Partida Rol por web

-Ah, venga ya, ¿Y tú si te fías del mio? - Me río casi sin poder creer que alguien confiara en mi criterio.

-No os preocupéis, puedo quedarme toda la tarde si hace falta... Total, hasta la noche no tengo nada que hacer, así que puedes ir a hacer las pruebas tranquilo, Jayden. -Me ofrezco amablemente para hablar luego a Diana. -Si te apetece acostarte o algo no te cortes porque esté aquí, puedo entretenerme con el móvil o la tele, y ya me avisas si necesitas algo, tampoco es plan de que me quede para ser una carga, más bien lo contrario.  - Sonrío -

 -Papi, en serio, sal ya de Jayden- Pienso divertida, de joven debía ser igual que él, pero más tonto... ¿O se habría ido atontando con la edad? Como fuera, a veces me divertía la actitud de Jayden, resultaba casi familiar.

Me quedo mirando divertido cómo pelean por ver quien tiene el gusto menos de fiar. No puedo evitar meterme en la conversación con buen humor.

Venga, chicas, no discutáis, ya voy yo a comprar ese bikini... Jajaja.

Diana acepta no quedarse sola, y Amber está dispuesta a quedarse el tiempo que Gaga falta, toda la tarde si es necesario. Aún así, yo me quedaría si no fuera por las malditas pruebas. Como encima no entre me corto las venas. Pero cuando termine con ellas pienso volver, y además Diana propone trasladar aquí el plan que teníamos.

Aunque, bien mirado, el plan consistía en no verlo simplemente en una tele. Oficialmente, al menos. Yo lo que quería era verlo con ella, y parece que es recíproco...

Vale, pues entonces me voy a las pruebas y en cuanto acabe me vengo para acá. No tengo prisa, así que puedo quedarme hasta que llegue tu madre por la noche. -Le digo a Diana, apartándome del marco de la puerta y quitándole un mechón de pelo de la cara, acariciándole ma mejilla en el proceso. Se la ve tan frágil con esa palidez...- Mientras tanto, te quedas en buenas manos. -Poso una mano en el antebrazo de Amber, guiñándole un ojo. Es una buena amiga, y aún me preocupa todo lo que se que le van a hacer pasar- Si hay algún cambio me mandas un mensaje, ¿vale, Amber? -Me dirijo a donde había dejado mi bolsa y me la cuelgo al hombro- Y luego, si estás mejor, Diana... ¿Partida de reyes? -Bromeo sonriendo, dejando claro que lo digo mal a propósito, antes de dirigirme a la puerta despidiéndome con la mano.

Ambos estaban siendo muy considerados. Ya era las dos personas que mejor me caían del instituto, pero después de esto… Aún quería más el tenerles a mi lado.

Jayden decidió ir a hacer las pruebas, dejando claro que volvería, y que podría quedarse lo que hiciera falta, acompañándose por un gesto amable.

No estoy acostumbrada a estas delicadezas, pero sin duda podría hacerlo…

Le sonreí y miré a amber cuando dijo que me quedaba en buenas manos. No me cabía la menor duda de eso, hasta ahora Amber había demostrado ser una tia legal y comprometida con sus amigos.

Amigos…

Volví a sonreír, sin embargo fingí una cara de enfado al escuchar a Jayden bromear nuevamente sobre Juego de Tronos.

-Porque estoy mala, sino te pegaría… - bromeé, mientras le acompañábamos hasta la puerta. – Mucha suerte con las pruebas, más te vale superarlas… Ya hemos pedido unos pompones por Internet, ¿Verdad, Amber? – le di un suave codazo a esta, para que me siguiera la broma. – Hasta luego, campeón. – me despedí así de Jayden, haciendo el signo de la victoria con una mano.

Sonrio ante los gestos de Jayden y levanto el pulgar como aprobación a lo del mensaje.

-Claro tío, no te preocupes. Lo que tienes que hacer ahora es centrarte en las pruebas y darlo todo, que no nos dejan devolver los pompones. - Miro a Diana con una sonrisa, imaginándome a las dos como animadoras... Igual tendríamos más éxito como traductoras de jirafas o algo así. - Ya habrá tiempo en otro momento para Partida de Reyes. -Me rio entre dientes por no llamarle rubiales Lannister o algo peor.

