Partida Rol por web

Tony miró a su alrededor y tras picarle incesantemente las piernas y la espalda se dio cuenta de que estaba completamente en bolas.

¡Vaya! Bueno, no sería la primera vez. Ostras, no me han dejado ni los calzones. Esto sí que es la primera vez.

Con una sospecha en la cabeza, rebuscó entre la paja si estaba por ahí el cubo mágico que devolvía a la vida. El mundo no podía soportar dos Tonys gafes, aunque uno estuviera muerto. Tras su búsqueda y con resignación se bajó de la carreta. Al bajar, un observador casual podría ver su cuerpo peludo. Parecía un oso, un oso lleno de pajitas.

Lo primero será buscar mi ropa... o algo de ropa. Y luego recuperar mi cuchillo de caza, ya le había cogido cariño.- pensó el hombrecillo mientras echaba a andar hacia una dirección aleatoria.

Después de andar un poco, decidió que igual si volvía a la taberna, estarían allí sus cosas. Fue para allá, procurando evitar toda mamá osa que parecía haber en esa ciudad.

Al despertar y verme tras los barrotes no pude evitar asustarme -¡¿Que?!- exclamé al escuchar a la sheriff ¿que se supone que habíamos hecho? me pregunté mirando a mi compañero, quien claramente tampoco recordaba nada, y entonces até cabos -¿es posible que estando borracha me convencieras para matar un montón de animales y así montarte un ejército de bestias zombis?- pregunté afilando un poco la mirada, esperando que me respondiese como de plausible veía aquella idea -debo admitir que excepto por el hecho de acabar con animales vivos me parece una brillante idea, aunque hay un montón de cadáveres por la situación actual seguro que la gente lo cuestiona menos que levantar a sus familiares-

-no, no! -protestó- Si quisiese un ejército de no-muertos... sería más sencillo acercarme al cementerio, o incluso al vertedero. Ni te imaginas la cantidad de cuerpos que hay deseando probar un poco más la sensación de la vida... -pensó un momento en las palabras exactas de la Sheriff- Espera... no ha dicho nada de que las matásemos.... ¿Que se supone que les hemos hecho?

Un escalofrío le recorrió la espalda... usando magia, u otras artes, se podían hacer cosas muy raras con los seres vivos, sin tener que matarlos necesariamente...

-Mhhh...- dejé escapar mientras cruzaba los brazos, pensativa ¿que otra cosa podía ser? -¡no me digas que creamos una especie de quimera con esos animales!- anuncié como otra posible opción mientras me imaginaba algún tipo de monstruosidad mezclando partes de vaca y cabras, dando tiempo a la Sheriff para responder.

La poca gente que había a esad horas por la calle parecía tratar de no mirarte, esquivando la mirada. Posiblemente pensaban que estabas loco. Pero finalmente llegaste a la posada. Conforme entraste dentro, de nuevo viste que en esta ocasión estaba completamente vacía. A excepción del tabernero, que parecía estar con la cabeza apoyada en la barra con una buena resaca. Y de pronto unos pasos que venían por las escaleras te llamó la atención. Al mirar viste a Barret bajando por las escaleras también desnudo pero con su ropa a cuestas.

Con mucha suerte parecía que lograste salir de aquella habitación sin que la mujer se despertara. Entonces, con las prisas, fuiste a bajar las escaleras corriendo, tratando de alejarte lo antes posible. Sin fijarte en que seguías desnudo... Y conforme bajaste viste que todo estaba vacío a excepción del tabernero, con la cabeza apoyada en la barra con una gran resaca, y Tony...completamente desnudo... sin sus ropas a la vista... mirandote...

La sheriff cerró los ojos y comenzó a negar con la cabeza.

-Ojalá hubiera sido eso. No habría sido tan asqueroso... Solo de recordarlo...- De pronto la sheriff se llevo la mano a la boca al mismo tiempo que le entraba una arcada.- Dios, no me hagáis recordarlo. A partir de hoy solo voy a ver eso en mis pesadillas. No se como se os ocurrió pero... Como lo volváis a siquiera pensar en hacerlo, yo misma os pego un tiro. Que me detengan si hace falta.

