Partida Rol por web

Retorno

Capítulo 5. Veritaserum

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20/09/2014, 13:19
Jason Starks

- No entiendo como puedes ser tan ingenua.

Hacía un año Jason nunca te hubiera hablado de esa manera. Sabías que era así de despectivo y altanero con más gente de lo que se esperaba de un Hufflepuff, pero nunca se había permitido hacerlo con su propia hermana. Ignoró tu última pregunta por completo.

- Son los Grey y la Carrow quienes se han posicionado en contra del acercamiento muggle. ¿De verdad crees que las familias de dos de los cinco sangre pura asesinados en Hogwarts van a querer llegar a un acuerdo a base del diálogo? Moverán cielo y tierra para tener la cabeza de quien mató a sus hijos, y no me extrañaría que empezaran culpándonos a los hijos de muggles - apretó la mandíbula con tanta fuerza como su mano rodeaba el tenedor.

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20/09/2014, 13:50
Kate Starks

La mirada que Kate le echó a Jason fue de lo más expresiva. Lo fulminó de tal manera cuando la llamó ingenua y después continuó hablando de muertes y culpabilidad a hijos de muggles que a cualquier otro alumno de Hogwarts le hubiera parado los pies de inmediato. Dejó el canapé que tenía en la mano en el plato y muy seria contestó a su hermano:

- Lo primero, Jason, a mí no me hables así.- contestó con autoridad de hermana mayor y prefecta aunque no estuvieran en Hogwarts.- Y lo segundo, soy plenamente consciente de lo que ha sucedido, pasa y puede ocurrir, pero estamos en plena comida familiar y hablar sobre desgracias en Navidad no es para nada apropiado. Si quieres hablar sobre ello, te escucharé luego mientras me ayudas a fregar los platos. ¿De acuerdo?

¡Dos de las familias nobles se habían posicionado en contra del acercamiento muggle! ¿Pero cuándo? ¿Antes de que ocurrieran los ataques o después de ello? A pesar de la intriga que Kate tenía, no iba a continuar con una conversación de tal grado delante de sus padres que seguro que solo se habían quedado con la parte "cinco muertes" y " culpar a los hijos de muggles".

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20/09/2014, 12:12
Ryan Jackson

Aquella voz añadió un atisbo de esperanza a lo que prometía ser la velada más asquerosa del año. Por que la suma bajo el mismo techo de Isaac, sus padres, la ex-directora, su hijo el pederasta y los padres de mi mejor amigo muerto no arrojaba precisamente mucha luz a una noche tranquila y entretenida.

Aunque que yo recordara, esta jamás había sido una velada demasiado tranquila o entretenida, donde se discutía de política, movimientos financieros, el destino del mundo mágico y el proceder de todos los anteriores. Cuando me giré hacia James, pude ver aquel gesto cansado. No me pasó por alto las diferentes deficiencias con su normal caminar y eso, me llamó la atención.

La información que traía me llamó la atención. Dos familias tradicionalmente anti-muggles ahora habían radicalizado su postura, y se habían situado en la vanguardia para defender el no-acercamiento.

Mi rostro no varió excepto para dedicarle una corta sonrisa cargada de alegría al ver allí a mi tío, estrechándole la mano sin decir palabra alguna. Sabía que me alegraba de verlo, y aquella sonrisa y aquel gesto lo demostraban. Las palabras estaban de más en aquella ocasión.

Pero debía hablar con él.

Y aproveché aquel momento de silencio para analizar a los presentes. El primero de mi lista, el fracasado de Fisher. Debía analizar cada gesto y palabra que decía, y así, quizás, sabría de qué pie calzaba y si su repentina desaparición durante Halloween tenía algo que ver con lo allí sucedido.

Tras acabar con él, el turno estaba para sus padres. Me centré en su padre, estudiándolo con una mirada fría y analítica, sin tensar o contraer músculo alguno. Con aquella máscara tan mía, que no dejaba ver que sentía, o pensaba. No me dio tiempo a estudiar a la Señora Fisher, el aleteo de una lechuza hizo que alzara la vista justo para interceptar el paquete que caía.

Aquello me extrañó. Francamente, no esperaba paquete alguno, y fruncí el ceño, mientras abría la caja lentamente, y destapándola. La única persona que pudiera haberme enviado algo, o que al menos pensaba que pudiera querer enviarme algo fue Isabella. Pero estaba claro que ella no podía ser. Ni siquiera sabía si había recibido mi paquete. La única carta que había escrito en un tono más serio, donde se dejaba entrever el deseo de volver a verla y de que saliera de allí. Y todo junto a una simple foto mía, parecida a la que yo tenía de ella y me había hecho compañía estos últimos cuatro meses.

La visión de lo que allí había me heló la sangre. El corazón se me paró durante un par de segundos y quedé paralizado, sin poder moverme. Ahora solo quedaban tres colgantes. El mío, el de Isabella... y el de Rebecca.

Levanté la mirada. La primera persona en tener mi atención fue Cassandra Black. Después, en dirección a las escaleras que subían a la segunda planta, donde estaba mi dormitorio. Y por último, volví a mirar la caja, tomando el pergamino y leyéndolo.

Esta vez mi cara no varió lo más mínimo. Tensé ligeramente la mandíbula, arrugando el pergamino y dejándolo metido en la caja una vez más, cerrándola. Levanté la mirada, observando mi alrededor para decir una simple frase. - Debo comprobar una cosa. Si me disculpáis... - Añadí, dándome la vuelta y comenzando a subir las escaleras hacia mi habitación.

