Partida Rol por web

Echo un vistazo a los gigantes y trato de avisar a todos los que vienen conmigo y a mis compañeros de abajo de la posición de las criaturas... desde esta distancia no puedo hacer nada contra ellas.

Me preparo para intentar esquivar las rocas, o si es necesario dejarme caer sobre algún árbol*.

Señalé con el dedo en la dirección de los gigantes y grité a los de abajo: - ¡Gigantes! -

El constructo estiró el cuello mas de lo que un humano podría haberlo hecho, mirando en la dirección que Markus señalaba. En vista de la situación modulo su voz y trato de amplificarla tanto como le fue posible.

-AMON. EN VISTA DE LOS HECHOS Y TENIENDO EN CUENTA NUESTRA SITUACIÓN ACTUAL, SUGIERO UNA MANIOBRA EVASIVA INMINENTE-

Inmediatamente después escucho la voz de su familiar en su mente. 

-¿Que va ser ahora jefe?-

-¡LINK! Da inicio al protocolo de preservación ante situaciones de riesgo, en tres, dos, uno...

Arrow se llevo la mano derecha al pecho, donde las dos laminas que representaban sus pectorales se unían en un disco con el blasón de su casa, una flecha enguirnaldada pulida sobre un trozo dorado y pulido. El disco giro sobre si mismo slaiendo un poco y volviendo a encajarse en otra posición, mientras que de la mano del artifice un destello de luz impripio la energía necesaria para llevar a cabo la tarea.

Los cables animados de todos su cuerpo parecieron moverse entonces de forma frenética. Tan rapido que era difícil seguirles el ritmo. Aquí y allí realizaban pequeñas modificaciones que transformaban el cuerpo del constructo en una versión blindada de si mismo.

Los dos gigantes no lo dudan: aprovechan que el objetivo se encuentra bien a tiro y lanzan dos enormes piedras hacia ellos... afortunadamente para vosotros, las piedras no logran dar a vuestros objetivos. Justo en ese instante, las piedras caen al suelo, advirtiendo a los de abajo que hay problemas arriba.

la maga presencia como los 2 gigantes intentan arremeter contra ella y sus compañeros

pone un gesto de indignacion como torciendo el gesto ante tanta osadia, enseguida piensa que ese no es un comportamiento muy civilizado y ademas una impertinecia maleducada, aunque claro no se podia pedir un saludo digno de un embajador a un par de gigantes de las colinas.

Aun asi la maga estaba algo ofuscada ante el hecho de que le tiraran piedras gigantes a modo de saludo, creyendo de estos gigantes que no eran muy listos al precipitarse al combate ante enemigos tan formidables

Por un momento penso en convertirlos en piedra , ya que era piedra lo que le lanzaban, pero la mente retorcida de la maga fue mas alla

Asi que pensando en la capacidad intelectual y cognitiva de seres tan poco evolucionados penso que su mente de maga y por tanto arcana podria no solo hechizar a estos dos seres tan grandes sino algo peor 

Asi que señalandoles con el dedo y pronunciando una salmo indescifrable provoco un hechizo 

En la mente de los gigantes surgio una sugerencia en forma de sugestion 

-Id a tirar rocas al sitio del que habeis venido

 Sin importar la distraccion del hechizo me abalancé -Anur ValGil, JARAN!!!-* Pronuncie mientras me dirigía en vuelo directamente hacia uno de los gigantes.

Mi armadura vibraba al son de mi vuelo, poco mas de veinte pies por segundo hasta lograrme hacer suelo.
Es ahí donde solté a mis compañeros y antes de que ellos levantaran la cabeza, ya había salido corriendo al primer gigante...

Me acerque lo mas que puede, aun antes de que pudiera llegar ellos de seguro me atacarían, o no. Pero no les daré ese placer, un cazador sabe como cazar a su presa, pues me haría de uno de ellos.
Y sin frenar mi carrera abrí la boca y expulse con gran fuerza mi aliento, frío... muy frío.
Podía verse el aire condensarse, el polvo arremolinarse y una escarcha pegajosa cubrir por completo a uno de ellos...

Los gigantes observan que la sugerencia era mas que razonable, por lo que decidan dejar las piedras y marcharse por donde han venido. 

Al chocar las piedras contra el suelo presiento el peligro que amenaza a mis compañeros, así y dado que están en el aire, me transformo en globo de luz y salgo disparado hacia ellos.  

Cierro la boca sin que la escarcha golpee al gigante. Lo veía alejarse tras ese camino blanco, frío y con saliva, que nos separaba.

Volví a mis compañeros.
-No había razón para la magia, yo se como cerrar estos asuntos por la fuerza... Como debe hacerse.- Dije molesto a Jilo.
-Me debes la cena...-

Extendiendo la garra... -continuamos?-

- De acuerdo, continuemos. - dije a nuestro compañero draconil... - Pero quizá sería mejor ir con un poco de sigilo por el suelo. Ir volando con un dragón llama un poco la atención... ¿no? -

Me preocupaba un poco la seguridad en el trayecto, y sobretodo ser un blanco fácil... Puede que a nuestro compañero dragón no le molestara que le lanzaran piedras, puede que no le hirieran... pero a los simples humanos podían aplastarnos con una de esas...

Tras subir vuestros compañeros, y ya con los gigantes bien alejado de vosotros, continuáis la marcha a pie. Al poco rato véis a lo lejos vuestro destino.

Rodeado completamente de acantilados que se alzan por encima de los mil pies (excepto por el oeste, donde la pendiente baja con una gran inclinación a lo largo de mucha distancia), hay un pequeño valle de montaña, que pmide aproximadamente 700 pies por 700. Apoyada contra la pared del acantilado se encuentra la morada de piedra que sirvió de baluarte a Desatysso. 

Un amplio semicírculo de pradera linda con la cara rojiza del acantilado. El claro rodea a la fortaleza de Desatysso. Toda ella posee una sola planta, con la única excepción de una ruinosa torre que hay a su lado derecho. El edificio está hecho de piedra, pero resulta evidente que ha conocido mejores tiempos. La zona del claro ha sido pavimentada por baldosas rojizas. Desde las grietas del enlosado se alzan por doquier tupidos arbustos, y malas hierbas que alcanzan la altura del pecho.

Avanzáis hacia lo que es la fortaleza... cuando vais acercándoos poco a poco hacia las puertas veis claramente la figura de varios gigantes apostados en la entrada, aunque bien cubiertos por las puertas derruidas de la torre. Sin mas dilación cogen varias piedras dispuestos a para lanzarlas hacia vosotros.