Partida Rol por web

El jardinero volvió a chillar de forma aguda cuando Lurzca descargó un golpe que debería haberlo matado, pero las plantas lo habían salvado esta vez. Aunque nada estaba saliendo como esperaba. Con un grito ahogado, desapareció frente a Lurzca para aparecer al otro lado del esqueje y extrajo algo de su bolsa de componentes.

Mantequilla.

Proyectó las manos hacia delante y el hacha de Lurzca quedó cubierta de grasa resbaladiza.

Movimiento: teleport 10' a K19
Estándar: Grasa sobre el arma de Lurzca. TS Ref CD 15 para sostener el arma en la mano.

Nota: siempre que comencéis vuestro turno en una casilla llena de plantas (verde), tenéis que tirar Ref CD 14 para evitar quedar enmarañados, porque las plantas intentarán hacerlo cada turno. Si tocáis el área del polen (rosa), tirada de For CD 14 o quedaréis bajo un efecto aleatorio de alucinación (en este caso tenéis +4 por resistir la fascinación inicial).

(21) Lurzca: 67/67 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos) Grasa
(20) Cocotilio Bersérker: 29/29 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos)
(18) Jardinéro prófugo ileso
>> (17) Nepthis: 40/40 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos) TU TURNO
(15) Planta Rosa ilesa
(13) Amessis: 24/35, temporales 15/24 (Convicción 160 minutos)
(8) Rositas 9/12
(6) Jotnar 64/64 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos)

Efectos activos
Convicción (+3 TS Moral)
Resistencia a fascinación (+4 circunstancial para resistir venenos sobre Planta Rosa)

Nepthis acudió a sus reservas de fuerza interiores y batió el campo de batalla con una de sus custodias protectoras.

—¡Lurzca no resistas mi hechizo y aléjate lo más posible de Amessis y de mí! —le advirtió a la mestiza antes de dirigirse al ladrón diciendo:—. ¡Y en cuanto a ti, chitón, ladronzuelo! 

Nepthis murmuró una plegaria entre dientes, y el silencio más absoluto cayó sobre los alrededores de la semiorca. Hecho lo cual, Nepthis se abrió camino entre la espesa vegetación para buscar una posición desde la que poder apoyar a Jotnar en su combate contra la enorme planta mazticana.

Nepthis utiliza Reflejos Rápidos (27 éxito). Como acción rápida usa Devoción por la protección (+3 sagrado a la CA a todos los aliados que estén a una distancia de 30' de ella.).

Como acción estándar lanza Silencio sobre Lurzca.

Como acción de movimiento se desplaza a Ñ16.

Amessis había desaparecido de su rango de acción, de modo que la planta agitó las raíces en dirección al duro enano que se movía hacia ella, dispuesto a cortar su tronco. Una enorme rama de espinas ascendió sobre la cabeza de Jotnar y cayó sobre el enano justo un centímetro más lejos de donde se encontraba.

Por poco.

Planta Rosa ataca a Jotnar, 22, falla.

Amessis empezó a hablar, pero se dio cuenta de que nadie podía oirla, porque la zona de silencio todavía le afectaba. De modo que se arrastró hacia atrás entre las ramas para salir de allí, con tan mala suerte que las esporas le cayeron encima. Estornudó sonoramente, sacudió la cabeza y de repente, se dio cuenta de que todo a su alrededor era más grande que ella.

-¡Aaaaaaaah! -chilló de repente-. ¡Una serpiente de Set!

Tiró la lanza al suelo y comenzó a darle patadas para alejarla de ella.

-¡Socorro! ¡Nepthis!

Mientras Amessis gritaba, el esqueleto seguía segando rosas, aunque una se libró de recibir un buen tajo.

Supera TS Ref y mueve dentro de la zona de efecto de las esporas.

No supera TS For y cae bajo un efecto de Alucinación durante 2 asaltos. Amessis cree que la lanza es una serpiente gigante y la atacará todo el rato.