No pude evitarlo, hice mano de mi varita. Cada paso dejaba atrás las conversaciones, el ruido, la luz y la música para entrar en un lugar más frío, más oscuro y más silencioso. Mi habitación. Al abrir la puerta, apunté a ambos lados de la habitación, y me dirigí hasta el armario, para comprobar si aquella caja con aquel colgante seguía allí guardado.

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20/09/2014, 13:40
Berenice Blair

No le gustaba para nada aquella conversación, a pesar de saberla normal e incluso necesaria. Más que por el tema tratado por los silencios sin mencionar. Faye y ella misma, con su opinión más que conocida sobre el asunto. Y por fin aquella última cuestión que desvelaba por qué aquel tema era de tanto interés por su familia. La sangre, densa, se le agolpó en los oídos. Casi podía escuchar los pensamientos de todos los presentes, esperando una reacción por su parte, pero no les dio el gusto, siguió fría, estática en el sitio, siendo salvada por el débil batir de alas de las lechuzas que por lo visto, le traían regalos.

Notó un retortijón de estómago al observar los tres paquetes, más consciente de la mano en la rodilla de su padre que de otra cosa. Habían aplazado la conversación y tal vez incluso la decisión. ¿Querían saber su opinión? ¿querían mostrarse unidos? Bien, pues Vinny ya no tenía una opinión sobre aquel asunto. Ella había defendido el acercamiento hasta la muerte de su hermana, pero aquel asunto de estado había desaparecido de su mente con aquel asesinato a sangre fría. No culpaba a ninguno de los dos bandos en particular pero la idea de tales crímenes por defender una postura eran horribles. Posiblemente, ambos bandos eran igual de culpables, seguramente los dos tenían radicales que cometían tales actos horribles. O quizás algún tercero estaba aprovechando para aumentar la discordia como movimiento de distracción.

Abrió los regalos con evidente desgana, demasiado sumida en aquella antigua preocupación y sin ganas de festejar nada, por algo ella tampoco se había molestado en hacer regalos. Sabía que no debería sentirse molesta porque sus amigos sí le hubieran hecho, es más, debería sentirse agradecida de que pensaran en ella, no obstante en cierto modo pensaba que no eran capaces de ponerse en su situación y comprenderla.

Le sorprendió que uno de los regalos fuera de Kate. Un libro de hechizos y golosinas...Eran buenos regalos, aunque le sorprendía que la exhufflepuff hubiera pensado en ella. Más tarde, cuando se sintiera con ganas y tuviera tiempo, se lo agradecería.

El segundo de Isaac. Aquel por lo menos logró arrancarle una sonrisa. Era poco más que un trago de whisky de fuego, una broma, no un regalo en sí. Posiblemente un simple recordatorio. Una fuerte tentación de traicionarse a sí misma y darle cuenta en aquel preciso instante se adueñó de ella. Pero no lo hizo, simplemente lo dejó junto a los regalos de Kate, sumando un nuevo "gracias" a la lista de pendientes.

Y por último aquel presente que llevaba las iniciales de Ryan y que despertaba sentimientos encontrados en ella, así como el recuerdo del anillo que seguía en su cajita. A veces odiaba a Ryan, olvidaba su propio propósito de dejarle para recordar sólo que era otro de la lista de los que la habían rechazado, de los que se habían olvidado de ella en sus peores momentos. Otras veces sabía que no era así, que la quería y lo había hecho por ella. Pasó las páginas, ojeándolas sin demasiada atención, sin definirse entre el aborrecimiento y el anhelo. Finalmente dejó que el libro se cerrara con un golpe seco, decidiendo que aquella carta necesitaría ser pensada con más detenimiento, sobre todo porque no entendía que Ryan fuera explicando a los muggles cosas sobre su relación. No parecía demasiado propio de él.

Ahogó un suspiro y terminó por levantarse del lugar, sin tocar los regalos, teniendo la certeza de que segundos más tarde de que ella dejara la estancia se hallarían ya en su habitación y los papeles recogidos. Cuando entró al comedor cualquier alegría o desasosiego provocada por los regalos se había borrado de su faz, simplemente era aquella apariencia tranquila y hermética que había sustituido a su usual sonrisa.

Tomó asiento, dándose cuenta de la silla vacía que había a su lado y que parecían haber respetado. Sus ojos se cerraron durante apenas un instante, con el entrecejo crispándose en una amalgama de sentimientos, pero cuando devolvió su mirada a los integrantes de aquel fracaso de familia feliz parecía tranquila de nuevo.

Todos somos unos hipócritas. Fingiremos que esta es otra cena de Navidad como si Faye no faltara, hablaremos de política como si Andelin nunca me hubiera atacado, como si no supieran cuál es mi postura al respecto. Seguiremos jugando a las casitas, a la familia feliz, y cuando llegue el momento la casa Blair se posicionará, como todos esperan.

Se preguntó si sería cierta la intuición que tenía de que todos ahí estaban esperando su opinión al respecto, esperando que defendiera en firme el acercamiento muggle, con vehemencia, para darle motivos para contradecirla. No lo hizo. Si querían saber lo que pensaba, tendrían que preguntarle.

