Partida Rol por web

Rocafreda, el epílogo

1.- Empezando el camino

Cargando editor
28/05/2012, 12:23
Director

 Si bien es cierto que uno puede estar más o menos acostumbrado a dormir a la intemperie, la cosa es que nunca es suficientemente cómodo.

 Ulrien tuvo un sueño intranquilo en la duermevela de la noche, arropado por los pinos y el sotobosque, reflexionando acerca del contenido del diario.

 Hoy empezaría un viaje, está vez a su libre alberedía, pues la llegada a Rocafreda fue siguiendo un poco las directrices de Tarien. Pero este ya no estaba. Así que ahora le tocaba decidirse. La verdad es que no lo tenía muy claro, pero tal vez mientras se pusiera en marcha encontrara algo que le motivara. Lo primero era regresar a Lunil, reunirse con Violant y partir de Rocafreda.

Cargando editor
28/05/2012, 12:27
Director

 La noche pasó, finalmente paso, léntamente pues apenas habías podido dormir, con el espíritu agitado por la aventura que empezarías al despuntar el día.

 Tumbado en la oscuridad del cuartito donde se echó para dormir, con los ojos cerrados, por su mente cruzaron un mar de imágenes. Se sorprendía cada dos por tres recordando a Lucius y al tipo que había ordenado largarse de las minas al resto de aquellos hombres que convivían con no-muertos en aquellas minas. Y como ese mismo tipo había ido hablar con Lucius. Ese tipo debió tener algo que ver con la muerte del mago.

 Cunado se encontraba recordando estas imágenes intentaba pensar en otras cosas, pero invariablemente terminaba recodando lo mismo.

 Finalmente, los sonidos de movimiento en el salón y la cocína le indicaron que debía faltar poco para que empezara un nuevo día. Se vistó, y bajó al salón donde se encontró con Janin que estaba poniendo la cocina y el salón en marcha.

Cargando editor
29/05/2012, 16:11
Director

 Tras la charla con Albert, una vez Judas se acostó en un cuartito que el posadero le dejara, Violant se acostó en el cuartito que ella misma usaba con frecuencia cuando trabajaba hasta tarde en la Posada del Norte.

 La noche pasó lena, a pesar del cansancio y la fatiga del día, y de ser la hora que era el nerviosismo hizo mella en la muchacha. ¿Qué de tenía preparado el destino? ¿Podría ver en primera persona lo que Querelar y otros juglares antes le contaran acerca de las maravillas del mundo?

 Querelar... qué sería de él. La verdad es que el trato con el juglar se complicó sobremanera... Bueno, pronto formaría parte del pasado.

Finalmente, los sonidos de movimiento en el salón y la cocína le indicaron que debía faltar poco para que empezara un nuevo día. Se vistó, y bajó al salón donde se encontró con Janin que estaba poniendo la cocina y el salón en marcha.

Cargando editor
29/05/2012, 16:15
Director

 Terminasteis de asearos y vestiros para ir al salón, para desayunar un poco y prepararos para la marcha... y a esperar la llegada del menor de los Falx.

 En efecto, cuando llesgastéis al salón allí estaba Janin, la muchacha de origen dalowiniano, como los Falx.

Cargando editor
29/05/2012, 16:17
Janin

 La mujer se vió sorprendida por los jóvenes, pues era muy poco habitual que a esas horas ya hubiera clientes por el salón. Pero tras la sorpresa inicial la muchacha os regaló una franca sonrisa.

 - Haaay chiquiya, que suto me ha dao. Cuando yegaste Violan. ¿Cómo se te dió lo de hacé de aventurera? Te comportaste como toda una fló salvaje.

 Su peculiar acento os recibió con la misma alegría y franqueza.

Cargando editor
29/05/2012, 23:09
Violant de Bar
Sólo para el director

No pudo evitar meterse en la cama, arroparse y que un par de lágrimas se deslizaran por sus mejillas, como si aún estuviera replanteándose si lo que estaba dispuesta a hacer era lo correcto.

No debes de ser tan egoísta, le dijo una vocecita en su interior. Es tu sueño, pero la gente te necesita aquí.

Se movió entre las sábanas, sin poder conciliar el sueño y escuchó el grillo, marcando un compás sin perder el ritmo, de forma continua, sin descanso. Violant lo siguió hasta que consiguió tranquilizarse y descansar por fin.

Pronto notó cómo volvía a estar en aquella especie de fiesta que se montó en la posada. Vio a Judas un tanto borracho, se pudo ver a ella misma casi en la misma situación y pudo ver a Querelar, cantando canciones. Notó un rubor subirse a sus mejillas y, al instante siguiente, sus labios en los suyos, volviendo a revivir aquel extraño beso que se sucedió momentos antes de que el juglar se desmayara.

