- ¿Qué es eso de "La Prisión"? ¿Tan dificil es volver a entrar? Por el nombre lo dificil parecería que es salir - dice guiñandole un ojo mientras vuelve a levantar la jarra de cerveza, sin darse cuenta ya ha vaciado la mitad de la jarra. La historia parece interesante, por lo menos más interesante que las desventuras de aquel pastor y sus ¿vacas? ¿ovejas? ya no me acuerdo, bastante tenía con vigilar sus manos recuerda mientras una sonrisilla aflora en su cara - en cualquier caso parece que estás bastante apegado a Mary, ¿qué tiene de especial?
La constante vigilancia de aquella sombra empezaba a molestarle en demasia a aquel enano pensaba que realmente le estaba observando a el y que no esperaba a algun gordo ricachon a quien pinchar su fofo cuerpo.
Hacia rato que su pipa descansaba en su pechera y en su jarra tan solo quedaba una pequeña parte de aquella sabrosa cerveza.
-¿Maldita sea, realmente me estara mirando a mi? -Tras este fugaz pensamiento en alto, a Kalgar se le presento una dura decision, saber mas acerca de aquella curiosa sombra y de sus intenciones o volver a la tasca pues su cerveza ya habia acabado y a pesar de que sus barbas estaban manchadas de amarillo nectar su garganta aun estaba seca. Finalmente Kalgar eligio la opcion mas locuaz y volvio a la taberna en busca de una nueva jarra, poco o nada le importaban los susurros de su alrededor su sed era mas poderosa en este momento que su curiosidad.
-E!! Mesonera! Otra de estas, y rapido.-Dijo una vez nuevamente dentro.
Que narices... este mensaje deberia de estar escrito de antes...
-Mary es mi Sophia, mi Atanor inmaculado- lanza un profundo suspiro y se sumerje en el fondo de su tarro imaginando y recordando con exprecion de amargura -Y aunque no me lo creas, nunca la toque... es eterea-
kalgar entra y se dirige a la barra pidiendo su cerveza de mala gana:
La mesonera le sirve espuma, la sopla en su rostro y despues la llena con cerveza.
-¡Cuida tus modales pequeñin!- le responde la mujer mientras le exibe su dedo meñique y toda la concurrencia se heca a reir.
La mano del enano resbalaba por su cara para limpiar la mayor parte que pudo para mirar con odio a esa estupida mujer.
-Maldita ramera de metro y medio.-Insulto a la mujer que aun tenia el meñique levantado y le arrojo el contenido de su jarra en su singular rostro, mojandola desde la nuca hasta su pronunciado escote, para luego dejar la jarra en la barra con un seco golpe.- Bebete tu esta leche sacada de tus ubres cabra, que de cerveza tiene poco.-Dijo colerico y antes de que su mano buscara su arma, sus pies fueron mas rapidos en pensamientos y se dirigio a la salida mirando de reojo a aquella mujer aun con semblante de asombro.
No le importaron las risas de alrededor, ahora solo pensaba en un justo castigo para aquella humana que no parecia comprender a quien habia ofendido.
Nadia mira divertida salir al enano - desde luego hoy está más entretenido que de costumbre - dice acompañando las palabras con una risita - parece un cascarrabias, bueno, y lo es, pero también es buena persona, no muy alto, pero de buen corazón - después como volviendo de la interrupción bebe un trago de la cerveza - pues no esta tan mala - volviendo a mirar a Xaviar - vamos, vamos, no me dejes a medias, creo que ahora viene lo bueno - bajando la voz a un susurro - ¿cómo fue que te separaste de ella? ¿cómo planeas volver a entrar en "La Prisión"?
-Tu amigo es un patan. tanto conocimiento tirado a la basura-
Cita :
- Cualquiera diría que no has conocido a muchos enanos, suelen ser cascarrabias, o quizas es que yo ya me he acostrumbrado.
¿Esperando a más jugadores?
