Partida Rol por web

Mientras esperaba a que sus amigos se decidieran a acompañarle a la sala de radio, Gonzalo se acercó a donde descansaba Irina acompañada por Gregorio para hablar con ella de manera tranquila.

Ver a la orgullosa mujer de aquella manera era lamentable, pero sabía que una mujer como ella no querría ser objeto de la pena de nadie, así que la trató con mucho respeto. - Buena tarde, señora Irina. Lamento que nuestro primer encuentro no fuera con el mejor pie; la verdad es que tenía muchas ganas de conocerla para planificar el encuentro del fin de semana próximo junto con mi novia, y me pudo la impaciencia. Espero que podamos empezar de nuevo. - le ofreció la mano. - Todo esto que está ocurriendo está siendo una verdadera barbaridad... ¿Quién lo hubiera dicho, que iban a pasarnos tantas cosas en una isla tan pequeña, no es cierto?

- Espera Gonzalo. Voy contigo.

Artai se sentía a gusto con el enfermero. Quizá ver tragedias juntos, une.... Quizá...

- La verdad es que tengo muchas ganas de oír a la lunática ésta. Ahora parece una mosquita muerta, pero no nos olvidemos que las apariencias engañan. Gonzalo, no me fio un puto pelo de ésta. Pero ni un puto pelo...

Se acercaron donde estaba Irina y la encontraron allí, sentada, con la mirada pérdida... Joder, si parecía Dustin Hoffman en Rain Man,joder....

- Gonzalo, mejor que hables tú porque si lo hago yo no vamos a entrar con buen pie... Te lo aseguro....

Cuando os acercáis a la mesa donde están Irina y Gregorio es éste quien se levanta antes de que lleguéis, lanza una mirada que notáis cargada de pena hacia la señora Irina, y os aparta un poco de la mesa. No.. no está bien. Creo que ninguno lo estamos del todo después de lo que ha pasado y... bueno se le nota muy nervioso vosotros habéis salido fuera y visto cosas... eh... bueno... esas cosas que contáis. Yo no podría, solo de pensarlo yo... bueno... pues que la Señora Irina no está bien porque ella no... bueno... no está bien y hay que dejarla tranquila.

Gonzalo miró a Gregorio con una sonrisa comprensiva. - Eres un buen trabajador y compañero para la Señora Irina, Gregorio, y se nota que te preocupas por ella de verdad. Ahora mismo, como bien dices, la situación es bastante crítica con todo lo que está pasando alrededor, y creo que necesita apoyo más allá de lo que tú le puedes ofrecer en este momento. Yo soy enfermero así que tengo experiencia apoyando a la gente que se encuentra en situaciones difíciles, y me parece que esta situación lo está siendo para ella... A veces lo único que necesita una persona es poder expresarse con libertad y hablar.

En ese momento cambió la cara a una de decisión. - Así que déjame hablar con ella, por favor.

El estadounidense asintio aun con los libros entre la manos, puso en gestio molesto.

-I cant find what i want... -. Mumurro.- Bullshit.... .-Pero comenzó a buscar en otros libros, otras leyendas parecidas.

Siguio a Gonzalo, medio sonriendo cuando le quiso sonsacar una frase.

-¿Por que ella no... what? -Pregunto inquisitivo y curioso apartando la mirada del libro. 

     Estaba claro que Gregorio no quería que hablarais con Irina y también quedó claro que cuando Gonzalo se puso algo más serio bajó la mirada y se apartó sin decir nada.

Tyler y Artai se habían acercado curiosos para enterarse de la conversación; Gonzalo había tenido una muy buena conexión con Artai desde su escapada conjunta, y confiaba plenamente en Tyler. Por ello tenía confianza suficiente para hablarles con franqueza, le les acercó y les comentó en voz baja.
- Chicos, dejadme hablar a mi sólo con Irina por ahora, por favor. Si vamos los tres juntos la vamos a asustar, y se puede cerrar en banda. No creo que sea mala persona, y cualquier duda de que esto fuera maquinación suya se me va sólo con verle la cara ahora; lo que es es una narcisista que ha perdido su lugar con todo lo que está pasando, y está en la mierda. Por mi trabajo, se me da bien apoyar a la gente en los malos momentos y creo que podré ayudarla, e igual después me cuenta algo útil sobre las parejas...

Podéis ir tratando de contactar por radio con el chico de Muros mientras terminan la cena, por si hay novedades allí... U otra cosa que se os ocurra... En cuanto tenga más información os la cuento, y vosotros a mi igual, ¿vale?.

