Partida Rol por web

La muerte intento impedir la huida, pro el conjuro de cedric hizo que se desplazara mas lenta y solo tenía a alguien a mano, la hoja de la guadaña silvo en el aire, produciendo un sonido como el de un exalar de un cadaver. Cuando la guadaña sego la cabeza limpiamente, la guadaña pareció retorcerse.
Xainne´e cayó inerte al suelo

las calles parecían mas desiertas y silenciosas, en cambio, el ruido procedente del interior del templo se oía desde fuera. Lo que antes parecía un cantar ahora eran gritos de júbilo y alegría

Cedric escuchó un fuerte silbido y no pudo evitar lanzar una mirada a su espalda, para encontrarse con que Xainne'e caía al suelo sin vida...no podía ser de otro modo tras cruzarse en el camino de la guadaña de la Muerte, pero aún así dudó un instante si frenar su carrera para volver con intención de vengar la muerte de su compañera, lo cual era un suicidio con seguridad.

Con el corazón encogido por la tristeza, se forzó a mirar hacia delante para fijarse en el camino que debía utilizar para conseguir salir con vida de aquella situación....lo cual era complicado, pues la vista se le empañaba por las lágrimas que en ese momento recorrían su rostro.
¿Tristeza o vergüenza? Quizá ambas eran las causas del llanto del joven Anthorek, tristeza por no haber podido evitar la muerte de la mujer y vergüenza por no ser capaz de enfrentarse a aquello que le había dado muerte.

Muchos compañeros habían caído ya, y la voz de su padre resonó en su memoria: Retírate hoy para poder luchar mañana.
Sí, eso es lo que haría. Volvería para vengarse de todas y cada una de las muertes allí producidas.

Pero primero tenía que conseguir escapar, lo cual no sería tarea fácil.

Desde mi posición, ver la decapitación de un nuevo compañero provoco un grito ahogado aunque, por mucho que me pesara debía de abandonar ese lugar. Yo no luchaba, no sabía luchar y no quería luchar.
Con pasos cautos me fuí moviendo de sombra a sombra, de una esquina a otra sin hacer el menor ruido.
Ver a Cedric correr me alegro sobremanera y me impulsó a seguir para reunirme con él en el exterior.

Aprovechando la oscuridad y os sentidos aguzados consiguieron eludir las patrullas que les perseguian. Sus rostros cambiaron cuando al acercarse a la enorme puerta que parecía estar cerrada, al notar que llegaban se abrío permitiendo que pudieran salir. la puerta en un momento se transformo en el enorme Golem que habian encontrado al llegar, una vez abierta espero a que ellos salieran para volverse a tomar la forma de la enorme puerta

Esta vez vencido por el pánico, Ikrit voló con toda la velocidad que le conferían sus alas coriáceas. Apenas distinguía las formas a su alrededor, sólo veía a sus compañeros corriendo a su lado. Se había agarrado a la camisa de Yalashad, intentando hacer que corriera más con sus escasas fuerzas.

Delante de ellos se extendia la hondanada por la que se habían acercado. Ahora recordaron que no habían caminado todo el camino si no que se habían transportado

Tenemos un grave problema - indicó el explorador sin dejar de mirar a sus espaldas, donde la puerta-golem había vuelto a cerrarse, dándole una ligera sensación de alivio, pues parecía que habían escapado - pero será mejor que hablemos de ello en cuanto nos hayamos alejado de aquí, pues no me gustaría tener que comenzar de nuevo a correr.

Dicho esto avanzó a buen paso, buscando un lugar seguro en el cual pudieran ocultarse y decidir qué podían hacer a continuación....suponía que ahora sus dotes innatas podrían servirle para algo, aunque fuera para encontrar una corriente de agua, pues se encontraba sediento.

Al salir por las puertas, miro con nostalgia todo lo que ha quedado atrás, los amigos caídos y aquellos de los que no sabemos nada.
Con lágrimas en los ojos, aparezco de la nada para abalanzarme sobre Cedric
sniff ¿qué ha pasado? sniff ¿dónde están los demás? ¿DONDEEEE? digo entre los pantalones del explorador, dando golpecitos con mis manos sobre su estómago

Aquella reacción no la había visto venir, aunque quizá debía haberla esperado, pues si los que habían dejado atrás, por unos motivos u otros, eran ya para el explorador grandes amigos, podía imaginarse la desesperación del pequeño mediano al no conocer el estado de Rogan, al cual conocía desde mucho más tiempo atrás que él mismo.

No te preocupes Yal, seguro que están bien - le respondió colocando las manos sobre sus hombros y agachándose para poder fijar sus ojos en los del acongojado pícaro - Rogan y los demás son fuertes, y sabrán mantenerse con vida.

Un aleteo atrajo su atención, y levantó la vista hacia Ikrit, el que fuera compañero de Eanor....el mago también era poderoso, y sin embargo había caído en el momento más inesperado. Pero no, no debía pensar en eso. Debía creer con convicción que antes o después sus caminos volverían a reunirse.

No hemos podido hacer otra cosa - continuó volviendo su atención hacia Yal - pero volveremos. Primero debemos conseguir algún tipo de armamento, y algunos voluntarios si es posible...entonces regresaremos aquí y no dejaremos piedra sobre piedra hasta encontrarlos, ¿de acuerdo?

Cuando estuvieron fuea de la ciudad pudieron oir la voz de una mujer en sus cabezas

! POR TODOS LOS DIOSES! Ya era hora no habia manera de encontraros, algo esta pasando será mejor que vengaisLa imagen de una mujer demacrada y emvejecida pero que todos ellos podian reconocer apareció ante ellos

Dadme la mano, rapido, hemos de salir de aqui, ya Por su expresión se la veía asustada, era evidente que estaba haciendo un esfuerzo tremendo por permanecer calmada

Por un momento, la voz que llegó hasta sus oídos, hizo que se encogiera su corazón, pensando que finalmente habían decidido seguir la persecución y les habían atrapado....pero no, aquella mujer demacrada, tan diferente a como la vieran poco tiempo antes, estaba allí para ayudarles.

Ikrit - llamó al pseudodragón - no te apartes de nosotros.

Y sin más preámbulos, tomó la mano de Yal entre una de las suyas, tendiendo la que le quedaba libre hacia la mujer.

Volviendo la cabeza, veo a la mujer. Confundido miro a Cedric y de nuevo a esa mujer
no podemos dejar a Ikrit digo antes de avanzar agarrado a la mano de Cedric

El pequeño dragón aleteaba, suspendido en el aire. Miraba hacia las puertas, ahora cerradas, como si esperase ver salir a los demás. Se volvió de nuevo hacia los rostros apremiantes y, con la cabeza gacha se posó en el brazo extendido de Yalashad.

Notaron una extraña sensacíon, como un cosquilleo seguido de una nausea y un mareo que parecía ir en aumento, el entorno que les rodeaba se desmaterializó y paso un tiempo indeterminado que a ellos les pareció una eternidad, cuando por fin volvieron a notar como se materializaban unas paredes a su alrededor, su expresiones se relajaron. Se sentían aún mareados pero estaban fuera de peligro.
El sitio donde se encontraban parecía la habitacion de una casa, había una cama de matrimonio, una pequeña mesa con dos sillas y un enorme baul. En la habitacion habian dos hombres, uno de ellos le reconocieron como al paladin que habían conocido al comienzo de esta pesadilla, el otro era un hombre musculoso, de mirada fria y potente musculatura