El malhumorado enano volvio a la entrada de la tasca esperando pacientemente aunque con un pie golpeando una y otra vez el suelo que pisaba.
Busco con la mirada alguien con quien poder usar sus "artes de persuacion" asi al menos mataria el tiempo, hasta que el tiempo o su mente le dirian opciones mas interesantes.
No sera a mi, no pienso volver a una taberna donde no saben tratar a un amable enano.
-No sabria decir si afortunada o desafortunadamente, pero si, realmente mi relacion con los Dwarf a sido casi nula- sonrie de manera complaciente - Y tu ¿Que haces por qui? Puedo notar tu aura magica-
Estas tragando tu bilis cuando alguien te toca por la espalda y entre las sombras una sileta te habla entre susurros:
-Hola ¿Todo bien? o necesitas ayuda para lograr un poco de acccion?-
Su malhumor empeoro en cuenta descubrio que alguien, una voz ajena, parecia hablarle en susurros.
Gracias a su instinto, tan pronto su mano toco el mango de su martillo se giro con brusquedad hacia la sombra que desde su espalda le parecia susurrar algo, con la intencion de acallar sus palabras, nadie osaba acercarsele en silencio sin acabar mal parado.
Tengo intencion de golpearlo, en mi giro hacia el.
Cita :
- Eso es lo que me pregunto yo cada mañana ¿qué hago yo en este aburrido pueblo? La verdad me entran ganas de salir en busca de aventura o curiosear por ahí, hay tantas cosas que quiero ver... - se queda un rato como haciendo lista mentalmente - pero la verdad es que le he cogido cariño al enano y todavía no quiero separame, aunque si sigue tan gruñón....
Al momento de girar dispuesto a todo, entre las dombras de la esquina, vez a una hermosa mujer humana que camina hacia ti de manera insinuante y coqueta.
-No te alteres valiente guerrrero, solo vengo a entregarte un mensaje de "Nuestra Señora"...-
-Pues aunque me duela admitirlo, necesito aliados en mi campaña y afortunadamente, cuento con los recursos suficientes como para pagarte a ti y a tu compañero Dwarf ¿Que dices?-
Una sonrisa se abre camino en la cara de la joven maga - ¡acción! - dice con satisfacción - cuentame más... espera, quizas sea mejor que hagamos venir al enano - se vuelve para tratar de localizarlo. - Creo que está en la entrada.
Se acerca a la entrada donde encuentra al enano - Kalgar - dice echandole una mano al hombro. - Adivina que - y sin dejarle tiempo para contestar - creo que tenemos un trabajito a la vista - dice con evidente satisfacción - ven, ven - dice tirandole de la manga impaciente - estoy deseando saber en que nos vamos a meter esta vez - dice mientras trata de medio arrastrar al enano a la mesa.
El malhumorado enano quedo asombrado al ver aquella mujer, su arma parecio simplemente silbar con el viento, hasta que choco contra la pared de la taberna dejando tras de si un gran estruendo asi como una buena bolladura y alguna que otra astilla o piedra suelta.
La miro frunciendo el ceño, normalmente las mujeres hermosas le evitaban o al menos las desconocidas ya que un enano no era exactamente devocion de todo el mundo y menos Kalgar, un enano con una sola ceja.
-¿Vuestra señora? Quien se supone que sois.-Pregunto levantando su arma hasta su hombro.
En ese momento su otro hombro fue abordado por otra mano pero a esta le siguio una voz familiar, una vos de mujer irritante y chirriante, sin duda la de Nadia, despues tirones para volverlo a meter dentro.-¿!Pero QUE¡? Espera chiquilla, ¿No vez que estoy hablando? ¿Trabajo? De que demonios hablas, explicate, maldita sea.-Dijo soltandose de su agarre para volver la mirada a aquella desconocida.
Nadia no ve a nadie mas en la calle, parece que el enano se esta volviendo loco... mas de lo que ya estaba.