Despertó sobresaltada, con el corazón agitado y el pelo revuelto. Se sintió un poco estúpida por haber soñado precisamente con Querelar y aquel fortuito beso y no con…

¿Un beso de Ulrien, quizá?, la castigó su cerebro, de forma maliciosa.

Suspiró, cerrando los ojos, sonriendo al instante siguiente. Por fin había llegado el día. Su día. El día que dejaba una vida atrás y comenzaba uno nuevo.

-Por fin- murmuró, sonriendo y salió de la cama de un salto, totalmente eufórica, olvidándose de besos, juglares y amores aún no correspondidos.

Cargando editor
29/05/2012, 23:11
Violant de Bar

Se vistió con las ropas más sencillas que encontró. Se echó una capa sobre los hombros y se miró durante un rato, evaluando su aspecto, riendo como una niña al instante después, recordándose que no era precisamente a un baile a lo iba, sino a ver mundo, a salir del nido y que, fuera el aspecto que fuera, lo importante era que, finalmente, no iba a esperar a que le contaran lo que había más allá, sino que iba a vivirlo por sí misma.

Bajó al salón, sonriente, feliz, y saludó con una radiante sonrisa a Janin. No pudo reprimir darle un abrazo y reír.

-Se me dio bien- contestó, entre risas, saludando a Judas con guiño de un ojo y se sentó junto a él-. La verdad, no estuvo mal. Deberías de venirte con nosotros- propuso, bromeando.

Cargando editor
30/05/2012, 15:07
Ulrien Falx

Durmió poco e intranquilo. Y es que el pobre razones no le faltaban, lo leído en el diario no solo había removido los cimientos de su familia, sino también su consciencia y paz interna. Sentía que tenía que tomar alguna carta en el asunto, que algo tenía que hacer, no podía ignorar la realidad sin más una vez la conocía. Seguramente meditaria un buen tiempo largo con ello.

Por otro lado, las últimas palabras que le dedicó Violant la noche anterior le habían dejado inquieto e inseguro. La joven de pelo rojo... ¿Se habría echado atrás con unas horas por delante para analizarlo? ¿Decidiria no acompañarle una vez pasada la primera emoción de la perspectiva de una aventura? Ulrien no sabía como encajaría una negativa, el corazón estaba en un puño y temía más que nada en el mundo ir en busca de una respuesta que quizás no le gustaría. Apenas desayunó y lo poco que masticó fue a desgana, los nervios no solo le habían robado el apetito sino que habían anudado su estomago y terminó por desecharlo de la misma manera que lo había ingerido.

Aún así, los valientes no lo son por su falta de miedo, sino por saber plantar cara a sus temores. Desmejorado, cansado pero con la mirada cargada de convicción se dirigió de vuelta a Lunil, seguramente por última vez.

Cargando editor
30/05/2012, 15:30
Judas Maldecap

Judas asintió al comentario de Violant con una discreta sonrisa de asentimiento hacia Janin. El mago se encontraba disfrutando de su desayuno, y junto a él, su mochila de viaje y su cayado. La ballesta que había conseguido, se la dio a Albert. No creía necesario llevarla, era demasiado pesada y lenta. No le apetecía cargar con ella. Lo que quería era tiempo para poder estudiar con detenimiento el grimorio que había pertenecido a su maestro.

- Has pasado buena noche? Preguntó a Violant de forma algo retórica.

La verdad es que a Violant se la veía radiante, y siempre llena de energía. 

Cargando editor
30/05/2012, 21:28
Violant de Bar

El hecho de que llegara el esperado día, hacía que se sintiera pletórica, feliz, totalmente dicha. Y, sin embargo, cuando efectivamente había llegado, lo sentía como un día más, normal. Un día que el sol se elevaba por el horizonte, las comidas bullían en la posada y el tiempo pasaba sin ninguna novedad. Pese a todo, Violant no podía dejar de sentir aquella extraña sensación en su estómago.

Nervios, quizás, pensó, sonriendo paras sí misma, mientras escuchaba la pregunta de Judas.

-Para nada- respondió, riendo-. Lo he pasado fatal. No conseguía conciliar el sueño, un grillo ha estado bajo la ventana sin parar de molestar y, para colmo, estoy tan nerviosa que ni siquiera tengo hambre, como si tuviera el estómago cerrado- añadió, entre risas.

Se encogió de hombros, finalmente y añadió:

-Pero, bien- resumió, sonriendo-. Contenta.

Miró distraída a Janin y, tras hacer una pausa, suspiró y clavó su mirada en Judas:

-¿Y tú?- preguntó-. ¿Qué tal estás?

Cargando editor
30/05/2012, 22:46
Director

 Con las primeras luces de la mañana Ulrien llegó a Lunil, aún era muy temprano y poco movimiento había. Algúna chumenea humeaba, algún gallo anunciaba la llegad adel astro rey, pero en general todo muy tranquilo. Sin perder tiempo se encaminó hasta la Posada del Norte, tanteaste la puerta pero estaba cerrada. Así que diste unos golpes a la puerta, pues le pareció oír algún movimiento en su interior.

