Partida Rol por web

Renunciar a lo terrenal

Prólogo - Un vergel en el oasis

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16/11/2021, 18:55
Lurzca

- ¿A...mantes? - Preguntó ruborizado mientras le subían los colores. - No yo... - El corazón le palpitaba con fuerza. - Yo no hago... - Negó con la cabeza. - Estoy centrada en... 

Se puso en pie acalorada. Le dio la espalda a Aswand por unos momentos y comenzó a darse aire en la cara con la mano. Aquello le había pillado por sorpresa. Tal era su sorpresa que se había olvidado de la propuesta que el Negro le había hecho sobre acompañarle a Mishtan. 

Yo no hago eso. - Dijo finalmente cuando puedo volvería hablar con Aswnad.

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16/11/2021, 18:56
Nepthis

Nepthis alzó ambas manos como si le estuvieran apuntando con una varita de bolas de fuego.

—No sé en qué momento exactamente, pero lo de las metáforas se nos ha ido de las manos —dijo, y exhaló un sonido a medio camino entre un bufido y una risa.

Se acercó al profeta de Isis por dentro del agua y se sentó sobre sus rodillas, enroscando las piernas en torno a su torso y las manos alrededor de su cuello.

—Sí. Me siento mejor. Y no solo por haber hecho el amor contigo. Tus palabras curan, tu sabiduría ilumina, tu entusiasmo contagia —dijo y le besó en los labios—. Gracias por todo.

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16/11/2021, 18:57
Aswand Ba-kau

Aswand miró a Lurzca un poco extrañado. Podría haberse reído, como hacían todos los hombres cuando una mujer comentaba ese tipo de cosas, pero no lo hizo. La invitó a volver a sentarse.

-Disculpa si te he ofendido, es solo que... bueno, no importa -se encogió de hombros y pidió otra ronda, además de algo para comer para animar a la semiorca-. ¿Y en qué estás centrada? ¿Buscas trabajo o no te gusta el que tienes? ¿Qué has pensado hacer cuando te retires? Ya sé que aún faltan años para eso, pero, no sé. Yo por ejemplo quiero... JAJAJA, no te rías, por favor. Quiero poner una tienda de armas y armaduras.

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16/11/2021, 18:57
Reseph Ka-Mat-Ef

Reseph, en cambio, sí que expresó una risa natural y exhuberante ante el chiste que había hecho Nepthis sobre las metáforas. La abrazó hacia sí cuando la mujer se sentó sobre sus piernas y disfrutaron durante un rato del baño fresco y el roce de sus pieles húmedas.

-De nada, querida Nepthis. Yo también me siento muy agradecido por haber hecho el amor contigo.

Y mientras lo decía, aprovechaba para acariciar el cuerpo de la sacerdotisa, despertando nuevos anhelos y deseos ardientes. De modo que el baño se prolongó más allá de lo que podría considerarse comedido, ya que ambos sacerdotes se entregaron a una nueva comunión espiritual más húmeda que la primera.

Una vez saciaron sus deseos el uno con la otra, Reseph llevó a Nepthis de vuelta al exterior, a su residencia, y dio instrucciones a uno de sus esclavos para que comenzasen a preparar la visita. La clérigo de Hathor se dio cuenta de que ya había personas esperando para entrar en el Jardín. Una vez en el exterior, el frescro se transformó en calor seco, un cambio de temperatura brusco que invitaba a volver a la sombra de los árboles del espacio extradimencional. Reseph cogió a Nepthis por ambas manos y las besó.

-Debo seguir con el festival. Ruego que me disculpes, espero que podamos vernos al final del día, las obligaciones reclaman mi atención ahora. Ha sido un honor compartir esta experiencia contigo.

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16/11/2021, 18:58
Amessis

Nepthis se despidió de Reseph y puso rumbo al mercado. El bullicio había crecido considerablemente, había más gente que antes y los jardines crecían a gran velocidad, aunque el de Jotnar seguía igual que cuando se lo habían encontrado esta semana. De modo que el enano no había comenzado todavía los preparativos, así que la sacerdotisa asumió que había sido absorbido por algún puesto de hierbas aromáticas y plantas exóticas.

