Partida Rol por web

Al entrar en la sala, veis que todo el mundo se gira, os mira a todos y se vuelve a dar la vuelta como si fuera lo más normal del mundo (parece que están acostumbrados a ver aventureros)

Una vez llegó a la taberna esperó a que el resto de sus compañeros lo hiciera, una vez dentro y mientras dejaba que los más habladores se encargaran de lidiar socialmente con aquella gente el se quedó inspeccionando la presencia de magia en la taberna, cosa que hizo con calma y deteniéndose en los detalles. 

Whalen entró con sus compañeros en el local donde al parecer encontrarían al tipo en cuestión, el tal Paylin, capitan de un lanchón o similar al cual parece ser que pertenecía el grupo de marineros revividos. Dejó a Gurp y a S.I.M. en el exterior del local, vigilando uno, sobrevolando el otro en labores de vigilancia. Durante la breve caminata hasta los muelles, Whalen había puesto al corriente al resto de su análisis del objeto del no muerto.

La camisa, analizada mágicamente, había revelado que el marinero que la portaba había estado en un medio frío y quizás húmedo, evidentemente el agua, cuando de repente le asaltó una sensación de frío mortal y oscuridad, como si una garra invisible desgarrara el pecho del dueño. El análisis le había revelado esto a Whalen y este no necesitaba mucho para conjeturar que la nigromancia sobre una persona debería generar tal efecto. Sumado a que la información local decía que los marineros había saltado por la borda del barco de Paylin, eso podía significar que bajo el lanchón del capitan o en las aguas del muelle, podía haber algo peligroso. Necesitaban contejar más información con el capitan y que este les condujera hasta su navio para asegurarse.

Aquella taberna de puerto resultaba tosca y humeda, con serrín en el suelo y olor a meados y cerveza rancia. Algo de menudeo entre algunos marineros y mujeres de la calle se podía observar en las escaleras que conducían a la planta superior, sin duda cerrando tratos y regateando con la mercancía. Nada raro para Whalen, que había sido marinero un leve periodo de tiempo y sabía de estas cosas, pero no por ello era más agradable para él. El sexo para Whalen nunca podía ser una mercancía, y ese aspecto de los humanos no llegaba a entenderlo a pesar de ser consciente de las necesidades fisiológicas de todos los seres vivos. A pesar de ello, la prostitución, no era el más refinado de los rasgos de una raza que se decía civilizada.

Con su aspecto humano no atrajo sobre si mismo la atención tal y como estaba acostumbrado, lo cual fue bueno. Nada peor que asustar a los parroquianos para empezar una trifulca que alejara a Paylin de ellos. Sin embargo, sabía que las miradas babosas sobre las mujeres hermosas podían llevar a envalentonamientos causados por el alcohol, y posteriores salidas de tono. Lady Keri era hermosa de sobras y destacaba en aquel lugar como una flor entre la mierda, lo que atraería alguna mirada de más, y quizás las manos largas de algún villano ciego de cerveza hasta las orejas. No le cabía duda de que Lady Keri, visto lo visto, era de esas damas capaz de cuidar de si mismas perfectamente, y que además el nutrido grupo ahuyentaría de sobras al más borracho e insensato marino, pero Whalen preferió quedarse cerca de ella por si acaso necesitaba su asistencia y dejarle las preguntas y respuestas a algún otro de sus compañeros que se desenvolviera mejor en asuntos de taberna.

Por ello, Whalen se quedó a un par de pasos de Keri, dejándo que otros llevaran la voz cantante. Mientras, controlaría que nadie les causara problemas. No tenía por qué ser así, pues los marineros tendrían otras cosas en las que preocuparse, pero nunca se sabía...

"Detectas una presencia que no ves"

No notas anda raro en la taberna, tus compañeros son otra cosa....jeje

1.- Benigna
2.- Sólo una
3.-Se ubica a tu lado y rodea a Guthlan xD

Poco a poco fueron entrando en la taberna. El enano había estado en tugurios como aquel, donde lo más normal era acabar con una daga clavada en la espalda.

Atravesó la sala con paso firme y decidido, acercándose a la barra. 

Una jarra de cerveza, la más grande que tengas. Por los granos peludos de mi abuela que esta noche es noche de fiesta.

