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Rippers: Cazadores de monstruos

Episodio 2 - El Ripper Desaparecido

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07/05/2019, 08:01
Alexander Smith "Alex"

Había que mover piedras, y Alexander no era uno de los que se echaba atrás. Se acercó a Seamus y tiro con todas sus fuerzas... para nada. Su cara pasó por todos los colores del arcoiris, acabando en el blanco, pero había cosas que el boxeador era incapaz de hacer, aunque eso el no lo sabía. El boxeador era terco como una mula, y no había nada que no pudiese hacer por lo que volvió a agacharse y nuevamente, tiró con todas sus fuerzas.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

DEjo dos tiradas hechas ya por si las moscas, pero no se si sería en un segundo turno. Y creedme que Alexander no va a parar hasta que mueva las puñeteras rocas, exceso de confianza lo llaman

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07/05/2019, 10:39
Sir Anthony Sutton III

Sutton aún recordaba lo aburridas que habían sido aquellas tardes en que la Condesa de Rufford le había invitado a ver cómo se levantaba el palacete con vistas al mar que se estaba construyendo en Newhaven.

Por suerte, se habían alojado en una de las propiedades de la familia en Brighton, a escasas diez millas de allí, y las veladas nocturnas habían sido más entretenidas.

Sin saber cómo lo hacía, el noble inglés tenía una capacidad sorprendente para recordar datos pese a no estar prestando atención y aún resonaban en su cabeza las palabras de aquel pobre arquitecto que trataba de caer en gracia a la Condesa mientras le explicaba los pasos que habían dado durante la construcción.

No, no, querido, hay que doblar las rodillas y mantener la espalda recta, si no el trabajo es en balde... - comentaba apoyado sobre su bastón mientras Seamus trataba de mover una enorme roca él solo.

Pero usando una rama como punto de apoyo y comenzando por esa zona, el peso estructural puede provocar un ligero derrumbe en nuestro favor al llevarse parte de la base, ¿no está de acuerdo? - tendió su petaca a Alexander, quien estaba deslomándose y seguramente necesitaba un ligero punch para continuar la tarea.

- Tiradas (1)
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07/05/2019, 12:38
Francis Douglas

Francis observo la envergadura de aquellas piedras, era improbable que alguien fuera capaz de moverla sino era con varios buenos brazos. Dudaba incluso que aquello fuera posible. A pesar de ello ayudo en lo que pudo.

Sintió como su cuerpo se tensaba y como este le pegaba un latigazo cuando dejaron de hacer esfuerzo al unísono.

Son demasiado grandes—. Susurro entre bocanadas de aire mientras se golpeaba las lumbares con muecas de dolor—. Esto es imposible para un humano joder.

- Tiradas (1)
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07/05/2019, 15:20
Dra. Eilish McBride

La irlandesa esperó a ver qué realizaban cada uno de los "hombres" de su grupo. Ella recordaba que en una de sus asignaturas había estudiado cómo aprovechar la gravedad y los centros de inercia de los objetos para ponerlos en movimiento. Prestó atención a Sutton como si de uno de sus profesores se tratase y, buscando y seleccionando unas rocas las colocó en la posición adecuada  para que resultase más fácil moverlas. Sutton le indicó claramente el punto perfecto para ejercer su empuje y ella no iba a ser menos. 

Eilish acomodó su mano izquierda y su brazo derecho levantando su cuerpo hacia arriba para obligar a la roca a rodar contra la estructura que habían preparado y así desestabilizarla y hacerla caer. 

Al igual que sus compañeros, el esfuerzo la hizo ponerse de un color intenso carmesí mientras el brazo le pedía que cejase en su empeño.

- Tiradas (1)
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07/05/2019, 23:04
Narrador

Aquello parecía imposible, y sin embargo había varias señales que indicaban que sí, que aquellas enormes rocas habían sido movidas por algo o por alguien. Quizás subestimando la tarea, Seamus intentó empujar la roca el solo y no tardó en descubrir que se había equivocado en su cálculo.

Sir Sutton, mientras tanto, estudiaba la forma y posición de las rocas, el ángulo y los posibles puntos de apoyo. Acostumbrado a ver las tareas desde lejos, mientras son otros quienes las realizan, decidió explicar a sus compañeros como realizaría él aquel trabajo, sin predicar con el ejemplo.

