas a traves del puerto. Tengo un contacto que me ha indicado el lugar. Parece que los Dragones Negros lo usan para meter su mercancia.

La entran dentro de piezas de coche.  La sacan y resueldan las piezas.

Parece que eso es lo unico que piensa decir por el momento.

El Inspector Goldman parece contento con aquella informacion. Luego mira a Slayter.

Si, eso mismo es lo que venia a confirma yo. Parece que el detective tiene unas fuentes tan fiables como las mias.
En cualquier caso, otra fuente me ha dicho que el mueven su mierda por el centro gracias a un tipo llamado Gay Foreman.
Y lo bueno, es que debeis de tenerlo por aqui. Porque por lo visto anoche se dio una buena contra en el Tonis`s.

Cuando dice eso, te mira con una sonrisa peculiar.

Pero pacere que ya estan sobre la pista. Esta claro que esa gente quiere tener mano en todo lo que sean coches de calidad. Y puede que vallan a por mas talleres. Puede que ahi puedan pillar a alguno y apretarle las tuercas.

Yo por mi lado ya lo dejo en sus manos.

Sonrie para si. Parece que todo aquello va mejor de lo que esperaba. Solo esta sorprendido de que el detective sepa lo mismo que el, alguien del grupo a tenido que contarselo. Espera que la parte de que habian capturado a uno de los yakuza no lo supiera, o sino si que tendria problemas.

Pero parece que sobre el secuestro no dice nada el detective, que tambien esta conforme. Asi que visto lo visto, el Inspector Goldman se pone en pie agradeciendoos vuestra colaboracion. Y esperando veros en mejores circunstancias.

Vamos, que se despide como se despediria de cualquiera.

Chef se levanta y se despide con la misma tranquilidad que con la que había permanecido en su paso por aquella oficina.

Sale sin decir ni acotar nada, serio, como siempre, aunque con una sonrisa para dentro de él. Sin embargo, se da cuenta de como han cambiado. Hablando con la policía, haciendo de “chivatos”... años atrás siquiera habría pensado eso, lo habrían arreglado por su cuenta, o no... ¿peor ir con los azules? Eso no... y sin embargo, ahí estaban, soltándole todo a los polis. No le sorprende de Slayter, tiene un negocio, y así había llegado hasta ahí, pero ¿que hace Chef ahi? Sabe que se a corregido... un poco, pero no lo suficiente como para hacerse amigo de los polis, ni mucho menos...

Camina mirando al suelo, con las manos en los bolsillos, y luego de dar varios pasos, de alejarse un poco de aquella oficina, no puede evitar preguntar a Slayter por lo bajo - ¿y ahora que?