Partida Rol por web

De la entrada de la cantina sale un devaroniano muy borracho maldiciendo en voz alta, se tambalea y echa a andar calle abajo alejándose de la cantina (y del esquife) y tambaleándose visiblemente...

Parad el esquife y haced amago de entrar en la cantina algunos mientras el resto vigilais el esquife.

Me voy a acercar como un miembro de la tripulacion de una nave con interes por saber lo que ocurre y si puedo acceder a la misma con el resto de mis compañeros.

Mis papeles estan en regla y asi tal vez descubra que es lo que buscan.

Tal vez no este relacionado con nosotros y nos estemos preocupando en exceso.

- Por desgracia, aunque pudiera disponer de esa información acerca de un terreno para poder aterrizar temporalmente, no podría hacer uso de la misma. Nadie sabe que estoy en este planeta y de hacer alguna llamada podrían enterarse, y eso es algo que no me puedo permitir. Es una lastima, pero tendremos que conseguir salir de este lugar de otra manera. - miro entonces a Jan - ¿No cree que es un poco arriesgado si tiene que llevar la carga y a mi?

Setesh dice que va a ir a preguntar y recuerdo la ultima vez que decidió hacer algo - No creo que haya problemas en que vaya a buscar algo de información siempre y cuando no monte un alboroto tal como el que aconteció cuando nos conocimos. No nos interesa que los imperiales se paseen por aquí -

Miro a Kahei - Estaría bien que alguien le acompañara a un punto donde pueda conectarse sin problemas mientras Setesh recaba información y el resto vigilamos el esquife -

La ultima vez el plan era crear la confusion de distraccion. Esta vez solo es informarme.

Alguien, alguien... bah... no teneis que ser tan indirectos, ya voy...  se quejó el twi'lek, leantándose de su asiento, y situándose junto al jedi de color verde.

Ala, venga que te haré de niñera... siguió protestando mientras se alejaban del esquife y de sus compañeros. Si es que todo tengo que hacerlo yo...

Setel y Twe se alejan andando lentamente por el callejón...

- yo esta zona no la conozco y no se donde podria haber uno, aunque cerca de la taberna fijo que si. yo no tengo problema en ir, pero solo ni hablar.

Kahei sale corriendo por el callejón tras Setel y Twe...

veo como se van rapido sin esperarme y cojo mis cosas y salgo detras de ellos como puedo

cuando les alcanzo les digo:

- he no vayais tan rapido, y sin dejar posibilidad a una replica continuo diciendo -ahora en cuanto encuentre una conexion, a ver que puedo averiguar y a ver si podemos meter la nave en algun vuelo de prioridad, a ver Twelien, necesito saber el codigo de la nave, y las identidades que usais en este planeta si os han registrado al entrar.

bueno, creo que quizas pueda hacer algo, y de paso mirare cosas sobre el gobernador, y ese miembro de la Ois si puedo, y modificar el estado de la nave y sus integrantes.... pero yo desde luego no puedo aparecer, o me atraparan sin mas, asi que pensandolo comento a Twelien - Oye, podrias hacerme una identidad falsa?, no creo que los imperiales y el gobierno de este planeta este muy contento de que yo desaparezca con la pieza que necesita el Yate, y mas siendo un ingeniero jefe.

Galaï miró pensativa a Rila - pero..., ¿y no hay nadie de tu confianza al que podamos ir a visitar para poder hacer algo así? Si te vieran aparecer, no haría falta llamarlos antes. ¡Y sería una entrada por una salida!, de eso me encargo yo - dijo sonriente haciendo un gesto con la mano en dirección hacia el cielo.

A la espera de la respuesta de la mujer, Galaï encendió su comunicador - chicos, recordad que os vais sin vuestra piloto. A ver que me hacéis, no me hagáis quedar mal - comentó presionando uno de los botones.

Pasado un rato desde que Twe, Setel y Kahei doblen la esquina y desaparezcan cuatro soldados de asalto aparecen por el lado contrario de la calle. Van patrullando la zona y al ver la puerta de la cantina se dividen. Dos de ellos se sitúan en la salida y los otros dos entran...

Cuatro cabeza cubos aparecen por una esquina - ¡mierda! - exclama bajando el tono para no llamar la atención. Tomando el comunicador, vuelve a pulsar el interruptor de transmisión - chicos, tenemos compañía por estos lares - aunque con pocas esperanzas de ayuda, quizás es conveniente que sepan que puede que tengan que cambiar de ubicación.

