Partida Rol por web

Reinos de Ceniza: Coliseo de Sangre

LUGAR: Puerto

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14/08/2008, 19:06
Juan Bautista del Corral

Los ojos de la mujer eran un fiel reflejo de su alma, pura y sencilla...

Su intimidante apariencia no era nada para el espadachin ya que el podia ver el brillo de sus ojos y la ternura en su mirada.

-Muy bien... si asi lo quieres, tampoco es un gran secreto... es simplemente que como no es algo mio no se si deberia decirlo, pero viendo que nuestro amigo aqui presente no va a decir nada, creo que me voy a tomar el atrevimiento.

Juan Bautista se hecha hacia atras mientras con un gesto le pide a Deseo que vuelva a tomar asiento.

-El tema es que Juan de Alvarado y parnassus iban a encontrarse aqui para buscar al dueño del orco Arshlut, no se si has tenido oportunidad de conocerlo, y por otro lado tambien estoy aqui para buscar informacion sobre mi propio dueño, ya que nunca se me informo quien es y nunca se presento ante mi. Una buena pista conseguida por el señor De Alvarado, nos indico que el capitan de uno de estos barcos podria tener la informacion que buscamos, y ahora Parnassus se dirigai a hablar con uno de esos capitanes que a su vez estaba siendo visitado por el sequito de la famila Obsidiana que te comente con anterioridad.

Bien ahora sabes lo mismo que yo.. y te pido por el bien de nuestra mision y ademas tu seguridad que guardes el recelo necesario para tratar de pasar desapercibidos y poder seguir nuestra investigacion sin contratiempos.

Puedes hacerlo Deseo... puedes...ser paciente por nosotros...?

En su ultima frase Juan se adelanto un poco de su asiento quedando cara a cara con Deseo tal y como ella lo habia enfrentado momentos atras, sus miradas se entrecruzaron y todo se dijo tacitamente...

Solo quedaba la respuesta de Deseo...

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14/08/2008, 19:38
Deseo

La mujer se relajó. Su actitud se suavizó, un punto, y la sonrisa apareció por fin en sus labios, perfectamente dibujada, iluminando su rostro.

-Gracias, ahora sí, ahora comprendo.

Pero no se sentó. Al contrario, acabó de erguirse, y tomó de nuevo su Guadaña.

-Me temo que no soy alguien que pase desaperibido, no hoy. No con mi arma, y vestida como una elfa. No voy a seguir siendo un peligro para vosotros, en ese caso. Y te agradezco tu sinceridad. Seré en compensación sincera contigo.

Hizo con la cabeza un gesto hacia el barco acerca del cual había deducido por sus gestos que hablaba Juan Bautista.

-Voy a buscar a Parnassus, sin más, y no tengo miedo de que me hagan daño, gladiador. Soy una mujer de recursos, y de... misterios.

Y envolviéndose en la tela negra, tras un gesto de saludo alegre, se fué hacia el buque, guiñándole a él un ojo en el último momento.

Notas de juego

Eso, que me voy al barco, a por Parnassus.

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14/08/2008, 19:56
Juan Bautista del Corral

Juan Bautista hizo un gesto para levantarse y detenerla... pero esa ultima mirada... esa ultima muestra de compañerismo y confianza lo hizo detenerse...

Supongo que debere confiar...Suerte... Deseo..

Notas de juego

bueno eso.. Suerte, un placer tener ese pequeño roleo contigo ;)

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14/08/2008, 20:55
Juan de Alvarado

He permanecido imperturbable a lo largo de la conversacion. Y mientras esta se producía, la noche a ido avanzando. Ahora, por aquí y por allá, van apareciendo por los muelles escasamente iluminados por la luz de unas pocas antorchas, gentes de todo tipo.
Y yo, no puedo evitar sonreír levemente al verlo. Pues se perfectamente que clase de gentes son y de que forma podrían reaccionar en circunstancias imprevistas.
Veo como Deseo se aproxima al Jabeque Hakim y yo le digo a mi compañero.
Quizá Parnassus la vea llegar y pueda tener unas palabras con los tripulantes de guardia. O quizá, no la vea o bien, esas palabras sean insuficientes. En cualquier caso, llego la noche. Ten tu mano dispuesta para empuñar tu acero. Y mantente vigilante por lo que pueda pasar, amigo mio.
Observo como Deseo se aproxima a la pasarela de embarque del Jabeque. Esta, apenas esta iluminada por un par de antorchas recién encendidas por uno de los tripulantes.
Mirando de reojo a Juan Bautista, digo tras palmear la empuñadura de mi espada.
Atento ahora y que ocurra lo que tenga que ocurrir.

