Partida Rol por web

Sangrientas Navidades 2: Terror en el campus

Las malas noticias no vienen solas

Cargando editor
16/04/2018, 01:54
Noah Turner

¿Estás bien? —Mercy parecía nerviosa, alterada. Algo, por otro lado, totalmente normal. Menudo idiota, que preguntas son esas. Sin duda, era mejor intentar tranquilizarla con otras cosas más alegres; con un esfuerzo, y no porque no quisiera, sino porque tenía la costumbre de agachar la cabeza en presencia de las chicas en vez de lograr hacer lo que pretendía, sonrió y logró hablar incluso sin cortarse a media frase—. ¡Anímate! —levantó la hoja recién impresa—. Hemos conseguido los planos, con esto estaremos mucho más a salvo, solo tenemos que ponernos en algún lugar cerca a una salida fácil... —recordó las noticias del año anterior—, y asegurarnos de que no está cerrada en ningún momento. ¿De acuerdo?

No parecía muy difícil en realidad, era casi hasta emocionante. Ya no estaba viendo aquello en la pantalla de un ordenador, sino en primera persona. ¡Estaba viviendo una de esas cosas que solo salían en las películas! Y creía que podrían sobrevivir. O al menos, esperaba que así fuera, pues iban a estar con un montón de gente, ya mayor y bien entrenados muchos de ellos. Por muy borrachos que fueran, seguro que alguno podría conseguir hacer algo. No iba a pasar lo mismo.

Tranquila, estaremos a salvo en la fiesta... —esta vez si, agachó la cabeza—. Si sigues queriendo ir.

Cargando editor
17/04/2018, 21:01
Michael "Mike" Sullivan

- Mmm... Tendré que mandar a un elfo fuerte y peludo para que te meta un buen regalo en el calcetín, esta noche.

Ese era el tipo de contestación que Mike daba a las peticiones de aquellos a quien sentaba sobre sus rodillas, pues parecía que todos estaban en su lista de Niños Malos. Ya había repartido más de una docena de penes para aquella noche cuando vió no muy lejos de la entrada a Marian y Lena.

- ¡Que suerte la tuya! -dijo a una chica que tenía cerca mientras le daba su vaso vacío.- Aquí tienes tu primer regalo.

Fue "patinando" hasta salir de la pista, saludando a conocidos a medida que se movía. Cuando estuvo a apenas dos palmos de las chicas, se llevó el megáfono a la boca.

- ¡HO HO HO! -gritó a todo volumen. Apartó el megáfono y sacudió la solapa del abrigo de Marian.- ¿Dónde vas tú, a Alaska? Llevar tanta ropa está prohibido. Uuuuuuuuuhhh... -comenzó a decir con tono agudo mientras levantaba despacio la falda de Marian con el bastón. Paró cuando su intuición le dijo que estaba apunto de llevarse una hostia y se fijó en Lena, mirándola de arriba a abajo con una exagerada cara de satisfacción.- ¡Uh, mama mia, pizzeria! -intentó hacerse el serio, aunque con cierta dificultad.- Tú también has roto el dresscode, pero creo que puedo hacer que los de seguridad no os echen por ello. -como buenamente pudo, ya que llevaba el megáfono en una mano y el bastón en la otra, cogió a cada una por un brazo y comenzó a caminar hacia la pista.- Espero que os hayais portado muy mal porque tengo el saco bien cargado, y no puedo esperar el momento de bajar por vuestras chimeneas. -Mike no pudo evitar sentirse orgulloso de su capacidad poética. Miró a Lena moviendo las cejas arriba y abajo a toda velocidad.- Y puede que tenga algún regalo especial, PEEEEERO... - volvió a mirar hacia adelante, como cambiando de tema.- Antes tenéis que pagar el precio por llevar más de tres prendas de ropa: !Chupitos de vodka del malo! HO HO HOOOO. -se llevó el megáfono como pudo a la boca y gritó a la gente que tenía delante.- ¡Abrid paso, capullos!

Cargando editor
17/04/2018, 21:44
Mercy Wells

Noah estuvo enredando con el portátil de la joven mientras esta le observaba en silencio. Mercy miraba al joven con cierta dulzura, pensando en él como un encanto de persona y que estaba demostrando ser alguien de confianza, un amigo... o quizás algo más. La verdad es que estaba demasiado angustiada para plantearse cualquier posibilidad amorosa con nadie en aquellos momentos, pero que Noah fuese un chico tan sincero, íntegro y tierno, le hacía ganar puntos a ojos de la joven.

