Partida Rol por web

En el momento en que entrasteis en aquella taberna os encontrasteis con lo que esperabais... o incluso más. Todo el mundo bebiendo y de juerga, tan borrachos que algunos ni se sostenían en pie. Imcluso parecía que el propio tabernero habia bebido un poco y se le podía apreciar algún rubor en sus mejillas.

-¡Claro que sí! ¡Las habitaciones están arriba!

Dijo mientras servía más bebida, casi tirando al suelo la mitad. Era algo raro que todo el mundo estuviera tan borracho. Hasta ni siquiera os pidió dinero por dormir allí... Entonces escuchasteis a uno de los borrachos.

-¡Servidme otra! ¡Que puede ser la última que tome en mi vida! ¡Estarás contento de librarte de mi, maldito tabernero sirve-pis de burra!

Levantó una ceja al oir a ese último borracho... parecía que estaba muy convencido de...

Se acercó a la barra, de buen rollo, aunque se le notaba que era demasiado jovenzuelo para sentirse allí como en su salsa...

-Jefe! -en argot... forma de llamar a cualquier tío que esté a cargo de la barra-... ese hombre... ¿a que se refería? joder, que daba la impresión de que fuese a palmarla de forma inminente... Y por cierto... ¿cuanto es la estancia en una habitación?

Al entrar nos encontramos con la gente borracha y divirtiéndose como si fuera el último día de vida. Hasta el posadero nos dijo que podríamos pillar habitaciones sin pedirnos pago ni nada. ¡La suerte nos sonríe! O nos sonreía hasta que abrió la boca Arnolfus, ahí me llevé la mano a la frente. Solo espero que el posadero pase de cobrarnos o que acepte mio valiosísimo jarrón como pago, aunque sinceramente preferiría conservarlo. No me creo que esté dispuesto a hacer esto por mis compañeros... bueno, por mi colega Arnolfus lo haría sin dudarlo (al menos hasta ahora que abrió la bocaza) y puede que también por Tony, que se ha portado bien cuand hemos investigado juntos. Y ahora que lo pienso... también lo haría por Kromi por algún motivo que no alcanzo a comprender.

Me doy varios sonoros cabezazos contra la barra, con cara de absoluta incredulidad (y un poco de sangre en la frente). ¿Desde cuándo me preocupo por mis compañeros? ¡Eso es un acto de generosidad! Y la generosidad es mi mayor enemiga...

- ¡AAAAH! ¿Por qué diablos estoy haciendo esto? ¡Posadero, deme una pinta de cerveza tamaño TROL! ¡Con mucha espuma!

Al oir las palabras del posadero, a Tony le apareció una sonrisa de alegría en el rostro

Increíble, es nuestro día de suert...- Se interrumpió al oír las palabras de Arnolfus- Ya me parecía a mi que tener suerte no iba conmigo- Suspiró resignado.

Ponme a mí otr...¡OOOOHHH!- Se fue a sentar en el taburete de al lado de Barret. Lastima que estuviera cojo y con la inercia se cayera y empujara a un parroquiano que derramó su bebida sobre otro parroquiano aun más grande, peludo y fuerte que las mujeres que les habían estado persiguiendo por todo el pueblo.

Al entrar nos encontramos con lo que parecía la fiesta pre-fin del mundo, lo cual era bastante comprensible dada la situación, miré a mi alrededor frunciendo ligeramente el ceño, entonces escalé para sentarme en un taburete junto a la barra dado que parecía que íbamos a pasar allí un rato pues Arnolfus parecía tratar de sacarle información al tabernero y Barret y Tony decidieron pegar un trago, eso claro, antes de que este último provocase un accidente que podía acabar en desastre, lo que hizo que emitiese un grito mudo solo de pensar que nos tocase salir corriendo de nuevo.

Mientras el tabernero ponía dos cervezas, de pronto ocurrió lo de Tony. Los dos que se habían chocado se quedaron en silencio, con cara de malas pulgas. El ambiente se volvió tenso por un momento pero, de pronto, los dos comenzaron a reírse a carcajadas, simplemente pidiendo otra ronda.

-¿Cuánto? ¿Para qué voy a cobrar si a la tumba no te llevas el dinero?

De nuevo el tabernero comenzó a reírse, de pronto cogiendo una de las jarras y comenzando a bebérsela de un solo trago.

