Partida Rol por web

Intento hacer señas a la chica para que me vea sin gritar para que los zombies no me vean. Previamente dejando el arco al suelo, para no parecer peligroso.

Había perdido la cuenta de a cuantos monstruos había tenido que esquivar hasta el momento. No sabía si era suerte o agilidad lo que tenía aquella chica pero en tiempos como esos no había ni un segundo para detenerse y analizar esos detalles. Lo único que se podía hacer era fijar la vista hacia adelante y correr sin parar. Fue así como dio con una especie de paraíso. Una tienda de armas. Nunca un mejor lugar para resguardarse del peligro que los atormentaba. Tuvo que morderse la lengua para no gritar auxilio al ver a un chico en la azotea. Sabía que si generaba ruido no tendría solo un par detrás suyo. Y lo mas probable es que no fuese solo detrás...

Observó con tranquilidad el gesto del joven y por un lado se sintió tranquila. Con la alteración bien podría haberla confundido y por consiguiente disparado. Los gruñidos que la seguían la hicieron volver en sí, provocando que abriera los ojos como platos y se desesperara por ir a la puerta del lugar y entrar. Si no se apuraba seguro terminaría siendo comida para las bestias. 

Al llegar a la puerta, intentas abrirla pero se encuentra completamente cerrada. Además, las ventanas se encuentran también cerradas y con rejas. Desconoces por el momento cómo puede haber subido ese chaval a la azotea del edificio.

Los monstruos todavía se encontraban a una distancia prudencial, debido a que eran bastante lentos. Tuviste la fortuna de ello, aunque si le das un instante de duda seguramente ya se encuentren encima tuya devorándote.

La chica sale corriendo hacia la puerta del establecimiento, pero le resulta imposible abrirla. Los monstruos todavía se hallan a una distancia prudencial de ella, pero se siguen acercando con paso firme hacia ésta.

Con paso apresurado se acerco a la puerta y jaló de esta pensando que en un primer momento cedería. La desesperación la invadió y comenzó a girar de ella con desesperación. Analizó fugazmente su alrededor. Su situación era complicada, realmente complicada. 

¿Por donde entro? - Preguntó en un tono lo suficientemente alto para que el chico la escuchara. 

No podía quedarse parada a esperar así que empezó a caminar rápido por los alrededores intentando encontrar al forma de ingresar.

La chica comienza a rodear el edificio, en busca de alguna entrada secundaria. En el callejón situado a la derecha del establecimiento, ve al fondo unas escaleras metálicas que llevan a la azotea de la tienda. Tal vez por donde el chico ha subido.
 

Jack retrocede hasta la escalera de pared donde tiene que aparecer la chica, sin duda era la primera persona viva que se encontraba desde el fenomeno.

Sin esperar ni un segundo más saltó hacia las escaleras mecánicas. Se movió de la forma más silenciosa posible pero hacer o no ruido no le importaba tanto. Si la seguían era seguro que iban a ver donde se ocultaba. Quedar atrapado en un lugar no era lo mejor pero para descansar un rato no le venía mal. Esperaría a que se marchen con la ilusión de que otros sobrevivientes hicieran estruendos en otra área o se dispersaran para buscar alimento.

Al llegar al techo se relajó un poco pero no se acercó al chico. En la calle se veían las peores atrocidades y ya nadie era de total confianza. Y más si era un completo desconocido. Comenzó a caminar para el lado contrario de este pero sin sacarle la mirada de encima. Su rostro era serio, duro, carente de sentimientos.

¿Hay alguien más? – Preguntó con la voz seca y ronca. No se acordaba cuando fue la última vez que había entablado una conversación con alguien.

No, bueno...supongo que hola.

En la mano lleva un arco de poleas, con varias flechas en un carcaj en la cintura colgando del cinturon. Lleva un mochila en la espalda y viste ropa que ha vivido mejores dias.

Me llamo jack. Mientras se acerca a ella estirando la mano, ofreciendosela. Era un mundo complicado pero la educacion aun podia salvarlos a todos.

Se tomó su tiempo para responder. Tenía dudas (y como para no). Giró alrededor de este mirándolo con unos ojos fríos y calculadores. No parecía una amenaza pero ya nada era lo que parecía.

Se precavida – Dijo una voz en su interior. La chica abrió un poco los ojos, como si estuviera sorprendida o como si la hubiesen pillado haciendo algo que no debía. – Pero intenta ser amable – Finalizó, y por algún motivo sabía que no iba a volver a escucharla en un largo rato.

Se frenó nuevamente frente al chico. Aflojó sus facciones pareciendo ahora algo más simpática y alegre. Extendió la mano para corresponder el saludo.

Charlie – Dijo de repente en voz un poco más alta de lo que tenía planeado. Tragó saliva e intentó nuevamente – Ese es mi nombre. Charlie.