Esqueleto acaba con dos de las rositas.

La rosita que quedaba era una auténtica fiera y se tiró contra la tibia del troll esqueleto, aunque apenas arañó la superficie.

Las demás rositas tenían a Cocotilio rodeado, pero el coquito era fuerte y era como recibir gotas de lluvia sobre su poderosa cáscara.

Todas las rosas fallan.

Nota: siempre que comencéis vuestro turno en una casilla llena de plantas (verde), tenéis que tirar Ref CD 14 para evitar quedar enmarañados, porque las plantas intentarán hacerlo cada turno. Si tocáis el área del polen (rosa), tirada de For CD 14 o quedaréis bajo un efecto aleatorio de alucinación (en este caso tenéis +4 por resistir la fascinación inicial). En la zona de silencio (azul) no podéis castear. La zona de protección de Nepthis es (amarilla). Se aceptan sugerencias de color :3

(21) Lurzca: 67/67 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos, Devoción por la protección 10 asaltos) Grasa
(20) Cocotilio Bersérker: 29/29 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos, Devoción por la protección 10 asaltos)
(18) Jardinéro prófugo 21 daño.
(17) Nepthis: 40/40 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos, Devoción por la protección 10 asaltos)
(15) Planta Rosa ilesa
(13) Amessis: 24/35, temporales 15/24 (Convicción 160 minutos, Devoción por la protección 10 asaltos)
(8) Rositas 7/12
>> (6) Jotnar 64/64 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos, Devoción por la protección 10 asaltos) TU TURNO

Efectos activos
Convicción (+3 TS Moral)
Resistencia a fascinación (+4 circunstancial para resistir venenos sobre Planta Rosa)
Devoción por la protección (+3 sagrado a la CA a todos los aliados que estén a una distancia de 30' de Nepthis.)
Silencio (no se puede hablar, no se puede lanzar conjuros con componente verbal)

—¡No hay nada ahí, Amessis, son estas estúpidas esporas!

Jotnar había visto y oído de plantas venenosas y de plantas alucinógenas. Que aquella cosa liberara esporas y de pronto la muchacha comenzara a soltar desatinos se le antojaba que probablemente la cosa debía ir por el segundo camino.

Se desplazó a través de la maraña, enarboló el hacha y descargó un golpe contra la planta mutante mazticana que acababa de bautizar mentalmente. El acero dió en el blanco con tanto vigor que de algún modo incomprensible la nigromante creyó notar que el suyo se recuperaba ligeramente.

Postura: Espíritu Marcial

Jotnar pasa la TS de Fort y de Ref, se mueve a P13 y emplea Ataque Poderoso (-2/+4) contra la planta.

Ataque: 22 Daño: 21 (Cura 2 PG a Amessis)

Nota: Y ahora se me olvidó quitar la dificultad en el ataque €$%#@...

Lurzca hizo caso de las indicaciones de Nepthis y haciendo un zigzag, se abalanzó sobre el jardinero prófugo. Éste trató de golpearle con un manotazo, pero fue un intento totalmente inútil.  La mestiza le cogió de la pechera y acto seguido le inmovilizó con un terrible abrazo.

- ¡Acaba con toda ésta locura o te arranco la cabeza! - Le amenazó, aunque sólo se escuchó el silencio. No obstante, la mirada de Lurzca lo decía todo.

Supero TS grasa (20)

Supero TS enmarañar (17)

Movimiento L16 y J17

Presa: 

Jardinero falla ado.

Toque c.c. 23

Prueba enfrentada 29

Intimidar 9

La maraña trataba de sobrepasar a Cocotilio por mera cuestión de altura, pero aquello sólo enfadaba más al coquito berserker, que independiente de las dificultades, volvió a arrojar una estocada con su pequeña lanza hacia las rosas.

Cocotilio está enmarañado.

