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Rippers: La Tercera Mano

Episodio 1 - La Tercera Mano

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22/05/2018, 23:22
Maggie Wilson

Maggie ni siquiera se sorprendió con la respuesta del tipo del sombrero de hongo. Bueno, un poco sí por que de semejante matón no esperaba tanta amabilidad. Esta ciudad no dejaba de sorprenderla. De donde ella venía un tipo así se reía en tu cara si le hacías una petición como esta.

Tampoco creo que sea buena idea dar la impresión de que nos importa mucho, así que intento mitigar un poco la importancia de lo ocurrido

-Mary, vamos pa' otro lugar, anda. El finolis este prometió llevarnos a un sitio bueno pero me da que solo aparenta, que ni tie' ni chelines ni na'- comento a Louise, señalando con la cabeza a Alistair e intentando desvincularnos de él y de Liam. Si nos separamos en dos grupos, como mucho, el matón este, podrá estar atento a uno y el otro igual consigue colarse por algún sitio -Vamos a buscar a alguien que nos divierta más mejor- sonrió malévola Maggie, fingiendo ser cualquier mujer de bajo nivel, para lo que la extranjera no necesitaba esforzarse demasiado

Maggie le hizo una seña a Louise para que la acompañara. Su intención era alejarse un par de calles y volver por alguna de las calles paralela que quedaban más atrás y buscar una entrada trasera. Algo que le contaría a Louise en cuanto estuvieran lejos de los oídos del guardián ese

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23/05/2018, 23:47
Alistair Buckley

Alistair se sorprendió por la amable respuesta del señor portero. Era una lástima, pero al menos había intentado entrar por las buenas.

El profesor se rascó la cabeza, confundido, mientras trataba de pensar en una manera de entrar, pasando por delante de aquel hombre, que no implicase el uso innecesario de la violencia.

Entonces escuchó cómo Maggie hablaba a sus espaldas, prácticamente librándose de él.

Al principio, Alistair se sintió un poco ofendido. Su rostro fue un fiel reflejo de aquel sentimiento, mientras miraba con incredulidad al caballero que bloqueaba la entrada. ¿Cómo podían sus compañeras abandonarle de aquella manera? ¿A dónde iban a ir? ¡Si el objetivo estaba en el interior de aquel club!

Poco después, pensó que quizá era una estratagema de Maggie para encontrar otro posible acceso, aunque aquello no le hizo sentirse menos ofendido.

Tratando de mantener la dignidad, Alistair carraspeó. Luego, tiró un poco del cuello de su camisa. Tenía calor, el nerviosismo ya le estaba haciendo sudar.

- ¿Y qué hay que hacer para ser miembro del club? - preguntó con un hilo de voz, temiendo que la amabilidad del hombre fuese a terminarse en cualquier momento.

No solo quería seguir probando con aquella vía, sino que esperaba distraer al hombre para que Maggie y Louise pudiesen hacer de las suyas.

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24/05/2018, 01:58
Louise "Lilou" Dufort

Si en algún momento habían creído que iba a resultarles fácil entrar en el club, estaba claro que aquel matón los había despertado de golpe del sueño de acceder sin mayores problemas al interior del local. Pero aquel tipo debía estar de vuelta de todo y se conocía la mayoría de las tretas que los que intentaban colarse, como ellos, habrían intentado. Ni siquiera los pueriles intentos de Louise por mostrar sus encantos habían dado fruto, y eso era algo que la joven no estaba dispuesta a soportar. A punto estuvo de soltarle cuatro frescas al gigante que se interponía entre ellos y su destino cuando una rápida intervención de Maggie la hizo desistir de su intento.

Miró ofendida al portero antes de desviar los ojos hacia Alistair y, siguiendo con la farsa que la americana se había montado, cambió su expresión por una de desprecio, como si acabara de descubrir que su compañero no era lo que decía ser. En ningún momento prestó atención a Liam, como si éste no existiera porque quizás de esa forma el hombretón se olvidara de él mientras estaba atento a las tonterías de las dos jóvenes y el desconcierto del pobre Alistair.

Ties razón Rosy, pa qué vamos a perder el tiempo en este mequetrefe que no podría ni paganos ná —dijo siguiéndole el juego a su compañera mientras se agarraba de su brazo para alejarse de allí hasta que el portero las perdiera de vista.