Vio a Amessis en un tenderete, su lámpara apagada colgada del cinturón, de la que nunca se separaba. Le advirtió que tuviera cuidado a la hora de comer muchos dátiles, a lo que la nigromante respondió con una sonrisa, abandonando el puesto y al mercader que pesaba los dátiles que se iba a comprar para ir junto a Nepthis.

Le ofreció un paquete envuelto en papel.

-¿Quieres uno? Están realmente buenos -aseguró, comiéndose uno-. Desde luego, lo mejor que he probado por esta zona. ¿Y dónde has estado? Lurzca está coqueteando con un tipo de piel de ébano, Jotnar lo he perdido de vista cerca de la zona este del río. Pero a ti no te he visto y me he pateado todo el mercado.

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16/11/2021, 18:58
Nepthis

—Oh, por el amor de los Reyes-dioses, Amessis, ¡te van a sentar mal! —le respondió Nepthis a Amessis en un tono que sugería claramente le iban a sentir mal.

Nepthis suspiró.

—He estado con un hombre, Amessis. Por eso no me has visto. Un hombre que me ha hecho sentir bien en un momento un poco complicado para mí.

Nepthis se arregló la trenza de su pelo.

—Creo que es el fin. De mi participación en la compañía, digo. Os aprecio mucho a todos, pero... creo que un destino más elevado me llama. Me han convocado en Neldorind, Amessis, en un cónclave que cambiará mi vida para siempre, y no estoy segura de si será para bien. Creo que tú, pese a nuestras diferencias, eres la persona más adecuada para recibir este mensaje por tu espiritualidad. Senet podrá desempeñar el papel que hacía yo en la compañía.

»No me echaréis de menos —dijo la sacerdotisa de Hathor, deseando que en el fondo fuera mentira—. La he educado para esto. 

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16/11/2021, 18:59
Amessis

Amessis ignoró su comentario sobre lo mal que le iba a sentar comer tantos dátiles y siguió masticando indolente el que ya tenía en la boca para degustar hasta el último matiz de la exótica fruta. Eso sí, al hacerlo y escuchar al mismo tiempo la revelación de Nepthis hizo que se atragantara cuando ahogó un grito de sorpresa. Se llevó la mano a los labios y tosió, mientras lagrimeaba.

-Pero... osea, ¡no! -exclamó con la voz ronca mientras intentaba recuperarse de la asfixia-. Quiero decir, no... ¡Claro que te echaremos de menos! Yo, para empezar -dijo casi a modo de protesta. Después de los aspavientos pareció calmarse un poco y se guardó los dátiles en la bolsa para más tarde-. ¿Cómo estás tan segura de que ese propósito va a cambiar tu vida? ¿Cuál es el objetivo de ese Cónclave? Podemos acompañarte, ¿no? No tienes que ir sola a Neldorind si no quieres. De hecho, ¿es imperativo que asistas a ese Cónclave? ¿Y quién es él? ¿En qué lugar... ? ¿A qué se dedica? No me abandones, Nepthis... -exclamó cogiéndola por el brazo.

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16/11/2021, 19:00
Nepthis

Nepthis exhaló todo el aire que tenía en los pulmones.

Amessis, hace tiempo que estoy recibiendo visiones. Al principio las ignoré, pero son tan vívidas, tan reales, que ya no puedo seguir haciéndolo.

Sonrió con tristeza y depositó la palma de su mano sobre la mejilla de Amessis.

—Provienen de Hathor. Ya no me debo, ni respondo a mí misma. He dejado de ser dueña de mi destino, para convertirme en una herramienta que trasforme el mundo del modo en que Hathor lo desea.

Nepthis cerró los ojos. Su conversación con Reseph, su convicción, le habían mostrado el camino por muy aciago que le pareciera.

—El objetivo del Cónclave, Amessis, es determinar si soy una amenaza para el status quo que han creado. Y, a decir verdad, lo soy. Cambiaría demasiadas cosas si llegara a una posición de autoridad. Es probable que me maten y deberías mantenerte al margen o te ocurrirá lo mismo.