De pronto ese apagón en la pantalla del portatil. Ese rostro, esos ojos, el hacha. Mercy se estremeció de terror y se cubrió la boca con la mano, ahogando un grito de terror en ella. Tras ese grito silencioso, la pantalla recuperó la imagen, pero seguía asustada y temblorosa. Cuando Noah sacó el papel de la impresora, Mercy le dedicó una mirada asustadiza por lo que su mente la había hecho ver. - Sí, sí... de acuerdo. - Susurró aún conmocionada por aquella visión casi sin prestar atención a las palabras del joven.

Mercy pensaba en ese momento si en el botiquín habría alcohol para curar heridas y donde encontraría un mechero. El fuego le venció una vez, ¿por qué no dos? La siguiente pregunta de Noah y la consecuente inclinación de cabeza le parecieron de lo más mono y encantador a la joven. - Sí, - respondió con afable sonrisa.- siempre que seas tu mi acompañante. - Le pidió sin dudarlo. Era lo menos que podía hacer por él. Portándose así de bien con ella, ¿cómo no pedírselo?

- Siempre que no te importe ir con una loca traumatizada que sigue tomando pastillas. - Añadió después poniéndose en pie. Abrió el cajón de su mesilla. Allí estaba la medicación de la joven. Cogió una de las pastillas y se la tomó delante de Noah. Era algo que jamás hacía delante de nadie, ni de Hellen. Pero era hora de dejar de ocultar aquello, al menos a él. El frasco que dejó en el cajón estaba etiquetado como "Haloperidol" y abajo figuraba el nombre del doctor que lo recetó.

Luego se encaminó al armario. - Veamos... - dijo pensativa, con una mano en la cadera y con la otra golpeándose levemente  con el dedo índice en los labios. - Nada de vestidos, me obligan a usar tacones y no son buenos para correr. Además hace frío. - Miró a Noah y le guiñó un ojo mientras sacaba un par de pantalones. - ¿Negro o azul? - preguntó al chico. - Espera, no digas nada... negro... que tengo la blusa perfecta para ellos.

No tardó demasiado en dejar sobre la cama la ropa que se pondría para ir a la fiesta. Pantalones y blusa negra, bastante sencilla. Botas negras, sin tacón alguno y un chaquetón de color verde que tenía pinta de abrigar bastante, con capucha. - Debería ducharme pero... me da miedo quedarme sola. - Confesó sonrojándose tras sus palabras. La elección no era tan complicada. Delante de Noah no iba a hacerlo, por respeto a ella y a él mismo. Y con Hellen y Lena liadas con el tema de la fiesta, o se duchaba sola o no lo hacía.

Notas de juego

Cargando editor
20/04/2018, 03:24
Noah Turner

La sangre se le subió a la cabeza, y se sintió mareado, casi como se fuera a caer. Abrió los ojos como platos durante un instante y la mandíbula se le desencajó ligeramente. Voy a ser su acompañante. El corazón le empezó a latir con fuerza mientras la miraba, absorto en un sinfín de ideas que volaron rápidamente por su mente. No podía creerlo. ¿Qué significaba para él? Que más da. Aunque las fiestas nunca habían sido lo suyo, aunque la situación era casi una pesadilla, aunque todo podía acabar saliendo mal, esa noche, de momento, era para ellos. Tenía que confiar en que fuera bien. Debía ocurrir así.

S...Si, claro que si —dijo al verla tomar las pastillas, agachando ligeramente la cabeza por si a ella le molestaba. Cuando se las tragó, volvió a mirarla directamente y sonrió—. ¡Cuando quieras!

Entonces ella se puso a sacar ropa, rápidamente, sabiendo perfectamente lo que quería, algo que le recordó que él, en realidad, llevaba la misma ropa que se había puesto al escapar: vaqueros negros rotos, una camiseta básica y un sencillo jersey gris. Al menos, las converse eran cómodas, y tal como ella había dicho, buenas para correr. Para cuando acabó de pensar en si iría bien o no, ella ya lo tenía todo y había vuelto a hablarle.

Eh. ¿Qué? Tú, yo, mmm. ¿Cómo? —tragó saliva. ¡Estás haciendo el idiota!—. Ah, si, pues, eh. Te puedo acompañar y quedarme en la entrada. O lo que quieras...