Tras eso, la sheriff cogió la llave de la celda para abrirla y dejaros salir.

He logrado escabullirme de esa situación peliaguda.

"Necesito un whisky bien cargado", pienso mientras bajo las escaleras.

Llego abajo y veo que todo está vacío de gente, salvo por el tabernero soportando una buena resaca y... a Tony completamente desnudo. Le miro fijamente y él me mira fijamente, haciendo que sintiera incomodidad. Pienso en qué decirle en una situación tan violenta cuando me doy cuenta de que yo también estoy desnudo, con la ropa en mi mano.

- ... ... buenos días, Tony - le digo antes de empezar a ponerme mis gayumbos y mis pantalones.

No quiso indagar más en el tema... pues parece que entraba en el campo de la escatología, y... joder... parece que la habían liado bien parda...

-Vale... vayamos a reunirnos con los otros; supongo que vendrán aquí cuando se vayan despertando... si es que a ellos no les ha pasado también algo raro.

Decidió dejar de lado el tema... al menos, de momento... que lo mismo así era mejor, pensó.

¡Hector!-Exclamó un Tony completamente desnudo, todo desnudo, con un pijama de su propio pelo- ¿Qué ha pasado? ME desperte en medio de la nada, en un carro de paja. ¿Tienes tú algo que ver con no tener mi ropa? ¿Y por qué estás desnudo tu también? ¿Tienes algún pantalón de sobra?

Miró al posadero a ver si sus pantalones le valdrían y se acercó en sigilo...su sigilo, tirando sillas, tropezandose con cada taburete o mesa, incluso con aquellas que no estaban en su camino y reventandose un dedo gordo en el camino y dando un alarido. Finalmente llegó, encorvado y cogeando a la barra, donde se le había olvidado hasta porqué iba para allá.

Niego rápidamente con la cabeza.

- No no no, no tocaría tu pantalón ni con un palo - afirmo con una honestidad hiriente - Digamos que... tuve que salir apresuradamente de mi habitación. Y te recomiendo no hacer mucho ruido si no quieres recibir más sartenazos como ayer.

Mientras termino de vestirme ahí mismo veo cómo Tony busca algo que ponerse, y se acerca torpemente hasta el tabernero. Me encojo de hombros y me acerco a la barra para autoservirme una jarra de algo alcohólico que quede, si es que no ase gastó todo el alcohol. Lo mejor para la resaca es: más alcohol. Total, ni me pregunto qué ha sido de los demás, con un poco de mala suerte aparecerán y me contarán una historia vergonzosa.

Tony miró a Barret - ¿A qué te refieres? ¿Qué has visto?-  Se le ocurrió que quizá su ropa estaría por ahí tirada en algún rincón y echó un vistazo por la estancia.

Al ver la reacción de Nalda no pude evitar sentirme culpable pese a no recordar nada -sea lo que sea que hicimos, lo siento- me disculpé de corazón antes de salir, mirando a continuación a Arnolfus y asintiendo cuando propuso reencontrarse con el resto -¿estarán en la taberna?- medité en voz alta.

El tabernero, al ver que Tony se le acercaba, encima desnudo, pareció alargar la mano para agarrar un cuchillo sin decir nada y volvió a apoyar su cara contra la barra. Un claro gesto de decir que quien se atreviera a molestarlo con aquella resaca no dudaría en usarlo. Mientras tanto, por mucho que Tony miraba por la sala, no habia ni rostro de nada de sus cosas. Y en aquel momento, la puerta de la taberna se abrió, entrando Kromi y Arnolfus.

La sheriff os recordó que habíais quedado para marchar hacia la ciudad, por lo que ella recogería las cosas y se encontraría con vosotros. Por lo que siguiendo la idea de Kromi, ambos os dirigisteis hacia la taberna. Y al entrar, además de encontraros con una estancia vacía con el tabernero apoyando su cabeza en la barra con resaca y un cuchillo en su mano, tambien visteis a Barret y Tony. Sin embargo Tony... estaba completamente desnudo...

Porras!-Exclamó el hombrecillo peludo. - Y donde puede haber ido a parar mi ropa.