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16/11/2021, 19:00
Amessis

Amessis tenía los ojos brillantes mientras miraba a Nepthis y ella le revelaba todas sus cuitas. La nigromante tocó la mano que la sacerdotisa había puesto sobre su mejilla, pero la firmeza de su mirada le dijo a la clérigo que, igual que todos los sabios consejos que ella le daba, a este tampoco iba a hacer caso.

-No eres una herramienta del destino, Nepthis. Tú eliges tu propio destino. Mírame a mí. Yo estaba destinada a ser una esclava de Set, desde mi nacimiento, porque tanto un dios como uno de sus más fieles devotos así lo decidieron. Pero yo decidí que no. Con todas mis fuerzas. Me entregué a Osiris, aunque él no me bendiga como lo hace Hathor contigo, yo llevo su mensaje a todo aquel que quiera escucharme. De modo que puedes elegir.

La nigromante contuvo el aliento y la cogió por el brazo.

-Si corres peligro, te protegeremos. Todos nosotros. No creas que te vas a librar de mí tan fácilmente. Nadie te matará mientras yo viva. Y ni siquiera muerta podrán detenerme.

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16/11/2021, 19:01
Nepthis

—Tienes razón, Amessis querida. Yo tengo la capacidad de elegir, y yo elijo este destino. Es la consecuencia lógica de las decisiones que he tomado a lo largo de mi vida. Y está bien. No es nada de lo que debas protegerme. No es nada de lo que puedas protegerme. Al final, todos debemos enfrentarnos a nuestro destino.

Tendió una mano en dirección a Amessis.

—¿Habría algo de lo que yo podría haber dicho o hecho que evitara que bebieras de esas aguas? Yo no lo creo. No ahora, especialmente. Debías hacerlo, enfrentarte a la tentación y salir airosa. Sola. No es algo muy diferente a lo que debo enfrentarme yo en el Cónclave, si lo piensas. Agradezco tu ofrecimiento, y de veras que me gustaría sentir tu apoyo en Neldorind. Pero hay cosas que una mujer debe hacer por si misma, sola.

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16/11/2021, 19:01
Amessis

La nigromante seguía sin dar su brazo a torcer. Normalmente no insistía tanto y dejaba que cualquiera tomase sus deciones, pero en esto ella tenía algo que decir. Cogió la mano que Nepthis le ofrecía y la apretó.

-No vas a estar sola, igual que yo no estuve sola en la pirámide de Akhenseti después de encontrarme con Set. No me impediste beber de la fuente ni estuviste conmigo cuando estuve en su plano, pero después no me dejaste sola. Enfrentarse a un Cónclave, sea lo que sea, porque de esas cosas que hacen los clérigos no lo entiendo, no se parece en nada a tener la atención de Set centrada en ti mientras intenta corromperte y llevarte a su terreno. Has elegido el camino de Hathor, eso ni puede ser malo, ni puede ser tan horrible como sentir el aguijojazo del dios de los muertos. Te acompañaremos a Neldorind, quieras o no. Eres imprescindible para nosotros ni para los que visitan la Casa de Sanación, pero para esos nobles no eres importante.

Lo pensó unos segundos antes de decirlo.

-¿Cuáles son las consecuencias de no ir a ese Cónclave?

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16/11/2021, 19:01
Nepthis

Nepthis puso los ojos en blanco y suspiró sonoramente.

—No vas a dar tu brazo a torcer, ¿verdad? Eres más terca que una mula —dijo Nepthis, y esbozó una fugaz sonrisa de esfinge—, aunque agradezco el sentimiento.

»No sé cuáles serían las consecuencias de no acudir, pero probablemente pedirían mi excomulgación. Y después de destruir mi reputación y anular mis privilegios, enviarían algún lacayo a matarme —dijo, y se encogió de hombros—. El fin sería el mismo, así que no voy a darles el gusto de darles una excusa con mi desobediencia.

Nepthis volvió a suspirar.

—Quizá estoy viéndolo demasiado negro. Tal vez esto se resuelva de forma pacífica, después de todo. Puede que hasta tenga apoyos dentro del Cónclave. Eso estaría bien.