Hago un gesto de chocar los cinco y le agarro la mano con firmeza para despedirme y transmitir seguridad, con una sonrisa.

-Suerte con esas pruebas tío, dale caña.

Nos despedimos de Jayden e invité a Amber a subir a mi habitación.

-La verdad es que me encuentro mucho mejor de repente… Pero igual debería descansar un rato. ¿Subimos? En mi habitación tienes más cosas para entretenerte. – le sonreí.

Subimos por las escaleras y abrí la puerta de par en par cuando llegamos.

-Esta es la Di-cueva, curiosea lo que quieras mientras me cambio. – le dije entrando en la habitación, sacando la camiseta de debajo de la almohada.

El cuarto estaba lleno de decoración relativa a los cómics, los videojuegos y otras películas y series de culto. Además de la obligatoria cama y armario, tenía un rincón informático bastante preparado y otro con una tele y un par de consolas. No podían faltar algunas estanterías con juegos, cómics, libros, figuras, y cosas por el estilo.

Me quité la camiseta de batman que llevaba puesta, quedándome en sujetador,  y me dejé caer sobre la cama, sentándome.

-¿Hay algo que te interese? ¿Te gustan los videojuegos? ¿Alguna peli quizás? – comencé entonces a ponerme la camiseta, completando el pijama, ya que antes de que Jayden llegara ya me había puesto el pantalón.

Me descalcé y subí las piernas en la cama, sentándome con ellas cruzadas.

-Y… ¿Qué te traes con David? – pregunté de forma repentina, con curiosidad.

Sus continuos piques no me habían pasado desapercibidos, sin embargo, allí estaban en el Sandy juntos, como si tal cosa…

 -Claro, vamos. -Asentí a la pregunta de Diana, tranquila después de que dijera que se encontraba mejor, y curiosa por saber como sería su espacio tras haber visto su forma de vestir.

 La seguí hasta su habitación por las escaleras y sonreí boquiabierta al verla. -Guau- Fue todo lo que pude responder mientras miraba de un lado a otro, como una niña pequeña, inquieta, recordando las peleas con mi hermano pequeño por la Game Boy, cuando ella tenía... ¡5! Y eso sin contar la Advance, la psp, la ps3, y consolas que ni conocía. La decoración de la pared, los muñecos, el peluche gigante bajo la cama... Y, ¿Para qué tantas pantallas en un solo ordenador? ¿Acaso no lo hacen todo más confuso? Si no fuera rockera, molaría ser así de friki... Bueno... casi, no creo que fuera capaz de encontrar todas esas cosas para decorar algo así.

 Salí de mi ensimismamiento cuando volvió a hablarme. La miré un momento para contestarle, pero me arrepentí cuando vi que estaba sin camiseta, vistiéndose, y giré la mirada rápidamente hacia la estantería donde tenía las consolas.

 -Hmm.... ¿Puedo jugar a la psp? -Pregunto para luego agacharme a cogerla sin esperar a su contestación casi sin poder evitarlo. Era una persona muy curiosa, y más con las pequeñas cosas... Y su habitación estaba llena de esas pequeñas cosas. Estaba luchando por contenerme y no toquetear cada objeto que contenía, siempre acabo rompiendo algo mientras echo un vistazo a las piezas pequeñitas, y no es plan. -Siempre he querido probarla-

 Miraba de cerca la psp con la cabeza gacha, dándole vueltas y buscando por donde encenderla, cuando preguntó lo de David.

 -¿Con ese? ¿Porqué lo preguntas? -Me hice la tonta, diciendo lo primero que se me ocurría para ganar tiempo y aún mirando la psp, esta vez para asegurarme de que no notara ningún gesto raro, ya que no estaba acostumbrada a mentir ni ocultar nada. Aunque tal vez podía parecer que contestaba a la defensiva.

 -Mierda, ¿Y ahora qué le digo? 

Al interesarse por la PSP asentí con la cabeza, justo antes de lanzarle aquella pregunta. No me miró al responderme, continuaba mirando la máquina.