Cargando editor
22/04/2018, 08:05
Mercy Wells

La joven sonrió a Noah cuando este accedió a quedarse en la puerta o donde ella quisiera. Es un encanto. - Pensó para si misma mientras cogía todo para poder cambiarse en el mismo baño. Normalmente hubiese cruzado el pasillo en albornoz  y regresado a su dormitorio para vestirse, pero no se sentiría bien dejando a Noah fuera mientras ella se vestía.

Después de pedirle al chico que entrase con ella para asegurar los baños y pegar algunas voces por si había alguna chica en ellos, le pidió a Noah que esperase fuera. - Procuraré no tardar demasiado. - Le dijo con una sonrisa mientras se perdía de la vista del chico de camino a las duchas. De paso, comprobó el botiquín del baño por si había algo de alcohol en él.  Como no, el armarito tan solo contenía aire y cajas vacías. Tendré que buscar en otro sitio.

Tal y como dijo, tardó lo menos posible. Salió con el pelo aún húmedo y un leve maquillaje. - Dejamos esto en mi cuarto y nos vamos. - informó a Noah mirando el atuendo que el chico llevaba. La verdad es que pegaba poco para una fiesta y ella iba demasiado formal para estar juntos. Por Dios! Mercy! Deja a la pija donde debe estar, en el pasado! - Se auto-regañó mientras miraba su móvil. Leyendo el mensaje de su móvil, recordó que el chico estaba con su cuarto "confiscado", por lo tanto iría así. - Buenas noticias. A Hellen no le importa que duermas con nosotras. 

Una vez de regreso a la habitación, Mercy dejó la ropa sucia en la bolsa bajo la cama y el albornoz dispuesto de tal manera que se pudiese ir secando. - Espera un momento, se me ha ocurrido algo. - abrió el cajón de la mesilla y sacó unas tijeras con las cuales se  hizo un par de cortes en el pantalón, a la altura de las rodillas, emulando de alguna manera el estilo que llevaba Noah en ese momento. - Ya vamos mejor. - le dijo con una sonrisa y guiñándole el ojo.

Si tienes el plano, podemos irnos. - Mercy parecía estar bastante animada. Intentaba auto-convencerse de que no iba a pasar nada malo. Que la fiesta iría bien, que volverían a salvo a la fraternidad y que todo quedaría en una anécdota. Pero los recuerdos y el miedo pesaban más que su propia voluntad y realmente iba muerta de miedo.

Cargando editor
22/04/2018, 08:23
Mercy Wells

Tardaron en llegar, pero por las puertas del  Whittemore Center entraba Mercy agarrada del brazo de Noah. La joven vestía de negro, con los pantalones rotos, cuyos cortes se notaban recientes y llevaba un chaquetón verde con capucha. 

La joven se quedó sorprendida por la aceptación por parte de la gente a la fiesta, pero conforme avanzaba y veía donde se había montado todo, comenzaba a asustarse cada vez más. ¿No había otro sitio? - Preguntó a Noah por lo bajo, agarrándose a su mano. - Si cunde el pánico, patinaremos todos y... estaremos encerrados como puercos en un matadero. Será peor que el año pasado, donde las puertas de emergencia estaban bloqueadas... Tonta de mí, ¿dónde la montarían si no?¡En las gradas?

Continuó avanzando de la mano del joven hacia la pista donde hacía poco los Wildcats habían sumado su nueva victoria. - Menos mal que no vine con tacones. - Dijo sonriendo a Noah. - ¿Sabes patinar? Si no sabes dímelo y te "llevo" yo. Tan solo tendrás de quedarte con los pies quietos y agarrarte a mí, puedo deslizarme por los dos. - Le expliqué al chico. La verdad es que no quería que acabásemos los dos magullados en el suelo helado y con las opciones de huir mermadas por un ridículo accidente.

- Deberíamos buscar a Lena y Marian. Entiendo que Mike estará haciendo de las suyas por cualquier parte y nos costará más encontrarle. - Era el anfitrión de aquella fiesta en honor a su mejor amigo y debía animarla como si Archie estuviese aún entre nosotros. 

- Vamos, creo que he visto a las chicas por allí. - dije a Noah, moviéndome con cuidado para evitar una caída fatal.