Me quedo tenso al ver la que lía Tony con su gafe, pero afortunadamente la cosa no fue a más. También es buena cosa que el posadero no quiera cobrar nada por el alojamiento. Está bien que Arnolfus quiera sonsacar información, pero casi me da un jamacuco cuando preguntó por el precio de la estancia.

Ya más tranquilo le doy un buen trago a la jarra y me empiezo a animar. Hasta tal punto de que miro a Kromi y doy unas palmadas en el taburete que hay libre para que se siente.

- Vamos Kromi, que yo te invito a lo que quieras - le guiño un ojo antes de fijarme en una cosa en ella - Espera, ¿es cosa mía o te veo más... alta?

Será cosa de la bebida, pero... da igual, ya que todo va a salir gratis puedo ponerme magnánimo y beber sin miedo*.

- ¡Venga, Tony, Arnolfus! ¡No rechacemos la amabilidad de este amable posadero y bebed también!

Ya se tiene que notar que estoy un poco pedo...

Tony se levanto del suelo, a los pies de las dos moles que a punto estuvieron de iniciar la pelea de taberna del siglo, pero acabaron abrazados y riendo. Alejándose de los gigantes, cogió otro taburete y con cuidado se sentó entre Barret y las moles, no fuera que se les fuera la mano en sus palmadas de felicidad en la espalda.

No con tanta efusividad como la del ladrón, pero sí con confianza, Tony bebió de su jarra. Cada vez más animado, pidió algo de comida. No comía nada desde esa mañana en la casa de la producción de menta.

-¡Eso! ¡A disfrutar de lo que queda! ¡Cerveza y algo de comer! ¡Por lo menos, muramos con el buche lleno!!

Se unió a la algarabía... demonios... ¡Barra libre!!.... estas cosas no solían pasar... a veces, ni un potente conjuro de hechizar persona sobre un necio tabernero sonseguía doblegarle su voluntad de cobrar por cuanto sirviese...

... Pero era raro,... tal era la certeza de la muerte inminente, que el tabernero había dejado de preocuparse por algo tan nimio como el jodido y siempre escaso dinero.

Miró alrededor... alguno podría pensar que en busca de alguna meretriz que también ofreciese barra libre en sus servicios, pero más bien buscaba otra cosa (a ver, que si encontraba de lo otro, como que no iba a hacer ascos, demonios)... buscaba a alguien con el puntillo locuaz en que lo cuentas todo, que el pedal afloja las lenguas

El caso es que quería enterarse del por qué de la certeza de la proximidad de la muerte que tenían en ese sitio... aunque... dedujo que, dado que cada dái moría gente sin ton ni son, y algunos probablemente fuesen conocidos de la tasca, pensarían que era inevitable que otros más siguiesen ese camino, y de ahí la fiestorra que se estaba desatando.

Dioses... necesitaba cerveza... también era cierto que hacía que no se emborrachaba... pues desde la última vez, más o menos.

Cuando el incidente con Toni quedó resulto dejé escapar un gran suspiro de alivio y entonces Barret me invitó a sentarme a su lado, trepé al taburete sentándome sobre él y dejé escapar una risa despreocupada al escucharle -¿Más alta?- repetí aún entre risas -será porque estoy sobre el taburete, eso o que ya estás borracho- comenté animada mientras movía mis piernas, que quedaban colgando, quizá no nos venía mal un momento como aquel por muy cansados que estuviésemos.

Entonces lo medité un poco y finalmente acepté regalándole una sonrisa -está bien, invítame a una copa, pero como no me gusta deber cosas... a cambio yo pago la habitación- le seguí la broma retornándole el guiño de ojo.

Al final el grupo decidió quedarse bebiendo y divirtiéndose junto a los habitantes de aquel pueblo. Bebieron y bebieron hasta que todo comenzó a volverse borroso en sus mentes. ¿Quién sabe que sería lo que habían hecho aquella noche?

A medida que avanzaba la juerga y la noche, Tony cada vez se notaba más embotado hasta que llegó el punto que consideró oportuno irse

Creho que ha llegad...hip...o el mommmmmento de irshe a dormi... - y tal cual se levantó de la silla se fue directo al suelo.

Si se levantó o no, es un misterio, pues hasta ahí recordó en días venideros.

- ¡Cuenta con ello! Píllame la mejor habitación - digo antes de darle otro trago a mi cerveza.

El rato se me pasó volando bebiendo como una esponja, y a partir de cierto momento no recuerdo lo que pasó. Mis recuerdos se volvieron confusos y caóticos, y más cuando me despierte (si es que despierto).

