Partida Rol por web

Jotnar llegó al otro lado de la tormenta y no se encontró ni más arena ni en otro plano. Se encontró un bicho enorme tirando de un carro lleno de goblins.

Porque sí, porque era lo más normal a encontrarse dentro de una tormenta de arena.

—Me sirve—se encogió de hombros al percatarse de que lo que habían venido buscar también estaba allí. Con aquello era suficiente así que como si aparte del bicho y los goblins había también una conga de de semielfas portando sombreritos graciosos y bailando la danza de los siete velos en torno al carro.

Tras sacudirse la media tonelada de arena de las barbas entre refunfuños, miró a Nepthis con cara de "¿Informe, por favor?", y tanto la respuesta como la expresión de la clériga le dieron a entender algo muy concreto pues sólo existían dos cosas en el universo capaces de hacer palidecer a la sierva de Hathor: una era la falta de etiqueta o sentido común en la dieta, la otra era un enemigo que los superase aún estando juntos.

Y aunque por las pintas estaba claro que el gigante no tenía ni pajolera idea de etiqueta ni de la dieta de la piña, se decantaba porque en aquel caso concreto era lo segundo.

—¡Lurzca!—le gritó por encima del rugir de la arena—. ¡Corta ese látigo!

La semiorca tenía las piernas más largas que él y siempre solía llegar antes a los sitios.

Ini: 8

Jotnar está en M16.

Cocotilio dentro de la mochila y ahí se va a quedar.

El gigante tiró de Amessis hacia el carro, su látigo estaba enroscado a la pierna de la nigromante.

-Ven aquí, criatura -murmuró.

Pero Amessis seguía tratando de escapar, de modo que el demonio liberó su tobillo con un giro de muñeca y volvió agitarlo, golpeándola duramente contra el muslo. Como por arte de magia, la cuerda se enroscó como una serpiente en las piernas de Amessis y volvió a tirar de ella.

Los goblins bajaron del carro para ayudar en la tarea de coger a Amessis del suelo, pero la nigromante estaba imbuida en su aura terrorífica. Uno de los goblins llegó y le pinchó en el trasero, mientras que el otro no pudo hacer nada porque se murió de miedo cuando entró en contacto con el aura. Los demas goblins bajaron del carro, agitando sus espadas cortas y sus cachiporras y vieron al grupo acercarse.

El pinchazo en el trasero despertó a Amessis de un trance en el que se había sumido.

-¡SOCORRO! -chilló entonces.

Levantó una mano directamente hacia la cara de uno de los goblins y la energía negativa brotó de sus dedos, espachurrando la cabeza de la pobre criatura. Le salió humo por las orejas, sin embargo sacudió la cabeza, estaba malherido pero vivo.

Conjura su habilidad Charnel touch, ataque de toque, 7 de daño. Goblin sobrevive por poco.

El goblin que quedaba sobre el carromato se llevó la mano al mentón y luego agitó su bastón en dirección al grupo de aventureros.

-¡Más carnaza para K'rhamas!

Comenzó a conjurar en su lengua y apuntó con el bastón hacia Amessis. Un rayo cayó sobre la nigromante, haciendo que perdiera las fuerzas.

Rayo de Debilitamiento sobre Amessis, ataque de toque 10. Falla.

(22) Gigante: Ataca a Amessis, 16 de daño.
(22) Goblincillos:
Goblin P9: estremecido
Goblin P10: 7 de daño, salva el estremecimiento, pincha a Amessis y le hace 1 pg.
Goblin 8R: ileso
Goblin 8S: ileso
Goblin 7S: ileso
(19) Amessis: 18/35
(19) El otro: Rayo de debilitamiento sobre Amessis, falla.
>> (19) Nepthis: 40/40 TU TURNO
>> (15) Lurzca: 67/67 TU TURNO
>> (8) Jotnar 64/64 TU TURNO

—Madre dedicada... Aquella que ayuda a los necesitados... protégenos contra el mal.

Nepthis tocó a Lurzca en el hombro y se mordió el labio, vigilando los movimientos de aquella criatura.

Paso de 5' a L16, Círculo de Protección contra el Mal sobre Lurzca.

Lurzca estaba furiosa. Si era verdad lo que decía Nepthis, que sin duda lo era, derrotar a aquella bestia era prácticamente imposible, pero eso no quitaba que tuvieran que sacar de ahí a Amessis como fuera. La mestiza apretó los dientes terriblemente enfadada y agarrando con ambas manos su gran hacha, avanzó con determinación hacia la espalda de la nigromante y entonces lanzó un tajo directo al látigo que estaba apresando a su amiga.

-  ¡Amessis, prepárate para correr! - Le dijo.

