Partida Rol por web

Niego con la cabeza al ver el truco de Kae para que Sintaro se quite la ropa y se rinda. No se si es el espíritu del juego, pero la verdad es que tiene pinta de funcionar. Ya veo que mi amigo comienza a sufrir por la perdida del móvil, y eso que apenas le han separado un par de metros de el.

Claro que ahora Himeko se fija en mi, y me preocupa que las acciones de Kae le den alguna idea a la muchacha que me cause algo mucho menos placentero de lo que tenia en mente al principio. No es que tenga ideas concretas, pero...mi cerebro deja de pensar un segundo cuando veo que Himeko se sienta en la cama y trato saliva un tanto alterado ya. Adolescente, chica que le gusta en postura sugerente...valgame el cielo.

Me quedo algo perplejo al ver que saca su móvil y manda un mensaje o algo parecido. Cuando suena el mio sonrío al mirarlo y contestarlo, pero la verdad es que mirarlo me ha calmado bastante. Pese al contenido de este, no es lo mismo que mirar a la chica e imaginarme por mi cuenta mil historias.

Cuando Sintaro se rinde, casi lo maldigo en voz alta. Pese a que Kae y yo hayamos ganado. Esperaba algo...mas.

Miro a Steffy y suspiro, no me siento ganador, no hasta que recuerdo que podemos dar ordenes mañana a los perdedores. Hemos ganado Steffy?.

-Supongo que sí...- pongo morritos -esta no es manera de jugar pero no es ilegal según las reglas. En fin, el reinado más corto de la historia.- me encojo de hombros y alejo de Yamato mi, aún con la bota, pie. -Aunque...ocurre una cosa. En las normas decía que era Yamato quien debía quitar las prendas de ropa que se quitasen. Así que Sintaro y Yamato...han roto las reglas. ¿Qué castigo debería imponerles? ¿Sugerencias? 

-¿Q…que?.-Preguntó Yamato con claro terror en sus ojos, aun no había tenido tiempo ni de dar el masaje en los pies, ni siquiera de hacer nada…y ahora Steph quería castigarle.

“¿Que he hecho yo?” Se preguntó mientras miraba al vacio a la vez que notaba como la humanidad salía de su interior lentamente.

Cuando declararon la victoria a Kae fue a coger otra toalla de la estantería y volvió para envolver a Sintaro. Le hizo gracia como la miró, pero no quería que se llevara ésa impresión de ella. Con la toalla de por medio le dio un abrazo para ayudarle a entrar en calor, frontándole los brazos.

-No me mires así...Por éso te quité el teléfono, no quería estropear nada. No me lo tengas en cuenta porfavor, era mi mejor baza-se excusó tratando de no ganarse la fama de despiadada. Solo era...bueno, "contundente"-Además, si mañana tienes que obedecerme no me interesa ahora que te pongas enfermo-seguía abrazándole con una sonrisa leve. Era una forma no verbal de mostrar que se preocupaba por él.

Miró a Hugo de reojo. No parecía contento con la victoria que le había proporcionado. Vaya un compañero de equipo... suspiró imperceptiblemente, quizás sólo para Sintaro, y luego cuando notó que el chico ya desprendía calor de por sí se separó de él. 

Esuchó a Ste y la miró sonriente.
-Yo creo que Sintaro ya ha sufrido bastante en apenas un minuto-y no sólo por el frío, casi se me queda cadáver sin su móvil...-Así que ejerceré mi orden sobre tí ahora, Ste, como Sexy Queen-hizo un gesto con la cabeza hacia Yamato-Así que me complace informarte que participas ahora en el juego que nos has mandado. Tendrás que conseguir que Yamato no aguante más y se rinda. No le pido que se desnude o se corra-Eso para el cohibido Yamato puede matarlo de un ataque al corazón-Si no que lo lleves a su límite hasta que él decida el "Basta". Competirás contra-reloj, a cada minuto una prenda menos. Cuando te quedes con solo una prenda, y te dejo sólo una pieza, ganará él si ha logrado aguantar. Si consigues que diga 'Basta' antes de quedarte con ésa única prenda, ganas tú-se encogió de hombros. Era lo que le pareció más justo. Fue a sentarse en la cama, poniendo una tercera silla donde antes había estado sentado Sintaro. Luego se sentó en la cama, pensando ya en lo primero que le pediría al chico-hacker. Tomó su móvil y abrió la aplicación del cronómetro, lista para cuando Ste empezara.