Cargando editor
30/05/2012, 22:50
Janin

  La mujer atendía a los comentarios de Violant y de Judas, pero no parecía muy convencida.

 - Hay... no sé. A mí es que me da cosa eso de ir con curras y disparando a la gente, tú ya sabe. Soy más de serví mesas y preparar comí...

TOC, TOC, TOC.

 Unos golpes secos y repetidos sonaron en la puerta de la posada.

 La mujer os mira sorprendidos ante el sonido y luego mira hacia la puerta cerrada.

 - ¿Y quién será a estas horas?

Cargando editor
31/05/2012, 23:03
Judas Maldecap

  Judas se limitó a encogerse de hombros, como si aquella pregunta no fuera con él, o fuera simplemente una pregunta retórica, y nadie esperar respuesta alguna.

Miró por un instante la puerta, y volvió a concentrarse en su desayuno. La verdad es que esperaba que Janin fuera a abrir, al fin y al cabo ella era la responsable de la posada en aquellos momentos. Ni por un instante, a Judas, se le pasó por la cabeza que fuera a ocurrir nada malo o inesperado.

Cargando editor
01/06/2012, 12:46
Director

 La mujer fue hacia la puerta y preguntó quien andaba. De fuera llegó la voz del menor de los hermanos Falx diciendo que era Ulrien, que había venido para reunirse con Violant. La mujer miró a los compañeros que estaban dentro y tras un asentimiento de estos abrió.

 Finalmente parecía que todo estuviera punto para empezar el nuevo camino.

Cargando editor
01/06/2012, 14:50
Ulrien Falx

Tras una noche de nervios e incertidumbre mezclada con pensamientos un tanto oscurecidos por noticias perturbadoras, Ulrien había decidido poner fin a lo que más inquietaba su corazón. Había ido raudo hacía Lunil, sin dudarlo encaminado sus pasos hacía la posada y llamado a la puerta, terriblemente intranquilo, con el corazón oprimido, con los nervios aflorando pues su destino estaba, una vez más, detrás de la misma, una respuesta que bien, lo intuyera o lo supiera o no, podía cambiarle todo lo que se desplegaría el resto de su vida.

Tras la madera le alcanzó una voz de la mujer. Su rostro se agravó, no era la que esperaba a pesar de ello el joven Falx respondió decidido pero perturbado y con palabras quebradas. Por suerte, al abrirse la última frontera todos sus temores infundados se desvanecieron por completo al ver a Violant, allí en pie, iluminada por aquél pelo de fuego, y mejor aún equipada y dispuesta a partir. También estaba el mago, Judas como bien sabemos y hemos leído, pero el joven explorador tardaría a darse cuenta que había alguien más presente. Sin poder evitarlo, se le dibujó una ancha sonrisa en la cara, y el sol finalmente amaneció también en su interior. [–Ho…hola.-] Era al fin, una nueva etapa llena de aventuras, emociones y quién sabía si habría tiempo y oportunidad para el amor.

Cargando editor
01/06/2012, 16:41
Violant de Bar

Por supuesto que no le pasó desapercibida la falta de contestación de Judas a su pregunta, pero tampoco quería insistirle más. Si quería contar algo o hablar de lo que fuese, ella estaría ahí dispuesta a escuchar sin mayor problema, por lo que, tampoco le preocupó el hecho de que no recibiera respuesta.

Tampoco puedes obligarle a hablar, pensó mientras llamaban a la puerta y seguía con la mirada distraída a Janin. No sólo el corazón de las mujeres guarda secretos.

Sonrió para sí misma tras su último pensamiento y saludó con un gesto de la mano a Ulrien, indicándole que se sentara junto a ellos.

-Buenos días- saludó, alegre-. ¿Qué tal?- preguntó, siguiéndolo con la mirada-. ¿Nervioso por la partida?- dijo, entre risas-. Yo, sí- confesó, divertida.

Se dio cuenta en ese instante de que ya estaban los tres juntos, de que tan solo hacía falta un “vámonos” para comenzar una nueva vida y dejar esa atrás.

Suspiró. Realmente, era lo que más deseaba, pero temía tomar una decisión incorrecta y volver corriendo tras un día largo de camino.

No, no, no, se dijo para sí misma, tozuda. Basta ya de pensar eso, basta.

Era su oportunidad. Su única oportunidad de salir de aquel pueblo y ver mundo, como siempre había querido, como siempre había deseado. Se acabó el imaginar los cuentos en su mente para hacerlos realidad. Estaba a punto de vivirlos. No había nada mejor que eso.