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20/09/2014, 16:52
Liam Nathiel

Las palabras de Robert calaron mas hondo de lo que quizás el mismo habria esperado. De repente, todo adquirió una nueva dimensión para mí, una nueva perspectiva que hizo que me replanteara varias cosas. Lo primero y principal, la relación con mi padre.

Desde siempre habia sido buena, desde luego, aunque últimamente me sacaba de quicio su afán por mantener al margen de todo. ¿No se daba cuenta de que la desinformación lejos de proteger, mataba? Sin embargo, tras la respuesta de Robert, llegue a la conclusión de algo: habia llegado el momento de hablar con mi padre, de igual a igual. Yo ya no era ningún crío, y no era solo por mi edad. Aquellos cuatro meses en Hogwarts se habian encargado de que dejara de serlo.

Sin embargo, no sólo era eso. Estaba además la segunda parte del discurso de Robert, aquella en la que me habló del mundo mágico, de cambios. La primera vez en la que cai en la cuenta de algo: cinco niños, cinco niños sangre pura, pertenecientes a familias influyentes. Todos habian dado por sentado que los malos eran los malos y los buenos eran los buenos pero, ¿y si las tornas habian cambiado? ¿Y si en esta ocasión los partidarios de la pureza de sangre se habian convertido en las victimas de todo? ¿Y si mi padre, con su politica de acercamiento, estaba detras de todo aquello? ¿No habia sido el quien habia conseguido que echaran al padre de Ryan? ¿No habia dicho Ryan que Isabella tenia ordenes de proteger, no de atacar? ¿Que estaba sucediendo?

Palideci, con aquellos dos paquetes entre las manos, incredulo. Tenia que hablar con Ryan y con Arianna, cuanto antes. Y con mi padre, y con Robert, si tenia oportunidad de volver a pillarlo, antes de marcharnos de alli.

Tiré el cigarrillo, igual que hiciera Robert, con los paquetes aun en mi mano. Y abri el primero, que contenia aquellas deliciosas galletas que la madre de Ari solia preparar siempre. Las observé, dando un bocado a una, arrancándome una sonrisa, pese a todo. Se habia acordado de mi, igual que yo me habia acordado de ella. Seguia estando ahi, como siempre habia estado y eso, en un momento como aquel, era lo más importante.

Y entonces mire el segundo paquete, haciendo mis propias apuestas. ¿Se habria acordado Kate de mi, como yo me habia acordado de ella? ¿De quien si no podia ser? ¿Vinny tal vez? Lo dudaba, llevaba casi dos meses sin saber nada de ella y suponia que seguiria enfadada conmigo, despues de lo del ultimo dia de colegio. No tenia muy claro quien podia haberse acordado tambien de mi, la verdad.

Entonces abri el paquete, y alce ambas cejas, con una expresion de absoluta sorpresa en el rostro, al ver lo que contenia el paquete: Un Mp3. Pero, si el objeto en si me habia sorprendido, la nota que lo acompañaba me dejo perplejo, haciendo que la sonrisa fuera creciendo poco a poco en mis labios.

Que cabrón...

Pensé, mientras veia que el remitente no era ni mas ni menos que Ryan. Ryan Jackson, el unico ser vivo capaz de llamarme paleto despues de haber hecho el esfuerzo de haber ido ni mas ni menos que a una tienda muggle y haberme comprado aquello, despues de haberse informado y todo. Ni mas ni menos que el mismo Ryan Jackson a quien todo lo muggle le provoca arcadas.

Saqué el Mp3 de la caja y lo observé, tras dejar los paquetes en la barandilla, cogiendo otra de las galletas de Ari. Estaban buenisimas. Y negué, sonriendo, tras leer la ultima parte de su mensaje, encendiendolo, comprobando que funcionaba. 

Me habia hecho ilusion que los dos se acordaran de mi. Y era la primera vez, desde que sucedio lo del bosque, que Ryan y yo habiamos vuelto a regalarnos algo el uno al otro. Algo que echaba de menos, no lo dudaré.

Asenti, guardando el Mp3 en mi bolsillo, y la caja en el paquete, intentando condensar papeles. Habia elegido bien a mis amigos. Al fin y al cabo, ellos dos eran los unicos que nunca, jamás, me habian fallado.

Y, con una media sonrisa mezcla de ilusion y satisfaccion, volvi a entrar en el salon, con el tarro de galletas en la mano. Y es aquellos dos regalos me ayudaron a darme cuenta de algo: fuera lo que fuera lo que estaba por venir, estaba preparado.

Y asi, pase de largo, junto a Lucas y Sarah, haciéndoles el mismo caso exactamente que me habian hecho ellos a mi hasta aquel momento, y me dirigi directamente hacia donde estaba mi padre, dispuesto a intentar a hablar con el, si tenia oportunidad.  Estaba dispuesto a cambiar de campo, a saltar al terreno de los adultos, a aquel en el que se juega de verdad.

Y esta vez le iba a costar mucho, mucho hacerme a un lado.

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20/09/2014, 17:36
June Flatter
Sólo para el director

June abrió los regalos con la ilusión de una niña, con todo el estrés acumulado durante el año en Hogwarts pensó que nunca jamás podría volver a sonreir, pero ahí estaba junto a Janeth compartiendo la mañana de Navidad. Cuando abrió el frasco de perfume que le mandaron sus padres una punzada de dolor se adueñó de la chica. June permaneció inmóvil acariciando el bote de cristal, por supuesto que echaba de menos a sus padres y sus hermano... desearía poder estar con ellos, pero si lo hacía no sólo pondría en peligro su vida sino la de ellos, y eso no lo podía permitir. 

