Partida Rol por web

Último mensaje de la pestaña 3 de esta escena. Vamos por ahí y por ahí continuamos.

Phil se volvió hacia samatha y pudo ver como la loca que se le había lanzado encima la acuchillaba violentamente. Sin tiempo para pensar, Phil disparó su último bala sobre aquella maníaca, preocupado por el estado de su amiga.

-¡¡NO!!

- Ayyyyyyy.... -El grito brotó de su garganta al sentir como el cuchillo penetraba su carne y un calambre recorrió todo su brazo hasta alojarse en su cabeza, nublándole la vista por unos segundos. Pero el instinto de supervivencia era mucho más fuerte y, haciendo un esfuerzo supremo, volvió a esgrimir el hacha intentando impactar en aquella loca.

Troy entra peligrosamente en cólera y después de haber derribado a aquel viejo y dejarlo tirado en el suelo medio atontado, da un escalofriante y desgarrador grito mirando hacia el cielo y estirnado sus brazos al máximo, tensándolos de forma violenta.Sus pupilas parecen contraerse y sus dientes se frotaban unos con otros chirriando de forma molesta.Sus manos cerradas habían creado unos puños duros como el acero.

Sin pensarlo dos veces, se situa sobre el cuerpo del viejo, teniéndolo para él solito de cintura para arriba.Es en ese momento cuando comienza el show.Un baile de rápidos y firmes puñetazos directos al rostro de su contrincante.UNO, DOS ,TRES, PAM, PIM, PUM, derecha, izquierda, centro.La cara del anciano parecía deformarse por momentos por no hablar de la sangre que directamente empapaba todo el cuerpo del viejo y de Troy creando una escena realmente maquiavélica.Realmente la locura del matón sobrepasaba los límites a los que podían llegar esta gente.

-JAJAJAJAJAA JAR JA RJA RJ AAJRAAJAJA JA JAR JAR- más que reir parecía que gritaba sumergido en la locura mientras no paraba de apalear a aquel tipo.Añadiendo a los golpes, agarraba su cabeza y se la estampaba contra el suelo varias veces, a la par que también con una mano le agarraba la cabeza firmemente y con la otra le tatuaba bien sus nudillo, profundamente en el rostro de aquel tipo.No había nada que lo parara.

En realidad era seguro que Samantha no había empleado ningún artilugio de forma bélica en toda su vida, mientras que aquella tipeja quién sabe dónde habría incrustado aquel cuchillo con el que se defendía. Sin embargo, ante el fatal embiste de la motera, la extraña y psicópata mujer parecía cansada del forcejeo, pues entrecerró sus brazos de forma lenta para protegerse la cara de aquel último hachazo, aunque lo suficiente para que no le diera... ni tan siquiera llegó a rozarle.

Acto seguido, Phil, que miraba horrorizado la recámara de la pistola y cómo aquella única bala podría ser su salvación, giró su muñeca decididamente, se acercó unos pasos y abrió fuego indiscrimado, potente, decisivo y letal...mortal... ¡BOOM! La expresión de la mujer era ahorra horrible, terrorífica, inerte y aberrante: la bala le había atravesado la cabeza, al tiempo que un ligero borboteo, lejos de los exgerados efectos especiales de las películas o las invenciones de los juegos de rol, comenzó a emanar discretamente. En cuestión de un segundo, el cuerpo de la mujer cayó fulminado hacia atrás, quedando en una postura bastante delirante y dejando caer su cuchillo. Fue entonces cuando Phill, justo después,  cogió la escopeta (que áun tenía un par de cartuchos).