-Esto… ¿Nos vamos?- preguntó, sonriendo. No tenía hambre, no quería seguir perdiendo el tiempo entre aquellas cuatro paredes tan vistas durante toda su vida.

Has esperado este momento media vida, ¿no puedes esperar unos minutos más?, le dijo una vocecita en su interior, tratando de calmarla.

Suspiró y murmuró para sí:

-De acuerdo.

Cargando editor
06/06/2012, 20:05
Ulrien Falx

Sin llegar a perder aquella alegría, de pronto Ulrien se sintió rudo, burdo, su presentación le parecía algo casi grotesco así que intento rectificar. [–B-buenos días.-]

A lo que le habían preguntado negó con la cabeza. Él no. No deseaba otra cosa que dejar atrás cualquier rastro de civilización por el momento, abandonar aquél lugar devastado por la tala sin medida de arboles y sumergirse a un bosque cualquiera. No, no estaba para nada nervioso, al menos no más de lo que le dictaban el corazón desbocado y las rodillas flojas por la simple presencia de aquella mujer de mirada encendida esmeralda.

Estaban los tres, y el parecer lo tenían todo apunto, no se le ocurría razón alguna para demorarlo, así que el joven respondió inmediatamente y visiblemente satisfecho. [–Si, nos vamos.-] Al entrar en la posada había relajado unos instantes la espalda y los hombros, pero diciendo y haciendo volvió a cargar el peso. Estaba más que dispuesto y se giró hacia la puerta esperando a que le siguieran. Cuando notó que no era así se giró, Violant ya no parecía tan decidida, seguía sentada y se preguntó sino se habría arrepentido al fin. El joven Falx la miró frunciendo las cejas con inseguridad. [-¿Qué…qué pasa?-] ¿Había hecho algo mal?

Notas de juego

Los he escrito mejores y más inspirados, pero es lo que pasa cuando ya lo tenía escrito y se borró porqué olvidé publicarlo al cerrar la sesión. XDDDDDDDDDD

Cargando editor
07/06/2012, 23:08
Judas Maldecap

Ante la llegada de Ulrien, Judas se había puesto en pies después de dar un último bocado a la comida. Bien podría ser que no volvieran a comer comida caliente y deliciosa durante una buena temporada.

Empezó a colgarse su bolsa, llena de ingredientes alquímicos, y demás cachivaches cuando sus movimientos se ralentizaron. Arrugó la frente como si no entendiera las palabras que salían de boca de sus compañeros de viaje.

Tomo su bastón, y se acabó de colocar bien el zurrón. – Si ¿Qué pasa? ¿No partimos ya?

Cargando editor
08/06/2012, 01:20
Violant de Bar

Su mente la llevó a recordar todo lo que había vivido en aquel pueblo, en aquella posada, en su casa, junto a sus padres, con Albert, días tras día, creyendo que nacería, se criaría y viviría allí para siempre, preguntándose cada mañana cómo sería el mundo más allá de ese pueblo, cómo sería vivirlo, sentirlo y, después, recordarlo con nostalgia antes de meterse en la cama y dormir para despertar a un nuevo día en el que su vida no cambiaría ni un ápice.

Salió de su ensimismamiento al fijarse en las miradas apremiantes de Ulrien y Judas y alzó las cejas, dándose cuenta de su comportamiento.

-Oh, sí, sí- asintió, sin poder evitar sonreír y sonrojarse por haberse quedado un momento un tanto ausente-. Disculpad.

Se levantó del asiento y anduvo hacia ellos, feliz, sin poder evitar reír.

-Es que... Bueno, estaba pensando en todo lo ha tardado en llegar este día…- se cortó, ruborizándose por completo y se mordió los labios-. Olvidadlo.

Salió de la posada. No quería despedirse de nuevo porque si lo hacía, aún cabía la posibilidad de que terminara quedándose, y no quería tentar a la suerte.

Miró por última vez la posada, quedándose grabadas a fuego sus paredes, su suelo, las mesas, las sillas, los arañazos de la barra… El más ínfimo detalle lo guardaría en la memoria obligándose a no olvidar nunca la vida que dejaba atrás.

-Vámonos- dijo esta vez con voz firme, sin titubeos-. Es hora.

Cargando editor
11/06/2012, 23:01
Director

 Y así fue como finalmente los tres compañeros emprendieron un nuevo viaje. El día prometía un buen tiempo, el sol de finales de verano, con noches aún no demasiado frías. En cualquier caso, emprendían este viaje, para algunos el primero de sus vidas, con muchas ilusiones y deseos.

 Qué les tendría preparado el destino, a dónde les llevaría el camino que empezaban. A decir verdad pocos lo saben, quizás ni el mismo narrador. Pero aún quedaba tiempo antes de que el camino los condujera hacia la primera encrucijada donde tendrían que elegir como continuar el camino.