Al ver que entraban Kromi y Arnolfus, Tony se dirigió a ellos, en pelota picada, como su madre le trajo al mundo... aunque con mucho más pelo, tanto como un oso negro

Ey! Por casualidad sabéis que pasó anoche. Me desperté en porretas en un carro lleno de paja y no tengo ni idea de donde está mi ropa ni mi cuchillo de caza.

Miró de reojo al tabernero. -Igual podría conseguir un nuevo cuchillo- Murmuró al ver el cuchillo de cocina del tabernero

La bofetada de olores que recibió al entrar en la taberna... Dioses... hubiese preferido una a mano abierta, habría sido más llevadera. Una mezcla de olores hediondos, con trazas de vómito y zuruños animales... ah!, no!, que son humanos, que hay uno ahí plantadito pulcramente en una esquina... síntoma inequívoco que esto se convirtió en un After salvage... y él sin acordarse una mierda de lo que había pasado...

Su mirada repasó a los que allí estaban... el posadero, durmiendo una resaca cuchillo en mano... mejor no acercarse, por si acaso, pensó; y Barret y Toni despertando

Ante el temor de que el posadero se despertase y descubriese, no sin cierta desilusión por su parte, que seguía, contra las predicciones, bien vivo... prefirió despertar a los demás, no fuese que se le ocurriese que se pusiesen a limpiar el local o algo así, en plan... "trabajar"... va de retro, respondió a Tony.... pero hablando bajito...

-Ni idea... nosotros nos depertamos en el calabozo... pero tío, ponte algo, que hay señoritas delante... -por no decir que, dada su estatura, lo de Tony quedaba a cierta altura respecto a ella... y lo que era peor... la erección mañanera is coming...- Búscate aunque sea una sábana, joder!

Iba a responder a Tony cuando aparecieron Arnolfus y Kromi, quienes al parecer se despertaron en un calabozo. Por fortuna yo ya estaba prácticamente vestido.

- Hablando de señoritas, arriba hay una grande y musculosa de las que nos apalizaron con sartenes. Será mejor largarse antes de cobrar de nuevo y reunirnos con la sheriff - murmuro en voz baja.

Me da igual los problemas de Tony, por mí como si va en pelotas... pero no pienso volver a subir a por una sábana no sea que esa tipa se despierte. Y la verdad es que no quiero recordar qué pasó aquella noche con ella. Que quede en el olvido por toda la eternidad, he dicho.

- Os espero fuera - digo antes de dirigirme a la salida de la posada, y afuera esperaré a mis compañeros... salvo si se lía de nuevo.

Por el camino no pude evitar darle vueltas a las palabras de la Sheriff ¿Qué habrían hecho que fuese tan espantoso? seguramente era mejor no saberlo, sin embargo eso mismo era lo que hacía que me inquietase tanto... por suerte llegamos a la taberna antes de que pudiese darle demasiadas vueltas.

-¡To-tony!- exclamé sorprendida tapándome la cara con las manos antes de que pudiese siguiera explicarlo, después en cuanto me recuperé de la sorpresa separé un poco los dedos para ver a través de mi máscara de manos -¿no estaba cerca del carro? quizá se aprovecharon de que no estabas en plenas facultades para robarte...- murmuré al final meditando a cerca de ello, y entonces bajé las manos hasta mi boca en señal de que me acababa de percatar de algo -¡el cubo! hay que encontrar tus cosas- dije comenzando a buscar yo también por la zona.

En cuanto Kromi exclama "¡El cubo!" fui a comprobar rápidamente mis pertenencias. Si el cubo está donde debería suspiro aliviado y sin ningún disimulo. Sea como fuere, acto seguido miro a Tony. Si por un casual éste muriera temo que su gafe pegue el petardazo final al verse liberado de su receptáculo y nos joda a los demás (yo y mis teorías absurdas). Trago saliva de solo pensarlo, las consecuencias serán terribles...

- Con lo gafe que eres va a ser un problema que no lleves tu cubo encima. Vamos a buscar tus cosas, a la de YA.

Y tras esas palabras comiendo a ayudar a Kromi en la búsqueda. No quiero el petardazo de gafe. Para nada.