Notas de juego

Pues por aquí aparezco yo hoy. Me tendréis de nuevo totalmente disponible a partir del Domingo próximo.

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15/08/2008, 01:21
Parnassus, Muerte de Obsidiana

Deseo apenas había comenzado a levantarse enmarcada en la conversación en que los dos espadachines ultimaban los detalles de su futuro próximo, cuando la Muerte de Obsidiana regresó a la posada. La visión de los dos escudos de mithril y ónice no era una visióin que pasara desapercibida a nadie en la ciudad; menos aún en el puerto, donde los rumores corrían veloces como la pólvora:

-Saludos, Deseo, la que porta el filo de la parca. ¿Qué te ha alejado de la tibia arena del Coliseo, trayéndote a esta informal reunión de compañeros, gladiadora?- dijo Parnassus con un ligero tono de desafío sin malicia, que denotaba más tranquilidad que tensión.

Tras sus palabras, el guerrero se acercó hasta las tres figuras, quedando a poco más de un paso de la exótica pelirroja.

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15/08/2008, 11:22
Director

Preguntando a las gentes del puerto has hayado que el propietario de Arshlut es un mercader humano, llamado Esteban, que suele andar por el mercado. También sabes que este no es el dueño de Bautista.

Parece que a Esteban le gusta picar de todos los platos.

- Tiradas (1)

Tirada: 3d10
Motivo: Carisma + Fascinar
Resultados: 6, 7, 6

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15/08/2008, 12:08
Deseo

No tuvo que andar más que unos pasos, y se detuvo. Ahí estaba, regresaba del barco, a su paso otros se apartaban. Se sonrió para sí, si la reunión pretendía ser discreta, desde luego no conseguirían su objetivo.

-Informal, dices, ¿eh? Sin embargo, parece que tomáis muchas precauciones para una reunión informal, según acaban de informarme. Siéntate y contadme de una vez qué está sucediendo para que los guerreros del Coliseo, tan dispares entre sí, estén haciendo piñas. Tres humanos, preocupados por un orco. ¿Sabes? Me gusta oir eso. Pero, contadme, quiero conocer el resto...

Y ella misma se sentó, dejando su Guadaña de nuevo. Y esta vez echó la capucha de su capa hacia atrás. Sobre la seda negra, a su espalda, sobre sus hombros, se deslizó su cabello, rojo brillante de un sol de ocaso agonizando en el cielo de una noche sin luna.

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15/08/2008, 15:13
Parnassus, Muerte de Obsidiana

-Contare entonces cuanto puedes oir hasta que mas a fondo te conozca, Deseo,- comenzo Parnassus acercandose mas y sentandose junto a la mujer -pues ya he descubierto lo que veniamos a buscar y las respuestas estan claras ahora. Por desgracia, me temo que tan solo mis acompanantes tendran tales respuestas, mientras no tengamos las tuyas.- dice cauteloso pero tranquilo y sincero.

Entonces, se gira hacia Bautista y anade:

-No he podido descubrir, por desracia, lo que buscabamos sobre ti, espadachin, pero al menos se donde no tenemos que buscar. Manos distintas aferran las cadenas de Aarshlut y la tuya.- anuncia el esclavo.

Entonces se gira hacia la pelirroja y explica:

-No se cuanto sabes, aunque imagino que todo, pues siempre aprecie la sinceridad de mis companeros, desde el momento en que nuestras hojas afiladas se cruzaron.- explica el guerrero -Durante dias los combates de Aarshlut se resintieron y el rencor nublo su buen juicio, hasta que no mucho tiempo atras descubri que la incertidumbre sobre el desalmado que lo habia esclavizado quemaba su interior. Ben, ahora he descubierto quien es esa persona, y se me ocurren pocos destinos peores para el extremo de un grillete; hay destinos mas oscuros que los de un elfo de Angkortak.- declara sin duda en sus palabras -Es por eso por lo que estamos aqui. Y tu Deseo? Acaso un paseo te ha traido al puerto mas peligroso del mundo civilizado? A quien deben tus habiles brazos de guerrera tu presencia aqui y en el Coliseo?- pregunta por fin antes de continuar.