Por alguna razón Kae no parece muy contenta conmigo, aunque no tengo idea de porque podrá ser. En cuanto dan por ganador a Kae y por lo tanto a mi equipo, me pongo en pie y aparto la silla, para sentarme en la cama junto a Himeko, a la que miro con cierta sorna.

Vaya vaya...creo que mañana vas a ser mi esclava... Tengo claro lo primero que voy a pedir a la muchacha, aunque no se si sera capaz de hacerlo. O hacerlo pero odiarme por ello. Luego me giro hacia Kae y le sonrío, mas que contento de haber ganado y sin daños ademas. Muy bien jugado Kae, eres la mejor.

Alzo la mano hacia ella por si le apetece chocarla.

Pareció que Hugo decidió celebrar finalmente la victoria, así que no quiso hacerle un feo a su compi de equipo y alargó el brazo para chocarle la mano-¡Gracias!-para luego de mirar a Ste y Yamato con una sonrisa, expectante.
 

Que mala eres, Kae.

La miro apenada, no me esperaba que fuese cruel conmigo.

-P-pero...no es lo mismo yo...yo no soy...yo no sé excitar a un hombre y-y menos sin tocarlo.- suspiro abatida. -Haré lo que pueda pero habría sido más fácil que me ordenaras que me desnudase. Dadme un momento y así de paso Sintaro recupera el color.

Voy hasta la mesa y me sirvo un vaso de fanta, que me bebo despacio para ganar tiempo, tratando de pensar que hacer. Pronto me lo acabo y debo empezar. Coloco a Yamato en el suelo, contra la pared y justo enfrente del gran espejo.

-Venga...empieza el tiempo.

Me agacho hasta quedar de rodillas casi sobre él, una rodilla entre las suyas, muy arriba, y otra a un lado, pero no lo toco. Me inclino mucho de manera que reflejado en el espejo casi CASI puede ver bajo mi falda. Y acerco mis labios a su oído. Se puede ver que le hablo muy cerca, mi aliento le hará cosquillas pero mis labios no lo tocan.

-Yamato...esto es violento para los dos, pero no voy a parar. no se me da bien excitar bailando ni nada pero puedo hace que imagines cosas...- sé que su vista está fija en el espejo -E irás imaginando más y más conforme pasen los minutos.

-Como por ejemplo lo suave que es mi piel...y mis labios. Como p-podrían apretarse alrededor d-de tu glande mientras mi lengua se mueve como l...como loca acariciando tu duro y palpitante m-miembro.- espero que el tartamudeo no arruine el efecto, intento ser fuerte y no avergonzarme. -Podría seguir y seguir hast-ta que eyaculases con fuerza, donde quisieses...

-¡¿QUE?!.-Gritó Yamato mientras sus ojos se abrían como platos, ahora Kae estaba haciéndole la puñeta, quería que el muchacho quedara en ridículo, eso seguro.

Steph iba a tener que excitarle y hacerle pasar un mal rato, no era justo…”¿no podíamos jugar al monopoly?” Se preguntó apenado mientras bajaba la cabeza

Steph le obligó a sentarse contra la pared y puso delante de el un espejo, le molestaba el reflejo…no le gustaba verse tan pálido y tan raro…normal que no tuviera amigos y que Bellow le dijera eso.

Antes de que se diera cuenta. Steph se arrodillo frente a el, lo que provoco que en el espejo se viera parte de su ropa interior . Era la primera vez que veía la ropa interior de una chica, aunque fuera de reojo…resultaba extraño, sobre todo cuando la chica no sentía nada por el, ¿Esto era lo que se sentía cuando jugabas con alguien?.

