Partida Rol por web

Renunciar a lo terrenal

1. Un jardín de arena

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16/11/2021, 20:54
Iyenkhosef Fawiya al-Am

¡PUM!

Una vez puesto fin a la vida de la planta, el pobre Iyenkhosef cayó al suelo. Llevaba un buen rato colgando boca abajo de una de las ramas y nadie había ido a socorrerlo. Aterrizó casi de cabeza contra su propio jardín y tragó bastante arena. Pero enseguida se recompuso, necesitaba saber que había sido del pequeño Cebollito.

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16/11/2021, 20:55
Cocotilio

Cocotilio volvió en sí después de marearse alrededor de Jotnar y miró al mago que había aterrizado como un saco de piedras sobre la arena. Corrió hacia él, lo pinchó con uno de sus deditos para ver si se encontraba bien y luego le ofreció a Cebollito.

Se trataba de una cebolleta tierna, con el bulbo todavía pálido, unas manitas,  unos piececitos y un tallo verdoso sobre su cabeza que parecía un flequillo.

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16/11/2021, 20:55
Nepthis

Nepthis puso una mano en la cadera, arqueó una ceja y aguardó a que Reseph llegara hasta ella. Cuando estuvo a su altura le tendió la maceta donde estaba el horrendo esqueje de la Rosa del Profeta.

—Creo que esto es tuyo, effendi le dijo con sus labios apretados en una sonrisa sabihonda.

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16/11/2021, 20:55
Lurzca

Reseph Ka-Mat-Ef podía estar contento con ellos. Cada vez que iban de visita a su oasis, sucedía alguna cosa que amenazaba la paz del lugar. Por suerte ellos intervenían para pacificar la zona. Casi podía darles un salario por sus servicios. 

Fuera como fuera y con la situación controlada, aunque todavía no sabían cuales eran las intenciones reales de aquel "jardinero", si es que se le podía considerar de aquella manera después de lo que había hecho. Tocaba interrogarle, Lurzca sabía cómo hacer que hablara, pero sería violento y acabarían manchados, algo que seguramente no le gustaría a Ka-Mat-Ef, ni tampoco a Jotnar, por ello le dejó la iniciativa a sus compañeros.

Al fin y al cabo, su misión no estaba en ese oasis, sino que les iba a llevar lejos de allí, a un extraño... ¿Como lo habían llamado, "concilio", "cónclave"? No lo recordaba bien, pero debatían sobre Nepthis y algo que había hecho en el pasado. Era como un juicio supuso. No lo tenía claro. Pero ir, tenían que ir. Nepthis así lo quería.

¿Tenemos que interrogar al jardinero o nos vamos ya? - Le preguntó a Jotnar. Y es que realmente no le importaba mucho aquel asunto.

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16/11/2021, 20:55
Jotnar

Jotnar alzó los hombros y los dejó caer de nuevo.

—¿Ir adónde?

Habían ido allí precisamente por pasar el rato al no tener nada que hacer en días, pero ahora el concurso se había ido al abismo. Y no pensaba quedarse sin saber a qué había venido aquello, aun si tenían que sacarle la respuesta a bofetadas al maldito ladrón. Miró a su amigo Reseph y negó pesarosamente con la cabeza.

—¿Y acabar el qué?—resopló—. Esa cosa ha marchitado los jardines...

Tanto esfuerzo invertido en ellos para nada.

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16/11/2021, 20:56
Lurzca

Lurzca frunció el ceño y se puso a pensar en las palabras de Amessis.

-El Cónclave es dentro de una semana, Lurzca. Tenemos tiempo de sobra para ayudar a Jotnar con su huerto, tomar el fresco en el oasís y visitar el Jardín del Edén si nos apetece, incluso tú podrías ir con ese chico, Aswand, si te apetece.

- Es cierto. - Le respondió a Jotnar, aunque era más un recordatorio para si misma que una respuesta en sí misma. - Dijistes que teníamos tiempo. - Y es que Lurzca vivía pata el trabajo y la compañía. Todo lo demás de le hacía demasiado largo, pero intentaría disfrutar del oasis hasta que tuvieran que marchar. 