Hîrmôr llevó la mano a su cinto cuando le pusieron la bebida y sacó una moneda de oro. La puso en la barra para que solo el camarero la viera.

Estoy buscando a Paylin, hay otra como esa si me dices quien es.- el enano susurró esas palabras para que sólo las pudiese escuchar el tabernero.

Es que  las busquedas nunca  te llevan a una biblioteca o  a una tranquila capilla donde poder recogerse ?.Tuerzo el gesto y suspiro mientras  sostengo la puerta para que todos vayan pasando, cuando pasa el ultimo cierro  y entro tambien.Excelente otro tugurio .Murmuro por lo bajo al ver el ambiente.El enano parece manejarse bien en estos lugares y toma  iniciativa  dirigiendose a la barra.

Carl siguió a los demás al interior de la posada. Al final parecia que habían venido todos, lo cual no cuadraba mucho con lo que habían hablado antes.
Pero bueno, no era la primera vez que pasaba. Cada uno solía se solía guiar por su intuición. Además, así si pasaba algo estaban todos juntos.

El hechicero echó un buen vistazo a la taberna de mala muerte en la que habían entrado, no difería mucho de otras en las que había estado. Mientras el enano se dirigía a la barra Carl se mantuvo atento por si alguién hacia alguna estupidez, como tratar de atacarles o cosas por el estilo.

El camarero te señalo a un hombre sumido en sus pensamientos, en una mesa solitaria en un esquina del bar, te parece fuera de lugar.
No te acepta la moneda y te dice:

No sois los primeros que quereis saber de Paylin, además es un buen tipo, necesitará compañía y poder contar su historia; aqui nadie le hace caso por ser un capitán en desgracia al desertar toda la tripulación..

&ltp>El enano intercambia unas palabras con el camarero y después se dirigió a una mesa solitaria en un esquina del bar, donde se encontraba un hombre.

&ltp>Cogió una silla y se sentó a su lado.

&ltp>Bien, así que tú eres Paylin. Escúchame bien, Paylin, estoy aquí para ayudarte. Mis amigos y yo vamos a averiguar que ocurre en tu barco y vamos a ponerle fin. Podrás encontrar una tripulación que te acompañe a navegar. Pero para eso necesito que me cuentes todo lo que sabes. ¿Me has entendido?

&ltp>Bien, pues empieza por contarme qué pasa con tu barco y qué pasa con tu tripulación

Cuándo llegaron a aquel lugar, que parecía haber visto tiempos mejores, montones de olores distintos le golpearon de repente, y ni uno de ellos era agradable. Borrachos, putas, lo que uno buscase en una taberna de puerto, ahí lo tenían.

Se mantuvo cerca de Whalen, vigilando sus alrededores por si veía al tal Paylin, aunque parecía que su compañero barbudo ya lo había encontrado y estaba haciéndole las preguntas necesarias.

Cuando se gira a mirarte, ves que es un hombre con cara pñalida, andará por los cincuta, con sus cabellos ya con canas. Sus ojos miran nerviosamente a todos lados y cuando se encuentran con los tuyos tienen un sobresalto.

Ante la respuesta de su barco os dice:

Mi perla,...si, mi barco y mi vieja tripulación, sí, sé lo que se dice por ahí, llevo en este oficio más de cuarenta años y sé que mi tripulación no se escapó. Era leal, sobretodo mi segundo Henry, hasta llevaba un tatuaje de mi barco, llevaba conmingo más de quince años. Nunca se marcharían porque sí: no, señor. Les aprehendieron. Alguna bestia maligan, seguro.
Exacto, fueron demonios quien se lo llevaron o no soy capitán de un barco. Os diré lo que ví y podeís juzgar vosotros mismos.