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25/05/2018, 12:46
Liam Ajax

Desde el mordisco de la serpiente Liam había estado ausente, primero tratando de no pensar en las posibles consecuencias y después deseando poder ayudar a su grupo. Aunque aún algunos pinchazos de dolor en la mano herida, esperaba poder ayudarles a investigar ese maldito club, pero no era el que mejor preparado estaba para las lides sociales. Eso se lo dejaba a Alistair, aunque parecía que la situación lo superaba.

Al escuchar la respuesta del portero llevó los nudillos de su mano herida a su boca para morderlos, eso le aliviaba los pinchazos de su mano con el dolor que se autoinflingía, pero también le recordaba que sólo tenía dos formas de intentar entrar: por las malas o por las muy malas. Y siendo el portero como parecía ser tenía la sensación de que de interferir sería la segunda opción la que tuviera que llevar a cabo. Pero no se podía permitir llamar la atención metiéndose en una trifulca en la entrada del club al que pretendía acceder.

Tendrían que ser más listos que eso.

Escuchó en silencio a las chicas, por el extraño comportamiento de Maggie estaba claro que tramaban algo o por lo menos incubaban alguna especie de plan. No le hacía mucha gracia separarse tan pronto, pero tal vez ellas tuvieran una idea así que, pese a la poca gracia que le hacía, no puso ninguna clase de reparo.

Apartó los nudillos de sus dientes y continuó en un segundo plano con Alistair. No quería llamar demasiado la atención, pero se quedaría como apoyo a su compañero si las dos mujeres decidían abandonarlos.

Dividirse en grupos de dos ya era dividirse demasiado cuando apenas acababan de empezar la investigación...

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25/05/2018, 21:54
Narrador

Viendo que aquel tipo no pensaba dejarlas pasar por las buenas, Maggie reaccionó rápidamente e interpretó el papel de “acompañante” y buscar así una excusa para separarse de los hombres. Actuando desde dos flancos distintos aumentaban las posibilidades para poder encontrar una forma de entrar en aquel local. O así lo creía ella.

Para no tener que ir sola -además que su historia perdería credibilidad de lo contrario-, introdujo a Louise en su pequeña actuación y su compañera no tardó en seguirla la corriente.

El hombretón que guardaba celosamente el acceso al club continuo con su mirada dura y la vista al frente, sin mostrar reacción alguna. Si había escuchado a las mujeres, si opinaba algo acerca de su profesión o de los dos hombres que supuestamente querían entrar en un club del estatus del Chimera únicamente para impresionar a dos mujeres de la calle, no se dibujo en su rostro, que se mantuvo impertérrito.

Las dos mujeres avanzaron por la calle con la intención de comprobar si había otra entrada al club por un lateral. Sin embargo no tardaron en darse cuenta que esto era más que improbable, pues se trataba de un bloque de edificios que albergaba varias casas. Continuaron su camino con la esperanza de que quizás hubiera una puerta trasera, pero, una vez doblaron la esquina, tras andar varios metros, descubrieron que esa opción también parecía difuminarse. De nuevo varios metros de calle anunciaban la posibilidad de varias viviendas al otro lado, de forma que el Club Chimera posiblemente no daría a la parte trasera del edificio.

Con la duda sobre seguir avanzando o no creciendo en sus mentes, vieron pasar a su lado a dos caballeros finamente vestidos que doblaban la esquina en dirección a donde ellas acababan de venir. Aunque no estuvieron atentas a la conversación de los dos hombres, una palabra llamó su atención. Chimera.

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25/05/2018, 22:22
Narrador

Ambos hombres se sorprendieron un poco ante la repentina e inesperada reacción de sus dos compañeras. Era más que dudoso que separarse en este momento pudiera ser la opción más adecuada, pero ya no podían echar marcha atrás. Maggie y Lilou avanzaban calle abajo hasta que, unos segundos más tarde, desaparecieron de su vista al doblar la esquina.

Además, quedaba la duda de si, tras la actuación de las dos Rippers, el portero no fuera a poner en tela de juicio la dignidad de aquellos dos caballeros, que aún se mantenían frente a él sin hacer caso de sus indicaciones. Si se había creído que Maggie y Lilou eran dos fulanas, su impresión acerca de Alistair y Liam podría no ser la mejor. Y si no se lo había creído, podría ser incluso peor para sus intenciones.

