Partida Rol por web

Satisfecho con la respuesta el clérigo aparta su espada.
-¡Pobre infeliz! -Piensa mientras le mira con compasión.
Nadie le dijo en el templo que los criminales eran hombres también.

Garius presencia la escena con una mueca de amargo cinismo en su rostro.
- Todas las ratas son amables cuando están contra la pared.

- Creo que primero debemos investigar las otras puertas. Si nos metemos en ese pasadizo, tendremos nuestras espaldas desprotegidas. Asegurémonos de que realmente estamos solos aquí abajo y luego continuemos. Tal vez debamos separarnos para terminar cuanto antes.

- Por otro lado, creía que habían bajado aquí con Corwyn. ¿Alguno tiene idea de donde está?

Se gira ante la apreciación de su compañero.
-Los he sentido dentro de la posada. ¡Tienen que estar por alguna de estas puertas!- Examina el pasadizo. -Pero teneis razón. Este pasadizo no parece muy concurrido, deberiamos mirar primero por las otras puertas.

Garius se acerca a una de las puertas y comienza a tantear el piso cercano a ella. Luego, continúa acariciando el marco de la misma y finalmente, se detiene un prolongado instante manipulando el picaporte.

Repite el minucioso proceso en la puerta restante.

Ninguna de las dos puertas que faltan por abrir estan cerradas con llave, ni tienen trampas. En la puerta que esta pegada a la del primer almacen (donde estaba la rata) esta muy fria al contacto.

Garius se aleja prudentemente de la extraña puerta helada y habre la que está a su lado. Sigilosamente, se introduce en la habitación...

Veo como mi hermano se aleja de la puerta helada y una pequeña risa sale de mi rostro, luego al ver que habre la otra puerta y pensando que seria estupido no investigar la puerta helada me acerco a esta y utilizo "Detectar magia"

Veamos....

Sigo a los dos hermanos con la espada y el escudo preparados.

Jake se rasca la cabeza y se encoge de hombros. Luego se decide a ir a la otra puerta, lo que está a temperatura ambiente; aunque él preferiría ir por el pasadizo secreto, que a buen seguro es más divertido.

A ver que hay aquí dentro...

Sin mediar una palabra, pero con gesto de aprovación, veo como Garius se desenvuelve con soltura para encontrar el pasadizo y investigar las otras puertas, al ver que va por la que no está helada y mis dos compañeros lo siguen dejando al mago examinando la otra solo, decido quedarme con Grakul para apoyarlo, nadie debe ir solo. Espero paciente a que vea si hay alguna trampa mágica preparado para cojer del pescuezo a Lett y entrar cuando el mago decida.

- Me quedo contigo...-

Grakul lanza su hechizo y detecta una clara emanacion de magia. Parece un hechizo elemental de congelacion permanente. Le hace una señal a Leonan para indicar que es seguro, no es una trampa.
Leonan echa mano al picaporte y abre la puerta. Una ola de frio sale de la pequeña habitacion. Un vistazo dentro os hace bajar la tension, esta llena de carne congelada y queso, ademas de un barril con una etiqueta de vino rojo helado.
-Enhorabuena, hemos encontrado la nevera magica de la taberna.- Piensa Grakul con una sonrisa.

Garius abre con precaucion la otra puerta, aqui hay barriles de todo tipo de cervezas y vinos. Uno de los barriles del centro no tiene tapa. El picaro se aceca y ¡una vibora salta hacia su mano!
La aparta a tiempo para que no le inocule el veneno, solo tiene una mordedura en la mano, se le infalmara un poco pero el veneno no hara mas efecto.
La serpiente que ha caido al suelo escapa rapidamente entre los barriles y Garius junto a los demas se acercan al barril.
Con un silbido de Jake, vuetros ojos se agrandan.
Dentro del barril hay una docena de lingotes de plata, 3 pequeños rubies y un mapa de las cercanias del norte de Melvont indicando la localizacion de un lugar conocido como la atalaya de Vorbyx.

El clerigo da un salto para atras cuando ve como el animal se aferra a su pobre compañero.
-¡Por Tyr!- Grita sobresaltado.

Dudo que una taberna de tan mala calidad como esta pueda reunir tanto dinero.. Digo mientras miro dentro del barril, Luego observo mas detenidamente la habitacion para asegurarme de que no nos estamos pasando nada por alto.

Después de mirar por enzima la "nevera" y pasar a la otra habtación pienso un poco sobre el mapa...

- Bueno, creo que está claro, el mapa estájunto al botín, por más que queramos deberiamos investigar en el lugar señalado... pero antes me interesa más aquel pasillo- Justo cuando acabo de decir estas palabras me giro hacia Lett - No tendrás idea de que hay en ese lugar ¿No?-

El clérigo mira a sus compañeros algo nervioso.
-¿Soy el único que ha visto como a ese pobre hombre le ha atacado una víbora?
Señala a su compañero luchando con el animal a su ensimismado grupo.

Me giro hacia Garius dejando en el aire la pregunta a Lett, pero aún cogiendole, dandole a entender que quiero una respuesta...

- ¿Parece grave?-

- ¡Oh! El ataque de una serpiente...¡Qué víbora!- Jake revisa las cosas de un barril.- ¡Mirad! ¡Un mapa! Habrá que ir a ese sitio siguiendo las indicaciones ¿no? Por eso es un mapa...

Garius mordía vigorosamente su mano, tratando de chupar la sangre que manaba de su herida. Pateaba el suelo indignado y mascullaba por lo bajo. Solía tomar muchas precauciones antes de meter la mano en lugares peligrosos, pero lo cierto era que el miserable reptil lo había tomado por sorpresa. Buscó con la vista entre los barriles, dispuesto a descargar su frustración contra la maldita alimaña. Si hubiera sido por él, podría haber dado vuelta el lugar entero hasta encontrarla, pero el tiempo apremiaba.

- No, Leonan, no alcanzó a clavarme los dientes. - Pero me dio un susto de madre.

Tomó las cosas del barril, las enseñó a todos (otra vez, con el típico gesto utilizado por los magos de feria para mostrar la bolsa bacía de la que más tarde saldrián todo tipo de bestias) y las colocó en un morral que llevaba a la cintura.
- Recuerden que yo llevo esto. Con tanta excitación puede que lo olvide y me lo gaste todo en mujeres y alcohol. Sigamos por el pasadizo.

Se encaminó al oscuro túnel que discurría por detrás de tapiz

El clérigo se acerca a Garius.
-¡Tranquilo!- Dice con voz teatrera. -¡Yo os sanaré!
El muchacho saca unas gasas de su bolsa y comienza a curar al semielfo.