Aclarado este punto con sus compañeros, se acercó a la mujer, sonriendo a Gregorio que se había apartado para dejarle pasar. Se sentó a su lado y comenzó a hablar con ella.

Tyler asintió a Gonzalo.

-Si te dice algun consejo de parejas bueno... tell me, yo tambien necesito .-Medio sonrio dandolel una palmada en el hombro y marchando hacia la radio.

-¿Vamos? .-Pregunto mirando a Artai. 

     Un golpe en la puerta de entrada seguido de un golpe aún más fuerte hace que casi todos deis un bote y giréis la cabeza hacia el ruido. Nacho y Ana se asoman desde la cocina y el resto se giran en sus sillas, menos Irina que sigue mirando hacia delante como si no hubiera escuchado nada. En el salón aparece Pepe con el pelo revuelto cayendo sobre su cara y múltiples manchas de sangre salpicando su traje empapado.

     Aquí no estáis seguros... ninguno lo estamos ya... en ningún lugar. Mientras decía esto no dejaba de echar miradas cargadas de temor hacia la puerta cerrada a su espalda, sacó el brazo que tenía tras la espalda y veis que lleva el hacha con la que salió del pazo con señal de haber tenido uso ya que también tiene restos de sangre reseca en el mango.

- OSTIA PUTA!!!

Artai salto de la butaca como si lo hubieran arreado con una vara....

No se podía creer lo que veían sus ojos. Pepe estaba vivo. Y no sólo eso, sino que había vuelto con la ropa ensangrentada así como su hacha...

Pero que cojones....

Artai saco su cuchillo del cinto y apuntando a Pepe con él dijo:

- Pepe, tío, me alegro un huevo de verte, pero no des un paso más hasta que nos cuentes todo... Nosotros también hemos visto cosas que ni te creerías y ahora mismo dudo hasta de mi padre....

Al ver que Irina no contestaba ni daba reacción alguna a sus palabras, como si se hubiera quedado catatónica, Gonzalo le pasó la mano un centímetro por delante de los ojos hacia arriba y abajo para ver si había respuesta, le agarró de la mano y le agitó un poco – Señora Irina. ¡¡SEÑORA IRINA!! – luego se dirigió hacia Gregorio. – ¿Le pasa esto con frecuencia? Creo que la debería ver un médico… - Joder, vaya tela de equipo…

De repente un estruendo llamó su atención hacia la puerta. Era… ¿¿Pepe?? No pudo reprimir un grito de sorpresa. - ¡¡Carallo Pepe!! ¿De dónde coño sales? – La verdad es que después de haber visto el cuerpo de Pablo y Rufus no daba ni medio duro porque Pepe hubiera sobrevivido tanto tiempo ahí fuera. Artai se adelantó a darle a entender que sospechaban de él. Y como para no. - Me cago en la leche, gente asesinada a espuertas en el faro y viene el colega con pintas de Jason a decirnos que no estamos seguros aquí.

A ver. Relajémonos un poco y vamos por partes. Pepe, joder, ¿dónde has pasado las últimas 30 horas? Que no estamos seguros nos lo olíamos con toda la mierda que está pasando. Pero más seguros aquí con luz que en el faro o en el embarcadero sin ver a dos metros bajo la lluvia, espero que estemos. Vamos a hacer piña por aquí para defendernos de lo que pueda venir, mientras que nos cuentas.

Mientras hablaba recuperó de la mesa su cuchillo y gesticuló al resto de los presentes para que se reunieran alrededor de la chimenea. A Pepe ni de coña le decía que se acercara en la situación actual, pero sin embargo a Gonzalo no le pasaba desapercibido que el bombero estaba nervioso por algo que pudiera venir desde el exterior por lo que buscó la forma de alejarle de la puerta sin acercarle a ellos.

 – Pepe. Con MUCHO CUIDADO y sin levantar el hacha, aléjate de la puerta y ve hacia el interior, pero no hacia nosotros, sino hacia la otra pared. Y vete contándonos qué es lo que sabes y dónde has pasado este tiempo. Porque ahí fuera hay alguien, o algo, cargándose peña con alabardas aspira-sangre. O hachas, como esa que tienes en la mano. Y hasta que no sepamos que no eres tú el asesino, creo que por aquí vamos a estar un poco nerviosos. Si te digo la verdad, no creo que seas tú. Pero te lo vas a tener que currar un poco para convencernos.