Mueve a Ñ11

Ataca  con furia para romper arma, 36 ataque, 18 daño.

—¡Quitad de en medio, cagarros vivientes!—bramó Jotnar cargando detrás de Lurzca—. ¡U os meto esas espadas por donde no da el sol!

Le asestó un hachazo a la primera de aquellas cosas que agarró nada más llegar y la partió en dos, es decir, a la que había pinchado a Amessis. Entonces le hizo un gesto apremiante a la susodicha.

—¡Venga!

Postura: Destello de la Guarda de Hierro

Jotnar carga hasta P11 y le sacude al bicho de P10. Ataque: 24. Daño:10

_{Nota: Como soy así de retrasada mental se me olvidó aplicar la carga en la tirada, pero tiene que ser carga o básicamente no llega, vamos.}

Lurzca corrió en dirección a Amessis y lanzó un tajo sobre el látigo. La flexible cuerda vibró como la de un arco al destensarse, parecía que le había hecho bastante daño, pero no lo suficiente para romperla.

-No te vayas, pichón, eres demasiado valiosa -murmuró K'rhamas a Amessis.

Soltó el látigo y se abalanzó sobre Lurzca, propinándole un profundo zarpazo en la cara, salpicando de sangre la tierra árida bajo sus pies.

K'rhamas supera el aura de terror de Amessis y ataca a Lurzca, 10 de daño.

Los goblins corrieron a ayudar a K'rhamas, su amo y señor, agitando las espadas cortas mientras buscaban colarse los unos por encima de otros para pinchar los cuartos traseros de la nigromante. Pero en cuanto entraban en contacto con su aura de pavor, se sacudían como hojas y apenas eran capaces de golpearla, a pesar de que había una gran superficie sobre la que acertar.

Por su parte, los que no podían llegar a Amessis, comenzaron a golpear la coraza de Jotnar, y uno de ellos consiguió abrirle un cortecito en el dedo de la mano con la que empuñaba el hacha.

La nigromante se puso en pie esquivando las espadas de los goblins, estaba rodeada por todas partes y no tenía forma de escapar. De modo que cerró el puño y golpeó a K'rhamas con tanta fuerza en sus delgados brazos que de la zona de impacto brotó una espesa niebla negra que se metió por la nariz, los ojos, las orejas y la boca de K'rhamas, consumiéndole por dentro.

-¡Vuelve al infierno del que procedes! -gritó la nigromante.

Acción de movimiento: levantarse
Acción estándar: charnel touch, ataque de toque, crítico confirmado, 26 de daño.
Acción rápida: scabrous touch, con un éxito de charnel touch se puede infligir una enfermedad sin tiempo de incubación. Muerte viscosa, no supera la TS y recibe 3 puntos de daño a su Constitución.

-Que no escapen -gritó el goblin sobre el carromato-. ¡Cortadles la retirada, vamos, vamos!

Comenzó a dar saltos, a agitar el bastón y a conjurar. La tormenta comenzó entonces a desplazarse, cerrando su círculo en torno al grupo.

(22) Gigante: 24 de daño. -3 a CON. Ataca a Lurzca, 10 de daño con la mano abierta
(22) Goblincillos
Goblin P9: estremecido. Ataca a Amessis y falla.
Goblin O9: estremecido. Ataca a Amessis y falla.
Goblin P10: estremecido. Ataca a Amessis y falla.
Goblin Q10: Ataca a Jotnar y falla.
Goblin Q11: Ataca a Jotnar y casi le hace un crítico, recibe 2 mortales puntos de daño.
(19) Amessis: 18/35 Se levanta y le atiza una toña al demonio de 24 de daño, lleno de energía negativa supercontagiosa que le provoca 3 puntos de daño a Constitución.
(19) El otro: Cierra la tormenta arena con su bastón.
>> (19) Nepthis: 40/40 TU TURNO
>> (15) Lurzca: 57/67 TU TURNO
>> (8) Jotnar 64/64 TU TURNO

—Si nos cortan la retirada solo hay una dirección: avanzad —contestó calmosamente Nepthis, alzando su voz por encima de la tormenta.

Su voz batió el aire cargado de arena y, en una sorda onda expansiva, sus amigos notaron que la segunda custodia de Nepthis los abrazaba. Torció el gesto, hizo lo propio y, esquivando un latigazo del enorme del demonio se colocó detrás de Lurzca, tocándole en la espalda.

—Que Hathor te dé las fuerzas para derrotar a nuestros enemigos.

La mestiza sintió sus fuerzas redobladas, aquella era la tercera, pero la sacerdotisa de Hathor no había acabado. Nepthis apretó los puños, y en un acto de desafío, gritó a los cielos, derramando una cuarta protección sobre sus aliados en un apenas unos latidos de corazón.