De todas formas, y aunque lo hizo expulsando aire de manera sonora, para indicar su impaciencia, se digno a responder a la pregunta del noble.

– Para hacerse socio del Chimera necesita del apadrinamiento de otro miembro del club. Además de una reputación intachable. Me permito poner en duda que usted conozca a otro socio y, en cuanto a lo que se refiere a su reputación …

Dejo la frase colgando, pero, después de la actuación de sus compañeras, creyeron comprender lo que aquel silencio quería insinuar.

– Y ahora, por favor, continúen su camino. No me obliguen a hacer mi trabajo. – tronó de nuevo la voz, aunque esta vez con un perceptible deje de impaciencia.

Liam volvió a morderse los nudillos. Tratar de abrirse camino al interior usando los puños empezaba a parecerle una opción de lo más atractiva. Sin embargo sabía que en un barrio como el Mayfair no tardaría en acudir la policía a comprobar que es lo que sucedía. Y con ella desaparecerían sus esperanzas de poder hablar con el tal Donnelly.

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28/05/2018, 21:00
Maggie Wilson

Maggie, llevada de su espíritu curioso, no iba a quedarse en la puerta esperando a ver si el matón aquel las dejaba entrar. Así que se lanzó al engaño, llevando con ella a Louise, para averiguar qué demonios pasaba en aquel club y que era aquello de una mano.

Aparentemente, al matón no debió parecerle mal puesto que no la siguió, ni siquiera con la mirada. Así que, en cuanto pudieron, torcieron dos esquinas seguidas a la derecha buscando volver por la parte de atrás del local.

Para su sorpresa, no parecía que esa parte trasera estuviera disponible. Maggie, que no prestaba demasiada atención a la arquitectura, acababa de encontrarse con la consecuencia. 

-¿Qué demonios...?- murmuró frustrada. Apretó el paso intentando abarcar más pero allí no parecía que hubiera lo que Maggie necesitaba.

En estas estaban las dos mujeres cuando dos tipos pasaron a su lado. Iban elegantes y comentaron algo sobre Chimera.

-Esos van al club ¿se te ocurre algo para darles el palo y conseguir que nos cuelen?- le susurró Maggie a Louise -Por que, si no, me voy a liar a pedradas con las ventanas de arriba hasta que venga el matón para acá y tengamos que salir huyendo de la policía- casi amenazó la vaquera que no tenía tono de estar bromeando

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29/05/2018, 00:32
Alistair Buckley

Tras oír la respuesta del portero, Alistair miró momentáneamente a Liam. Se quedaba sin ideas, y la verdad era que recurrir a los puños de su buen amigo no se le antojaba como la ruta más apropiada. Si todo lo demás fallaba al menos tenía la certeza de que no estaba solo.

Tenía que haber una manera de entrar sin armar jaleo. Alistair repasó mentalmente todo lo que sabía del lugar al que iba. Era poco, pero quizá el detalle de conocer a uno de los socios.

“Abróchate Liam, allá vamos.”

- Esas mujeres de antes no están con nosotros - trató de aclarar el profesor mientras revisaba nerviosamente su reloj de bolsillo -. Nos siguieron desde que tomamos el carruaje y ya no sabíamos cómo deshacernos de ellas. Por fortuna, ahora que nos hemos librado de su compañía… podemos abordar el asunto que nos trae aquí.

Alistair trató de alargar sus frases, en un intento por confundir la mente del portero. Lo necesitaba receptivo para la mentira que estaba a punto de soltar.

- De hecho, nosotros dos tenemos una cita en el interior del club. El Señor Donelly, uno de sus socios, nos ha convocado hoy para hablar de una de sus últimas adquisiciones para el Museo Británico - dijo mientras extraía del bolsillo interior de su chaqueta la tarjeta del Chimera Club que Liam había encontrado horas antes.

El tono de Alistair había cambiado de la súplica distante a la afirmación rotunda, como si su personalidad se hubiese transmutado en apenas unos segundos.

- No querrá que lleguemos tarde a nuestra cita con uno de sus socios, ¿verdad? Se nos acaba el tiempo, caballero. ¿Qué cree que pasará si el Señor Donelly descubre que sus invitados han sido retenidos por el portero? - le preguntó con un tono que poco distaba de ser amenazante.