Interroguemos a ese tipo... - Dijo. Después iría a ver a Aswand.

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16/11/2021, 20:56
Reseph Ka-Mat-Ef

El Sacerdote de Isis se acercó a Nepthis con su sonrisa habitual, sin ceder ante la de la clérigo. Recogió el esqueje de sus manos.

-Muchas gracias, querida Nepthis. Jotnar, Lurzca, Amessis, Cocotilio... sin vosotros, esto podría haber acabado en desastre. Nuevamente estoy en deuda con vosotros.

Inclinó la cabeza en señal de respeto hacia todo el grupo y luego echó un vistazo al oasis. Parecía que hubiese sido arrasado por una estampida de camellos. La gente terminaba de despertar de aquel sueño alucinógeno, los pocos que no habían caído ayudaban a los heridos. La mitad de los puestos del improvisado mercado se habían venido abajo, las mercaderías estaban desparramadas por la arena, había sido un completo desastre.

-Sí, lamentable, todas las flores se han marchitado, probablemente porque ese espécimen de ahí ha absorbido todos sus nutrientes. Trataré de recuperar algún brote, de todas formas. Es hermosa, aunque muy peligrosa, y me encantaría saber su origen. Por si vuelve a suceder algo así, estar preparados.

-Yo tengo que encargarme de todo esto -se dirigió principalmente a Nepthis-. Tengo que ayudar a mi gente. Por favor, ¿podríais interrogar a ese vulgar ladrón en mi nombre?

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16/11/2021, 20:56
Narrador

El grupo aceptó el pequeño encargo de Reseph, a fin de cuentas parecía que el peligro había acabado, aparentemente, en el oasis. De modo que se dirigieron al cuartel de la guardia escoltados por un esclavo de Reseph.

Lo de cuartel debía ser un título honorífico, porque se trataba de una tienda de gran tamaño donde hacían guardia dos soldados con lanza y escudo, no demasiado intimidantes. Dentro había mucho espacio, en uno de los postes que sostenían el techo de la tienda habían maniatado y amordazado al ladrón del esqueje de la Rosa del Profeta, custodiado por los soldados que lo habían maniatado y medio desnudado.

Sus pertenencias estaban en una mesa: túnica, botas, cinturón, un cetro, un grimorio y unos saquitos de componentes. El prisionero llevaba únicamente los calzones, en cuanto vio a Lurzca empezó a removerse inquieto y a negar con la cabeza, asustado como si hubiese visto un escorpión gigante y no a una diosa de ébano.

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16/11/2021, 20:57
Tulver Moltenriver

-Mmmppffff... -murmuró el jardinero prófugo, intentando soltarse de las cuerdas, mordiendo la mordaza para poder hablar-. Phfdifdmmm...

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16/11/2021, 20:57
Lurzca

Lurzca agarró el paño que cubría la boca del jardinero prófugo y tiró de él con fuerza. El jardinero se quejó, le había hecho daño. La mestiza llevaba su hacha en una mano y le enseñó el reluciente filo de la misma.

Como intentes algo te quedarás sin cabeza. - Le dijo. - Ya sabes de lo que soy capaz. Podría haberte matado antes. - Le recordó. - Y ahora dime, ¿de qué  iba todo ésto?

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16/11/2021, 20:57
Tulver Moltenriver

-¿Cómo que de qué iba todo esto? -preguntó con voz aguda-. ¿De qué ibais todos vosotros utilizando una reliquia de Isis para vuestro regocijo? -exclamó, entre asfixiado por el nerviosismo y la tensión, vigilando el filo que Lurzca le mostraba de cerca-. No tenéis ni idea de lo peligroso que es dejar suelto un artefacto tan poderoso en manos desconocidas... Reseph Kat-Ma-Ef puede ser un profeta de Isis, pero no deja de ser un cultivador de flores silvestre que utiliza una reliquia para plantar margaritas en mitad del desierto -rezongó tirando de las ataduras.