-Nada, solo es que… Me pareció curioso veros juntos – Y solos – en el Sandy… - me levanté y acerqué a ella, cogiendo la consola y encendiéndola, volviendo a entregársela. – Pero si no quieres hablar de ello no importa, sólo era curiosidad. – me encogí de hombros.

Regresé a la cama y me tumbé sobre esta, hacía buena temperatura, y realmente estaba bastante bien ya, así que no vi necesario acostarme.

-Échate aquí si quieres. – le dije a Amber, refiriéndome al lado de la cama vacío. – Avísame si te molesta que te hable mientras juegas, que a mí me pone de los nervios. – reí. 

 -Bueno... - Me senté al borde de la cama, dejé la psp al lado y continué mientras me quitaba los zapatos. -No es tan mal tío cuando no está con la chupipandi bully. - Cogí la psp y me tumbé a su lado apoyando la espalda contra los cojines del reposacabezas y doblando las piernas, sin dar muchas más explicaciones, por ganas que tuviera. No iba a desahogarme con ella, y menos sobre algo que no era totalmente asunto mío.

 -Podemos hablar, no soy muy aficionada a los videojuegos, aunque me hubiera gustado probar algunos más.

Inicié el juego que me había dejado: Lego Star Wars. ¿Pero esto no era para niños? Lo fuera o no, me sorprendí de lo divertido que era matar y dar saltitos con esas figuritas cúbicas, y además no era muy difícil. Mientras se inicia una secuencia de vídeo en el juego bajo la consola, debería asegurarme de algo... Ya sabía que no había sido buena idea, debí habérselo dicho antes. ¿Cómo puede ser tan despistado con lo listo que es?

 -Oye... Ya sé que no os lleváis muy bien, pero... ¿Te importaría no contar que nos has visto juntos? Será un capullo, y a veces me pone de los nervios, pero no me gusta buscarle problemas a la gente. -En realidad, depende de qué gente... Pero no a David.

A pesar de que me dijo que no le molestara que habláramos, prefería que fuera ella quien iniciara la conversación de apetecerle. Lo que no me esperaba es que retomara el tema de David. Al escuchar aquello me incorporé un poco, recostándome sobre los cojines junto a ella.

-Yo no… No tenía intención de decir nada, disculpa. Sólo era curiosidad, de verdad, por saber si a ti él… Te gusta, ya sabes. No nos llevamos bien, pero tampoco le odio… - dije finalmente, cogiendo el móvil.

Parecía haberme metido donde no me llamaban, así que me puse a trastear con el teléfono. Recordé entonces la web del instituto, y quise entrar para comprobar un par de cosas. Esta noche podría investigarlo más profundamente.

-Pero… ¿Qué? – me quedé alucinada al ver las listas de follables y vomitables.

Y como no, tenía que estar yo entre ellas…

-No puedo con esto…- dije tirando el teléfono a un lado. – Ya sé que no soy ninguna belleza, ni tengo un cuerpo como el de Sam, ¿Pero de verdad es necesario publicarlo en internet? – me quejé entristecida.

 -¿Quéeeee? ¿Dave? ¿A mi? - Me río, sorprendida, incorporándome para sentarme y olvidándome de la consola. Sabía que con sus tonterías acabaría causando algún malentendido tarde o temprano... Como fuera, mejor con Diana que con Sam o Carter.- No pasa nada, pero ni de coña, vaya. Todo lo que tiene de guapo lo tiene de falso. Morgan parece más mono... Al menos cuando no aplasta gente. -Me río-

 Diana saca el móvil y se entera de la noticia, con lo que no puedo evitar mirarla preocupada, sobre todo después de que tirara el móvil, acción que en absoluto esperaba. Creía que lo habría visto antes, pero no era un tema de conversación que sacar a relucir.

 -Ey... -Paso mi brazo por su hombro - Sam da mucho asco, ¿Sabes? Tiene la cara chupada y parece que se desmontaría si le soplaras muy fuerte. - Igual esto tampoco la está animando demasiado - Quiero decir... Esa lista era un tongo, quitando al profesor de música... Eres la nueva, y te han visto conmigo y organizando el grupo de teatro, pero... Cuanto más fácil sea para ellos señalarte, más fácil debería ser para ti ignorarlos... -Le aparto el pelo para mirarla mejor- A mi me pareces una chica guapa e interesante, sin nada que envidiar... Eres quien tienes que ser. El problema lo tienen todos esos niñatos, no tú, ¿Entiendes?