Su corazón iba a cien por hora.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Acompaño el mensaje de una tirada de Persuadir.

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30/05/2018, 02:33
Louise "Lilou" Dufort

Lo que estaban haciendo era una pérdida de tiempo, o por lo menos esa fue la sensación que tuvo Louise a medida que recorrían la calle buscando un acceso al club. Pero allí no había nada, sólo viviendas y más viviendas. La joven se sentía frustrada y, a cada segundo que pasaba, más se acercaba el momento de la cita. Una cita a la que ellos no estaban invitados pero a la que estaban empeñados en asistir... aunque aún seguían sin saber cómo.

Tiene que haber algo. No me creo que el servicio entre por la puerta principal, o que carguen las bebidas por ella... No, tiene que haber alguna puerta o acceso —dijo obstinada. Pero no tenían tiempo y recorrer toda la manzana les quitaría demasiado.

Quizás pudiera trepar a alguna de las ventanas, pero sin saber si daban al club o a una vivienda sería un riesgo innecesario que en aquel barrio pudiente podría ponerlos en peligro. Bufó con rabia sin saber muy bien qué hacer hasta que, alertada por el sonido de unas voces, se dio cuenta que dos tipos elegantes caminaban cerca de ellas y, por lo que parecía desprenderse de sus palabras iban directos al Chimera.

Se giró hacia Maggie para escuchar lo que ella quería decirle pero, después de echar un vistazo a sus ropas antes de echárselo a la americana, negó con la cabeza.

Tal y como vamos vestidas y arregladas en estos momentos dudo mucho que cualquiera de estos lechuginos, si están en su sano juicio, aceptaran la compañía de dos mujeres que, por su aspecto, parecen recién salidas de las cloacas lo que estaba diciendo era un poco exagerado pero, después de ver el barrio en el que se encontraba el club y de la gente que parecía frecuentarlo, ellas dos no tenían ninguna opción de poder entrar—. Pues quizás no sea tan mala idea lo de meter un poco de ruido por si el matón deja la puerta y los chicos pueden entrar en un descuido. Aunque... —Estaba claro que lo que estaba sucediendo hacía mella en el pesimismo de Louise— seguro que antes aparece la policía que nuestro hombretón. Lo único que se me ocurre es que lo provoquemos lo suficiente para que deje su puesto, pero el riesgo es demasiado grande... —De repente se le ocurrió una vaga idea—. ¿Cómo se entra en el club? ¿Con invitación? —Miró a los dos hombres que acababan de pasar a su lado. Hacía tiempo que no empleaba sus artes de latrocinio pero podía intentarlo si es que llevaban las invitaciones en sus carteras. Otro riesgo más...

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31/05/2018, 09:00
Liam Ajax

Liam escuchaba como Alistair se devanaba los sesos para encontrar la manera de convencer a aquel gigantón de que les dejará pasar. El joven Ripper empezaba a desesperarse y veía desvanecerse la oportunidad de entrar por las buenas en aquel local. Si su compañero, mucho más preparado que él en las lides de la persuasión, no era capaz de romper la muralla defensiva que resultaba ser aquel hombre, quizás sus puños pudieran hacerlo.

Sin embargo sabía bien que esa posibilidad estaba abocada al fracaso. Por mucho que consiguieran noquear al portero, tarea que por otra parte no parecía que fuera a ser tan sencilla, ¿qué hacer luego? Entrar en el club después del escándalo que seguramente se formaría y preguntar por el tal Donnelly como quien no quiere la cosa. ¿Acaso creía de verdad que les recibirían con las manos abiertas, como si pertenecieran a aquel selecto club y no se hubieran ganado el paso por la fuerza? No. Liam sabia que aquel plan tenía muy pocas posibilidades de salir con éxito.

Notas de juego

PNJtizado

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31/05/2018, 09:02
Narrador

Francis Murphy había sido boxeador, para después servir varios años en el ejército británico, así que se podía decir que tenia experiencia en combate. A su regreso a Londres encontró un trabajo bien remunerado en el Club Chimera, que le permitía llevar una vida tranquila y segura en la capital londinense y que sólo exigía de él que hiciera lo que mejor sabía hacer: Usar sus puños. No es que disfrutara dando palizas a gente extraña -salvo excepciones al menos- pero los dueños y los socios del club le respetaban y tenían en consideración, pues mantenía lejos de ellos miradas curiosas o indeseadas, y no pensaba hacer excepciones ahora. Aunque el hombre que se encontraba frente a él vistiera como si fuera de clase alta, su nariz sangraba igual que la de los vagabundos de Whitechapel, y pensaba hacerle una demostración ahora mismo.

