Partida Rol por web

Mandad al joven guia  a la nuestra mesa, et traed solo bebida, que ya vinimos comidos.

Esperé a que el posadero obedeciera la orden de mi señor , cuando miró mi cara no simbolizaba ningún signo de petición, sólo la que mi señor en buena honra dios le de pedía para la ocasión. Vi a esos dos que podían ser útiles informadores a parte del joven muchacho, más la vida me había enseñado a no ser entrometido ni ligero al hablar, ni buen consejero. Así que dejé pasar la ocasión , si el muchacho no nos daba buena información ya tenía tiempo de comentarle a mi señor de aquellos dos.

El tabernero le dice algo al oído del guía antes de volver a la barra en busca de vuestro vino.

El joven se acerca tambaleante, - ¡Salud! - Dice al llegar a vuestra mesa, y se sienta el tercer taburete vacío, con poco tino, pues lo único que logra es que ésta se escurra acabando sus posaderas en el frío suelo. Rápidamente, intentando hacer como si nada hubiera sucedido, levanta la silla y se sienta. - ¿Qúe queréis de Slobb, el más hábil guía de la región? - Os pregunta. Su rostro enrojecido y su voz pastosa son los de una borrachera tan grande que parece milagroso que aún siga en pie.

Espero que la su sapiencia sea meior que la su destreza en el arte de tomar asiento, pues de no serla mejor cosa seria que marchara agora lejos et presto, pues no es cosa que plazcame el perder tempo.

¡Shangri-La!  la Fortaleza de Alamüt,  Hasan Sabbah. ¿ reconoceis aquestos palabros?

Señor le dije a mi señor acercándome a su oído para susurrarle es bueno que sea borracho, su religión prohíbe el consumo de cualquier tipo de bebida que tenga alcohol. Mejor borracho, nos da más seguridad de que no sea un fanático infiel de su religión que nos pueda llevar a una trampa.

Me quedé un breve tiempo inclinando mi cabeza por si mi señor me quería responder , "pues ya sabía que estaba sordo de un oído", mientras miré al joven con una sonrisa amigable. 

El joven hacía un enorme esfuerzo para mantener sus ojos fijos en vosotros. Inconscientemente se le iban al techo una y otra vez. - ¡Extranjeros! esto es lo que debéis hacer! - logró articular - tendréis que seguir el camino que... - sigue diciendo, antes de quedarse completamente dormido entre ronquidos después de que su cara se estrellara con el duro tablón que hace de mesa. Desanimados le sacudís para despertarle, pero nada podéis hacer. De un fuerte golpe le tumbais del taburete y allí queda, en el sucio suelo de la taberna roncando como un recien nacido.

El hombre de barba y vestido de negro en el que antes os habíais fijado se acerca a vuestra mesa. - Buenos señores, soy Jamal, un viajero como vosotros. Busco fortuna por estos parajes, aunque el camino de armas no es el mío. - Sin previa invitación se sienta en vustra mesa. - No era mi intención, pero he oído que preguntabais por Hassan Sabahh. ¡Ah, ese zorro diabólico! - El hombre suelta una risotada.

Si algo sapeis dél fablarlo presto, et si non no hagaisnos perder el tiempo, pues bien que se ve, que a vos si que sus sobra en demasia.

- Vaya vaya. Sois hombre directo, me gusta. - El hombre saca una carta sellada de entre sus ropas. - Debéis de pasar por los pueblos de las colinas, al pie de la morada del Viejo de las Montañas. Grandes dificultades os esperan señores, pero un amigo mío, Hassidin, vive precisamente en el pueblo de Gazorkhan. Hacedle una visita de mi parte y entregadle esta carta como favor hacía mi persona. Él vos ayudará lo mejor que pueda. Aquí tenéis la llave de su casa, por si estuviera ausente. No tendréis dificultades en encontrarla, está ligeramente separada de las demás, en la plaza principal del pueblo. - Una amable sonrisa ilumina su rostro barbudo mientras os ofrece una llave de hierro y la carta.

¿ que palabras lleva escrita aquesta carta?