Por su parte, un poco apartado de aquella dantesca escena, otro tipo raro había surgido, un hombre macabro todo él. ¡Si!, lo habían tenido al lado todo el tiempo, ¡joder, era ese lunático de Troy! Como si uno de ellos se tratase, como si hubieran cambiado los papeles con respecto al pobre desgraciado que ahora casi yacía a merced de un golpe tras otro, el tal Cooper estaba destrozándole la cara con lujuria al viejo de la barba, en un orgasmo de huesos rotos y sangre por doquier. Las piedras del suelo eran el apoyo perfecto que hacía saltar algún que otro diente al tipo, le aplastaba la nariz, los ojos, el cráneo... Ahora Troy daba puñetazos colérios y despampanantes a un cadáver destrozado, como si aquel infeliz hubiera perecido de la forma más horrible... El hombre viejo quedó bocabajo en un espectáculo desgarrador, y el suelo arcilloso y húmedo quedó impregnado de sangre, al igual que los brazos y la cara de Troy.

Aquellos tres tipos yacían ahora muertos. Vosotros no.

Todos: Tirada de percepción.

Parecía que Troy no iba a parar nunca, un puñetazo tras otro sin dejar de deformar el rostro del ya cadaver del contrincante.Paracticamente le había destrozado el cráneo, y no era raro de esperar que algo de cerebro saliera por alguna que otra profunda y debastadora herida.Los golpes cada vez eran más lentos y cansados hasta que finalmente se queda quieto.Mirándolo aún estando encima de él.Parecía tambalearse ligeramente de un lado a otro como si fueron los pequeños restos del extasis vivido segundos antes, esos nervios violentos y sádicos que emergían de Troy ahora como residuos de lo que fueron momentos antes.

Seguramente sería fácil pensar que no sería su primera víctima, pues parecía de lo más calmado y tranquilo ahora, incluso se podría decir agusto y relajado, en definitiva desahogado.Sin duda había estado conteniendo mucha rabia que había ido acumulando durante todo aquel viaje, sobre todo el momento en el que su coche había quedado destrozado, era su sueño y su vida y ahora estaba hecho pedazos.En esos momentos era el honor de un hombre que no tenía nada que perder.

Se levanta de aquel cuerpo destrozado y ensangrentado sin dejar de mirarlo con su típica cara de perro rabioso y agresivo.Rodea al cuerpo con un andar nervioso, parecía pensativo, sin embargo no tarda mucho en asestarle un conjunto de patadas en el abdomen, una detrás de otra sin parar, a corta distancia pero dadas con fuerza.Finalmente termina dándole una impresionante patada de jugador de fútbol americano en la cabeza, y es en ese momento cuando se escucha un desagrable crujido a la par que varios dientes acompañados de sangre volaban hasta caer sobre el terreno.

Ahora andaba hacia atrás lentamente sin dejar de mirar al cadaver.Parecía tambalearse hasta toparse con el tronco de un árbol, donde deja reposar su espalda y finalmente descansa.Parecía ligeramente fatigado, pero lo más macabro de todo es que sonreía complacido mirando a la nada, con su mirada perdida e inyectada aún en sangre..Vete tu a saber que clase de pensamientos fugaces recorrían en ese momento la cabeza de ese maldito psicópata.

No obstante Troy nunca baja la guardia, y pronto lo comprobarían por suerte los que eran sus compañeros.

Phil vio abrirse un boquete en el craneo de la mujer y cómo este explotaba como una sandia. Sin pararse a ver si samantha estaba bien agarro la escopeta y se dispuso a ayudar a Troy pero éste se encontraba bien. Habia vencido a su rival. El impacto de las imágenes cosechadas en cuestion de segundos se agolpó entonces en el cerebro de Phil.

Había matado a tres personas. Una de ellas, una mujer. De un tiro. Por la espalda.

Una sensación horrible creció en su estómago y lo hizo regurgitar todo lo que tenía dentro. Unos segundos despues, se incorporó limpiándose un poco la boca y corrió hacia Samantha.

-Samantha! Estás bien? 