- Señores, abandonamos el lugar. No lo considero apropiado para continuar la espera - comenta preparándose para una rápida salida del callejón.

Jan, estaba intranquilo. La última vez que se habían separado el quedó fuera del bar y tuvieron que salir a tiros del lugar.

Ahora que había imperiales en la zona, la cosa se complicaba aún más. Por suerte sólo quedaban dos afuera, y suponía que sus compañeros pasarían desapercibidos en el bar. En caso necesario, podrían abrirse camino o al menos eso creía.

No creo que te respondan si quieren pasar desapercibidos, Galaï. Jan hablaba en voz baja; no era cuestión de que les pudieran oir sin más, y ese pensamiento le hizo recordar que había algo más que comprobar.

Aún así, comprueba que no hayan interferido las comunicaciones; es una mania de los imperiales.

Irwin vio a los soldados entrar en la cantina. Maldita sea, no nos dejaran en paz. Pensaba mientras dirigia su mano a la pistola por lo que pudiera pasar.

La unidad R2 rueda en silencio por la cubierta del esquife y se sitúa tras una de las grandes cajas elevando su periscopio para observar desde detrás de la misma a los soldados de asalto...

Kahraby se lanza tras una caja y con sus ojos insectoides echa una mirada a los soldados de asalto. No me gushta dice por lo bajo... Laelia se queda petrificada y aunque intenta esconderse pierde unos segundos cruciales y no lo hace lo suficientemente rápido...

El soldado de asalto se acerca mientras el segundo le cubre desde cierta distancia. al acercarse a unos pasos dice con la característica voz modulada Ustedes, que hacen ahí? Lleva su arma en la mano pero no está en guardia...

Al final, como era de esperar, los cabezacubos se percataron de la presencia del grupo - anda que..., ahora sí que sería de ayuda que Settel estuviera aquí - piensa mientras deja el vehículo encendido pero en posición de estacionamiento, por si hubiera que salir rápido del lugar.

Bajándose del vehículo, la joven piloto se aproxima contoneándose al soldado - pues verá usted, Oficial - se dirige a éste con voz seductora - me llamo Galaï y soy piloto - comenta mientras mete la mano cuidadosamente en la pechera para sacar su permiso de pilotaje, haciendo claras muestras de inofensión y dejando algo más abierto que antes su cazadora - resulta que antes de hacer la mudanza contratada por la señorita - continúa señalando a Rila y guardándose de nuevo su identificación sin dar mucho tiempo a que viera más que la foto y el sello del permiso - mis compañeros querían pasarse a tomar algo después de la carga de enseres, pero ésta prefería que fuéramos directamente a su nuevo barrio, porque éste le da algo de pánico - la cara de Rila permitía claramente fundamentar su coartada -a mí tampoco me hace mucha gracia dejar el vehículo cargado aquí, ¿podría ayudarnos a convencer a mis colegas? - acabó guiñándole un ojo de manera pícara al soldado - le estaría muy agradecida, ¿sabe? - susurró para que sólo éste lo oyera.

El soldado de asalto medita unos instantes, mira los muy visibles sellos de aduanas de las dos cajas grandes y observa a la figura humana encapuchada se muda fuera del planeta? pregunta con el característico tono de voz neutro de los soldados de asalto...

Laelia se incorpora lentamente y con una sonrisa forzada toma la palabra Si verá es que esas cajas se las va a quedar mi hermana que vive en Amthau muebles de la familia y esas cosas... Es que se casó con un tipo que trabaja para un directivo de MID y... Bueno los muebles de la familia le quedarían bien en su nueva casa así que le mando el despacho de mi padre y...

El soldado de asalto da un paso atrás y hace un gesto con la mano libre para que acallar a Laelia... Basta basta... Bien márchense de aquí no es un lugar seguro para detenerse...

- Muy bien, Señor - comenta sonriente la joven, soltándole un beso al aire en dirección al soldado mientras se cierra su cazadora antes de subirse de un salto en el transporte. Luego, para continuar con el teatro, y pulsando 'sin querer' el botón de su comunicador interno - bien, ya lo habéis oído, chicos. Salimos de aquí tal y como quería la señorita - comenta con la esperanza de que algo le llegue a sus compañeros.

Acto seguido, pone en marcha el deslizador y, tras saludar amablemente con la mano al guardia, comienza una vuelta al espaciopuerto...