¿Si andais tras  de aventuras, no seria juicioso que vendriais con nos?, pues buena cosa est saludar las amistades.

- Palabras de amor, pues es su esposa quien la envía. Cuida de su madre aquí en Acre, que en los estertores de su vida se encuentra, mientras mi amigo non puede descuidar su negocio en Gazorkhan et darle compañía. - El rostro del hombre se entristeció. - Non puedo acompañaros buen hombre. Diversos asuntos me retienen en Acre por varios días. ¿Queredes otra ronda de vino? ¡Quizás podáis contarme de vuestras aventuras!. - Pareció entusiasmarle la idea de escuchar las vivencias de tan aguerrido caballero, pues el porte de don Miguel y el aspecto aguerrido de Goderico no dejaban indiferente a nadie.

Y yo Goderico y él es Don Miguel, le agradezco su confianza y apoyo en la misión, no se preocupe su amigo recibirá la carta, más le pediría un último favor.  Ya que nuestra misión no tiene que ver con las cruzadas, le pido si nos puede buscar alguna vestimenta que pueda tapar nuestras armaduras y empuñaduras de nuestras espadas para no tener problemas en este territorio, ¡claro que se la pagaremos! ¿Me puede hacer este último favor Jamal? 

Bien pensado et fablado Goderico.

Facernos un mapa con el sendero más de mejor, et con los peligros a evitar, y dad por buena la entrega de la carta al su destino.

- Cuando marchéis en dirección a Gazorkhan el camino a seguir es claro, más encontraréis una bifurcación. Debéis tomar sin duda el camino de la izquierda. Tal senda os hará correr menores riesgos. - Se mantuvo pensativo durante un breve instante, probablemente pensando donde conseguir las prendas que Goderico le había pedido en favor. - Agradezco que entreguéis aquesta carta, et vos demostraré mi gratitud. Mañana al alba dad conmigo en la puerta de la taberna et vos entregaré sendas capas que me habéis pedido. -

Agradecido.

No estaba muy conforme el viejo santiaguista con la ayuda y generosidad del nuevo, pero no tenia otra cosa mejor que hacer.( no se fiaba)

Asentí ante la solución de Jamal , no le expresé mi agradecimiento pues ya mi señor se ocupó de ello, me quedé más tranquilo sabiendo que al menos podíamos pasar sin llamar la atención. Señor creo que deberíamos de contratar a este hombre miré a aquel borracho tumbado en el suelo que se hacía llamar Slobb. Creo que si controlamos su apego por la bebida nos podrá ser útil, ¿qué opina mi señor? Aunque deberíamos llevarlo al cuartel para que al menos sepamos que puede conducirnos por la mañana sin estar borracho.

Puede ser prudente contratar un guia. No se si será ese el mejor. Agora no se acordará de nada. 

Pidamosle consejo al posadero y que sea él quien nos recomiende. Mañana partiremos.

me gustaria que alguien de la encomienda con conocimiento del idioma, nos traduzca la carta.No me gusta ir a ciegas.

Bien sea pues le respondí a Don Miguel acercándome seguidamente al posadero, tabernero ¿no hay un guía mejor? este hombre tiene problemas con la bebida, ¿no hay por estos alrededores alguien que nos pueda servir? Le miré con esa cara un poco seria pues la verdad que no estaba dando muy buena impresión a mi señor, más no sabía yo si el posadero lo hizo porque no había nadie más como guía en los alrededores, o porque ese hombre cuando estaba cuerdo era buen guía, o para reírse de los cruzados .

El posadero se abría paso entre la multitud de personas que abarrotaban la taberna. Cuando al fin llegó a la mesa de los templarios dejó caer sonoramente varias jarras de vino antes de responder a la pregunta del novicio. - Non conozco otro guía por estos lares, aparte de aqueste, tan diestro en los caminos como empinando el codo. - Hizo un gesto con la cabeza señalando a Slobb. - Más yo no contrataríale, pues credo que gasta todos sus jornales en bebida et luego van torciéndoseles los caminos. - Dijo burlonamente.