Sentía un líquido viscoso y caliente recorrer su brazo mientras la vista se le nublaba por momentos, cerró los ojos para no ver como aquella demente se abalanzaba sobre ella para darle el golpe de gracia mientras sus oídos se llenaban de las histéricas carcajadas de alguien a quien no supo identificar. Esperó, el tiempo parecía haberse detenido hasta que una detonación resonó en el bosque. Abrió los ojos para contemplar como la cara de la mujer destrozada, con una mueca en su rostro que le puso los pelos de punta, se alejaba de ella cayendo al suelo. Estaba muerta.

Un pequeño gemido salió de la boca de Samantha mientras se apoyaba en el tronco de un árbol para no caer, intentando taponar con fuerza la herida por donde se escapa su sangre. Oyó cómo alguien le hablaba.

- Sí, sólo es... el hombro,... estoy viva... -murmuró todavía asombrada de no haber muerto en el ataque- pero... -fue incapaz de continuar ya que las fuerzas parecían abandonarla.

Parecía aproximarse, desde el cielo. Y todos lo oísteis.

Phil escucho el helicóptero y respiró aliviado. No pensaba que Samantha estuviera en condiciones de montar. Por supuesto tendrían que lidiar con una investigacion policial pero en aquellos momentos la perspectiva de subir a un helicóptero y que lo sacaran de allí se le antojaba irresistible. 

Se dirigió hacia el coche de los rednecks y activó la sirena y empezó a hacer sonar el claxon.

HOOOONK...HOOOONK

¿Qué era aquel ruido que se acercaba por el cielo? Samantha abrió los ojos y la esperanza brilló en ellos. Un helicóptero, es un helicóptero... estamos salvados. Sólo espero que nos vea... Observé como Phil se alejaba y el sonido de una sirena compitió con el estruendo del helicóptero.

- Aquí... estamos aquí... -intentó gritar pero apenas salió voz de su garganta. Sabía que su intento era ridículo, que era imposible que la oyeran, pero era lo único que se le ocurría hacer en aquel momento. Hubiera saltado y bailado si hubiera podido mantenerse en pie sin marearse.

Con pasos lentos y vacilantes, se encaminó a una zona despejada de árboles para poder ver mejor y que la vieran si fuera posible.

Troy simplemente se quedó apoyado en aquel tronco, sin dejar de tener esa sonrisilla demente.El sonido del helicoptero ni tan siquiera le hizo mover su cabeza, siguió allí a la espera de que con suerte pudieran escuchar el aviso de Phil.

Finalmente inclina su cabeza hacia a abajo observando ahora sus manos empapadas en sangre, como si las hubiera metido dentro de ese tipo y las hubiera remojado bien por ambas partes.A pesar de su color rojizo, el color de sus nudillos parecía resaltar sobre este.Totalmente en carne viva, teniendo algunos abiertos, sin duda le había dado fuerte pero no eran heridas graves que no se pudieran curar solas.

Se impulsa desde el tronco y camina ahora hacia los cadaveres, agachándose frente a cada uno y palpando sus ropas en busca de alguna documentación o lo que tuvieran encima.

Estaba ya atardeciendo, y poco a poco la luz diurna, acompañada de aquel ruido de motor aéreo, iba difuminándose. Mientras Samantha gritaba casi imperceptiblemente debido al ruido de unas aspas y el sonido del claxon propiciado por Phil, Troy parecía ahora tranquilo... demasiado. Entonces un enorme despliegue se formó ante ellos: un helicóptero de color negro se dejó ver sobrevolando la zona, mientras apuntaba con un par de focos estrechos pero muy potentes sobre las copas de los árboles, en el área terrenal donde os encontrábais. Tras un par de vueltas, pareció localizaros;

y a través de tierra oísteis el rugido de vehículos que se acercaban... lo hacían a gran velocidad, por el camino hasta donde accedísteis y os encontrábais ahora... ¡¡¡BBBRRRMMM!!!: un par de todoterrenos negro metalizados (sin matrícula) llegaron y derraparon delante de vuestras narices, así como de los cadáveres.