Alistair, quizás confiado al tener a Liam detrás, quizás impaciente por que se les echaba el tiempo encima, endureció un poco el tono de su voz. Cosa que no pasó por alto el portero, quien avanzó un paso frotándose los nudillos. Le importaba bastante poco si conocía a aquellas dos mujeres o no aunque de hecho no se lo creía. Ya podía conocer a la mismísima reina, que sin pertenecer al Club Chimera no tenia nada que buscar allí, y ya le había dado bastantes oportunidades para ahorrarse el puñetazo que se acababa de ganar.

Entonces el noble Ripper menciono un nombre conocido. Francis se vanagloriaba de conocer el nombre de todos y cada uno de los socios del club y sabia de un Donnelly. Detuvo su movimiento en seco y escuchó lo que tenían que decirle aquellos dos.

– Sí tienen una invitación es bien distinto, caballeros. – respondió a las explicaciones de Alistair.

Esperó unos segundos, mirando como el erudito buscaba en sus bolsillos la mencionada invitación, y empezó a impacientarse cuando vio que esta no aparecía. El Ripper también empezaba a mostrar signos de nerviosismo. ¿Dónde estaba la maldita tarjeta? ¿Quién la había tenido por última vez? Cansado de esperar, el portero volvió a dirigirse a ellos. Esta vez claramente molesto.

– Señores. Les aseguro que no suelo dar tantas oportunidades a nadie. O me muestran esa invitación de inmediato, o mejor se alejan por su propio pie antes de que tenga yo que ayudarles.

Notas de juego

Por haber tenido éxito con aumento en tu tirada de persuasión, he decidido respetar la nariz de Alistair (si no se habría llevado ya un puñetazo). El portero tiene unas ordenes bien claras y solo permite el paso a los miembros del club o, como acabáis de descubrir, a gente con invitación. ;-)

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31/05/2018, 09:08
Narrador

Las dos mujeres empezaban a mostrarse nerviosas. La idea de buscar una entrada alternativa, en principio buena, demostró no funcionar en este caso y eso consiguió que empezarán a malhumorarse. Cosa que no suele ser aconsejable, pues, sin una cabeza fría en un momento complicado, se pueden tomar decisiones equivocadas y tener que pagar luego las consecuencias.

El tiempo jugaba en su contra y no ayudaba a que las dos mujeres se tranquilizaran. Debía de haber una manera de entrar y debían de encontrarla. Maggie, acostumbrada por su pasado a métodos algo más directos, meditó acerca de la posibilidad de colarse en el edificio por una de las ventanas. Pero, por lo que habían podido ver, las habitaciones del club daban a la fachada principal y cualquier intento de entrar de esa manera seria descubierto por el portero. También podían tratar de armar un tremendo alboroto que atrajera la atención de aquel hombre y le obligará a abandonar su puesto, de forma que sus compañeros Rippers tuvieran una oportunidad de entrar en el club. Aunque esta posibilidad suponía que otras personas, además del portero, escucharán el escándalo, y en un barrio como el de Mayfair eso contemplaba la posibilidad de que la policía no tardara en acudir.

El humor de las dos Rippers iba empeorando por momentos y, al ver aparecer los dos hombres vestidos elegantemente, Louise, desesperada, comentó incluso la posibilidad de robarles la invitación, pues le parecía lógico que hiciera falta algún tipo de pase que permitiera el paso al interior del local.

Este comentario desató un hilo de pensamientos en Maggie. ¿Sería realmente necesaria una invitación para que los socios pudieran entrar? No lo creía, pero ¿podría quizás ser posible que se permitiera el paso a gente no perteneciente al club, si tenían una… invitación? ¿Seria posible eso? La vaquera siguió meditando acerca de lo que sabía. A juzgar por el aspecto de los dos hombres con los que se acababan de cruzar, la cuota que debía de exigir aquel local a sus socios debía de ser muy elevada y únicamente gente de una riqueza considerable podrían permitírselo. Era la manera que tenían de distinguirse del resto y evitar así el trato con gente de un estatus social menor. Y sin embargo… suponiendo que el hombre al que habían visto salir apresuradamente del carruaje en la estación de Waterloo fuera el legítimo destinatario de la tarjeta que encontraron ellos, a pesar de vestir elegantemente no parecía pertenecer a la categoría de gente que se puede permitir pertenecer a ese club.