Tanto Alex como Francis se pusieron entonces a empujar con todas sus fuerzas, tratando de hacer caso a las explicaciones de su noble compañero. Pero no fue hasta que la doctora McBride, después de haber escuchado con atención y comprendido las instrucciones de Anthony, tratara de ayudar a volcar el pedrusco, que este cayo. Primero lentamente, para al final derrumbarse con un sonoro ruido que, al menos así lo creyeron, debía de haberse podido oír en varios kilómetros a la redonda.

Pero el esfuerzo fue alto para alguien no acostumbrado a los ejercicios físicos, y Eilish sintió un latigazo de dolor en la espalda. Espero que no fuera una hernia, pero tendría que dejárselo mirar cuanto antes por algún médico.

Cuando la irlandesa dejo de frotarse la espalda, esperando aliviar el dolor, miró los rostros de sus compañeros y, extrañada por sus bocas abiertas, las cuales formaban una perfecta O de sorpresa, se giró para poder ver ella también aquello que tanto les había impresionado.

En el lugar donde hasta hace apenas unos pocos segundos se levantaba la roca que habían volcado, se encontraba ahora un hueco capaz de dejar paso a un hombre adulto. No tenían claro si se trataba de una entrada natural, un capricho de la naturaleza, o si los seres humanos habían contribuido a crearla, pero parecía obvio que había sido usada por éstos. Y probablemente no hacía mucho de esto.

Una monstruosa oscuridad les devolvía la mirada desde aquel hueco en la pared rocosa. No podían saber el tamaño del túnel que allí nacía, ni hasta donde llegaba, pero un soplo de aire fresco, con cierto sabor salino, les golpeaba repetidamente las caras.

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08/05/2019, 01:14
Seamus McBride

Seamus se había tirado en un plantón de hierba rala después de intentar empujar la roca con todas sus fuerzas y dejó que el grandullón y el polizonte se encargaran. Lo mejor fue a Sutton dando lecciones, ahí apoyado en su bastón cumpliendo con su papel de noble a la perfección. Podéis intentarlo lo que queráis, pero esa roca nosAH NO, ESO NO

Eilish se había acercado, se había arremangado para dejar al aire sus pálidos brazos y se estaba disponiendo a colocar una piedra sobre otra, para luego empujar— A ver, Lissie, que te vas a hacer daño. Esto es trabajo de hom...

Las rocas cayeron una tras otra, desplomándose como un castillo de naipes ante sus ojos, montando un alboroto que dejó al irlandés boquiabierto y con el ceño fruncido. Había hecho un trabajo de puta madre, las cosas como son, pero tampoco se lo iba a reconocer. Se acercó a su hermana y negó ante ella con los brazos cruzados —Si es que... ahora te has hecho daño. ¿Quién te manda? Anda, descansa un rato que voy a ver si monto algo para que podamos ver por dónde andamos.

Porque esa cueva tenía pinta de ser profunda y oscura, y lo último que necesitaban era ir a ciegas, tropezar con algo y romperse la crisma. El irlandés primero se acercó a la boca y echó un vistazo a ver si había un candil o una antorcha — si alguien iba y venía por allí, imaginaba que dejaban en la entrada una fuente de luz — y si no, bueno, tendría que inventar algo.

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08/05/2019, 16:32
Francis Douglas

Aunque siempre había sabido que su constitución no dejaba mucho que desear, no pudo evitar que una parte de su orgullo recibiera un gran golpe cuando la irlandesa mostró incluso ser mas dura que él.

Suerte que traje una linterna—. Pensó el joven investigador mientras habría su mochila y la extraía.

Mientras limpiaba las gotas de sudor que comenzaban a formarse en su frente a causa del esfuerzo, se acercó a la entrada, encendió la linterna y observó su interior. Primero observo sus paredes, los agarre y la pendiente, para posteriormente fijarse en posibles trampas. Dudaba que existiera alguna, después de todo las pesadas piedras ya eran suficiente traba; sin embargo nunca sobraba ser precavido.

Notas de juego

Copio y pego el post que escribí el di anterior dentro del juego: 

Después cogió su mochila y metió: Un buen puñado de balas, tanto de plomo como de hierro frío, un espejo de mano, sus esposas, linterna, dos frascos de aceite, un frasco de agua bendita y la pistola.

Los frascos de aceite los tiene Alexander. Que la verdad no se si se los dejo en la taberna o los tiene en la mochila xD

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09/05/2019, 00:10
Alexander Smith "Alex"

El boxeador no pudo evitar sentirse avergonzado cuando, tras todos sus esfuerzos, finalmente fuera Eilish la que despejase el camino de rocas, pero lo importante era que ya estaba abierto.