Ataca al bulto de rosas de S17. Ataque: 14 Daño (si es que acierta): 4

El mago chilló más fuerte cuando Lurzca lo agarró por la túnica y lo atrapó en un abrazo de oso, pero nadie podía oír sus gritos.

No supera la tirada de presa, queda apresado.

—Dama Callada, Aquella que ayuda a los necesitados... danos fuerzas para continuar.

Nepthis se volvió a abrir camino entre la maleza, aguantó la respiración y se introdujo en el campo de esporas. Tocó a Jotnar en el hombro para descargar sobre él el hechizo que acababa de lanzar y soltó el aire para pronunciar:

—¡Nutush!

Nepthis desapareció y reapareció unos metros más allá, a salvo del campo de esporas y dispuesta a pegarle una colleja a Amessis para que dejara de alucinar y se pusiera a combatir.

Nepthis: tirada de salvación de reflejos 27 (éxito)

Lanza Fuerza de Toro como acción estándar. Se mueve a O14 como acción de movimiento. Descarga la fuerza de toro sobre Jotnar como gratuita. Utiliza las tobilleras de desplazamiento como acción rápida para teleportarse a N13.

La planta sacudió una rama como un látigo, pero esta vez pasó bastante lejos de la dura cabeza del enano.

Planta Rosa ataca a Jotnar. FALLA -.-

Amessis seguía machacando su propia lanza a base de patadas, chillando desconsolada.

-¡Muere, maldita serpiete!

El esqueleto volvió a deshacerse de unas cuantas rosas, se libró de las suyas y fue a ayudar a Cocotilio.

Amessis sigue bajo el efecto de la Alucinación. Saldrá libre en el siguiente asalto.

Las rosas se estrellaron de nuevo contra la dura cáscara del bravo Cocotilio, reforzado por el aura protectora de Nepthis.

Nota: siempre que comencéis vuestro turno en una casilla llena de plantas (verde), tenéis que tirar Ref CD 14 para evitar quedar enmarañados, porque las plantas intentarán hacerlo cada turno. Si tocáis el área del polen (rosa), tirada de For CD 14 o quedaréis bajo un efecto aleatorio de alucinación (en este caso tenéis +4 por resistir la fascinación inicial). En la zona de silencio (azul) no podéis castear. La zona de protección de Nepthis es (amarilla). Se aceptan sugerencias de color :3

(21) Lurzca: 67/67 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos, Devoción por la protección 10 asaltos)
(20) Cocotilio Bersérker: 29/29 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos, Devoción por la protección 10 asaltos)
(18) Jardinéro prófugo 21 daño. Apresado.
(17) Nepthis: 40/40 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos, Devoción por la protección 10 asaltos)
(15) Planta Rosa 21 daños
(13) Amessis: 26/35, temporales 15/24 (Convicción 160 minutos, Devoción por la protección 10 asaltos)
(8) Rositas 7/12
>> (6) Jotnar 64/64 (Convicción 160 minutos, resistencia a fascinación +4 TS contra venenos, Devoción por la protección 10 asaltos, Fuerza de toro 6  minutos) TU TURNO

Efectos activos
Convicción (+3 TS Moral)
Resistencia a fascinación (+4 circunstancial para resistir venenos sobre Planta Rosa)
Devoción por la protección (+3 sagrado a la CA a todos los aliados que estén a una distancia de 30' de Nepthis.) (amarillo)
Silencio (no se puede hablar, no se puede lanzar conjuros con componente verbal) (azul)
Enmarañar (mitad de movimiento; fallo -2 ataque y -4 destreza)
Esporas alucinógenas (rosa)
Fuerza de toro (+4 a Fuerza)

—¡Mucho mejor! Gracias, querida.

Jotnar sintió que su fuerza aumentaba gracias al conjuro de Nepthis, volvió a enarbolar el hacha y descargó dos nuevos golpes contra la planta que de nuevo parecieron transmitir su vigor hacia Amessis.