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16/11/2021, 19:02
Jotnar

Jotnar alzó las mano sindicando "un segundo" antes de que el tipo preparase nada, demasiada carrerilla antes de la pregunta importante.

Antes de nada, ¿cuánto cuesta?—dijo—. Me gustaría llevarme para plantar una de esas semillas de chocolate y de café. Pero antes me gustaría saber si puedo permitírmelo.

Nunca se sabía con aquellas cosas exóticas que venían del quinto pino y no quería sorpresas, más aún cuando el mercader había calificado los ojos de Talalocomosellamase de "valiosos".

Suponía que probarlo ya hecho sería más barato o de lo contrario aquel hombre se arruinaría, pero para eso también esperaría antes a Nepthis.

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16/11/2021, 19:03
Lurzca

- ¿Una tienda? - Preguntó extrañada. - No pienso mucho en el futuro. - Le comentó. Acto seguido dio un trago a su cerveza. - Eres muy optimista creyendo en que podrás jubilarte de una forma tranquila. - Asintió sonriente, lo cual no era demasiado habitual en ella. - Y no, no me has ofendido, es solo que... - Tomó aire. - Los hombres ni suelen mirarme de esa forma y yo no... - Hizo una pausa. Volvía a estar roja. - No tengo mucha experiencia en ese campo. - Inmediatamente cambio de tema. - Estoy centrada en dar lo mejor de mi para compañía de Jotnar. Sólo eso...

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16/11/2021, 19:03
Mercader

-¿Semillas? ¿No desea adquirir un paquete para uso personal? -preguntó el mercader un tanto extrañado-. Se rascó la cabeza, pensando-. Este café cuesta cuarenta y nueve faraones* por libra, y el chocolate tiene un precio de cuarenta y cinco. ¿Cuánto quiere, entonces?

Cocotilio seguía con la mano alargada hacia el vaso de café que había preparado el mercader y le temblaban los dedos de pura impaciencia.

*En Mulhorand, las monedas de oro son faraones

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16/11/2021, 19:04
Amessis

Cuando Nepthis habló de anular sus privilegios y hundir su reputación, la nigromante la miró con indolencia y se señaló las marcas de la cara. 

-Nada distinto, entonces, pues estas también fueron las consecuencias de mi desobediencia -comentó casi con desgana, ya había vuelto a ser la lánguida Amessis de siempre al ver que Nepthis había reculado en su intento por escapar sola hacia el Cónclave-. Mi hermano era sacerdote de Anhur. No sé qué habrá sido de él después de que me negara a cumplir sus órdenes y me arrojara a una fosa común. Pero la diferencia sigue siendo esencial, no estas sola en esto. Si quieren matarte, nosotros mataremos a todo el que venga a por ti. Y si destruyen tu reputación, ya ves, la reputación no me dio de comer. Me la está dando este trabajo y mi familia, que sois vosotros. Y mi pasió por la palabra de Osiris no mengua por ello.

Se encogió de hombros y se dirigió al mercado, Nepthis estaba demasiado acostumbrada a los privilegios, quizá le costase asimilar algo como lo que había tenido que hacer Amessis.

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16/11/2021, 19:05
Narrador

Mientras conversaban, la dos mujeres se internaron en el mercado. Amessis ya había visto antes a Jotnar, de modo que fue directa al último lugar en el que lo había visto. No tardaron en dar con el enano, que discutía con un mercader los precios de algunas semillas, mientras Cocotilio parecía a punto de salirse de la mochila que el enano llevaba en la espalda para alcanzar una taza humeante de alguna bebida que vendía aquel hombre en su puesto.