Alexander asomço la cabeza para encontrarse con una inmensa oscuridad, pero gracias a Francis, esa oscuridad pronto desapareció

- Gracias - dijo a su compañero - Parece que tienes mejor cabeza que yo - y con un cuchillo en cada mano, se situó al lado del detective para iniciar la marcha

 

 

Notas de juego

Alexander ha cogido los cuchillos y dando gracias...

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09/05/2019, 09:59
Sir Anthony Sutton III

Suttón aplaudió la atención que la doctora había prestado a sus indicaciones y como los esfuerzosde la irlandesa había fructificado en la apertura de aquel pasadizo.

Sutton ya se estaba temiendo que iban a tener que utilizar el licor de su petaca para improvisar la que seguramente sería la antorcha más cara del mundo cuando el bueno de Douglas sacó una linterna de sus pertencias y la prendió.

Hombre previsor, vale por dos. - alabó la cautela que había tenido su compañero en salir preparado aquella mañana y dejó que el resto entrara para cerrar la comitiva.

Querida... - mostró su preocupación por los signos de molestias de Eilish ofreciéndole su petaca como reconfortante.

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09/05/2019, 23:57
Dra. Eilish McBride

Había conseguido que aquello funcionase y no sin un coste. Justo cuando las piedras comenzaron a caer un intenso dolor se posicionó en la zona lumbar obligándola a erguirse muy despacio mientras se frotaba la zona -Trabajo de hombres... a mí... -  dijo en tono ronco y malhumorado como respuesta a su hermano. 

Miró la apertura y quedó impresionada, pues nadie hubiese dicho momentos antes que esa enorme apertura pudiese estar ahí.

Volvió a mirar a su hermano haciéndole un mohín - De nada. ¿Eh, caballeros? - ninguno había tenido la cortesía de felicitarle por tamaña hazaña - Anda sí, te cambio el puesto que ya has descansado suficiente - mostrándose claramente descontenta con la condescendencia mostrada por el irlandés. 

 - Gracias, señor Sutton - y cogiendo la petaca que le había ofrecido le dio un buen trago. Fue reconfortante notar el calor del alcohol repartiéndose por todo su cuerpo. Mantuvo su cuerpo pegado a la piedra obligándose a a curvar su espalda hacia atrás para intentar recuperar cierta movilidad.

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10/05/2019, 21:41
Narrador

Echaron un vistazo a la entrada que habían dejado visible tras la monumental hazaña de desplazar la enorme piedra. Seamus, como esperaba, encontró una linterna que colgaba de un gran clavo en uno de los laterales del pasillo rocoso. Con su mechero, el irlandés encendió su candil de aceite y luego la lámpara del equipo que, previsor, había llevado el detective consigo.

Armados con la luz de las dos linternas contra la oscuridad del corredor abierto en la roca, los cinco Rippers se animaron a adentrarse en su interior. El túnel había sido excavado por la mano del hombre, si no en su totalidad al menos en gran parte. Era de gran altura y su anchura permitía avanzar por él incluso por parejas.

A pesar de la amplitud del pasillo, la roca alrededor estaba húmeda y el piso resultaba resbaladizo. Por ello tuvieron que avanzar midiendo cada paso para no patinar y caer, llevándose cuando menos algún hematoma de recuerdo.

Siguieron caminando con extremo cuidado, haciendo que la marcha resultara algo tediosa. No veían más allá de unos cuantos pasos por delante de ellos y las sombras bailaban a su alrededor, desapareciendo al acercarse la luz del fuego y volviendo a aparecer poco más tarde tras ellos. Ráfagas de aire golpeaban sus rostros de manera regular, con una cadencia casi cíclica.

Unos diez a quince minutos más tarde, cuando menos se lo esperaban, el corredor excavado en la roca se abrió en una cámara de enormes dimensiones. El centro de la caverna, que debía tener al menos diez metros de altura, era una piscina de agua natural. Su superficie estaba agitada, no dejaba de moverse en forma de olas. Algunas de ellas chocaban con las rocas con tanta fuerza, que podrían salpicar de los pies a la cabeza a algún descuidado que se acercara demasiado al borde.

El suelo de piedra donde se encontraban parecía la orilla de una playa pétrea. Frente a ellos, a una distancia difícil de identificar, podían distinguir otra explanada de roca. A su izquierda, una abertura en la pared de la cueva permitía la entrada del agua del mar y de la luz del día.

