Partida Rol por web

Macarena corrió por el pueblo siguiendo al resto cuando algo le cogió en volandas, le tapó la boca y le metió dentro de una casa. 

Macarena pensó que era su fin pero con su trepidante valentía encaró a su asaltante que resultó no ser ningún monstruo sino una de las ancianas del pueblo, la que lloraba y sostenía un medallón con una cruz esculpido. Ahora también lloraba pero parecía de alegría

- Oh, Macarena, por fin has vuelto al pueblo. Y eres el vivo retrato de tu tatarabuelo. 

Fue un hombre que partió de este pueblo al Nuevo Mundo y dejó aquí a mi tatarabuela esperándole por siempre. El amor que profesaba a tu pueblo la hizo volver un día de entre los muertos y aunque finalmente aquellos lobos la mataron, su heroicidad ha mantenido vivo este lazo de amor hasta hoy. ¡Te juro que antes de que te pase algo a ti, me sacrificaré yo! Pero eso sí, jamás dudes. En caso de que tus compañeros y tú empatarais, yo tendría que deshacer el empate y ya no podría intervenir más.