La mente de Maggie funcionaba a toda velocidad. Algo la decía que estaba pasando un detalle por alto. La pista que les abriría las puertas del Club Chimera. Si estaba en lo cierto, ¿cómo pensaba entrar entonces aquel hombre sin ser socio?

Un movimiento de Louise en dirección a los dos hombres hizo que mirara a su compañera y olvidará sus pensamientos por un momento. Los ojos de la joven circense mostraban una extraña determinación, aunque sus movimientos contrastaban un poco, indicando serias dudas. Si realmente pensaba hacer, lo que Maggie suponía que pensaba hacer, era apostar demasiado alto. Un error y lo más seguro es que esa aventura acabara para las dos mujeres en ese momento. Al menos esa noche, pues se la tendrían que pasar dando explicaciones a algún agente enfadado por tener que hacer el servicio nocturno y decidido a pagar su malhumor con la primera víctima inocente que cayera en sus garras.

- Tiradas (2)

Notas de juego

He hecho yo las tiradas de Astucia por vosotras y os he puesto en el post un par de informaciones, que yo creo que os pueden ayudar a sacar conclusiones. No sé cuánto debo de escribir sin deciros exactamente lo que tenéis que hacer (que al final debe de ser algo que salga de vosotras). Sólo espero que con lo escrito en el post tengáis pistas suficientes. ^^

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02/06/2018, 21:53
Liam Ajax

Tranquilícese caballero —pidió Liam, acercándose por primera vez al portero—. No queremos dar un espectáculo, y seguro que usted tampoco. Creo que la tengo yo...

Intentaba mostrarse tranquilo, pero Liam no era Alistair y el mensaje también trasmitía un segundo: «si montas el espectáculo puedes salir perdiendo».

Liam había tenido que aguantar un suspiro de alivio al darse cuenta de que Alistair había encontrado rápidamente un modo de entrar, pero desgraciadamente la tarjeta había quedado en el bolsillo de Liam ya que, al ver a ese sujeto hindú tan nervioso y sospechando que era por ese trozo de papel grueso, la había guardado con cierto disimulo para fingir que no la habían cogido.

Después el tema de la serpiente había evidenciado que tampoco hubiera sido necesario tanto subterfugio.

El Ripper buscó en un par de bolsillos pero se dio cuenta de que no la tenía. Si Alistair no la tenía y él tampoco tenía que tenerla alguna de las mujeres, sin embargo él estaba convencido de que la había guardado. ¿Acaso alguien la había cogido de su chaqueta? Lo único que podía hacer era buscar a Maggie y Lilou y preguntarlers, guardando la esperanza de que la tuvieran.

«Mierda» maldijo para sí mismo.

O no... murmuró.

—Si es tan amable de mantener la calma —dijo, aún manteniendo su tono seguro pese a las dudas, no quería que en su ausencia ese portero lo pagara con Alistair si es que su compañero decidía esperar— esperad un momento y traeré la tarjeta, creo que ha habido una pequeña confusión.

Liam dirigió una mirada cómplice a Alistair, hizo un gesto al guardia que esperaba en la puerta, y se encaminó en busca de las dos mujeres por donde éstas se habían marchado, permitiéndose fruncir el ceño y maldecir de nuevo en su cabeza porque se hubieran marchado.

Notas de juego

Editado, espero que así valga ^^U

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03/06/2018, 08:37
Maggie Wilson

Pensar no era el fuerte de Maggie. Ella era una mujer de acción, pero todas las opciones que normalmente abordaría, creía que acabarían mal y que no servirían para entrar a tiempo en el club.

Así que volvió a mirar hacia el edificio y hacia los hombres intentando encontrar el detalle que, era evidente, que estaba pasando por alto.

-Louise ¿crees que la tarjeta, donde venía el mensaje, puede ser como una invitación o algo así?- preguntó a su compañera antes de que esta iniciase lo que fuera que pasaba por su mente.

Ahora mismo a Maggie sólo se le ocurrían dos cosas. Que la tarjeta sirviera de pase o mandar una ropas caras e intentar colarse haciéndose pasar por damas elegantes. Y para la segunda no había ya tiempo.

