Partida Rol por web

- Agradezco la confianza, de tan honorable líder, Papá Pitufo. Pero Poeta, ese es tu trabajo - Filósofo dio un par de vueltas, respirando rítmicamente con los ojos cerrados. - Creo... Creo que esto no va bien. Votaré por él como Papá Pitufo ha pedido, porque no creo que haya voz más experimentada y sabia como para tener razón... pero Perezoso es incapaz de mantener los ojos abiertos, ¿de verdad se arriesgará? ¿Se despertará si falla? ¿No estará demasiado a merced del gato?

Parpadeó mirando al resto.

- No he entendido cómo es que lanzaremos a Perezoso si es el caso.

Poeta apunta a Goloso como voluntario en otra lista.

En la lista apunto a Goloso,
Por si no lo consiguiese Perezoso.

Acto seguido espera a que continuen hablando sobre el plan.

-Confias en mi para los pitu-calculos, pitufo?. es un halago. todos uds deberian aprender de pitufo perezoso, manga de vagos- dije con una lagrima en los ojos

-a ver si entiendo el plan, te vas pitusuisidar y asi dejaras el cascabel dentro de ese gato del demonio, utilizando un paquete de broma del pitufo bromista para que te impulse. verdad?. si es asi me tengo que poner a hacer los calculos ya!!

Ha llegado la hora. El Pitufo Dormilón coloca su almohada en su trasero y el Pitufo Bromista coloca tra él su regalo explosivo. Así, el Pitufo Manitas hace rápidamente los cálculos necesarios con los datos que obtiene del catalejod e Filósofo. Todo un trabajo de equipo.

Preparados, listos.....

¡KA-BAAAAAAM!

Al paso de Azrael, el pitufo es disparado directamente contra el gato. El felino tiene tiempo de volverse y...

lo logro

- YEEEEEEEPPPPAAAA!!!!

Perezoso sale volando por los aires en la dirección perfecta gracias a los increíbles cálculos del pitufo Manitas y mientras Azrael mira despistado la pelota se agarra de su cuello y le ata el cascabel.^

Por el trabajo bien hecho decide darse una siesta como sueño, pero claro, Azrael se mueve y lo tira al suelo y claro...

Pitufin, pitufado ;)

Es difícil saltar de júbilo cuando véis cómo el gato devora a vuestro amigo Perezoso de un solo bocado y os mira con cara de satisfacción.. hasta que se da cuenta del curioso ruido que hace al caminar. Enrabietado, empieza a revolcarse y dar saltos buscando la manera que quitarse el cascabel, pero es inútil, Perezoso lo ha atado demasiado fuerte. Azrael, asustado de su propio ruido, sale huyendo.

¡Hurra! ¡Hurra! Gritáis entusiasmados, lanzándoos a felicitar al responsable de los cálculos...

¡Por el Gran Pitufo! Para mejor calcular el salto, Manitas se quedó demasiado cerca del paquete bomba. Donde antes estaba vuestro amigo ahora sólo queda un montoncillo de cenizas.. él no tenía ninguna almohada tras la que protejerse.

Papá Pitufo mide sus ganas de saltar de alegría, al ver que tres de sus pitufos más valientes han ido al cielo de los pitufos por culpa de ese gato. Pero es que por fin le han puesto el cascabel a esa bestia rojiza!

Después de pensarlo durante unos momentos, mientras rasca su tupida barba blanca, decide que ya tendrán tiempo de honrar a las víctimas, pero lo que va delante va delante...

- Vamos, amigos, sacad toda la zarzaparrilla que tengáis, esto se merece una fiesta!!!

Filósofo se había ido con el catalejo para ver qué tal. Al ver que Perezoso salía disparado luego de la explosión, observó atentamente. Observó el arco en el aire. Observó, observó, observó...

El grito de Filósofo resonó en toda la madriguera.

- ¡Eureka! ¡Eureka, Manitas! ¡Todo se terminó! ¡Viva, Viva!

Y cuando se dio vuelta para festejar el éxito, y compartir el dolor de la pérdida, con el ingeniero de los cálculos, se encontró con la tragedia. Se cayó hacia atrás balbuceando con los ojos muy abiertos, y perdiendo los anteojos.

- Ma... Manitas... ¿Qué ha pasado? ¡Esto no es Entrevista con el Vampiro, los seres no se transforman en polvo! - gritó desencajado, mirando el montón de cenizas que era lo único que quedaba de su compañero. Poniéndose de nuevo los lentes, se abalanzó sobre la pequeña montaña, se quitó el sombrero y empezó a meter los restos allí adentro. - Y fueron tres... Fueron tres que del polvo vinieron, pero uno solo que al polvo fue... Yo me pregunto qué pasará después de la muerte...

Una vez que hubo recogido todo, miró a Papá Pitufo.

- Dime, tú que eres el más sabio y experimentado. ¿Dónde hemos de echar las cenizas de nuestro tercer héroe? Será lo primero que haga cuando salga de aquí...

Filósofo suspiró hondamente. Apretó el sombrero contra su pecho. Y entonces sonrió, dando un pequeño salto, saliendo de su férreo y docto autocontrol.

- ¡Aleluya! ¡LO HEMOS LOGRADO!