 Terminé, apretándole un poco el hombro cuando hago la pregunta, sonriendo un poco. En el fondo la entendía. No me habían puesto entre las vomitables, pero lo de comecoños, machorra o porrera no me lo quitaba ni dios hasta que me fuera de allí, ya era casi tan natural como mi nombre.

Sonreí ante su comentario sobre Morgan. La verdad es que si era mono, pero todo lo sucedido el primer día por la mañana me dejó un poco confundida.

Entonces, ¿Qué se traerá con David?

Me sentí decaída con todo ese tema del foro. Había decidido ser yo misma, sí, pero eso no significaba que no me gustara sentirme atractiva, o querer tener un cuerpo mejor que el que tenía. Amber trató de consolarme, apretando mi hombro en el proceso. Apoyé una de mis manos sobre la suya.

-Muchas gracias, Amber. – le dije esforzándome por mostrarle una sonrisa. – Estoy orgullosa de quien soy, pero… No sé, a veces me gustaría saber qué se siente al otro lado. Sentirme especial, pero en el buen sentido. – me había dejado llevar sin darme cuenta, y decidí dejar el tema. Separé entonces mi mano, deslizándola por la suya hasta dejar de tocarla. – Perdona, me estoy poniendo dramática, no me hagas mucho caso. - le saqué la lengua para quitarle hierro al asunto.

 -No me lo agradezcas, mujer. -Sonrío y aparto el brazo para coger la psp y volver a tumbarme- Es más por mi que por ti, Jayden me mataría si al volver tuvieras mala cara. - Bajo la psp para mirarla con una ceja arqueada, y una sonrisa, con cara burlona.

 -Buah, ¿Sabes la que me va a caer a mi con las chin...cas? - Casi se me escapa, riéndome entre ruiditos de la psp y matando enemigos casi de forma automática. -Es que solo de imaginármelo me tengo que reír.-

 -Por cierto, creo que no te he dicho lo increíble que es tu cuarto, debe haberte llevado tiempo decorarlo así, tía... ¿Tienes muchos hermanos? Eso es una buena pila de consolas y videojuegos para ti solita. - Observé, para luego apagar la psp y dejarla en la mesita, me cansaba rápido de la mayoría de los videojuegos.

Sacó el tema de las asiáticas, imaginando la que se podía montar, y es que por lo que había dicho ya debían meterse con ella, aunque no entendía muy bien por qué.

Será por su forma de vestir, o la moto, porque otra cosa… Esos idiotas se meten con cualquiera que se sale un poco de la norma.

-Parecen un poco… Peculiares. Pero supongo que yo también me sentaría apartada y no querría que nadie me viera tocar si se metieran de esa forma conmigo.

De hecho puede que termine “retirándome discretamente” en las comidas.

-Jaja, no es para tanto. – le respondí ante el comentario de la habitación. – Hace varios años que junto todas estas cosas, sí. – sonreí. – Hermanos no tengo, algunas consolas y juegos eran de mi padre, y alguna otra la he comprado de segunda mano. Las más nuevas sí que son regalos o compradas por mí.

De pronto me incorporé de rodillas sobre la cama, se me había pasado ya un poco el disgusto del maldito foro.

-Ya me encuentro mucho mejor. – acerqué mi cara – Mira, seguro que ya ni estoy pálida ni nada. – reí. – ¿Y si hacemos algo?

 Sonrío después de que Diana diga lo peculiar que son los grupitos del insti.

 -Vaya, pues tu habitación debe ser casi la más cara de toda la casa... - Miro en todas direcciones de nuevo, aún impresionada, con postura erguida. -Sobre todo por el ordenador...- Aún no podía entender para qué tantos aparatos.

 La miré con una sonrisa cuando la vi de rodillas, más animada, y apoyé las manos detrás para descruzar las piernas.

 -Seh, se te ve mejor. -Me senté sobre la cama para ponerme los zapatos mientras continuaba hablando. -Me parece bien, ¿Qué te apetece hacer? -Al fin y al cabo, estaba en su casa. Terminé de ponerme los zapatos y dejé la psp donde estaba cuando la cogí.

