Partida Rol por web

¿Hablar? ¿Y qué voy a decir? ¿que desconfío de Xisela por lo que he visto? ¿Y si estoy equivocada? ¿Qué pensará Xisela de mi...? me muevo en mi asiento algo incómoda mirando a Aleixandre, haciendo un ligero gesto de negación con la cabeza. 

- No se si sabrás lo que pasa por mi cabeza en estos momentos, pero no puedo hacer eso... no tengo valor para acusar a Xisela, o insinuar nada contra ella... y menos delante de todos... no puedo Ale... no...

A pesar de que no pudiera leer mi mente, tan solo con ver mi cara podría darse cuenta de lo incómoda que me siento en ese momento. Avergonzada agacho mi vista hacia la mesa, sin atreverme a mirar a Aleixandre. Sentía que le estaba fallando en ese momento, me sentía fatal, pero no era capaz de decir nada.

Me muevo en mi asiento, algo incómoda con esa situación. En ocasiones miro a Aleixandre, para después apartar la vista de él y bajar mi mirada hacia la mesa.

Ante el silencio de la sala, el chico oriental pide permiso para tomar la palabra con un gesto de la mano. Aleixandre ap`rueba la intervención con una ligera inclinación de la cabeza.

-Mi sire desea saber cuál es el problema en usar demonios. Nuestro clan, en Japón no lo ve bien, pero tampoco es considerado prohibitivo. Disculpad la interrupción, compañeros, pero necesitamos esa explicación.- dice en tono educado y humilde.

Becka parece impaciente. Henrique y su chiquiño permancen en silencio y atentos, en posturas muy parecidas. Xisela permanece imperturbable.

Esta vez, Uileand toma la palabra.

-El problema, en este caso, es que tenemos a un grupo de asesinos infiltrado en la ciudad. Gracias a mi chiquilla, sabemos que esos seres han hecho trato con demonios. Si uno sólo de nosotros ha hecho lo mismo, lo más seguro es que los demonios trabajen juntos.- explica con rostro tenso -Eso quiere decir que no estamos a salvo no dentro ni fuera de la manada.-

Un nuevo silencio se extiende por la sala. Aleixandre vuelve a hablar.

-Una vez explicado, podeis hablar con libertad.-

Aleixandre te acaricia la mano por debajo de la mesa con un gesto comprensivo.

Aprieto su mano bajo la mesa a modo de agradecimiento por su apoyo, mientras continúo en silencio, pues no reúno el valor suficiente para ello.

Xisela toma la palabra, sonriendo con tranquilidad.

-No creo que debamos preocuparnos demasiado, han atacado al Elíseo, no a nosotros. Berit dice que van a por Uileand y a por Becka, pero ambos se defienden bien. Y puede que ella malinterpretase la información. Respecto a los demonios, no tiene por qué trabajar juntos. Creo que estás exagerando la situación, Aleixandre.-

Henrique tuerce el gesto.

-Pues yo no lo veo así. Que el Elíseo esté alerta frusta mis... digo, nuestros planes. Hemos trabajado mucho para perder por culpa de unos engendros venidos del Infierno, y de un irresponsable que pacta con ello. Aleixandre, preferiría ir al Elíseo y usar mis influencias desde dentro. Una vez expuesta la situación, no hago nada aquí.-

Aleixandre reflexiona unos segundos antes de volver a tomar la palabra.

-Creo que es mejor que nos dividamos para poder abarcar más campos. Henrique y Xisela en el Elíseo. Reuniros con Miguel y con Edgar. Uileand y Becka hablad con los ermitaños de vuestro clan y con los lupinos. Hayate, preparad las defensas del pazo. Puede que las necesitemos. Nina, sigue con lo tuyo.- ordena en tono tenso -Vuestros chiquillos os acompañarán.-

Becka se levanta, agarrándose las dos manos con gesto nervioso.

-Si... esto... hablando de chiquillos... ¿sabes que yo ahora tengo uno de esos?.- dice con sonrisa avergonzada.

-Lo se.- contesta el líder de la manada.- Mal momento, pero ahora ya está hecho. Déjalo en el pazo, me ocuparé de el.-

Escucho calladita como se me pide, lo cual es algo poco normal en mi. Miro a Uileand y luego a lider de la manada y niego con la cabeza.- ¿Es que no habeis entendido nada? Separarnos es lo peor que podemos hacer.- digo con firmeza poniendome en pie.- El Eliseo no va a protegernos, ni la principe, solo nos tenemos a nostros y uno de nostros esta con el enemigo.- digo mirando a Xisela abiertamente.- Por lo tanto, este plan que acabas de hacer ya esta en conocimiento de quienes nos quieren eleminar asi que vamos a salir con una diana puesta en el culo. Por cierto, todo un detalle el avisarme que aqui, la señora nosequeesuntimbre, jugaba en nuestro bando.