Notas de juego

Vuestro turno de replica, que estoy en clase.

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16/08/2008, 15:38
Deseo

-En el Coliseo se deben al Destino, aunque eso es aún un enigma. Aquí, a ti se deben. Es curioso tanto misterio, cuando es imposible que la presencia de tus escudos pase desapercibida, ni tan siquiera entre la vertiginosa algarabía del puerto. Yo tampoco he pretendido ser discreta, como puedes ver. Tengo que hablar contigo, y puesto que de secretos andamos, secretos tendremos. Así que te daré el encargo que traigo para ti cuando estemos a solas.

Sonrió, con una cierta dureza. Lo que pensara de las palabras de Parnassus, no lo dijo. Aunque por su actitud, estaba bastante claro que no pensaba seguir preguntando, si querían decirle, le dirían, si no querían, no iba a ser ella quien se entrometiera.

-Sólo cabe añadir que me dijeron que antes te entregara esto. Y luego, habláramos. Y por cierto que el encargo tiene urgencia, así que tomaré una copa de vino con vosotros, y después regresaré por donde he venido. Si vienes, seremos dos. Si no, he de decir que lo que tenga que hacer, lo haré sola.

Y le entregó a Parnassus un pergamino enrollado, lacrado y sellado...

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16/08/2008, 16:33
Parnassus, Muerte de Obsidiana

-¿Al Destino? Curioso patrocinador para un guerrero que no puede morir mientras lo amen o lo aborrezcan. Pues es esa la clave de la vida en la arena. ¿Es la clave que buscas, Deseo? Tu destino es ser recordada constantemente o ser olvidada para siempre. Mas tal nombre diría que no se refiere al hilo que trenzan las Parcas, luchadora. ¿Acaso buscas un barco, hermana de sangre?- preguntó el guerrero a su interlocutora, aceptando el pergamino a su vez -Tal detalle podría marcar la diferencia entre satisfacer o no tu curiosidad con respecto al semihumano.- explicó Parnassus desenrrollando el escrito.

Mientras la mujer contestaba, sin intención de añadir más hasta tener las respuestas adecuadas, quizá contenidas en el rollo, el esclavo recorrió las letras con la evidente distensión de alguien acostumbrado a la lectura. El hecho no dejaba de ser curioso en un humano nacido con los grilletes ya en sus manos, pues pocos amos en Angkortak permitirían a sus siervos juntar siquiera una sola sílaba. El conocimiento... una llave a la libertad; o tal vez una caldera en la que caldear los miedos que manendrían a una herramienta bien cuidada y contenta entre los muros de la urbe. Un arma de doble filo, un ataque y una defensa; una muestra de la eterna dualidad de la Muerte de Obsidiana. Los melancólicos ojos de brillante miel y el oscuro ambar mate del asesino inexorable. La constante dualidad de las dos caras de la moneda de Parnassus.

Notas de juego

Esperando lectura del master, pero si sabes lo que pone, Deseo, y no se presta al metajuego, puedes decírmelo y seguimos, XD.

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16/08/2008, 18:17
Deseo

-Tal nombre... con eso ¿te refieres al Destino, o a Deseo? El Destino se escapa a mi voluntad, y Deseo no es nombre que yo escogiera. Me fué impuesto, y aunque ambas palabras están entrelazados en mi vida, siguen siendo interrogantes. Y así debe ser.

Se volvió al tabernero, y le pidió una jarra de vino blanco, y caracoles de mar. Esperó a que los demás hicieran sus peticiones. El lugar era rústico, lleno de pescadores y de estibadores. Además de algún que otro personaje ambiguo, y extraño. Como ellos mismos, por otro lado. El hombre no tardó en volver con su jarra y el plato, y todo lo que los gladiadores habían pedido. Ella apuró elegante pero sin contemplaciones un trago de su bebida, como aquel que tiene mucha prisa. Y se quedó mirando al de Obsidiana en espera de que acabara de leer el pergamino.

Notas de juego

Pues prefiero que sea Meltar quien te lo diga, porque aunque a mi me consta la intención, no he leído el texto, solo sé lo que me han dicho que era.
:P

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16/08/2008, 20:11
Director

Parnassus reconoció al instante la letra. Su amo, Olshva, tenía unos trazos finos y constantes, calculadas. Muy diferentes de la errática letra de su hermana.

