Al ver el barco y ver que había personas que también habían sobrevivido me alegre, aunque no lo demostré mucho, de seguro estaría la supuesta esposa de Ren allí y eso ya bastaría para tranquilizarlo.
Seguí con paso firme, pero sin apresurarme, ya nos verían, tenía un loco gritando delante de mi que era imposible que no llamara la atención…
Emocionado ante la escena, me detengo para respirar un poco, antes de aventarme de nuevo en la carrera hacia la gente del barco.
Yuuko-san