—¡No estamos encerrados con ellos! ¡Ellos están encerrados con nosotros! ¡Adelante! ¡Adelante! ¡Muerte a Set y a sus esbirros!

Nepthis activa Devoción por la Protección como acción inmediata. Ella y todos sus aliados ganan +3 sagrado a la CA durante 1 minuto (10 asaltos).

Se acerca a Lurzca, entrando en el círculo de protección contra el mal y provocando un AdO del demonio, que falla. Llega a N12. Lanza Fuerza de toro sobre Lurzca como acción estándar (+4 Fuerza).

Como acción gratuita activa su aptitud de Dominio Familia: Amessis y Jotnar ganan +4 CA por esquiva durante 6 asaltos.

- ¡Te vas enterar, ser infame! - Le amenazó, como siempre solía hacer antes de descargar su furia contra sus enemigos.

De pronto desapareció de la vista de todos y reapareció a la espalda de K'rhamas, flanqueando con Amessis a la bestia. Sin más descargó dos poderosos golpes de hacha contra aquella criatura. Los golpes fueron terribles y se hundieron en la piel de su enemigo abriéndola de forma escandalosa y haciendo que la sangre de aquel demonio se esparciera por la arena del desierto.

Me teleporto a M10.

Ataque 1 25, 33 de daño.

Ataque 2, 23, 34 de daño

Faltan sumar 12 pg temporales a Lurzca por el +4 CON de la furia.

—¡Para que luego digan  que el orden de los factores no altera el producto!—agregó Jotnar a las palabras de Nepthis  por encima del rugir de la tormenta.

La sacerdotisa había terminado optando por derramar sus protecciones sobre ellos así que quizá tuvieran una oportunidad después de todo. Pero para ello tendrían que limpiar antes todo aquel hatajo de retacos malolientes. Especialmente al retaco maloliente del bastón que hacía cosas raras con la arena. 

A limpiar fuera dicho entonces. Asestó dos hachazos más: uno para cada goblin que agarró más cerca.

Postura: Destello de la Guarda de Hierro.
Daño aplazado: 2

Jotnar hace un completo con Contraataque Furioso +1.

Ataque (poderoso -1/+2) 22 Daño:14 al bicho de Q11
Segundo ataque (poderoso (-1/+2) 16 Daño: 16 al bicho de P10

El hacha de Lurzca rasgó el aire y se hundió en la espalda de K'rhamas. El demonio lanzó un rugido de dolor cuando la semiorca le partió la columna, pero ella no se detuvo ahí, echó el arma hacia atrás y cambió la trayectoria para clavar el hacha en el otro lado, destrozándole todo el torso. La sangre salpicó en todas direcciones, Amessis acabó regada con la sangre de K'rhamas y a Lurzca comenzó a chorrearle por los codos. El cuerpo de la bestia cayó fulminado entre las dos amigas.

K'rhamas muere varias veces.

Amessis se cubrió con los brazos, pero eso no impdió que la sangre de K'rhamas le lloviera encima. Perdida de sangre y vísceras, la nigromante vio la oportunidad perfecta para hacer lo que había querido hacer desde hacía tiempo, correr para estar a salvo. De modo que retrocedió hasta una posición segura hasta que se dio de bruces con la tormenta.

-¡No podemos salir! -protestó.

Acción de retirada.

Los goblins vieron como la bárbara regaba la arena con la sangre de K'rhamas y, asustados como estaban, tiraron las espadas y se arrodillaron, suplicando piedad.

Al goblin del carro se le borró la sonrisa de la cara. Con un gruñido, dio una patada contra el suelo y agitó el bastón. La tormenta cerró filas, envolviendo a Amessis y rozando los ropajes de Nepthis. Se bajó del carro de un salto, se sujetó los faldones de la túnica y se alejó corriendo, internándose en la tormenta.

(22) K'rhamas
(22) Goblincillos
Goblin P9: se rinde
Goblin O9: se rinde
Goblin P10: estremecido
Goblin Q10: se rinde
Goblin Q11:
(19) Amessis 18/35 pg acción de retirada, atrapada en la tormenta
(19) El otro: Cierra la tormenta arena con su bastón y sale corriendo en dirección contraria
>> (19) Nepthis: 40/40 pg TU TURNO
>> (15) Lurzca: 67/67 pg 2/12 temporales TU TURNO
>> (8) Jotnar 64/64 pg TU TURNO

—¡Lurzca, Jotnar, quitadle el bastón a ese mequetrefe o matadle si se resiste!

Retraso acción hasta después de Jotnar.