La señorita Flatter forzó una sonrisa y aspiró el perfume, olía realmente bien, no era el perfume que solía utilizar pero tuvo que admitir que sus padres habían acertado con el cambio, era un perfume fresco y agradable. Se echó unas gotas en las muñecas y en el cuello.

- Huele muy bien mira- le tendió una muñeca a Janeth para que lo oliera- Pero oye... parece que a ti se te ha olvidado abrir esto...- le tendió una pequeña caja a su amiga. June no había tenido tiempo de hacer muchas cosas pero si que pudo conseguir comprarle un anillo de cerámica y madera como regalo de Navidad. Se lo tendió algo nerviosa preocupada por saber si sería de su agrado. Para los padres de Janeth como no los conocía lo suficiente se las apañó para prepararles un tronco de Navidad, con la receta que su madre le había enseñado. Les estaba muy agradecida por haberle acogido y deseaba poder ser capaz de recompensarle más adelante, pero de momento no tenía los suficientes medios para hacerlo

Notas de juego

Me sabe mal no regalarle nada... si me lo permites lo dejo así, sino modifico el post, podría haber conseguido escaparse un poco al callejón Diagon o realizarle el encargo a sus padres mediante una lechuza. Pero vamos que ya me dices ^^

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20/09/2014, 17:52
Narrador

Lo único que tocó tu mano fue el aire del hueco vacío. No había ninguna caja allí. De forma algo incoherente, volviste a pasar la mano para comprobar que no te estabas equivocando. Fue cuando rozaste el trozo de pergamino.

Nunca debemos olvidarnos de quienes somos.

Fuese quien fuese el que estaba detrás de esto, había entrado en tu casa, había cogido tu colgante y se había divertido enviándotelo de nuevo en una situación más que comprometida. Cuando oíste el siguiente aleteo todo tu cuerpo se puso en tensión. ¿Qué sería lo siguiente?

La tensión acumulada hicieron que te dejaras caer en tu cama. El nuevo paquete solo contenía un mechero 'zippo' y una nota.

 "Lo intenté. Te debo un carton de tabaco. Ven a por el si te atreves. Liam"

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20/09/2014, 18:30
Ryan Jackson

Pasé la mano de un lado a otro de la balda. En un principio, la idea de haberme equivocado, de que no estuviera allí hizo que no perdiera los nervios en un primer momento. Me paré, mirando a mi alrededor. En mi habitación, en mi templo, el orden era sagrado. Nada estaba fuera de su lugar, e incluso lo que estaba desordenado seguía cierto patrón lógico que ubicaba cada cosa en su lugar.

Miré estanterías, miré baldas, miré repisas.

No estaba, y mi vista volvió al armario, pasando la mano por la balda una vez más buscando con cierta desesperación, comprendiendo segundo a segundo, que aquel era mi colgante. No, me negaba a ello, me quería negar a ello, hasta que la yema de mis dedos tocaron algo. Un pergamino que saqué. Reconocí el papel, y fruncí el ceño. Sabía lo que aquello representaba, lo que quería decir. Me quedé sin aire durante unos segundos, centrando toda mi atención en que el pulso no me temblara.

No lo conseguí.

Y dejé la caja en su sitio, mientras abría el pergamino leyendo su contenido. La misma letra que la otra nota. La misma persona, la misma mano que había escrito y empuñado la pluma. Cerré la mano, doblando el pergamino y metiéndolo en la caja, cerrándola.

Habían estado allí. ¿Cuándo? En los últimos dos meses apenas me había movido de mi propia habitación, pero ahora me encontraba que habían estado allí, habían buscado mis cosas. ¿Cómo? Era imposible, estaba seguro que era imposible, y aun así había pasado.

¿Nunca debemos olvidarnos de quienes somos? ¿Qué cojones quiere decir eso?

Sentía el dolor en la palma de las manos de apretar, de la tensión acumulada. ¿En quien confiar? ¿A quién creer? Seguía jugando con la varita entre mis dedos, nervioso cuando me dejé caer en la cama, intentando pensar algo rápidamente. Y en aquel momento, entro una segunda lechuza con otro paquete. Mi cuerpo se tensó y apunté al animal con la varita. Miré la caja, sin tener claro si quería abrirla o no.

Durante varios segundos estuve mirando la caja, sin saber qué hacer. ¿Otra nota? ¿Otro mensaje? ¿Qué demonios quería decir todo aquello? Entonces, recordé las palabras de Ari, en las que me acusaba de enviarle notas con amenazas. ¿Notas como aquellas?

Entre todas aquellas preguntas, en todo aquel mar de dudas que ahora me asaltaban, algo acudió a mí, un fuerte latido de mi propio corazón que quería recordarme quien era yo, quien era Ryan Jackson, alguien que no dudaba. Que no temía. Y mi mirada se clavó en el paquete y mis manos en su tapa, arrancándola decidido a saber de qué se trataba.

¿Un mechero?

Cogí el mechero, frunciendo el ceño mientras lo miraba. Huele a paleto. Miré la caja, tomando la nota y leyéndola. Será gilipollas. Pensé en primer lugar, cabreado con el acojone inicial. Y solo era un paquete del paleto. Un regalo. En aquel momento hasta solté una sorda carcajadas mientras negaba y guardaba el mechero en uno de los bolsillos del pantalón.