Sonreí al comentar lo valioso de la habitación.

-Seguramente, aunque sólo sea por todas las cosas por metro cuadrado que tengo aquí. – reí. – Aunque diría que es mayor el valor sentimental.

No pude evitar rememorar algunos bonitos recuerdos, como celebraciones o partidas de madrugada con mi padre.

-La enferma elige… ¿Eh? – bromeé, saliendo de la cama y sentándome frente al ordenador. – Si no recuerdo mal tenemos un tema pendiente… - recordé todo el asunto del foro del instituto. - ¿Qué te parecería hacer nuestra propia lista de follables y “vomitables”? El anonimato de Internet y una vía segura hasta el foro haría el resto… - la miré, sonriendo.

No era exactamente un ataque al foro en sí mismo, pero al menos sería un pequeño escarmiento para aquellos que lo alimentan y que se empeñan en molestar a los demás.

-Bueno, era porque estamos en tu casa, pero supongo que eso tambien vale. - Espero que no me haya pegado nada.

-¿Un tema pendiente? - Arqueé una ceja sin saber muy bien qué quería decir mientas me apoyaba con los codos en la parte de arriba del respaldo de su silla y me inclinaba hacia delante para ver mejor la pantalla, y luego sonreír cuando dice lo de la lista. -¿En serio? La miré riendo. Y tan en serio, por lo que podía ver en su sonrisa. -¿Y para qué queremos una vía segura si ya tenemos anonimato? Ella sabrá lo que hace, que me habla como en chino, y no quiero quedar de tonta.

-Va... A ver cuanto tardan en banear la cuenta troll. - Río pensando en como reaccionarán el webmaster y los afectados. Luego me llevo la mano a la barbilla y comienzo a pensar en mi lista.

-De guapos pondria a Dave y Nathan en los dos primeros puestos, no sé a quien pondría el primero... Y de tercero a Morgan, es un armario, me encanta. - Sonrio - Y de feas a las Powerpuff Girls animadoras, esas caras de barbie y bratz junto con esa sonrisa de pega me parece un conjunto bastante desfavorecedor, aunque mucha gente discrepe... Burbuja es la que menos me gusta. - Opino sobre el primer puesto refiriéndome a la rubia, Kimberly.

-De guapas y feos no sabría decir... Alexia es muy guapa. -Y tan guapa, ese tostado le sienta de muerte- Y Carter debería quitarse esas patillas horrorosas... - Desvío la mirada con ojos de desprecio, recordando lo de esta mañana. -¿Y tú? ¿Qué opinas? - Quise saber sobre lo que pensaba de mi lista, y la suya propia. -Tendremos que llegar a un acuerdo. - Sonrio. Era obvio que en mi lista influía quien me cayera bien y quien no, y si no la mencioné a ella fue por no decirle follable a la cara.

Al menos Amber tenía claros algunos de los puestos, eso ayudaba a agilizar las cosas.

-Vale… Entonces de follables… ¿Nathan, David y Morgan? Nathan me llamó la atención ayer, no tenía ni idea de que era novio de Sam, tengo un ojo… - reí. – David no es santo de mi devoción pero vale, hay que reconocer que guapo es un rato. Y Morgan es verdad que es mono. – comencé a escribir. – Para vomitables si tengo una pega… Sam y Kimberly, pero yo voy en segundo lugar. – dije tecleando. – No me mires así, hay que disimular un poco. – reí.

Sam ya me quiere matar, como piense que soy yo quien hace esto…

Tragué saliva, analizando el resto de categorías.

-Mmmm, de guapas Alexia me parece bien, además hace frente a los populares, así que eso les molestará más. ¿Y segunda y tercera posición? ¿Qué tal Alice? Y tú… ¿No quieres salir? También estás muy bien, sin tener que vestir como una pija redomada. Así reivindicamos un poco la diversidad. – reí. – En serio, yo te votaría.

Escribí otra parte.

-Y vomitables… Ufff, no sé, ese Carter que decías, aunque no se quien es, ¿Y quién más? ¡Oh! Ya sé. El webmaster, jaja. ¿Y el último puesto? Algunan otra sugerencia? ¿Te parece bien así?