Todo esto mientras pensaba que la sacerdotisa de Hathor iba a desquitarse de lo lindo con ella a base de pellizcos en el trasero. O al menos a juzgar por el lugar al que se había teleportado.

Postura: Espíritu Marcial

Jotnar pasa la TS de Fort y Ref y le hace un completo con Ataque Poderoso (-4/+8) a la planta.

Ataque: 19 Daño: 27 (Le cura 2 PG a Amessis)
Segundo Ataque: 20 Daño: 29 (Le cura 2 PG a Amessis)

Jotnar dio buena cuenta de aquella planta asesina. Con ese golpe la tuvo que cortar de raíz sin ninguna duda. Cocotilio tenía controladas a las rositas y el jardinero prófugo, no iba a moverse de ahí. Lurzca lo tenía bien agarrado y no soltaría hasta que Jotnar se lo pidiera. 

Por ello la mestiza, únicamente esperaría a que el área de silencio y la maraña de enredaderas desapareciera. Luego resolverían aquel asunto de la mejor manera posible, con estúpida diplomacia. ¡Con lo fácil que sería cortarle la cabeza de un simple hachazo! En fin... Así funcionaba en la Compaña. Jotnar había puesto las reglas y ella las iba a acatar. Al final era él el jefe.

Nepthis superó la sensación de náusea que siempre sucedía a la teleportación. Giró la cabeza, haciendo bailar su trenza, y observó durante un par de latidos de corazón como Jotnar, como si de un aguerrido leñador se tratara, cortaba el tallo de la segunda flor mazticana que amenazaba la vida y el hogar de Reseph Ka-Mat-Ef. La sacerdotisa de Hathor giró la cabeza en la otra dirección y contempló cómo Lurzca, con las venas marcándose en sus brazos como sacos de melones, retenía al ladronzuelo que pretendía malograr la sagrada festividad. Satisfecha, Nepthis adoptó una postura más relajada, lo que en ella significaba envararse como un palo.

Y entonces posó la mirada en Amessis, y se sintió francamente decepcionada. La nigromante pateaba su propia lanza como si le fuera la vida en ello. Nepthis se pellizcó el puente de la nariz y extrajo un pequeño vial de su cinturón. Destapó el pequeño frasco, tiró del pelo de Amessis hacia atrás, y se lo puso debajo de las narices para obligarle a olerlo. El penetrante olor de aquella sustancia, que hería el olfato y hacía que le presentara sus enérgicas protestas al sistema nervioso central, devolvió al Amessis al aquí y al ahora de una forma tan brusca que dolía y le dibujaba chiribitas en el umbral de la visión. Ni qué decir tiene que Nepthis volvió a esbozar una sonrisa de satisfacción ante el trabajo bien hecho mientras devolvía el tapón de corcho a su lugar.

—Guardias, ¡guardias! —llamó a los esclavos de Reseph Ka-Mat-Ef—. Arrestad a este hombre. Quitadle las botas, amordazadlo y atadlo. Vuestro amo querrá tener una charla con él. Y nosotros también.

No levantaría el hechizo de silencio hasta que se asegurara de que estaba a buen recaudo. Mientras tanto, Nepthis se acercó al esqueje de la Rosa del Profeta y lo recogió del suelo. Seguía siendo tan horroroso como la primera vez que lo vio, pero no podía contemplar lo que era capaz de hacer aquella retorcida e inmunda raíz y no creer, desde lo más profundo del alma, que aquello era un milagro de Isis.

Nepthis miró en derredor, buscando al Portavoz del Oasis de Muldoon con la mirada. Le gustaría ser ella quien le entregara el esqueje de la Rosa del Profeta. En persona.

Jotnar resopló aliviado y se giró para abrirse paso a través de la maraña a base de hachazos. Había tenido suficiente con las ínfulas homicidas del reino vegetal de Maztica, es más, comenzaba pensar que cuando plantase las semillas que había comprado tendría que dispararle un virotazo al café antes de tomárselo. Ya sólo por si acaso.