Entonces miré la lechuza y antes de que se marchara, y a toda prisa, escribí una nota.

Ella ha estado aquí. Tened cuidado.

Metí la nota en un paquete de tabaco, junto a la última nota que había encontrado en mi armario. Él reconocería la letra. Y la até a la lechuza para luego dejarle marchar de vuelta hacia su dueño. La pregunta era ¿Y ahora qué? 

Y aquella pregunta solo tenía una respuesta: James Jackson.

Así que me arreglé después de estar tirado sobre la cama y salí al pasillo, con intención de llamar a mi tío.

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21/09/2014, 21:45
Jason Starks

Si tu autoridad había tenido impacto alguna vez en Jason, esa época había terminado. Tu hermano golpeó la mesa con fuerza al dejar los cubiertos. - No quiero que tú me escuches, Kate. Eso no hará que las cosas vuelvan a ser como antes.

Se quedó callado, como si se le acabase de formar un nudo en la garganta. Tenía la mandíbula en tensión y sus ojos luchaban por no dejar escapar las lágrimas que habían empezado a aparecer. - Lo siento - concluyó, mirando a vuestros padres. No te miró a ti. No tenía intención de disculparse contigo.

El resto de la cena fue normal, aunque no conseguisteis difuminar la sombra que había dejado las palabras de Jason. Te había molestado su actitud, aunque no te pasó inadvertido su intento por integrarse en la conversación. Después de comer ibais a disfrutar de una sesión de juegos de mesa familiar, como ya era tradición. Pero antes había que recoger y, como siempre que estábais ahí, debía aplicarse la norma: vuestros padres cocinaban y vosotros os encargabais de recoger.

Jason se levantó de la mesa en silencio, con la mirada puesta sobre los platos que iba recogiendo. Sin ni siquiera esperarte fue directo hacia la cocina. Estabas realmente molesta con él, y tan concentrada en lo que estabas a punto de decirle que la mano de tu padre sobre tu hombro te sobresaltó.

- No seas muy dura con él, cariño - el susurro fue acompañado de un beso en la mejilla. - Os esperamos en el comedor. Estás preciosa.

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21/09/2014, 22:11
Kate Starks

A Kate le dolía la mandíbula de tan fuerte que la estaba apretando desde el golpe de su hermano en la mesa. Si no le había gritado y correspondido con el mismo modo era porque para ella los modales eran importantes y como hermana mayor debía saber comportarse. Aunque eso no quitaba que estuviera realmente enfadada con él. ¡¿Pero quién se creía que era para hablarle de aquel modo?!

Justo cuando se iban a quedar a solas y ella podía darle una buena reprimenda y advertencia, sintió el contacto de la mano de su padre en el hombro. Le pedía que no fuera dura con él, ¿pero acaso no debía serlo alguien? Entendía que Jason estuviera resentido, enfadado, sediento de venganza; pero no podía permitir que se escudase en su pena para tratar así a las personas. No obstante, ¿qué lograría Kate?

Solo conseguiré que se vaya corriendo a su cuarto y estropee el día. Si es que no lo ha estropeado ya.

Suspiró, mirando a su padre directamente a los ojos.

- De acuerdo... pero es la única que le pasaré.- Accedió finalmente.

Recogió los platos y se acercó al fregadero donde Jason ya estaba fregando o a punto de ello. No le hacía ni pizca de gracia el tener que comportarse como era debido, pero todo fuera por mantener la paz en la familia.

- Deja. Ya me encargo yo de la limpieza hoy. Ayuda a mamá y papá con los preparativos de los juegos.- su tono no fue el más amistoso del mundo, pero tampoco fue el más duro que se le había podido escuchar a Katherine. Intentó no mostrar su molestia y enfado en sus palabras.- Tómalo como regalo de Navidad.

Aunque ya tienes tres, zopenco cabezota.

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21/09/2014, 22:32
Andelin Blair

La tensión extra solo se mantuvo mientras entrabas y te sentabas en tu correspondiente sitio. Una vez allí, cada miembro de tu familia empezó a actuar tal y como se esperaba de él, dando paso a la incomodidad que siempre había sido parte de tu familia desde el 'problema' con Andelin y que solo Faye era capaz de disipar.

- ¿Como van las cosas en el departamento, Constantin? - Tus padres siempre se llamaban por su nombre de pila. No tenías recuerdo de que hubiesen utilizado expresiones como 'cariño' o 'querido' salvo en contadas ocasiones. No te sorprendió que sacaran otro tema durante la comida, pero no pudiste evitar sentir cierto enfado. ¿Es que ahora iban a actuar como si no te hubiesen anticipado nada?

Estabais sentados en una gran mesa rectangular de madera robusta. Parecía enorme para vosotros cinco, aunque siempre había sido la destinada a las pequeñas celebraciones.

- Mejor, parece que han dejado de meternos presión desde arriba - en sus ojos se veía cierto alivio mezclado con el cansancio acumulado en las últimas semanas. - Pero no nos dejarán tranquilos hasta que entreguemos un culpable.

- Una carga más en la lista de pendientes del Ministerio - tu abuela no perdía oportunidad de sacar faltas a la nueva dirección del mundo mágico. Nunca se había llevado bien con Macnair. - No había tanta incompetencia en mi época.