Escucho a Berit, con un poco de envidia por su valor al decir las cosas sin pelos en la lengua. A veces desearía ser como ella, pero no lo soy. Me limito a escuchar la conversación en silencio, desviando miradas a Aleixandre de vez en cuando. No paso por alto el modo en que Berit mira a Xisela cuando habla del traidor entre nosotros, momento en el que desvío mi mirada hacia ella. Tratando de reunir una migaja de valor me dirijo a ella, no sin antes mirar de soslayo a Aleixandre.

Xisela... podría... podría hacerte una pregunta?  mi tono de voz suena algo bajo, ligeramente cobarde a la par que asustado. Bajo la mesa mi mano apreta más fuerte la de Aleixandre.

Miro a Nora y se me revuelve el estomago.- Nora estas en tu manada, se supone que somos tu nueva familia asi que... no  tengas miedo.- quiero decir pero me sale algo mucho mas duro.- deja de comportarte como una niña asustada ¡Tu tenias un grupo de heavy! ¿Por que ahora eres tan cobarde de decir lo que piensas?

Las palabras de Berit llevaban mucha razón... pero las cosas habían cambiado, para bien o para mal, pero habían cambiado, y esto no se trataba de un juego precisamente. Sin responder a Berit, me limito a esperar una respuesta por parte de Xisela.

Un gruñido se me escapo de entre dientes ¿como era posible que se hubiera vuelto tan repugnantemente sumisa? Mire a Xisela con mas rencor del que ya le tenia, no sabia que le habia echo a Nora pero no me gustaba que se hubiera convertido en un pija sumisa. Si esperaban de mi algo semejante ya podian matarme.

- Disculpa, olvide que ya no habres la boca sin permiso de tu dueña.- espete dejandome caer en la silla con peor genio del que recordaba haber tenido nunca.

-Berit, basta. Muestra respeto por tus compañeros de manada.- dice Aleixandre en tono enfadado -Y te recuerdo que yo soy el líder de la manada, aunque las decisiones se tomen por consenso. No dividiremos y nos reencontraremos en el pazo dos horas antes del amanecer. Actuaremos en base a la información recaudada, no nos vamos a esconder aquí.- contesta de forma tajante - Xisela, contéstale a tu chiquilla.- ordena

Xisela mira a Nora con una sonrisa tranquilizadora. -Claro, cielo. Dime.-

La otra noche, en el Elíseo... ¿qué era aquella sombra que te seguía por los espejos? ¿era la misma con la que hablabas la otra noche? ¿tiene algo que ver con todo esto...?

Las preguntas se suceden una tras otra antes de esperar una respuesta de la anterior. Es como si sintiera que si no las soltaba todas ahora, luego no me atrevería a hacerlas. Me cuesta mantener la mirada fija en Xisela, pero me esfuerzo por no hacerlo y espero nerviosa su respuesta. Tan solo espero no estar equivocándome con ella, al fin y al cabo es mi sire, pero todo aquello me preocupaba demasiado.

Mi mano aprieta fuerte la de Aleixandre bajo la mesa sin ser capaz de soltarle.

¿que muestre respeto por alguien que se respeta tan poco como para subyugar su voluntad ante otros? ¡Esta de broma! Es porque la respeto que no soporto verla exclava de otros.- gruño mirando al lider de la manada y luego me quedo escuchando a Xisela y las preguntas de Nora. No digo nada, no voy a interrumpir ahora que la buena Xisela esta entre la espada y la pared.

-No creo que le está resultando fácil preguntarle eso a su sire Berit, ten un poco más de fe en Nora.- escuchas a Uileand en tu cabaza.

Xisela se lavanta con gesto confiado.

-Vamos a ver, creo que os estais confundiendo todos. Nora, cielo, lo que has visto era un aliado, un amigo.- explica en tono paciente, como si fueseis un grupo de niños a los que hay que guiar- no hace falta ponerse nerviosos, hasta ahora, las cosas han ido bien. Lo del VII sólo es un pequeño imprevisto que podemos solucionar. Y Marlenne volverá a confiar en nosotros. Sólo es cuestión tiempo.- dice con una sonrisa complaciente.

Sus palabras suenan tan convincentes, y su presencia es, al avez, tan hermosa, poderosa y ateradora...

Entiendes el razonamiento de Xisela. Incluso podrías darle la razón, pero hay algo que no acaba de cuadrarte. Puede que sea tu animadversión hacia ella, saber que lo había intentado con Uileand o, simplemente, que sabes que las palabras "demoniio", "aliado" y "amigo" no deberían estar juntas.

Sin embargo, no dudas de que, si ha hecho algo incorrecto, lo ha hecho con buena intención. No para beneficiarse ella misma, si no para ayudar a la manada.