—¡Más vale que el esqueje no se haya espachurrado!—rezongó levantando sus cortas piernas todo lo que podía para acercarse medio brincando medio pateando trozos de maraña a Nepthis. Luego matizó para que Lurzca no saliera corriendo:—. Es decir, más le vale a ese mamarracho.

Le dirigió una mirada cáustica al jardinero prófugo que en su opinión de jardinero no tenía nada mientras Cocotilio llegaba a su lado dando saltitos como si estuviera en pánico o algo así, solo que sin emitir un solo sonido. De hecho se puso a dar vueltas en torno al enano como para continuar con su interpretación dramática aunque a partir de la cuarta se mareó y tuvo que detenerse sentándose sobre la arena emitiendo lo que debía ser la versión vegetal de un soplido.

Amessis volvió en sí con tanta brusquedad como si Nepthis le hubiese dado un tortazo, el efecto de las esporas alucinógenas casi había desaparecido cuando la sacerdotisa le puso aquel frasco bajo la nariz y le provocó un agudo dolor de cabeza. ¿Aquello se podía considerar maltrato?

-¿Pero, qué? -miró a un lado y a otro, todavía confusa. Parpadeó al encontrar su lanza en el suelo, pateada, sucia y enroscada en aquellas plantas. No era una serpiente. Era su lanza.

Al mirar hacia atrás, vio a Jotnar terminar de dar unos cuantos hachazos a la flor rosada para rematarla y que no volviera a levantarse. Su esqueleto convocado estrujó en sus puños unas cuantas rosas antes de saludarla con la mano y desaparecer. Amessis recogió la lanza del suelo y fue en pos de Nepthis, esperando que nadie hubiese visto lo que había sucedido.

Una vez acabaron con la planta, la esporas dejaron de brotar de sus capullos y se posaron sobre la maraña de raíces, ramas y hojas que había crecido a causa del conjuro. Lurzca mantuvo al ladrón a raya, pero cuando Nepthis solicitó la ayuda de los guardias, nadie acudió a ella de inmediato, porque estaban demasiado ocupados tratando de contener la confusión generada por la planta.

Cuando el grupo miró en derredor, comprobó que los estragos causados por la magia y los efectos alucinógenos todavía hacia efecto en la gente. Había personas que todavía creían estar enfrentándose a serpientes, fuegos imaginarios, conjuros malignos y plagas ancestrales. Corrían de un lado para otro, agitaban brazos y piernas como si estuvieran hundiéndose en arenas movedizas, se arrancaban la ropa porque pensaban que se les metían hormigas y bichos por dentro. No llegaban a atacarse unos a otros, no directamente, pero sí que había algún que otro soldado que agitaba la cimitara y sus compañeros tenían que conterlos.

Y en medio de aquel caos, el servidor de Isis, Reseph Ka-Mat-Ef, destacaba como una flor verde en mitad de un desierto. Se aproximaba, uno a uno, a todo aquel que seguía bajo los efectos de las esporas y les devolvía la serenidad. Organizaba a su guardia para que defendiera y ayudara a la gente y enseguida se hizo con el control de la situación.

El clérigo de Isis sabía perfectamente que la Compañía de la Barba Insondable tenía la situación bajo control, de modo que primero atendió a los heridos y puso orden al caos. La maraña desapareció por fin, poco a poco se fue poniendo más y más pocha hasta que el grupo logró poner por fine los pies sobre la arena del desierto. De inmediato, dos esclavos llegaron hasta Lurzca, ataron de pies y manos al ladrón y lo amordazaron, quitándole también las botas como había sugerido Nepthis.

Reseph se aproximó al grupo, radiante como un sol reflejado en un oasis.

-Creo que este ladronzuelo tiene mucho que explicar. Llevadlo al puesto de guardia, metedlo en una celda, cuando acabemos con esto, tendrá que responder a unas cuantas preguntas.