- No había tantos problemas en tu época, Romy - el comentario no le había gustado ni un pelo pero no iba a darle a tu abuela la satisfacción de reaccionar ante él - Es muy fácil dirigir un Gobierno cuando recoges la cosecha de tantos años de paz.

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21/09/2014, 22:33
Narrador

- ¡Liam! - en la cara de tu padre apareció una sonrisa amplia al verte aparecer. Sus ojos estaban rodeados por unas marcadas ojeras que parecían resistirse a marchar. Hacía mucho tiempo que no dormía bien. - Venga chicos, sentaros que ha llegado la hora de comer.

Por la cara que tenía, William ya debía llevar un tiempo sentado en la mesa esperando a los demás. Era una copia adulta y extremadamente nerviosa de su hermano Lucas. Quizá le faltase la picardíam curiosidad innata y agilidad mental que tan repente podía llegar a hacer el pequeño de los Redmoon. Nunca lo habías echado de menos.

Os fuisteis sentando en la mesa mientras los adultos comenzaban a intercambiar sus primeras palabras. Si esa hubiese sido una Navidad normal la mesa ya se hubiese dividido en dos grupos de conversación. Pero, si así fuese, tú estaría sentado en el lugar de tu madre. No, esta no era una velada común.

- ¿Como ha sido volver a casa tras el cierre de Hogwarts, William? - tu madre era una grandísima persona pero el tacto nunca había estado entre sus cualidades.

- Intensa - aseguró el mayor de los Redmoon echándose a reír - Aunque no he tenido mucho tiempo. He estado buscando otro trabajo por lo que pueda pasar...

- No cerrarán Hogwarts - fue la voz de Lucas la que interrumpió a su hermano. Era la primera vez que le escuchabas desde que habíais llegado. - Es una institución demasiado importante en el mundo mágico como para clausurarla para siempre.

- Pero la opinión pública está metiendo mucha presión, hijo, y ya sabes la influencia que puede llegar a tener - Robert lo sabía muy bien. - En cualquier caso, a vosotros ya no os incumbe - continuó, mirandoos a los estudiantes. - Este año terminaréis vuestra formación y ya podréis continuar con vuestra carrera profesional.

- Siempre que no fuera quedaros en Hogwarts... - añadió William, con cierta resignación.

Notas de juego

               Julia      John       Lilian

Lucas                                                 William

Sarah                                                 Nadie

              Diane     Robert      Liam

 

Sarah no tiene padre, murió hace diez años.

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21/09/2014, 23:37
Janeth Smith

Janeth cogió el regalo con un brillo de curiosidad en sus ojos. Al ver su contenido en su cara se formó una amplia sonrisa. Cuando quisiste darte cuenta tenías a la chica encima tuyo rodeándote con los brazos.

- ¡Gracias! - te dio un beso en la mejilla y se separó a toda velocidad colocándose el anillo en uno de sus dedos. - Encaja perfectamente, ¿no te parece? - añadió, colocando su palma abierta frente a tus ojos.

No dio tiempo para más charla. Justo en ese momento los padres de Janeth os llamaron para comer. La mesa estaba preparada y todo tenía una pinta suculenta. Comenzaste a comer con cierta ansia. Habías tenido el estómago cerrado durante muchos días y apenas habías podido ingerir nada.

- ¿Pasa algo, cariño? - la señora Smith miraba a su marido con cierto aire preocupado.

- No... no es nada - comenzó el hombre, sin parecer del todo convencido. - Es solo que... las revueltas en el mundo mágico se están incrementando. Esta noche ha habido más detenidos... y las cosas no tienen pinta de mejorar. Las posturas ante el acercamiento muggle se están polarizando y ya hay varias familias nobles que se han posicionado en contra de él. Son las primeras... aunque se habla de que habrá más.

- ¿Quienes son esas familias? - preguntó Janeth con cierta ansiedad.

- Los Grey y los Carrow... dos de las familias que han sufrido la muerte de sus hijos - tragó con dificultad tras decir esas palabras. Los Smith también formaban parte de ese grupo. - Los rumores ahora se centran en qué posición tomará la familia Blair... pero nosotros seremos los siguientes. No nos dejarán estar tranquilos  hasta que no tomemos una decisión.

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21/09/2014, 23:46
Narrador

Cuando bajaste a la fiesta nada había cambiado pero, para ti, todo había sido recubierto con un halo de incertidumbre y desconfianza. Si cabía más en el lugar. No fue hasta que estuviste a apenas unos metros de tus padres cuando te diste cuenta de que sí que había algo diferente. Solo estaba allí uno de los gemelos, y no era precisamente al que tú querías encontrar.

Lo buscaste en la instancia con cierta ansiedad. No podía ser que se hubiese marchado, no en esos momentos. Fue entonces cuando viste como una sombra salía por una de los ventanales del salón. Daba hacia uno de los valcones que tenían acceso a la parte trasera de la casa. Estabas seguro de que era James, él nunca saldría por la puerta principal. No si podía evitarlo.

No te costó cruzar el salón. Lo hiciste ignorando todas las sonrisas, saludos y palabras que te dedicaron los presentes. Luego te tocaría volver y disculparte, pero eso ya sería después. Ahora tenías una misión más importante que cumplir.

Llegaste a tiempo. Todavía no había salido de la casa ni se había desvanecido. Estaba de pie, quieto y mirando hacia el cielo. Siempre había tenido ese lado excéntrico.