El ruido de la puerta llamó la atención de Nacho, y ni que hablar el motivo del portazo. Lo que no llamó tanto la atención pero molestó de igual modo fue la reacción del resto de los presentes. No se los podía culpar. Gonzalo y Artai habían vivido y visto más en esas últimas horas que lo que ve una persona en toda su vida. Aún así, había cosas en cuanto al trato personal que no debían perderse.

Se metió en la cocina un momento y volvió a salir con un vaso de agua en la mano y un trapo húmedo en la otra. Observó de arriba a abajo a Pepe, por si estaba herido o molestaba alguna señal enfermedad. Los mismos Gonzalo y Artai habían enfermado y no habían estado afuera tanto tiempo como él.

_Gonzalo, por favor, deja a Irina y a Pepe por un momento.

Era casi como si le pusiera nervioso la gente tranquila. Y en ese momento se imponía dar tranquilidad, sobre todo a Pepe. Avanzó unos pasos hacia él.

_Discúlpanos, Pepe. Como decían los chicos, aquí las cosas tampoco han estado fáciles. Toma -le lanzó el trapo húmedo-. Para que te limpies un poco. Y aquí tengo un vaso de agua. Sí te voy a pedir que dejes el hacha a un lado, así me acerco a darte el agua. Debes tener sed, a pesar del agua de afuera. Y hambre. La comida estará pronto, te daremos algo caliente. ¿Alguno podría ir a buscarle ropa seca y una manta? Sí, queremos escuchar todo lo que tengas para contarnos, pero tras un día afuera necesitas descansar un poco. Estás a salvo aquí.

Sí, había que calmarlo, cuidarlo, conseguir que deje el hacha (para lo cual se ofrecieron consecuencias positivas para dicho comportamiento) y luego sí escuchar todo lo que tuviera para decir. Pero si veía que lo apuntaban con cuchillos, difícilmente querría dejar el hacha. Había que mostrarle que todo estaba bien con él.

Tyler miro a Pepe.

Miró la sangre que habia en el. 

Dio unos pasos hacia atras, dando espacio y no apabullando al recien llegado. 

En su cara podia notarse un gesto de desconcierto y desconfianza. 

     Chaval, suelta eso no te vayas a cortar dijo con una especie de gruñido dirigiéndose hacia Gonzalo. La figura de Pepe resultaba imponente, era un hombre de espaldas anchas, alto y con cara de no tener mucha paciencia.

     Ni de coña estáis a salvo aquí y si creéis eso es que no sabéis nada. Lo que hay ahí fuera no es de este jodido mundo, porque creerme que el mundo se ha ido a la mierda. Dejó en el suelo el hacha y se limpió la cara con el trapo que Nacho le lanzó pero rechazó el agua.

     Miró nuevamente a Gonzalo Si esperas que eso te sirva de algo quítatelo de la cabeza. Buscar armas de verdad, fuego, un jodido tanque. Pasó la mirada por la sala y meneó la cabeza Faltáis muchos más de lo que pensaba y lo que queda no es bueno, joder, nada bueno.

     No os voy a contar nada. No aquí. Me largo de esta puñetera roca por el único camino posible y no voy a esperar a que os decidáis. No creo que tengáis 5 minutos pero, joder, os los doy y si hay que morir pues se muere. Quien quiera sufrir y vivir que deje todo menos las armas y larguémonos. Los que aún tengan fe en que esto se va a arreglar que mueran aquí, no es mi jodido dilema.

     En el salón se hizo el silencio.

Pepe rechazó el agua. Eso sorprendió a Nacho. Si bien estaban hartos del agua, no era lo mismo abrir la boca para tomar agua de lluvia que tomarla de un vaso, y Pepe llevaba casi un día afuera.

Además parecía otro. Antes se mostraba bromista, amigable, y en ese momento solo mostraba la dureza de quien haría lo que fuera por sobrevivir. Al menos había dejado el hacha. Esperaba que el resto no hiciera ninguna idiotez.

_Esto contigo, Pepe, pero adelántame algo. ¿Quieres volver al continente en el barco? Porque si es así, debes saber que allá las cosas están igual que aquí, o peor. ¿Quieres armas de fuego? Acompáñame a la habitación de Roberto. Él trajo un arma y yo tengo la llave, pero no sé dónde está. Acompáñame a buscar el arma mientras me cuentas qué has descubierto. Hasta lo que sabemos aquí, parece haber una criatura como un vampiro suelta, pero tú debes saber más que eso. Usemos esos cinco minutos para encontrar el arma.

Quizás se abriera con él, dado que era quien le había dado confianza desde el principio, en contraposición con la actitud defensiva del resto.