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16/11/2021, 20:58
Nepthis

Fue Netphis, y no Lurzca o Jotnar, quien le metió tal sopapo al jardinero que le puso la cara del revés.

—Es un profeta de Isis. No son manos desconocidas. Muestra un poco más de respeto, ladrón —le recriminó.

Escapaba a su comprensión, y a su noción del decoro, como se atrevía un extranjero a hablar en esos términos de un hombre elevado  como Reseph.

—¿Qué tiene que decir un extranjero como  del uso que un profeta de uno de nuestros dioses dé de la reliquia que le ha sido entregada?

El tono de la pregunta sugería otro bofetón si la respuesta era distinta a "nada".

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16/11/2021, 20:58
Amessis

Amessis dio un saltito cuando Nepthis le metió el bofetón de su vida a aquel incauto ladrón de platas.

-Más te vale decir algo con sentido -aconsejó, cambiando el peso de una pierna a otra. Cuando se aburrió de estar de pie, buscó un taburete para sentarse y se cruzó de brazos, mostrando por la abertura de su falda unos muslos morenos y torneados-. Porque si no te da un bofetón, te dará un pellizco, y duele un montón. Mira.

Enseñó parte de su trasero donde Nepthis le había dado el pellizco que la había sacado del trance.

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16/11/2021, 20:58
Tulver Moltenriver

El jardinero o ladrón o lo que fuese aquel tipo con cara anodina, sacudió la cabeza para salir del aturdimiento tras el tortazo. Había métodos de tortura menos humillantes que un bofetón de la Oráculo de Hathor.

-¡No lo entendéis! -exclamó con un bufido-. Es un artefacto muy peligroso... si uno no sabe utilizarlo. La Rosa del Profeta sirve para hacer crecer cualquier tipo de plantas... y también cultivos. La tenéis guardada en un oasis. ¡En mitad del desierto! ¿Es que no entendéis que no está en un lugar seguro?

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16/11/2021, 20:58
Jotnar

—Claro, no lo entendemos. Pero apuesto a que tú, que aún no sabemos quien coño eres por cierto, sí. Y además también  sabes no solo utilizarla correctamente, sino también el lugar perfecto, idoneo, y más seguro posible para ella, ¿a que sí?—respondió Jotnar haciendo rotar los ojos en redondo. No había descruzados los brazos... aún—. ¿Qué tal si dejas de berrear advertencias como un profeta chiflado y empiezas a explicar las cosas por el principio en lugar de intentar que aceptemos lo que dices porque sí, porque lo dices tú?

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16/11/2021, 20:58
Lurzca

Aquel tipo había resultado ser alguien preocupado por el buen uso de la reliquia de Isis. Posiblemente se tratase de un loco o de un sectario, pero podía ser que tuviera su parte de razón. Utilizar un artefacto sagrado para crear jardines con el único objetivo del regocijo de uno, como había dicho aquel tipo, podía no ser el mejor uso que darle.

¡Ya has oído al enano! - Intervino la mestiza. - ¡Basta de rodeos y ves al grano! ¡Mi hacha no tiene demasiada paciencia y no le gusta que me hagan perder el tiempo!

Además, a Lurzca le interesaba mucho escuchar la versión de aquel tipo. Casi le hacía convencido de que Reseph Ka-Mat-Ef, no estaban dando el mejor uso posible aa reliquia, pero ahora necesitaba argumentos de peso y no meras especulaciones.

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16/11/2021, 20:59
Tulver Moltenriver

 

El jardinero lanzó un bufido y puso los ojos en blanco.

-Si es que quién me manda meterme en estos líos... -rezongó-. A ver, la Rosa del Profeta es un artefacto de poderes incalculables. Hace crecer cualquier tipo de planta. En cualquier parte. Mulhorand es un maldito desierto y habéis creado un gran jardín a partir de un sencillo esqueje. ¿No os da eso una idea del alcance de su poder?

