Partida Rol por web

-Genial, ahora saben que les hemos descubierto... muchas gracias, doctor.

Salgo del camión y me parapeto tras él, apuntando al lado izquierdo de la desfiladero sobre el capó. Sé aproximadamente por donde van a aparecer, así que en cuanto vea asomar un casco trataré de hacerlo volar de la cabeza sobre la que se apoya.

-Daniil, ¿a qué esperas? Todos esperamos tus ordenes...

Mis manos ya están completamente transformadas, mientras que todo mi cuerpo, comienza a posicionarse como el animal que era cuando tenía casi tres años. Hacia tiempo que no me sentía así, libre. Mis sentidos se encuentran agudizados como un verdadero animal. Mis ojos ven más alla de la arena, mi olfato siente a cada uno de los que se encuentran presentes cerca de mí mientras que mi oído, aguzado a más no poder, escucha cada sonido del lugar como si estuviera a mi lado.

Comienzo a correr agazapado entre las rocas arenosas de la simulación, buscando con todos mis sentidos, la presencia de enemigos en las cercanías. No pienso matarlos, pero sí hacerles saber lo que es un NOVA preparado para el combate.

-"Por lo que más quieras, ten cuidado ahí fuera"- le digo a Blackovich.

Me subo a la parte superior del todoterreno. El techo gime bajo mi enorme peso pero aguanta. Desde allí vuelvo a observar las paredes mientras hablo.

-"El resto, vamos a ponernos en marcha, hay que seguir avanzando, quietos somos un blanco demasiado fácil. Pavel y Gerusian, dad apoyo a Sirius y localizad a más francotiradores. Stravich, sigue informando, necesitamos saber más. Ogonov, te quiero por delante a una distancia prudencial, por si los explosivos están camuflados en el suelo, no tendrás problema con ellos. Los demás atentos a las paredes, buscad a los enemigos, pero no hiráis a nuestros compañeros."

Dicho aquello me quedo esperando a que la caravana se ponga de nuevo en marcha, conmigo en el techo del vehículo. Sigo atento a los riscos. O los explosivos están en el suelo y Vlad se encarga de ellos... o vienen de arriba, y tendré que repelerlos.

Al oir su voz, decido esconderme en algun lado del todoterreno, agachado y sin perder la concentración sigo buscando.
Vuelo entre las mentes que están a mi alrededor, huyo de aquellas conocidas, de mis compatriotas y rebusco entre aquellas ofensivas que se acercan hacia nuestra posición.
Tengo que encontrar algo...
Sin dejar de exprimir mis fuerzas, paseo por las mentes que llegan a mi cabeza, intentando encontrar cualquier idea de su posición o plan de ataque.

Apenas me pongo en posición, escucho las ordenes del teniente y tras un momento de duda, me vuelvo a meter dentro del camión y le digo al conductor:

-Ya ha oido las órdenes, camarada. Vamos a seguir avanzando hasta que lleguemos a la posición en la que nos están esperando para emboscarnos... Disculpe mis palabras, el teniente sabe lo que hace.

Mi sonrisa elimina cualquier atisvo de duda en el conductor, que reanuda la marcha lentamente, tan atento como yo a cualquier irregularidad en el suelo, lo cual resulta casi imposible en este estrecho paso de montaña tan bien simulado.

-Daniil es el que sabe de estrategia militar... sabe lo que hace... pero que me corten las manos si tengo la menor idea de lo que pretende...

El buen doctor se parapeta tras la puerta del vehiculo blindado, cubriendo el angulo derecho de la carretera esperando que Natasha haga lo propio con la izquierda. Solo asoma del vehiculo la boca del Kalashnikov, apoyado en la puerta permitiendole mayor estabilidad.

Parece como si lo hubiera hecho en el pasado...

Tras la orden de Daniil, pisa lentamente el acelerador, haciendo que el vehículo tome una velocidad constante, lo suficietemente lenta como para reaccionar a tiempo de no pasar por encima de nada que lo ponga en peligro.

-"Chort vozmi! ¿Que demonios pasa ahí arriba?"- digo por la radio, preocupado por no tener respuesta de Pavel y Gerusian- "Serghey, ¿puedes sentir a Egorev y a Petrov?"

Tras los disparos en el desfiladero, Sirius puede ver el movimiento de un grupo de hombres, justo delante, a diez metros, que tratan de ocultarse tras un saliente rocoso. Tres hombres, armados con fusiles anticuados y vestidos a la manera de los Mujaidines, que parecen haber sido sorprendidos por los disparos.

Vladimir se cuadra un instante. Es uno de los pocos que va completamente desarmado. Su uniforme apenas son unos correajes de Eufibra con sus insignias de titanio. Avanza con paso firme, cristalizando la arena bajo sus pies, hasta colocarse a veinte metros del primer vehículo, en el lado derecho. Mira a su alrededor, tratando de ver a Viktor.

- Vik, espero que estés aquí para cubrirme, camarada.

Su voz resuena como una avalancha de ladrillos rotos. El convoy se pone de nuevo en marcha.

-"Viktor, Felix, os quiero delante. Hay que librarse de ese señuelo"- digo por la radio.- "Caminado pegados a la pared por si hay minas. Colocaos detrás del señuelo y esperad, al minimo movimiento enemigo disparad."

Es imposible saber si los dos soldados invisibles han escuchado las ordenes...

El pequeño convoy avanza hacia la siguiente curva cerrada, con Ogonov al frente.

Comienzo a avanzar sigilosamente por arriba de las rocas, intentando buscar una posición provilegiada para que los enemigos no logren verme y así poder caer encima de ellos y neutralizarlos. Mi compañero se encuentra a mi lado, vigilante, esperando mi movimiento para poder actuar.

El mensaje de radio ha sido claro, por lo que seguramente ya está preparado para lanzarse al ataque en cuanto nos coloquemos en posición.

"Tengo a tres enemigos justo a las doce en punto", digo por la radio en voz baja para que los demás escuchen. "Voy a encargarme de ellos"

Pavel levanta el puño y hace unas señas:

"Tres. Rodearlos. Yo por la derecha, el lado que da al acantilado. Tu por la izquierda, sobre el saliente."

Se gira, buscando algo... hace otra seña:

"¿Gerusian?"

No hay rastro del NOVA alado...