¿Qué había sido del sonriente y bonachón bombero que llegó con ellos a la isla? Parecía que Pepe se había convertido en un matón cualquiera después de estar toda la noche... ¿dónde?. Le observó con atención, quizá algo en su indumentaria le diera una pista de lo que había pasado en las últimas horas.

Lo que estaba claro es que les estaba faltando al respeto a todos los presentes, empezando por Gonzalo mismo. Eso le cabreaba y le ponía en poca disposición de colaborar con él. - Mira, capullo; no sé dónde cojones has estado desde ayer por la tarde, pero esas no son formas de entrar avasallando. Comprenderás que después de dos días sin aparecer por aquí no tengamos la confianza para seguirte sin preguntar. Por otra parte, aquí estamos "lo que queda", como dices. No seremos lo que esperabas, pero es lo que hay. Colaborando tendremos más posibilidades de sobrevivir a lo que sea que está matando gente allá fuera. Así que trata de hablar con respeto, porque a ti no te lo había faltado nadie. Porque quiero confiar en ti, de verdad; pero pónmelo un poco más fácil, joder.

En cuanto a ésto. - Levantó y miró el cuchillo que tenía en la mano. - Carallo, una puta pistola o un tanque serían mejor, pero esto es lo que tenemos por el momento, así que explícate mejor y no te contradigas a ti mismo; ¿quieres que vayamos armados o que suelte el cuchillo?

Una vez hubo expresado su malestar, decidió ser más productivo y buscar puntos en común. - Estoy de acuerdo en tratar de huir de la isla, pero me faltan datos, muchos datos, sobre cómo quieres hacerlo. ¿Sabes que alguien trató de hundir el barco del embarcadero a puñetazos con megafuerza?. Quizá lleguemos al barco y nos encontremos en la oscuridad de la noche y sin embarcación para ir a ninguna parte, completamente vulnerables hacia lo que pueda haber ahí fuera.

Aprovechó ese ejemplo para darle a Pepe una motivación para hablar. - Creo que compartiendo lo que sabemos todos tenemos más posibilidades de éxito; por favor, en estos cinco minutos cuéntanos algo para que podamos confiar en ti. Nosotros también te contaremos lo que sabemos...

Por otro lado se giró hacia el resto de gente presente en la sala común. - Preparad todo para salir por si acaso; que no nos pillen las cosas de imprevisto. Gregorio; cuida de Irina y de Daniel y asegúrate de que se abrigan bien. Iago, ahora sí que vete a despertar a Anne y que esté lista para lo que pueda pasar. Por cierto Iago; ¿Tenéis armas de fuego aquí con las que nos podamos defender?

Miró a Artai y una idea se le pasó súbitamente por la cabeza. - Artai, Pepe ha hablado de fuego... Con tus conocimientos, ¿Podrías fabricar cócteles molotov utilizando la gasolina del generador?

Tyler seguia mirando a Pepe con desconfianza, desaparece, muere toda esa gente y ahora vuelve lleno de sangre.

-¿Has visto a Ruth fuera? .-Dijo mirandole a los ojos.- Sabes la de penuerias que pasamos para buscarte.... ¿Que has estado haciendo? ¿Y esa sangre?

Aunque le ustuviera hablando seguia manteniendo la distancia, habia visto lo que el estres prostraumatico le podia hacer a un superviviente o soldado, y a veces podia acabar en psicosis violentas. 

-Es mejor que nos quedamos aqui y esperemos ayuda.  

     Cuando Gonzalo le llama capullo, está a punto de lanzarse a partirle la cara pero la voz de Tyler preguntando por Ruth le frena. Es difícil saber si algo ha cambiado en Pepe o ahora muestra su verdadera cara. Ruth... si ves a Ruth lo mejor que puedes hacer es correr lo más lejos que puedas de ella porque...bueno, si la ves huye sin esperar a que hable.

     Después oyó el comentario de Gonzalo sobre el barco y en ese momento se giró hacia él ¿Qué has dicho? ¿No podemos usar el barco? Entonces este si que es el final...

     Los cuchillos no van a servir de nada contra lo que va a venir, creedme. Esas cosas son duras...muy duras. Se cómo están las cosas allí dentro dice mientras saca una radio del interior de su chaqueta Línea directa con mis compañeros, se supone que no hay que sacarlas de la sede pero, qué cojones, esto me ha mantenido con vida. Allí dice señalando hacia donde intuís que está la península hay kilómetros donde esconderse, donde como dice el chaval estar unidos. Aquí estamos muertos.

     Si alguien quiere salir ahí fuera a buscar gasolina