"Siervo mío,

La mujer que porta esta carta, Deseo de los humanos, posee en sus manos un deber más allá que cualquier otro. Sin embargo, ambos sabemos que muchos prefieren interferir con asuntos de nuestra casa, sean beneficiosos o no.

Por tanto, protegerás a esa mujer con tu vida. Cumplirás sus órdenes como si saliesen de mis labios.

Deposito esta carga en tus hombros sabiendo que puedo confiar en tí.

Se acercan tiempos oscuros, para todos los pueblos y razas. Tal vez seamos los únicos capaces de salvar a todos los Reinos.

Lleva mi confianza y amistad.

Olshva,
Señor de la Casa de Obsidiana."

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16/08/2008, 22:06
Parnassus, Muerte de Obsidiana

Notas de juego

Imagino que puedo descartar una falsificación; si no es así, tírame lo que sea pertinente, pues desconfío, por si acaso.

De todos modos, no altera mi siguiente post, sino solo su intención, que sería en vez de "sumisa" la de "seguirle el rollo".

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16/08/2008, 22:16
Parnassus, Muerte de Obsidiana

Parnassus enrolló el pergamino y lo guardó en la cincha de uno de sus escudos. De repente, el cambio de actitud y de tono en el gladiador fue tan evidente como la noche y el día. Sus hombros perdieron desafío, sin ceder porte, sus ojos dejaron de mirar alto, perdiéndose centímetros por debajo de la cara de la mujer, y sus palabras hablaban en un tono como ahogado en lana:

-Bien, mi señora. Imagino que esto explica vuestra indumentaria. Si aún deseáis saber la respuesta que antes esperabais oir, solo tendréis que preguntarlo.- se ofreció repentinamente Parnassus, cortando toda conversación innecesaria u orla irrelevante -Solo indicádmelo cuando deseéis partir.- añadió antes de alzar la cabeza hacia los dos Juanes y disculparse -Lo lamento, pero hay asuntos que requieren de mi presencia y que no podré retrasar. Aun así, sabed que tengo la respuesta al enigma de Aarshlût, si bien no sé nada sobre el de Bautista, a parte de que no tienen el mismo patrón.- indica el guerrero, imaginando que pronto se marcharán.

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17/08/2008, 11:13
Deseo

Deseo se levantó, y se situó frente a Parnassus, en un gesto que a éste le llevó a mirarla a los ojos, y levantar la vista del cuello de su compañera.

-No sé a ciencia cierta qué dice ese pergamino, pues no lo he leído. Pero, diga lo que diga, soy Deseo, sigo siendo Deseo. No soy señora de nadie, y así será por siempre. No veo porqué has de dejar de tutearme, o has de evitar enfrentar tus ojos a los míos. Puedes decidir, en eso eres libre, Gladiador. O eres mi compañero, como ellos, -y desvió su mirada a los dos hombre que estaban aún sentados en silencio frente a sus copas, probablemente sorprendidos por el espectáculo que se desarrollaba ante ellos- o eres un extraño para mi que me rinde pleitesía. En ese caso, me iré sola, y tendrás ocasión de hacerlo en la arena.

Sonrió, y su sonrisa desdibujó cualquier dureza de la que hubieran podido revestirse sus palabras. Su sonrisa trajo el sol, trajo la calidez de la primavera, su aire perfumado, sus mañanas de brisa suave. No, no era una señora. Era una mujer, una mujer libre, que rezumaba la esperanza contenida en el pétreo crisol de un Destino asumido. Tenía algo importante que hacer. Un enigma la rodeaba. Algo en sus ojos hablaba de decisión, de fatalidad. Pero nunca, nunca de sumisión. Y no la pedía tampoco en nadie... El destino uno lo acepta, no se somete a él...

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17/08/2008, 12:16
Director

¿Falsificar el sello de la casa de Obsidiana? ¡Que atrevimiento solo sugerirlo!
Como te pille Elshva... XDDDDDD

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17/08/2008, 14:39
Parnassus, Muerte de Obsidiana

-Como gustes, Deseo.- indicó Parnassus alzando la vista y mirándola a los ojos, pero sin dejar de aparentar un leve atisbo de tensión en los hombros -Seré tu compañero si es lo que prefieres.- terminó el esclavo, grave y conciso, cayendo después en el mutismo, como esperando instrucciones.