Se pararon violéntamente y cortando el paso, uno detrás de otro y algo oblicuos al camino, como encerrándoos, y la imposibilidad de escapar parecía cada vez más rotunda. ¿Quienes eran esos tipos? No parecían policías, ni tan siquiera sus coches, ni ninguna identificación sobre la chapa de éstos. El helicópterios ahora os apuntaba mejor con los focos.

Mirábais hacia arriba entrecerrando los ojos o con una mano puesta de visera improvisada, en la misma medida que alguien, dentro de aquellos dos vehículos, hacían lo propio con vosotros. Por unos instantes hubo una quietud algo aterradora, tensa, de enorme incertidumbre para vosotros.  Finalmente, cuando el pequeño polvo del camino producido por los derrapes se estabilizó, las puertas se abrieron. De uno de los coches salieron cuatro tipos, del otro, dos, todos ellos corriendo y gritando indiscriminadamente a la voz de "TODOS AL SUELO, ¡¡AL SUELO!!", "TIRA ESE ARMA, VAMOS" -esto último referido a Phil, que aún llevaba la escopeta en la mano-. Todos ellos estaban trajeados e impolutos y por supuesto portaban pistolas, las cuales os apuntaban en un alarde de intimidación y brutalidad.

Uno de ellos pareció adelantarse, aún con su mirilla en trayectoria a vuestro cuerpo. Dos de los tipos de detrás de ellos miraron los cadáveres allí repartidos, se miraron entre sí, y volcaron de nuevo hacia delante su mirada.

Ese helicóptero les está apuntando. Levanten las manos -dijo el que estaba más próximo a vosotros-, ¡¡Levántenlas!!

Y era cierto: cuando mirásteis hacia arriba vísteis, entre los focos, a un tipo apostado en una de las puertas de la cabina del aparato, con una pierna descolgada. Parecía una especie de fuerza de acción, SWAT, o algo parecido. Lo cierto es que os vigilaba con un arma de grandes dimensiones a través de una mirilla.

Tras no encontrar nada entre las sucias y desgastadas ropas de los cadaveres, el sonido del helicoptero que cada vez era más presente acompañado ahora de lo que parecían ser un par de todo terrenos alertó al grandullón.Se levantó y miró como poco a poco aquellos tipos montaban su estrategia y tomaban posición.Demasiadas molestias y seguridad como para ser sus salvadores, y cuando salieron de sus coches y les informaron de cuales eran sus intenciones supo que ya estaban jodidos pero al menos estaban vivos.

Levanta sus hombros con resignación, sin motrar miedo o cunfusión alguna en su rostro más que una mueca de asco e indiferencia hacia esos tipos.Levanta lentamente sus brazos parcialmente manchados en sangre y poco a poco los baja por detras de su cabeza hasta entrelazar sus manos.Tras esto decide acostarse sobre el suelo boca a bajo esperando que aquellos tipos le recogieran y le llevaran vete a saber tu donde.Simplemente dejó que su consciencia viajará en otro plano abandonando su cuerpo, reflejándose esto en su mirada la cual parecía muerta y vácia, esperando sin mostrar importancia alguna a su triste destino.

Phil arrojo la escopeta y obedecio levantando las manos. 

-Gracias a dios que han aparecido. Mis amigos necesitan atención médica. También tenemos que dar parte de varios asesinatos y... 

Se sentía cada vez más débil, la sangre seguía manando de la herida y las fuerzas la abandonaban. Cayó de rodillas cuando los focos la alumbraron de lleno y, como en sueños, oyó voces que les gritaban. Se estaba mareando y, con la mano aún taponando la herida, cayó sin sentido al suelo.