Se le perdió la pista hace mil años, más o menos, en este desierto, al norte de Neldorild. En una ciudad que ya ni siquiera existe. El portador de la Rosa, un clérigo de Isis en esos tiempo, usaba su poder para hacer crecer los cultivos de sus gentes y que nadie pasara las penurias de una mala cosecha. La Iglesia de Set decidió que no podía ofrecer semejante beneficio a unos esclavos y atacó la ciudad para apoderarse de la reliquia. Un héroe la recuperó, pero quedó sepultado bajo una tormenta de arena y nunca más se supo de ella. 

A dónde quiero llegar es que estáis alardeando de un artefacto que hace brotar plantaciones en tierras áridas y yermas. Mi bulbo esporoso solo tenía que dormiros, pero el efecto del esqueje ha provocado alteraciones, como ya habéis podido comprobar. Solo tenía que haceros dormir, recuperar el esqueje y el artefacto, y listo.

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16/11/2021, 20:59
Jotnar

—¿Podrías dejar de hablar en plural?—espetó Jotnar—. Hasta donde yo sé no nos hemos dedicado a ir por ahí agitándola en el aire al grito de "¡Tengo una Rosa del Profeta, tengo una Rosa del Profeta!" mientras nos la pasamos los unos a los otros. Y hasta donde yo sé, Reseph es un siervo de Isis que tiene un artefacto de Isis, y tú un chorizo que ha irrumpido aquí intentando las cosas por la tremenda.

Apretó con fuerza los brazos aunque los seguía teniendo cruzados, pero las cejas del enano se fruncieron ligeramente sobre su ceño como amenazantes nubarrones de tormenta.

—Y ya puestos ¿podrías decirnos lo que te hemos pedido y no lo que ya sabemos?—añadió—. Te lo voy a preguntar una vez más: ¿Quién coño eres y quién te envía? Y por favor, no me vayas a decir que tu pueblo se muere de hambre y es todo culpa "nuestra" por hacer brotar jardines en lugar de huertos.

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16/11/2021, 20:59
Lurzca

Es la última advertencia. - Le dijo agarrándole de la solapa. - Te hemos dicho que vayas al grano. - Le levantó del suelo. - Si tu siguiente respuesta no le gusta a ese enano -  señaló a Jotnar con la mano, pero sin dejar de mirar fijamente a aquel desgraciado. - te retuerzo.

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16/11/2021, 21:00
Tulver Moltenriver

El mago puso mala cara, más molesto por no ser escuchado en lo que él consideraba un tema de importancia que por las amenazas. Al final se rindió y murmuró un montón de protestas en voz baja.

-Mi nombre y mi origen son totalmente irrelevantes, ya os ha quedado claro que no soy de Mullhorand. Si os interesa, me llamo Tulver Moltenriver, soy de Luskan -se encogió de hombros-. Sobre para quién trabajo, vale, supongo que ya da igual -comentó mirando a Nepthis concretamente-. Soy de una organización que se dedica a buscar, catalogar y estudiar reliquias de los dioses; no trabajamos para nosotros mismos, sino para gobernantes, reyes y emperadores. Vamos allí dónde se nos requiere, solos, a investigar. En este caso que nos ocupa, la Rosa del Profeta de Isis, fue un requerimiento de la Iglesia de Hathor. Encontraron vestigios de la ciudad que os he comentado antes al norte de Neldorild y salieron a la luz testimonios arqueológicos sobre el artefacto. En un primer momento solo necesitaba una prueba, pero querían la reliquia entera. Ya sabéis cuanto de exigentes se ponen los que mandan a veces -dijo riéndose, aunque no tuviera ninguna gracia. Carraspeó-. Pues eso. La Iglesia de Isis no va a dar por las buenas un artefacto a la de Hathor y así están las cosas y así os las he contado y ahora por favor, ¿podéis darme un poco de margen?