No había pasado de la primera cerveza cuando dejé de ser consciente de mí misma, lógicamente no era necesario beber demasiado para que el alcohol me afectase en gran medida dado mi peso y tamaño, solo esperaba que no tuviese que arrepentirme al día siguiente -¡hic!-

-"The pedo is coming!"

Una vocecilla le iba avisando, pero le daba igual... esto era un after de p.madre, y había barra libre...

Al día siguiente ambos os despertasteis. En un principio os costó daros cuenta de donde estabais o que había pasado. Pero tras un buen rato, finalmente os disteis cuenta de que estabais en una habitación bien pequeña... con barrotes. De pronto escuchasteis una voz familiar.

-Estaréis satisfechos...- Al fijaros visteis a la sheriff al otro lado de los barrotes con sus brazos cruzados.- ¿En qué momento se os ocurrió hacer eso? Pobres cabras... Y la vaca... madre mía... Suerte tenéis que sus dueños ya estuvieran muertos, si no os pasabais aquí el resto de vuestra vida... ¡Y menos mal que os detuve antes de lo que ibais a hacer a los cerdos!

De pronto te despertaste, algo aturdido. Era ya de día y... no te encontrabas en ninguna habitación. En lugar de eso te encontrabas con un buen dolor de cabeza tirado en un carro de paja en la calle. A saber como habrías acabado allí. Entonces te pusiste a mirar a todos lados y... no viste nada... Es decir, no viste nada de tu propiedad. Tus cosas no estaban allí. ¡Incluso tu ropa! ¡Estabas completamente desnudo en mitad de la calle y sin nada!

De pronto despertaste cuando un rayo de sol te dio directo en la cara. Al mirar con algo de resaca alrededor, te diste cuenta de que estabas en la habitación de la posada, durmiendo en la cama. Seguro que había sido una buena juerga... Entonces te diste la vuelta en la cama y... ¡Había alguien tumbado contigo! Al levantar un poco las sábanas, te diste cuenta de que estabais los dos desnudos. El corazón te dio un vuelco. No podías ver su cara, pero su pelo era bastante largo. ¿Quién era? Y de pronto, esa persona se dio la cuenta y enseguida la reconociste. ¡Era una de esas chicas cachas que os había estado persiguiendo antes!

Me despierto conteniendo un quejido. ¡Maldito sol, que tengo resaca! Me tapo la cara cual vampiro huyendo del sol y poco después voy recordando lo que había pasado. Sí, había sido una borrachera legendaria, tanto que he acabado desnudo. Me percato de que hay alguien más, con pelo largo y también desnudo. ¡Ostras, que también he follado!

La momentánea alegría se disipa cuando me doy cuenta de que es una de esas malditas mujeres cachas locas. Y lo peor es que se ha dado la vuelta. ¿Está despierta? Parece que todavía no*, así que recojo mi ropa y trato de escabullirme en silencio abriendo con sumo cuidado la puerta. Rezo para que las bisagras no estén oxidadas y pueda escapar de ésta, o de lo contrario recibiré otra paliza. O algo peor.

No tenía claro que es lo que le despertó... solo que lo primero que vió fueron los barrotes, luego a Kromi... lo primero que pensó, fue lo más obvio... "¿Pero que ha pasado? ¿hemos terminado en una fiestuki sadomaso?" ... liego reparó en que la mazmorra estaba decorada de modo más que convincente... bancos de dura madera, un orinal en una esquina, cochambre por doquier... y la Sheriff mirándoles con cara de...  "espera... ¿también la Sheriff está en esta fiesta? ¿es la ama del calabozo?... ah.. no... espera.... lo mismo sí que es un calabozo"

También reparó en que Kromi estaba despertándose, y ató cabos... estaban vestidos... vale, no había sido una orgía en ninguna de sus variantes...  Entonces la Sheriff empezó a hablar, acusándoles de no se qué...

-Un momento, un momento... ¿que ha pasado? ¿que hemos hecho qué con esos animales??? -A ver si se habían dado a la zoofilia...- Joer... no me acuerdo de nada...

Miró a Kromi... ella era sensata, lo mismo recordaba algo...

-¿Tu recuerdas algo?... tampoco bebimos tanto para pillar un pedal de esos de no acordarse de nada...

En todo caso... tenía que ser algo que habían hecho ellos dos... Abrió los ojos como platos... ¿habrían desatado sus poderes mágicos de la leche, alegremente?