Cargando editor
24/04/2018, 00:08
Noah Turner

Se había metido los planos en el bolsillo trasero del pantalón, y luego había seguido a Mercy por todos lados, de su habitación a los baños, de regreso, y luego al estadio. Durante ese rato se había quedado en silencio, a excepción de algún sonido ausente, y se había comunicado mediante gestos, generalmente cabeceos afirmativos con la cabeza o tímidas sonrisas. Estaba nervioso. Y esos nervios siguieron creciendo a medida que iban cogidos del brazo, acercándose a la fiesta.

Yay... —susurró como un lamento al ver todo lo montado allí. Era una locura, coincidía con la chica, aunque por muchos más motivos. En ese momento, le daba más miedo caerse y hacer el ridículo sobre el hielo que la posibilidad de tener que huir de un asesino. Al fin y al cabo, si le mataban se olvidaría de todo muy rápido, pero si hacía algo que le marcara por el resto de su carrera, iba a tener por delante unos años muy horribles. Al menos...

Patinaba todos los años en Navidad, mi madre nos llevaba a mi hermana y a mi —respondió, en bajo al principio, más alto después al darse cuenta del ruido, a la pregunta de Mercy—. Y he visto vídeos —como de casi todo—. Se...Seguro que puedo —dejó el tema, cambiando rápidamente—. Eh, si, mejor busquemos a las demás. 

Cargando editor
27/04/2018, 23:53
Director

La fiesta comenzaba a animarse y las primeras botellas ya habían sido vaciadas cuando finalmente aparecieron los últimos rezagados entre los que se encontraban Mercy y Noah. Llegaron juntos, con Mercy agarrada del brazo del incómodo muchacho que se obligaba a mantener cara de circunstancias. Se deslizaron sobre el hielo hasta donde se encontraban Marian y Lena intentando evitar algún resbalón inoportuno, Mercy se replanteó si era buena idea haber celebrado la fiesta allí, en aquel resbaladizo suelo, y razón no le faltaba, pues no tardaron en acontecer las primeras caídas. Cuando el alcohol se convirtiera en una constante en el cuerpo de aquellos jóvenes, las caídas iban a ser masivas.

Mike entre tanto hacía de las suyas, el joven se deslizaba igual de bien sobre el hilo con patines que sin ellos, con independencia de su estado etílico. Lucía un llamativo atuendo que incluía un bastón gigante de caramelo y, como buen anfitrión, velaba por que cada uno de sus invitados contasen con un buen trago. Con aire desenfadado le aseguró a Lena que tenía algo para ella, y acto seguido se bromeó sobre su indumentaria consiguiendo una botella de vodka, casi inmediatamente.

La cosa se encontraba tranquila, DJ Marvin se había tomado un descanso de sus labores de pinchadiscos para tomarse una merecida copa que Mike se había encargado de prepararle, cuando de pronto un fuerte sonido sobresaltó a todo el mundo. El sonido venía de la megafonía del estadio*, y tras el susto inicial no tardaron en reconocerlo. Era el organo de los partidos que animaba al equipo, alguien se había colado en la sala de control de sonido y estaba queriendo animar la fiesta demasiado.

Notas de juego

*Para que os hagáis una idea: https://www.youtube.com/watch?v=PFR3S6jN0Ng

Cargando editor
03/05/2018, 15:35
Michael "Mike" Sullivan

- ¡Salud! -dijo, vaso en alto.

Había tomado una botella de vodka, que a juzgar por la etiqueta no debía de costar más de dolar y medio, y había repartido lo que Mike llamaba "chupitos"; cualquier otra persona los hubiese llamado "dosis para anestesiar a un soldado al que van a amputarle una pierna". Sin pensarlo más de la cuenta, se llevó el vaso a la boca y lo vació a toda velocidad, reconociendo enseguida que pagar ese dolar y medio había sido una estafa.

- Oh... -dijo a media voz, parpadeando desmesuradamente. Cogió la botella y dió otro trago directamente de ella-. Oh no... -puso cara de asco y cerró los ojos, tras lo que dió otro trago-. Santo Dios, ¿pero qué...? -simuló sufrir una arcada, y tal como vino se fue, pues su expresión volvía a mostrar la cara de imbécil que solía vestir a diario-. ¿No está mal, eh? ¡Ya puedo notar los pelos del pecho creciéndome!

En mitad de una de sus bromas, vió pasar la figura de Marvin Allen. Aquel tipo había animado las mejores fiestas que Mike podía recordar y le tenía en gran estima por ello. En cuanto lo tuvo al alcance, usó el bastón para coger al joven por el brazo y traerlo hacia ellos.