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16/11/2021, 19:05
Aswand Ba-kau

-Bueno, eso de que los hombres no se fijan en ti... -comentó de pasada el guerrero de ébano-. De hecho, quería hablarte de eso precisamente. Verás, tengo un amigo que está interesado en ti. Y sí, interesado de esa forma. No te enfades, pero te he visto en el oasis y he querido saber si eras tú, te veo estupenda y eres una mujer preciosa -la miró apreciativamente-. Así que como soy buen compañero, he venido a echarle una mano porque él no se atreve. Sois tal para cual -dijo sonriendo-. Se llama Thugholor "Lanza Inquebrantable", es un semiorco que pertenece a la Compañía de los Imberbes Veleidosos, creo que la conoces, ¿verdad? Bueno, me habló de ti una noche que estuvimos de borrachera, le dije que te conocía y en fin, ha sido casualidad haberte encontrado. Se dirigen a Neldorind, no sé muy bien para qué, algo sobre un Cónclave. En fin, ¿te interesa?

La Compañía de los Imberbes Veleidosos: es una compañía rival que vive en Gheldanet como vosotros. Está compuesto por un semiorco (Thugholor), una enana, un nigromante y un sacerdote (xD). Habéis perdido un par de contratos importantes porque ellos llegaron antes; nunca habéis hablado cara a cara, pero conocéis de oídas sus trabajos y tampoco os habéis cruzado con ellos (de modo que no sabéis cómo son ni sus nombres).

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16/11/2021, 19:06
Jotnar

A Jotnar se le cayó el alma a los pies. Por un momento sólo faltó que una nube lluviosa se formase sobre su cabeza únicamente para descargar un chaparrón y luego desaparecer. Le habría hecho mucha ilusión poder plantar café y chocolate en su jardín pero simplemente era demasiado caro para él en aquel momento. Al menos en forma de semilla que era lo que le interesaba. Porque a fin de cuentas no podía plantar una taza.

Me temo que nada. Voy a tener que esperar a que cobremos por alguna misión antes de poder permitírmelo.

Resopló desolado. Malditas cosas exóticas y su atractivo exótico con sus exóticos precios exorbitadamente exóticos.

En ese instante localizó a Nepthis y a Amessis pululando por los alrededires así que y les hizo un gesto con la mano.

—Hola, chicas, ¿queréis probar un té?—dijo—. O chocolate. ¡O café! Es café de ojos de Tralalonosequecosa, un dragón mazticano. Ya sabeis, los dragones le dan siempre aire de majestuosidad a todo.

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16/11/2021, 19:06
Nepthis

Nepthis no contestó a las últimas palabras que le había dedicado Amessis al considerarlas ligeramente inapropiadas. Su situación y la de ella eran muy diferentes, y cualquier comparación iba a ser odiosa. Caminó en silencio, meditando sobre sus propias palabras, hasta que el aroma de las especias le anunció que habían llegado al puesto de mercado.

—Claro, yo tomaré un té verde —le dijo Nepthis al vendedor—, mientras me lo prepara quizá pueda reevaluar la oferta de mi buen amigo Jotnar. ¿Sabe que es un amigo personal del señor Ka-Mat-Ef? Los tres somos huéspedes de honor del Oasis, en realidad. ¿Ha oído la historia del Pétalo Mazticano? Fuimos nosotros los que lo matamos.

La sacerdotisa se sentó a la sombra mientras le servían la infusión.

—Me gustaría hablar contigo, Jotnar —le dijo al enano mientras se arrellanaba en su silla—. Habréis notado que he estado un poco ausente las últimas semanas. Es porque me han enviado una carta citándome a un Cónclave en Neldorind, dentro de siete días. Mucho me temo que el motivo de esta citación es que haya transcendido que... últimamente...

Suspiró.

—... estoy recibiendo visiones de Hathor. Parece que al final voy a verme envuelta en política, lo quiera o no —gruñó la sacerdotisa—. No va a ser como esto. No va a ser ninguna fiesta. No va a ser bonito. Es posible que quieran quitarme de en medio. En el mejor de los casos habrá gente que me apoye y me meterán en medio de los asuntos de la Iglesia. En cualquier caso, no voy a estar disponible durante un tiempo para trabajar, pero siempre podéis contar con Senet, mi aprendiza. Le he enseñado bien.

Señaló en dirección a la nigromante.

—Amessis está emperrada en ir a Neldorind para protegerme. Espero que la hagas entrar en razón. Es tozuda como una mula, cuando se pone.

Nepthis elige 10 en la tirada de Persuasión para un total de 21.