Yamato se mordió el labio, porque no podía dejar de mirar el espejo un solo segundo, resultaba todo tan hipnótico…

Antes de que se diera cuenta la muchacha se acercó a él y le susurró cosas al oído, lo que provocó que se pusiera rojo como un tomate y se encogiera como una tortuga.  Pero se obligaba a si mismo a aguantar…no podía caer tan pronto, le demostraría a todos que es tan fuerte como los demás…

-N…no caeré t…tan fácilmente.-Murmuró apartando la mirada, se sentía excitado por lo que había dicho, pero tenía en mente un par de cosas “Confianza” y “Fuerza” se obligaría a si mismo a pasar por este calvario y se alzaría ganados.-Vas a t...tener que hacerlo mejor que eso T..Tano-san

Pasa el primer minuto, por lo que, con mucho cuidado de que no se mueva la falda y sin quitar mi mirada de los ojos de Yamato me devuelva la mirada o la fije en el espejo, me quito lentamente mi tanga. De color blanco, de encaje. Baja poco a poco por mis muslos y...prenda fuera. Intento parecer sexy...si lo consigo o no es otra historia pues siento mis pulsaciones a mil por hora.

Me muero...me da algo...>.<

Cuando ya me las he quitado las llevo hasta Yamato con la intención de ponérselas en la cabeza. Pero los nervios me traicionan y se me caen en su regazo, simplemente. Las dejo ahí para no arriesgarme a tocarlo. Vuelvo a susurrarle.

-Pero podemos hacerlo mejor...ahora no llevo bragas. Podrías colocarte detrás mía y meterme...lentamente...tu enorme p-polla. Llenarme entera y sentir el calor de mi interior...que arde p-por ti. Sentir como aprieto cada centímetro con mi vagina, húmeda por ti. Puedes imaginarlo...seguro que has visto o leído porno, como todo el mundo. A mi me encanta...son tan flexible que podrías hacer tantas cosas conmigo...

Gimo suavemente en su oído.

-Coger mis caderas y penetrarme con fuerza una y otra vez, cada vez más rápido. volverme loca de placer, dominarme y obligarme a hacer tu voluntad.- aunque sigo susurrando cada vez hablo más rápido y tartamudeo menos, ya que cada vez estoy más excitada...y no lo finjo. -Dejar caer tu peso en mi y apretar mis pechos...estirarlos aún con la ropa puesta...darme la vuelta y probar la flexibilidad de mis piernas para poder romper mi camisa con tu ansia...y devorar mis tetas...ya sudadas por el violento sexo que me haces...el sabor salado...mmmm...hazme tuya, Yamato-sama...

Yamato estaba prácticamente temblando, Steph se había quitado la ropa interior y se la había tirado sobre el regazo.

Pero peor fue cuando le susurro todas esas cosas al oído, Yamato empezaba a pensarse que lo que decía era verdad, no había lugar a dudas, ¡estaba intentando darle señales!

Lentamente un pequeño reguero de sangre salió de la nariz de Yamato, como si se tratara de una especie de personaje de un manga o del anime…Steph sabía lo que hacía y lo estaba haciendo bien.

Yamato estaba muy cohibido, pero en su pantalón había claramente un bulto, estaba rojo como un tomate y miraba con los ojos abiertos de par en par a Stephany que seguía contoneándose.-N…n…no lo dices en s…s…serio, tienes que estar fin…fingiendo…-Murmuro con un hilillo de voz.

Claramente Steph era más experimentado que él, eso se podía saber por lo que decía. Hubo un momento en que Yamato movió lentamente sus manos para intentar agarrar a Steph, pero se obligó a si mismo a mantenerlas pegadas a su propio cuerpo mientras apartaba la mirada.

-N…no me rindo…-Declaró con fuerza para volverla a mirar a los ojos y apartarlos de golpe.

Segundo minuto. Esta vez son mis botas las que abandonan mi cuerpo. Para quitármelas abandono mi postura un unos instantes y alzo un apierna por turno, sujetando mi falda abajo con una mano me quito la bota con la otra...de una manera sorprendentemente sensual que sin duda no lograría volver a repetir.

Y al ataque de nuevo...es, salvo inspiración divina, mi último cartucho.

-Lo deseas Yamato...y yo te deseo TANTO. Serías el vencedor...da igual lo demás, nadie podría decir que no has ganado pues algo que nadie más tendrá nunca sería tuya...mi virginidad. Incluso podrías usar mi último...mi culito. Mi ano. Sexo anal ¿No os encanta a los hombres? Dicen que a las mujeres al principio no pero que un macho dominante y con un arma como la tuya...las hace adictas.

Murmuro de gusto.