Se acercó sigilosamente al borde que daba a la entrada de la tienda para observar si los demonios seguían buscándola o habían dejado la zona libre.

¿Ya has entrado al lugar o solo te escondiste aquí? – Su tono se volvió serio y a pesar de que Jack no la miraba podía asegurar de que su rostro nuevamente se tornó frío e inexpresivo. 

Aquellos extraños seres que parecían cadáveres humanos en un avanzado estado de putrefacción se mantenían dando vueltas a lo largo de la calle, aunque sin notarse que sepan donde estás.

Jack se queda un poco fuera de lugar....la espera de la encajada se hizo eterna y empezo a dudar si tenia que haberle echo señales...tenia un plan y podia seguirlo sin nadie...la ultima vez que fue con gente...la cosa termino mal....muy mal.

Encantada charlie, mientras le encaja la mano.

No he encontrado manera de entrar, no hay conducto y aunque no he probado de forzar el cerrojo, que no tengo ni idea, dudo que sea facil entrar en una armeria

Siguió un rato más observando los movimientos de los monstruos abajo. Por suerte no se percataban de su presencia. Agradecía la poca inteligencia de esas bestias. Si utilizaran el cerebro realmente estarían en una situación complicada. Por momento no había de que preocuparse pero no podían estar una eternidad subidos al tejado de la armería. Jack no tenía idea de cómo entrar, y para ser sinceros ella tampoco se daba maña con eso de irrumpir los lugares.

Tendríamos que buscar la forma – Comentó todavía con tono inexpresivo, pues seguía analizando la situación - ¿Seguro no hay una forma de entrar que no sea forzando la entrada?

Y por consiguiente empezó a buscar alrededor, tanto en el techo como observando hacia abajo, en búsqueda de una apertura o algo siquiera para ingresar. Para salir a buscar algo útil necesitaba estar asegurada y una simple navaja no iba a salvarla de todos los problemas. Además, dentro podría hallar cosas más interesantes.

¿En qué otro lugar has estado? – Preguntó fijando la mirada directamente con la del chico.

Ahi teniamos a la chica controladora y maniatica que siempre habia huido jack. En que situaciones uno se tenia que ver en estos momentos.

Hace poco que he llegado aqui, solo he podido revisar el tejado.

No ves ninguna entrada viable: únicamente las ventanas con rejas y un sistema de ventilación, cuyo tubo resulta lo suficiente estrecho como para que resultara imposible entrar en el edificio.

No veía posible que pudieran ingresar, por más jugoso que pudiese ser el botín dentro del local. Se alejó de los bordes para sentarse un rato a descansar en el suelo. Tenía que salir hacia otro lugar pero podía esperar un rato más. Además, no estaba segura a donde se tenía que dirigir.

No veo posible entrar por ningún lado. Ni siquiera por esa ventilación – Comentó cansada señalando la ventilación a la que se refería. 

Lo que yo habia dicho, las mujeres nunca escuchan...

Siempre queda la posiblidad de conseguir un vehiculo y estamparlo contra la puerta o hacer algun tipo de explosivo. Son bastante mas faciles de lo que se cree la gente.

Jack hablaba tranquilamente con su arco de pie mirando alrededor de la tienda de armas...un coche era una forma facil de entrar, el vehiculo protegiria la entrada mientras saqueaban y encima si dejaban otro coche listo podrian salir con el hacia otro lado.

Charlie quedó dubitativa unos segundos. El plan no sonaba muy bien que digamos. Los vehículos podrían ser bienes preciados en estas épocas y el chico loco quería utilizar uno para destruir una entrada, siendo riesgo de accidentarse. Sumándose a eso el ruido que harían que sin duda llamaría la atención de toda criatura que estuviese cerca y tal vez se les imposibilitaría la salida del lugar, viéndose rodeados y por consiguiente muertos. Pero no podía negar que no había una idea mejor… O tal vez marcharse de allí lo fuera.

Se algo de mecánica – Comentó observando al chico – No me sería difícil arrancar un auto pero, sabes lo riesgoso que es tu plan, ¿cierto? No estuve corriendo porque me agrada hacerlo.

Se levantó para mirar nuevamente alrededor del lugar pero esta vez en búsqueda de un vehículo que pareciera lo suficientemente fuerte para llevar a cabo dicho plan.

Te fijas en la zona. Lo que en otro momento fueron personas se movían sin rumbo fijo, y algunos de ellos se dedicaban a devorar un cadáver bastante descompuesto. Una vez ojeaste la zona, viste a lo lejos, a unas dos manzanas, una especie de vehículo similar a un todoterreno aunque sin llegar a ser tan grande y sin aparentar tanta robustez. Tal vez fuera lo suficientemente resistente como para usarlo.