Sin tener que nadar, no había manera de alcanzar el otro lado de la caverna desde donde estaban. Pero podían ver estanterías, repletas de objetos difíciles de identificar, apoyadas contra las paredes de la gruta. Algunas mesas, sillas y cajas, posiblemente de madera, eran también parte de un mobiliario estrambótico.

Algo parecido a una abertura se abría además en la pared del fondo. Si había alguien ocultó más allá, era algo que no lograban determinar desde su lado de la caverna.

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11/05/2019, 20:22
Seamus McBride

No se había fijado en que Francis había traído su propia linterna hasta que no encendió la que acababa de encontrar. Linterna nueva, gracias paletos —Vale,  yo voy primero por si hay alguien esperando —y emprendió el descenso, cuchillo en mano. Sabía bien lo que podía pasar en un callejón estrecho y qué mejor que una hoja bien afilada para cualquier imprevisto.

El descenso, aunque breve, se le hizo tremendamente largo al irlandés porque no sabía cuánto iban a llegar al final. Así que cuando encontraron aquella cámara excavada en la roca que a todas luces era un lugar donde guardar mercancía robada o contrabando, respiró aliviado y se acercó hacia la entrada de agua hasta que las primeras salpicaduras le hicieron cambiar de opinión. No soltó la linterna, cuya luz intentaba apuñalar sin éxito las sombras del fondo. Guardó la daga y se aseguró que las gemelas estaban listas para bailar por si se aproximaba un visitante inesperado.

Los tipos de arriba no estaban mojados, y no hemos visto ningún bote salir de aquí, así que deberían tener una forma de cruzar al otro ladoPor no hablar que si yo hubiera montado este sitio, no obligaría a mis muchachos a mojarse el culo para ir de aquí para allá. Tiene que haber una pasarela por alguna parte.

- Tiradas (1)
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13/05/2019, 10:42
Sir Anthony Sutton III

Sutton tomó la última posición en la comitiva que descendía por aquel pasillo, iluminados tanto por el hallazgo de Seamus como por la previsión de Douglas, preocupado de que la doctora no sufriera una caída en el camino por culpa del dolor por haber movido las rocas.

Tan pronto llegaron abajo y se hicieron una idea de lo que había ante ellos, sonrió al saberse en lo cierto sobre las cuevas de ladrones y contrabandistas.

O quizá al bajar la marea, una ruta quede disponible... - sugirió el noble ante la suposición del irlandés. - También es posible que a quien esperaran llegara por mar y detuviese su embarcación en este lado, quedando el otro extremo para su privacidad.

Según sus calculos, ambas ideas necesitaban del paso de varias horas para comprobar si eran viables, algo que estaba seguro ninguno de ellos deseaba.

Salvo que podamos calcular qué zona en la superficie corresponde con aquella salida - señaló con el bastón la zona donde una abertura se abría además en la pared del fondo - y tratemos de localizar una segunda entrada...

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13/05/2019, 23:05
Dra. Eilish McBride

La doctora no se encontraba lo suficientemente bien para enfrentarse a las piedras resbaladizas ni a la posibilidad de quedar empapada con las frías aguas oceánicas. Aún así siguió al grupo por delante de Sutton avanzando con mucho cuidado de no pisar una zona demasiado lisa.

Al llegar a la cueva pudieron observar la apertura que habían visto desde arriba desde otra perspectiva. - Menuda equivocación hubiese sido intentar descender desde el exterior por la roca - dijo mirando fijamente la apertura por la cual el agua hacía sus intentos de llegar hasta ellos.

Al escuchar a su hermano se volvió para calcular todas las posibilidades de llegar al otro lado.

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13/05/2019, 23:42
Alexander Smith "Alex"

El boxeador entró a la caverna detrás de Francis y Seamus, lo mejor era llevar las luce delante para ver lo que tenían por delante. Tras un buen rato caminado, llegaron a lo que parecía ser la zona de entrada por mar a la caverna, con una gran piscina en el centro de la misma

-No ,si al final tendremos que mojarnos el culo -

Alexander se acercó junto con el irlandés a la orilla de aquella piscina natural, con toda intención de llegar al otro lado a nado, pero la primera ola que le cayó encima, le hizo cambiar de opinión

- Tal como dices, tiene que haber alguna forma de llegar al otro lado, cualquiera que ose meterse ahí dentro, es hombre muerto - Y junto con sus compañeros se puso a buscar la forma de llegar al otro lado

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14/05/2019, 18:15
Francis Douglas

Francis observo la caverna con aire pensativo mientras escuchaba las palabras de sus compañeros. Sin lugar a dudas iban por buen camino.