-Y, lo mejor de todo, sin duda pondrías a Kae e Himeko muy, muy, muy celosas. Tanto que puede que hasta se unan mientras lo hacemos. Me encantaría lamer los duros pezones de Kae...hundir mis dedos entre sus labios mayores ayudando a la lengua de Himeko, que atacaría su clítoris sin descanso. Mientras tú, macho alfa, toro, embistes sin piedad a Himeko hasta que ella se desmaye de placer sin poder gritar tu nombre por la falta de aire. Para ti, solo un calentamiento...el verdadero premio, aún mejor que mi virginidad, será tener a la gran reina, a la persona que nos pone en esta situación, a tu merced...siendo tú su amo...dándole lo que necesita y dejando que, ella sí, grite tu nombre....Yamato...Yamato...¡Yamato!- el tono que uso al decir su nombre podría levantársela a un muerto.

Yamato estaba con la boca abierta mientras seguía asustado, definitivamente había perdido la razón, ya no distinguía entre la realidad y la ficción, no sabía si Stephany seguía jugando con él o lo que decía era en serio. “!NO PUEDO MÁS¡”

Las eróticas palabras que le susurraba al oído eran suficiente como para ahcer que el muchacho gimoteara.

“¡FUERZA, CONFIANZA Y VALOR!” Dijo su señorita Bellow interior, de repente Alzó los brazos y agarró el rostro de Stephany.

No podía aguantarse más, sin previo aviso acercó su cara a la de la muchacha y juntó sus labios con ella a la vez que le daba un profundo y romántico beso. “Había perdido, pero si lo que decía Stephany era verdad…había ganado algo mucho más importante”.

Se sentía raro, no había sido su primer beso, que fue robado hoy mismo…pero este se sentía completamente diferente, los labios eran muy suaves, Steph olía muy bien, y además era muy guapa.

“NO TENGO NINGÚN REMORDIMIENTO…” Pensó mientras sentía los labios de Steph

Sintaro se quedó abrazado a Kae durante los minutos que ella elija, no era de más intenciones, solo ansiaba entrar en calor. Sinta, se acurruco más y más cuando murmuro el nombre de una chica – Ene… - susurro pero la peli morada seguro que lo puede escuchar.

Entonces cuando es soltado él le sonríe ¿Qué? ¿De verdad? ¿Sonríe?  Y le asintió agradeciendo – muchas gracias Yusei, eres un cielo de chica – le dijo muy cariñosamente cuando observo la escena de la pareja castigada, este se sonrojo y se tapó más con las toallas para no coger otra vez frio

Vaya, el juego está dando de si… - el chico fue a agarrar sus cosas y miro si tenía mensajes, se alegró al ver que sí y parecía sonreír, sí, pero de manera sádica, y todos lo podéis ver.

De repente, parece que alguien toca la Puerta 

Me quedé sorprendida cuando Sintaro cedió tan pronto. Vaya compañero me había tocado, no había aguantado ni un asalto. Debería haber empezado un poco más agresiva, pero ni tiempo me había dado mi compañero. Con un gesto de resignación, guardé el móvil en el bolsillo y miré a Hugo, quien se había acercado a regodearse en su victoria.

- Así parece, ¿vas a cumplir alguna venganza secreta? ¿O acaso pretendes hacer realidad alguna fantasía oculta? - le pregunté devolviéndole la sorna con mirada desafiante.

Justo entonces llamaron a la puerta y me levanté para abrirla. Retirando con un gesto airado el cabello de la cara le dije a Hugo sin mirarle a la cara - si quieres recobrar tu recompensa, búscame mañana.

Cuando abre puede ver al profesor Yamaguchi, está en pijama azul con estampados de estrellas.

Vamos a dormir Hu…¿ Himeko?

Miro dentro y se fijó que tenían una fiesta montada así que se tomó la molestia de entrar sin permiso, mirando a los demás sonrió de manera divertida, todos podéis ver que Yamaguchi tiene una venda cubriéndole la frente como si se hubiese hecho daño o alguien le hubiese querido abrir la cabeza.

Mañana iremos a Kioto sur, os quiero en pie a las 7 de la mañana, desayunad y a las 8 en el recibidor, acorados de llevar una pequeña maleta con el pijama y las cosas básicas, además de una muda, mañana dormiremos en una casa tradicional.

Sed puntuales o me obligareis a despertaros de malas maneras familia.

Dicho esto Yamaguchi se queda mirándolos a todos y niega como no creyendo lo que ha estropeado