- ¡Marvin, mi elfo favorito! -dijo mientras le extendía su propio vaso y se lo llenaba de vodka-. Estas son Lena y Marian, devotas de nuestra iglesia. -pasó un brazo por el hombro del chico-. Marvin es el mejor dj a este lado del mundo civilizado -acercó la cara a Marian y se puso la mano junto a la boca, como si le contara un secreto-, y siempre acepta TODAS las peticiones. -le guiño el ojo a la chica de forma exagerada y recobró la postura, momento en que creyó ver a Mercy y Noah llegar a lo lejos.- Bueno, tengo trabajo que hacer. Este saco no se va a vaciar solo.

Antes de irse, se acercó a Lena y le susurró algo al oido. Tras esto, se puso muy derecho e hizo un saludo militar, para después alejarse patinando hacia un lado de la pista. Cuando se encontró detrás de un grupo de alumnos, aprovechando la cobertura que le ofrecían, se agachó y siguió avanzando por el lateral hasta conseguir ponerse detrás de Mercy y Noah. Cuando estuvo a escasos dos palmos de ellos, se irguió y se llevó el megáfono a la boca.

- ¡HO HO HO! -exclamó. Siguió hablando a través del megáfono- ¿Pero qué manía es esta de venir ante mi presencia con tanta ropa? ¿No os habéis dado suficiente calorcito el uno al otro o qué? -señaló con el bastón hacia el punto donde había dejado a Lena y Marian-. Seguid caminando, pardillos.

Sin apenas esperar respuesta, Mike y su sonrisa de palurdo siguieron avanzando hasta salir de la pista. Pero cuando se disponía a seguir, el repentido cambio de audio hizo que frenara en seco. Miró hacia la pista y creyó reconocer la figura de Marvin, por lo que no parecía ser cosa suya. El sonido del órgano, sin embargo, resultó ser de lo más gracioso para Mike. Hizo una nota mental: Tomarse unos chupitos con el genio que acababa de hacer aquello.

- ¡Que alguien lance un pez! -gritó por el megáfono.

Se giró y se introdujo en un pasillo en las gradas, tras una de las porterías.

Cargando editor
03/05/2018, 16:26
Michael "Mike" Sullivan

Antes de irse, se acercó a Lena y le susurró algo al oido.

- Como sé que este año has sido muy mala, tengo un regalo especial para tí. En las gradas detrás de la portería contraria hay un pasillo. Entra y síguelo hasta que encuentres un almacén. La puerta está abierta.

Tras esto, se puso muy derecho e hizo un saludo militar, para después alejarse patinando hacia un lado de la pista.

Cargando editor
06/05/2018, 21:15
Mercy Wells

Mercy gritó de terror con las risas de Mike, su piel se puso blanca y se llevó la mano al pecho al darse la vuelta y ver a su "simpático" amigo. Sus manos temblaban y respiraba entrecortadamente. -  No-vuelvas-a-hacer-eso. - Le dijo pausadamente a Mike cuando logró recuperar el habla, aunque no el color.

A pesar del frío en la pista, Mercy había comenzado a sudar mientras mantenía aquella respiración entrecortada. - Debí tomarme algo más "fuerte" . - Pensó para sí recordando su medicación mientras su cuerpo buscaba refugio en los brazos de Noah, para seguir después las indicaciones de Mike como una buena ovejita.

No habían llegado junto a Lena y Marian cuando aquella música resonó por el edificio. La sangre de Mercy se heló por completo y sus ojos se abrieron por completo, sintiéndose atrapada allí en medio. Su cuerpo se quedó completamente rígido y, de no ser por aquella respiración que mantenía tan agitada, hubiese podido pasar como una estatua.

Los fuertes latidos de su corazón se hubiesen escuchado por toda la pista de no estar la música tan alta. Se sintió desfallecer, pero al escuchar a Mike por el megáfono salió de aquel extraño estado y miró a Noah con miedo. - No me dejes sola. - Le susurró mientras le agarraba la mano y continuaba el camino hacia las dos jóvenes, sin mirar a nadie, ni hacia los lados, por temor de que otra vez entrase en un estado de pánico como hacía unos segundos.

Alzó su temblorosa mano para saludar a Lena y Mariam y trató de sonreirlas. - ¿Qué tal va la fiesta? - Preguntó a las jóvenes. 

¿Podemos irnos ya?