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17/08/2008, 16:00
Deseo

-Nos vamos, compañeros. Pero antes os dejo hablar unos instantes con Parnassus, para que él os cuente lo que... haya encontrado. Entiendo que requerís intimidad para vuestras confidencias, y sé que no me he ganado vuestra confianza. No me molesta, os lo aseguro. Prefiero eso, y saber qué clase de personas sois, para estar tranquila si consigo ganármela.

Sonrío, dejo unas monedas al tabernero, y recojo mi Guadaña, envolviéndome de nuevo en la capa, sumergiéndome en la oscuridad de la capucha.

-Te espero tras esa esquina, junto a las barcazas que regresan de la jornada de pesca. Parecerá que admiro la carga que han cobrado... Buenas noches, espadachines.

Y me alejo, en la dirección que he dicho, para esperar ahí a Parnassus.

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17/08/2008, 18:17
Juan de Alvarado

Inclino levemente la cabeza a modo de despedida cuando veo a Deseo iniciar su marcha.
Suerte en tus quehaceres. Sean cuales fueren estos.
Digo a modo de despedida. Miro entonces a Parnassus una vez que Deseo a atravesado la entrada de la taberna y añado.
¿Y bien?. ¿Cual es el resultado de tus pesquisas?. Estará bien que lo sepamos. De este modo, el que primero tenga oportunidad, podrá decírselo a nuestro compañero orco.
Termino mi bebida y dejo la copa vacía sobre la mesa. Miro entonces a Juan Bautista.
No olvidemos que ese fue el motivo original por el que yo aparecí por aquí. Una vez solucionado, nada me retiene. Ya que los asuntos de nuestros compañeros, parecen de índole privada.
Vuelvo a mirar a Parnassus y concluyo.
Adelante con esas conclusiones.

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17/08/2008, 18:46
Parnassus, Muerte de Obsidiana

Tras la salida de Deseo, Parnassus distendió los hombros y se giró hacia sus compañeros, para luego responder:

-No solo los elfos oscuros moran ávidos en la telaraña de Angkortak, tejiendo sus trampas mortíferas entre sus oscuras piedras. Tanto el puerto como el mercado son tierra de nadie, más allá de la sombra de que los jueces provean; como territorios mayormente extranjeros, la ley no se ceba en demasía por esos lares y la senda aparece límpida para depredadores puede que más peligrosos que los elfos oscuros. En lo alto de la cadena alimenticia en la jungla del comercio, se haya un individuo cuyo nombre incluso los nobles de la ciudad pronuncian con recelo. Peor que una de las fatas, con el alma vacía y sucia, Ernesto el maestro mercader compra y vende TODO y a TODOS, por el precio adecuado para él... inadecuado para el resto de las partes, generalmente. Aarshlût llegó en uno de los barcos del humano, que es su verdadero dueño en la sombra.- entonces se gira hacia Juan y advierte -Podéis informar al orco, si lo deseáis, pero no me parece lo más prudente: su sangre hierve y es impulsivo; si se precipita, morirá, sin duda alguna. Debemos actuar con cautela, por su bien.- indica el esclavo gladiador.

Entonces se incorpora, presto a salir, pro entoces se gira de nuevo, como si acabara de recordar algo:

-Sin embargo, Esteban ha estado hace bien poco en el Coliseo, "pescando" nuevas promesas, si mal no adivino. Sondeó a "La Sombra", Hugo, tentándolo a que se reuniera con él en el mercado más tarde. Seguid el humo, y tal vez podamos descubrir cómo abordar el fuego, pues el luchador tampoco parecía muy inclinado a negociar con el mercader, aunque dudo que haya rechazado sin consultar primero.- explicó y sugirió Parnassus -Si el asesino de las dagas tiene las claves para acercarse al escurridizo personaje, bien podría ser la puerta para Aarshlût. Si poco más tenéis que hacer, acercarse al mercado podría ser la respuesta a vuestro tedio. Nos veremos más tarde, compañeros.- sonríe Parnassus antes de hacer una leve revenrencia y retirarse de espaldas, saliendo por la puerta al tiempo que volvía la mirada al frente.

Notas de juego

Parnassus sale de la POSADA. Quitadme de los posts, Juanes.