Notas de juego

Nada. Mira que lo siento pero es que no se me ocurre nada.

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03/06/2018, 19:14
Alistair Buckley
Sólo para el director

Mientras buscaba la dichosa tarjeta por todos sus bolsillos, Alistair comenzó a ponerse nervioso. Trató de disimular al principio, pero pronto una gota de sudor comenzó a recorrer su frente.

El profesor comenzó a pensar en excusas. ¡Lo que fuera! No quería irse de allí con la nariz rota, ni tener que meterse en una pelea. Vaya, prefería solucionar aquello de forma pacífica. Pero parecía que los Rippers habían agotado la vía de la diplomacia.

Pero entonces Liam sacó la tarjeta de uno de sus bolsillos y se la tendió al portero.

Alistair inspiró fuertemente, pues se dio cuenta de que había estado aguantando la respiración durante aquellos angustiosos segundos. Luego miró a su compañero y, finalmente, al portero.

- Eso es, ahí la tiene - dijo con cierto alivio -. Parece que la llevaba mi compañero, después de todo…

El profesor puso los brazos en jarras, tratando de adoptar una postura más recta y severa. 

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03/06/2018, 19:19
Alistair Buckley

Mientras buscaba la dichosa tarjeta por todos sus bolsillos, Alistair comenzó a ponerse nervioso. Trató de disimular al principio, pero pronto una gota de sudor comenzó a recorrer su frente.

El profesor comenzó a pensar en excusas. ¡Lo que fuera! No quería irse de allí con la nariz rota, ni tener que meterse en una pelea. Vaya, prefería solucionar aquello de forma pacífica. Pero parecía que los Rippers habían agotado la vía de la diplomacia.

Al parecer, Liam tampoco tenía la tarjeta.

En buen lío se habían metido.

- Disculpe nuestra osadía, caballero. Parece que nuestra invitación se ha extraviado…

Alistair se puso muy rojo. Después del farol que se había marcado, todo había salido mal. Aquello le provocaba una vergüenza extrema. Por lo menos no le habían pegado…

- Nos iremos yendo - dijo mientras comenzaba a dirigirse hacia la calle por la que habían desaparecido sus compañeras.

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05/06/2018, 02:22
Louise "Lilou" Dufort

A pesar de no estar nada convencida de poner en acción sus pensamientos, a Louise era lo único que se le ocurría. Aquel plan que en su cabeza parcía ser tan buena idea, en el fondo sabía que hacía aguas por todas partes. Si aquellos dos caballeros se daban cuenta de sus intenciones, que no eran otras que meter ágilmente su mano en sus bolsillos, la policía no tardaría ni un minuto en aparecer y ellas estarían metidas de lleno en un serio problema y la joven tampoco sabía si en verdad para entrar en el club se necesitaría algún tipo de acreditación o invitación, ya que ella no solía frecuentar esos lugares. Si hubiese seguido viviendo en el hogar familiar seguramente tendría la oportunidad de ir a sitios distinguidos y con clase, pero ese no era el caso y de poco le servía pensar en ello.

Por ese motivo, dadas las dudas que la asaltaban, cuando escuchó la pregunta de Maggie se detuvo en seco, quizás porque en el fondo se alegraba de no tener que robar a esos dos hombres, pero también porque pudiera tener razón. ¿Y si aquella tarjeta era el pase que tanto necesitaban para acceder al club?

¿La tienes ahí? A ver, déjame verla —le dijo mientras le tendía la mano. Era consciente de que Maggie no sabía leer, aunque en ningún momento se lo dijo abiertamente, por eso quería echarle ella un vistazo por si hubiera algo, aparte del nombre del club o del mensaje, que indicara que podrían entrar sin problemas en el local.

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05/06/2018, 05:39
Maggie Wilson

Maggie se llevó la mano a un bolsillo y luego al otro, cuando comprobó que el primero estaba vacío.

-Ten- le dijo sacándola del bolsillo izquierdo y entregándosela a Louise.

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05/06/2018, 13:36
Louise "Lilou" Dufort

Louise cogió la tarjeta y la miró atentamente, no ponía nada que se tratara de algún tipo de invitación, sólo venía el nombre del club con letras grandes y detrás el mensaje que les había hecho acudir a aquel lugar. Pensando a toda velocidad, Louise no dejaba de dar vueltas a la tarjeta entre los dedos pensando que no perdían nada por probar. El no ya lo tenían así que por enseñar la tarjeta no iban a perder nada.