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21/09/2014, 23:44
Arianna Weasley

Arianna observa con curiosidad como Clarissa rechaza el vino, al contrario que el resto de su familia. Le maravilla lo poco que se parecen. Tomando un sorbo de la jarra de cerveza de mantequilla que se ha servido antes en la cocina, permanece atenta a las palabras de su padre. 

Fácil no es nada en esta vida- dice, algo alicaída pero dispuesta a seguir adelante con la conversación. Aquello que acaba de decir su padre sobre la supuesta relación entre lo que pasa en Hogwarts y en el Ministerio le interesa. Claro, si no hacen más que cargarse a gente de sangre muggle o implicada en las familias defensoras del movimiento. Este último pensamiento se ve cortado bruscamente por la siguiente afirmación de su padre. 

Espera, ¿qué?- exclama, completamente pillada por sorpresa.- Grey y Carrow...- La extrema apertura de sus ojos y su mandíbula caída reflejan su estupor. Si la familia Carrow iba en contra del movimiento y, si lo que había dicho su padre respecto a las familias Carrow y Black enfrentadas por tener posturas opuestas era cierto, sólo había una conclusión lógica...- Pero entonces...¿la familia Black apoya el movimiento?- Si aquello también era correcto, Ryan podía haber estado en lo cierto al defender a Isabella sin ninguna duda. 

En ese preciso momento, justo en lo más interesante de la conversación, dos lechuzas dejan sendos paquetes ante ella y una tercera se aleja a Clarissa. Imaginando que la de su prima será de Kate, abre el primero de sus paquetes. Estupefacta mira la firma de la nota que contiene. Después la lee atentamente, intentando encontrar algún ataque gratuito en ella. Sorprendentemente lo único que podría herirle es la referencia a su pelo. Todavía en estado de shock coge la jarra y la deposita junto a la suya, que todavía está llena de cerveza. Después de leer que le gusta la jarra, no piensa darle el placer de devolvérsela. La usará y luego si eso le preguntará si la quiere. Seguro que no se atreve a tocarla, del asco de que haya pasado por manos semi-muggles. 

Sin comentar nada, coge el segundo paquete, mucho más ligero, y su contenido le hace sonreír. Qué monos estábamos., piensa al ver sus rostros despreocupados. Casi no puede creerse que solo hayan pasado unos meses desde que se hicieran esa foto. 

Por último se vuelve hacia Clarissa.

¿Es de Kate?- Desde que la cena ha empezado su prima se ha mantenido muy callada. Quizás le alivie hablar de aspectos triviales como son los regalos de Navidad. 

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21/09/2014, 23:51
Berenice Blair

Cortar, pinchar, masticar. Que bueno está esto. Coger la copa, dar un trago. ¿Vino negro? ¿cuál es? Delicioso. ¿Me pasas la salsa? No, esa no, la de arándanos.

Esa era la pantomima sin palabras que todos actuaban en torno aquella mesa sobrecargada de alimentos teniendo en cuenta que sólo tenía a cinco componentes sentados a su alrededor. Y, por supuesto, la conversación verbal estaba puesta en el trabajo y en la política sólo que habían evitado de forma nada elegante el tema que teóricamente habían aplazado. Vinny mantuvo la cara hermética cual muñeca, sintiendo que alguien movía los hilos que la llevaban a ejecutar cada gesto de aquella función. Sólo le faltaba ladear la cabeza, sonreír de forma vacía y parpadear numerosas veces.

Sabía que estaba demasiado irritable últimamente y que estar en su casa no la estaba beneficiando en absoluto. Había fantaseado muchísimas veces con irse pero lo que hacía unos meses se le había antojado como una gran aventura ahora la llenaba de cierto regusto amargo. Había pensado en marcharse desde que volvió pero una parte de ella sabía que hubiera sido mucho peor estar sola, sin que la presencia de nadie la obligara a afrontar el día a día diario. Aunque posiblemente empezaba a ser el momento de marcharse, evitar que sus "ataques" se hicieran cada vez más frecuentes. Dejar de contenerse cada vez que escuchaba la superficialidad que amagaban las palabras de sus padres a costa de ocultar todo lo demás que era en realidad importante en su vida.

No se había dado cuenta de la fuerza que estaba haciendo hasta que su cuchillo chirrió sobre el plazo en un desagradable sonido que le hizo amagar una mueca. Alzó las cejas con gesto de sorpresa.

- Ah, perdón - se disculpó con vaguedad antes de dirigir la mirada hacia su padre -. ¿Qué dices que ha pasado en tu departamento? ¿Acaso creen que un licántropo ha hecho...qué se supone que ha hecho exactamente?

Empezaba a darse cuenta de que su desinformación actual era terriblemente enojosa.

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22/09/2014, 00:52
Liam Nathiel

La intención de hablar con mi padre murió, en el mismo momento en el que, no se aún como, acabé sentado a aquella mesa. Ni que decir tiene que no me apetecia estar alli aunque al menos mi madre habia tenido las luces suficientes de no sentarme al lado de Lucas y Sarah. Sin embargo, para lo que no tuvo las luces suficientes fue para mantener el tema de Hogwarts a un lado.

Pronto todos comenzaron a dar su opinion al respecto sobre motivos, reaperturas, y cualquier otra cosa relacionada con el hecho de que ya no estabamos en el colegio. Me mantuve en silencio, con la mirada fija en mi plato, en un claro gesto que dejaba más que claro a mi padre que no quería estar alli. No, no me sentía comodo. No era aquello lo que queria.