Como si en un estado de trance o recogimiento se tratara, Troy se dejó llevar por las órdenes, aunque parecía precozmente asumida la idea de que su vida acabaría pronto. Al mismo tiempo, la joven Samantha quedó tendida en el suelo; parecía inconsciente*, aunque en realidad estaba a punto de dormirse, pareciendo aquello otra escena típica, casi como un cadáver más de aquella amalgama terrorífica.

Mientras tanto, Phil mostraba algo de cordura ante esa situación (más bien no tenía elección), y la escopeta fue arrojada casi al mismo lugar de donde la había recogido. Al levantar las manos, el tipo que les habló se acercó a Phil y le encañonó a bocajarro. Luego el misterioso hombre hizo un gesto de cabeza. Dos de los otros tipos, rápidamente, avanzaron pistolas en alto hacia Samantha y Troy. Hicieron lo mismo que su jefe, apuntar a la cabeza a ninguna disancia entre cañón y frente.

Sin dilación alguna, el resto de tipos ataviados de negro, rápidamente, guardaron sus armas en su pantalón y corrieron hacia el maletero de uno de los coches. Una vez allí, sacaron tres bolsas blancas. Acto seguido sacaron una más pequeña de color negro, que parecía un equipaje de mano. Tras ello, se dirigieron junto a los cadáveres. En cuestión de segundos tomaron al tipo del pelo blanco, con bala en el pecho y lo introdujeron en una de aquellas bolsas blancas, las cuales tenían una cremallera central. Lo mismo hicieron con los otros dos, sin preocuparles el simple hecho de mancharse al hacerlo. Tampoco usaban guantes. Cuando acabaron, uno de ellos tomó las armas del suelo (la escopeta, el hacha, el revólver y el cuchillo) y los introdujo en dicho equipaje.

Los cadáveres fueron metidos en el amplio maletero, repartidos entre los dos coches, al igual que la bolsita negra. Una vez terminado, el jefe de todos ellos soltó una mano de la pistola frente a Phil y sacó un walkie.

El pájaro en el nido, via libre -decía mientra apretaba el botón del aparato al decirlo.

Rápidamente, el helicóptero apagó los focos, el hombre que os apuntaba desde lo alto se introdujo en la cabina y el helicóptero se marchó por el mismo lugar que había venido, desapareciendo tras las copas de los árboles. Luego el tipo hizo otro gesto con la cabeza a uno del grupo y dejó de apuntar a Phill para hacerlo este último. Tras ello, el hombre se dirigió al interior del vehículo negro, abrió la puerta y metió medio cuerpo en él, casi sin sentarse. Por supuesto, seguían apuntandoos a todos.

Destruid ese coche -dijo desde dentro el sujeto de las gafas.

Dos de los subordinados extrajeron de uno de los vehículos una garrafa con cierto líquido (se vehía moverse en su interior), y comenzaron a rociar por encima el angustioso coche de los ahora desaparecidos psicópatas. Mientras lo hacían, el jefe, ahora metido en el interior del coche (aún sin la puerta cerrada), tomó un aparato de radio similar al de los coches de policía, se escuchó un pitido poco usual y comenzó a hablar:

Atención, Comisaría de Sayre -comenzó-, agente 32365, ha habido una explosión, repito, ha habido una explosión, con posterior incendio.

Aquí comisaria de Sayre -repitió una voz desde el aparato de radio-, agente confirmado. Díganos su posición, cambio.

Carretera 66, tramo descatalogado del condado de Sayre, a la altura de la casa del Ranger local, cambio. Envíen una unidad de protección forestal o las colinas circundantes arderán, cambio y corto.

Entendido, mandamos una patrulla y una unidad de emergencia, corto. -manifestó finalmente el locutor policial.

Tras esto, de lo cual habíais sido testigos, el hombre finalmente cerró la puerta para introducirse en el vehículo, y los tipos que impregnaban de aquel líquido al conche vintage de aquellos asesinos guardaron sus utensilioos en el maletero. El resto dejó de apuntaros, guardaron sus armas y se dirigieron a sus respectivos asientos.