Intentémoslo, no perdemos nada y si resulta que para entrar hay que enseñar una tarjeta como esta será nuestro salvoconducto. —Se quedó unos instantes pensativa mientras le devolvía la tarjeta a Maggie—. Mierda, tendríamos que haber seguido a esos dos lechuginos para saber cómo entraban, pero ahora ya es tarde. Ven, vayamos a buscar a los otros y a ver si tenemos suerte.

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11/06/2018, 23:28
Narrador

Mientras Alistair y Liam se despedían precipitadamente del portero, no queriendo perder más tiempo para salir en busca de las dos mujeres, dos hombres elegantemente vestidos se cruzaron con ellos, dirigiéndose a la entrada del club Chimera.

El coloso del bombín cambió el gesto en su rostro y, con una sonrisa que se podía considerar casi agradable, les permitió el acceso, abriendo él mismo la puerta y haciéndose a un lado. Los dos hombres apenas dieron señales de reconocer el saludo que el portero les dedicó con la cabeza.
Avanzaron por la calle y algo más allá, dando la vuelta a la esquina, se encontraron con sus compañeras. Lilou seguía a Maggie andando todo lo veloz que le permitían sus piernas y manteniendo a duras penas el paso de la cowgirl, quien blandía excitada en su mano derecha un pequeño trozo de cartón; los dos hombres reconocieron la tarjeta del club Chimera.

Al ver a los dos Rippers acercándose a ellas Maggie sonrió con cierto orgullo, agitando la tarjeta en el aire. No necesito más para que Alistair y Liam comprendieran que ellas también habían llegado a la misma conclusión. Su última, y posiblemente única, oportunidad de entrar en el club sin usar la violencia estaba en aquel pedazo de cartulina. No era nada seguro, realmente tendrían que estar preparados para tratar de acceder por otros medios menos pacíficos o abandonar aquella aventura casi antes de que hubiera empezado, pero tampoco tenían nada que perder.

Volvieron sobre sus pasos y, una vez estuvieron de nuevo a un par de pasos del gigantón, Maggie le mostró, casi con cierta timidez, la cartulina que esperaban fuera una invitación. Su salvoconducto para entrar en el local.

– Hagan el favor de acompañarme.

El hombretón no dijo nada más. Simplemente se giró y abrió la puerta principal, haciéndose de nuevo a un lado para dejarles pasar, al igual que había hecho no mucho antes con los dos caballeros socios del club. Si se permitía o no hacer algún tipo de juicio hacia los componentes del variopinto grupo, que hasta no hace mucho se había comportado de forma más que sospechosa, ni su expresión ni su lenguaje corporal lo indicaban de manera alguna.

Una vez dentro del club, y casi sin terminar de creer la suerte que habían tenido, los cuatro compañeros se encontraron un largo pasillo con tres puertas. Dos al lado derecho y una al fondo. Sobre la puerta más cercana había un cartel que rezaba “Solo miembros”, la siguiente estaba señalada como “Solo personal” y en la más lejana, la que se encontraba al final del pasillo, el cartel decía “Habitación verde – Privado”. El lado izquierdo del pasillo estaba decorado con retratos de grandes personalidades de la época, seguramente todos ellos miembros actuales o pasados del club. Una hilera de lámparas de gas iluminaban el corredor, terminando de mostrar de manera ostentosa el alto estándar que rezuma aquel club.

Pero el pasillo no se encontraba desierto. Un hombre vestido con las elegantes ropas de un mayordomo e igual de elegantes modales, les estaba esperando a la entrada.

– Buenas noches, damas, caballeros. Mi nombre es James y si me permiten, estaré encantado de ocuparme de sus chaquetas, abrigos y sombreros. También les agradecería dejarán aquí cualquier tipo de arma que pudieran llevar consigo. La política del club las prohíbe.

Su tono era educado, pero a la vez decidido, dejando claro que no les estaba pidiendo un favor, sino que les informaba de unas exigencias del club y que no les permitiría continuar hasta que no hubieran cumplido con sus peticiones.

– Sí me hacen el favor de mostrarme su tarjeta.