Si los hombres de antes acababan de entrar a este lugar la opción de la marea queda descartada ya que no estaban mojados. Eso nos dejaría la posibilidad de un tercero con una embarcación propia u otro tipo de acceso—. Aquella situación le desconcertaba, algo que le recordaba a los crímenes que investigaba antes de que su vida cambiara—. Puede que haya alguna pasarela oculta o incluso…

Las palabras del joven investigador murieron cuando una idea algo extravagante cruzo por su cabeza. ¿Y si hubiera un bote oculto bajo el agua? El mar revuelto podría dificultar su avistamiento. Aunque el agua debía de estar fría sus ansias de verdad dejaron aquella incomodidad de lado y se acercó a la orilla dispuesto a mirar en sus inmediaciones.

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14/05/2019, 22:02
Narrador

No les quedó ninguna duda. Aquella caverna estaba siendo usada para algún tipo de actividad, con seguridad ilegal, por un grupo de ¿personas? Después de las experiencias que habían tenido durante los últimos meses, no podían estar seguros de estar viéndoselas con seres humanos. Lo que tenían más claro, es que el grupo de paletos escoceses con aires de matones tenían que ver de alguna manera con lo que estaba pasando allí. No podía ser simplemente una casualidad que se hubieran encontrado en la zona

No perdieron el tiempo en elucubraciones. El grupo era más pragmático y en seguida se puso a buscar algún tipo de medio para pasar al otro lado de la cueva. Mientras Sir Sutton les explicaba distintas posibilidades para cruzar, todas ellas pendientes de que la marea bajara, el resto buscó de manera activa los medios que suponían usaban los matones para ir hasta la otra orilla.

Seamus y Alexander descubrieron unas argollas fijas en la pared rocosa del otro lado y no dudaron de su uso. Con seguridad los visitantes de aquella caverna sujetaban a ellas las barcas con las que debían de aproximarse por mar.

Eilish y Francis, por su parte, dedicaron su atención a la orilla en la que se encontraban. El detective había leído la obra de Jules Verne y sabía de naves submarinas. Era literatura de aventuras, nada a tomar en serio, pero Francis ya no sabía con seguridad que parte podía ser fantasía y que parte se basaba en la realidad. Su búsqueda bajo aguan no dio los resultados esperados, pero descubrió zonas rocosas bajo la superficie del agua que no parecían ser demasiado profundas.

La irlandesa siguió con la mirada el hallazgo del detective y no solo confirmó la existencia de esa pequeña planicie, si no que estaba convencida de que llegaba hasta la otra orilla.

Ambos descubrimientos confirmaban las teorías del noble. Una vez la marea hubiera bajado, parecía ser posible alcanzar la otra ribera, pero todo indicaba que con la pleamar aquello se convertía en una tarea casi imposible, cuando menos peligrosa.

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16/05/2019, 10:08
Sir Anthony Sutton III

Una vez que sus compañeros habían corroborado su suposición gracias a varios hallazgos visuales, el noble se acercó precavidamente al borde.

Introdujo el bastón varias veces en el agua, raspando el borde de la superficie y comprobando si sacaba verdín en cada una de ellas, ya que de esa forma podría calcular hasta que punto y a qué velocidad bajaba la marea.

Por contra, se vio incapaz de calcular el tiempo que haría falta esperar ya que aquellas condiciones lumínicas y el continuo golpear de las olas le imposibilitaba calcular cuánto tendría que descender la marea para facilitarse el paso.

Parece que tendremos que esperar... - fue lo único que dijo claramente contrariado.

- Tiradas (2)
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16/05/2019, 10:18
Seamus McBride

Así que allí estaban, con un puñado de cosas útiles que con suerte podrían arrojar algo de luz en el misterio de la desaparición del Ripper — que para eso estaban allí, en vez de estar buscando escondites de contrabandistas — y sólo pudiendo esperar de brazos cruzados para llegar al otro lado. Si por Seamus fuera, cogería una cuerda, la usaría para atarla en los aldabones donde enganchaban las barcas y cruzaría al otro lado. Pero por supuesto, no tenían algo así a mano.

- Tiradas (3)
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16/05/2019, 21:36
Dra. Eilish McBride

Aunque se había criado cerca de la costa, para Eilish todo el asunto de la pesca y el mar se le antojaba desconocido. Ella era una mujer de avances científicos. Se acercó a Sutton mientras introducía el bastón en el agua preguntándose la función de aquel gesto.

- Tiradas (2)