Sin embargo, algo en medio de todo aquel discurso hizo que alzara finalmente la mirada. Estaba cansado de estupideces, de escuchar tonterias que no importaban a nadie. ¿Que mas da que cerraran Hogwarts en el futuro o no? Lo importante era que, a dia de hoy, nos habian jodido bien a todos y habian puesto en peligro nuestra seguridad. No, aquello no hacia mas que indignarme mas, con solo pensar en el hecho de que justo cuando parecia que estabamos a punto de dar un paso mas para encontrar al culpable, todo se habia ido al garete. Fue la respuesta de Robert la que una vez mas hizo que mi atencion se despertara, centrandose en el- Terminar nuestra formacion... ¿Como? ¿Y donde? Llevamos dos meses mirando al techo. Y, si la cosa esta tan jodida y tan dividida como decis, no creo que lo mejor sea tenernos aqui, indefensos, y sin aprender cosas que sean realmente útiles para lo que esta por venir. - dije, paseando mi mirada por los presentes, centrándola principalmente en los adultos, de los que esperaba una respuesta.

Estaba cansado de que me hicieran a un lado, de que no se contara conmigo para nada. De que mi padre no me respetara como a un igual. Y estaba determinado a que todo aquello cambiara, en aquel momento, en aquel lugar.

¿Que tenia que perder?

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22/09/2014, 10:19
Mathew Trial

Aparté el regalo a un lado y esperé a que tuviera oportunidad de abrirlo. Estaba intrigado, pero la reacción de mi tío me imponía el suficiente respeto como para no intentarlo. Aunque el paquete fuese de Kate. Pese a tener miedo de que me tomase por tonto, no pude evitar preguntar.

¿Cree que los ataques del colegio tienen relación con las manifestaciones? No había réplica en el tono, era simple curiosidad. Podría ser y podría no ser, aunque nuestros últimos indicios apuntaban a algo más personal. Rebecca, Lucas... Aún así siempre estaba bien escuchar otras opiniones... Aunque fuesen del indeseable de mi tío. Barajamos esa posibilidad, pero entre los que sufrieron los ataques hubo magos de todo tipo. No fuimos capaces de encontrar un patrón claro.

Me preocupó también lo de que la calles no fuesen un lugar seguro. ¿Tal vez estaba exagerando? No lo sabía. Por cosas como aquellas estaba en contra del acercamiento. No podría traer nada bueno.

Notas de juego

Me gustaría saber lo que he ido sabiendo en el mundo mágico de manifestaciones y así ^^

P.D.: sorry no haber estado disponible, eran fiestas de mi pueblo.

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22/09/2014, 13:10
Ian Muller

- Barajamos quienes, ¿vosotros? ¿Es que os creéis aurores o periodistas? - la risa que soltó tu tio fue atronadora.

- La cuestión, primo, no es si están o no relacionados los ataques. Es lo que la gente cree - fue tu primo el que te dio la respuesta. - No se ha conseguido encontrar los motivos de las muertes en Hogwarts, aunque te equivocas en una cosa - continuó, con aire pensativo - sí que hay un patrón en todas ellas.

De repente nadie comía y todos miraban a tu Ian. Incluso tu tío.

- Todos los alumnos muertos son de las familias nobles más antiguas del mundo mágico - concluyó al fin. A pesar de la tragedia que eso suponía, haber desvelado el 'secreto' permitió que los presentes retomaran la comida donde la habían dejado. - Como digo, no se conocen los motivos, pero eso no ha importado para que la opinión pública haya asociado los ataques directamente con el acercamiento muggle - no te pasó desapercibido la mirada que echó a su padre. Era el subdirector de El Profeta, una influencia directa en la opinión de los magos.

- Esta noche no solo ha habido manifestaciones. Dos de las familias más poderosas, los Grey y los Carrow, se han posicionado en contra del acercamiento muggle. Por fin existe una liderazgo claro en la oposición a los planes del Ministerio. Y eso no puede traer nada bueno.

Notas de juego

Don't worry, después del sábado por la mañana solo posteé ayer por la noche (vamos, que hice una actualización en todo el finde, porque estuve en otras cosas). Ahora por la mañana te posteo a ti y a Arianna y ya estáis al día de rondas con los otros. Por la noche volveré a hacer una ronda porque me han contestado la mayoría ya.

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22/09/2014, 13:42
Mathew Trial

No respondí a mi tío. Tragué saliva para tranquilizarme y no dejar que la risa de Jason me afectase. No merecía la pena y no iba a darle ese gusto.

Podía palpar la tensión que había en la comida. Las noticias eran malas, desde luego, pero algo en mí me decía que había parte de bueno en ellas. Nada bueno podía venir del acercamiento muggle, eso había quedado claro años atrás. Tal vez si la oposición era lo suficientemente fuerte el ministerio podría dar marcha atrás con el loco plan.

Era algo inevitable. Me atreví a decir. No me gustaba hablar sobre aquel tema, así que decidí mantener una actitud neutral para ver las reacciones de los demás. Una decisión tan importante y contundente como la del acercamiento iba a causar revuelo. Era cuestión de tiempo que algo así ocurriese. Si no hubiera sido por lo ocurrido en Hogwarts, habría sido por cualquier otro motivo.