Cuando estuve seguo que todos estaban a bordo, ordené a Henry que subiera por la tabla. Le dije que nadie debía subir y bajar anaide hasta que yo volviera. Se veía una niebla flotando por el agua. Entonces no me fijé en ella. Cuando volví de cerrar acuerdos con el representante del ggremio de meercaderes ya era noche cerrada. Paré aquí a echar un trago rápido y me dirigí a la Perla
Cuando llegue la niebla era tan densa que no podía verme ni la punta de la nariz. Llamé a Henry para que pusiera la tabla. Silencio. Le llamé de nuevo. Silencio de Nuevo. Me imaginé que loso chicos estaban divirtiéndose a mi costa y no me hacía ninguna gracia. Podía ver parte de la proa gracias a un farol que colgaba asi que tomé carrerilla y salté. Si, señor; lo conseguí, aunque quizá hubiera preferido caer al agua.
Empezé a mirar alrededor mientras llamaba. "Henry, ¿Dónde te metes, hombre? Me gustan las bromas, pero ya podemos zarpar". Silencio otra vez. Me extrañó mucho no encontrar a nadie arriba, pero abajo también...me estaba volviendo loco. Estaba solo,¡mi tripulación me había abandonado!...
Entonces es cuando lo vi. Era una sombra pero en medio de la niebla...dos ojos que flotaban...en la NIEBLA. Ojos como pozos de las profundidades del abismo, como dos lápidas parlantes y esos ojos dijeron:
"¿Tmabién buscas tu final, carne mortal? Tu sanges es dulce, pero el Deborador consumirá lo mismo tu alma". Sentí un miedo atroz y mucho fría y me lanzé al agua. Os lo digo nunca he estado tan asustado y entonces juré que si salí de allí con vida nunca volvería a pisar mi barco....asi que aqui estoy...
Por supuesto nadie me creyó...y vosotros tampoco ahora

Asiento a cada palabra sin llegar a decir nada. Puede que sea conveniente esperar a ver si alguien tiene algo que añadir y no me gusta ser yo quien responda el primero. Ademas, el enano parecia habil interrogando. Que se encargase el.

El enano escuchó cada palabra del desmejorado capitán con atención. Cuando terminó su relato le agarró con fuerza el antebrazo y le obligó a mirarle a la cara. La desesperación y el terror habían hecho aparición en sus ojos.

Mírame Capitán Paylin. Como te he dicho vamos a ayudarte. Vamos a ir a tu barco y nos dirás cual es. Después nosotros subiremos y acabaremos con esa criatura que dices, sea lo que sea. He vivido mucho, capitán, y he visto criaturas que helarían el corazón del más valiente. Mis amigos y yo vamos a ayudarte, tú sólo indícanos donde está tu barco.

Hîrmôr evitó hacer mención del destino que había sufrido la tripulación de Paylin.

El joven humanoide asintió para si con un cabeceo ante la sensatez del veterano enano. Con buena mano había hecho hablar a aquel hombre que parecía genuínamente afectado por algo sobrenatural como revelaba en su relato. Al menos, el destinno de su tripulación hacia que la historia tuviera sentido. Tras revelar los acontecimientos del barco, el enano atinó a preguntarle donde estaba su embarcación, sospechando que allí podría encontrarse el origen del mal.

Whalen ya había estado rumiando esa posibilidad mientras venían, y sospechaba que quizás bajo el barco pudiera haber algo, que les orientara. En tal caso, por su propia naturaleza y habilidades, sería a Whalen a quien le correspondería sumergirse en busca de... algo.

Con un gesto agradable a Lady Keri, esperó a que el capitan les guiara hasta su perla... Una perla maldita...

- Milady, creo que me va a tocar darme un baño a la luz de la luna, aunque no en las mejores condiciones, me temo. -dijo mentalmente a Lady Keri, usando la vía telepática que les permitía la perla que ella le había entregado- Sin embargo resulta reconfortante saber que os tendré a mi lado si hay algún problema. Sereis mi luz en medio de la fría oscuridad...

Y le dedicó una agradable sonrisa.

El devorador es lo que saco en claro de la narración del capitan junto con el dolor por sus camaradas perdidos .El nombre puede ser importante y me sugiere algo pero ultimamente se diria que mi memoria no es lo que era   y comienza a flaquear .Quizas el paseo hasta el barco, si conseguimos  convencer al capitan, haga que mis recuerdos afloren   ¿quien sabe?.

Rió ante el filtreo, que era lo que ella consideraba que era aquella última frase, de su compañero, y decidió que quizá sería buena idea hacer también su parte en aquel juego.

"Ja, he estado en muchos sitios, y he conocido a muchos hombres, pero sois el primero en compararme con un faro. Por cierto, siento que es probable que yo no pueda recompensar la vista que vos me regalaréis al bañaros, pero yo no pretendo meterme en el agua, si no es por una caída."