Cargando editor
09/05/2018, 20:24
Marian Banks

-Hostia... Ups... Madre mía vaya susto me ha pegado. -Resopló Marian llevandose la mano al pecho más por una teatralidad adquirida por instinto y su experiencia que por realmente necesitar medirse el pulso. Sabía que lo tenía desbocado. Tras buscar por los alrededores un culpable percibió como Mike se tomaba aquello a guasa.

-¿Capullo no será una de tus historias verdad?- Le inquirió siguiéndole rápidamente -Crees que después de lo que contó Mercy... Estamos para eso. En fin, desde luego que no tienes remedio.

-A Archie le hubiera gustado haber visto mi cara... -Agregó pensando en voz alta, había mucho dolor para preocuparse por echarle la bronca una vez más al de siempre.

Cargando editor
10/05/2018, 01:05
Lena Johansen

-Maldita música- Dije mientras sonaba aquello que hubieran puesto por los altavoces.

Mientras tanto Mike hacia el gamba y de lejos parecieron Noah y Mercy ...¿cogidos de la mano? Muuuy bien, fiera! Casi me dieron ganas de decir algo pero en vez de ello ladee al cabeza con una gran sonrisa en mi rostro. Ohh! pero que mooonos. Y aún así, Mercy parecía tener el corazón en un puño.

Por lo visto aún no había podido quitarse de la cabeza lo que nos había contado. La entendía. Por mi mente aún pasaba la idea de la muerte de Archie. Al igual que por la de Marian, al verla resoplar tras el susto de Mike.

Cuando este se acercó y me susurró algo, mi corazón se aceleró. No había estado tan cerca de él desde... ¿ayer? Incluso con esa pinta me conseguía ponerme nerviosa. Y colorado porque lo que me dijo hizo que me agarrara a mi misma de los brazos, como si tuviera frio... aún teniendo mucho calor.

- Ajam...- Simplemente dije mirando al frente sin apenas mirarle mientras me mordía el labio. Quizá de reojo.

Cuando Mike se alejó, me giré hacia Marian y los demás.

- Tengo que... retocarme el maquillaje un... momento. - Insinué con picardía mientras señalaba con el pulgar la salida tras las gradas.- No creo que tarde mucho... creo.- Dije alejándome caminando hacia atrás en aquella dirección con cara de tonta.

Y justo mientras miraba a mis amigos, por mi cabeza pasó una idea. Nah. Una tontería. ¿Que sería la sorpresa que Mike me había preparado? Mi corazón de niña pequeña me decía muchas cosas pero la razón de mi cabeza me dijo otra. Mierda Mike!! Apreté los labios y me di la vuelta...

Ya no estaba tan contenta. ¿Sería posible que Míke se acordase de lo de la apuesta?

Maldito Mike!

Cargando editor
10/05/2018, 03:38
Noah Turner

Tardó lo que pareció una eternidad en abrir la boca de nuevo. En realidad, en honor a la realidad, casi no había hablado desde que habían llegado al polideportivo abarrotado de gente. Al menos no desde que habían pisado el hielo, cosa que le parecía una idea terrible ahora que se esforzaba por mantenerse en pie. Tarde, se dio cuenta de que no se le daba tan bien como creía, pero sobre todo de que era mucho más difícil hacerlo cuando una multitud en proceso de emborracharse, o ya ebrios pese al poco rato que había pasado, se interponía en el camino. Maldito Mike.

Él tenía la culpa de todo: aquella fiesta, ese lugar, la gente. Si no fuera por él, podría haber estado tranquilamente en su habitación —o en la de Mercy—, y no tropezando consigo mismo cada dos metros. Pienso dejarle claro que... Y como si sus pensamientos, que no así sus deseos, hubieran sido escuchados, apareció allí. Disfrazado, haciendo el idiota y sobresaltándoles, o lo que era lo mismo, haciendo lo mismo que hacía siempre. Se le ocurrió llamarle payaso, aunque rápidamente se dio cuenta de que ni se atrevía ni iba a servir de nada, y para cuando quiso pensar otra respuesta ingeniosa, volvían a estar solos ella y él mismo, en medio de la muchedumbre. Justo a tiempo para que otra nueva jugada, sin duda orquestada por el gracioso de la facultad, terminara de hacerle saltar del susto.

No voy a hacerlo —respondió con la voz entrecortada y la respiración agitada, devolviendo el apretón de manos a la chica. Dudaba hasta que pudiera soltarse, así que no tuvo que fingir en absoluto. Por suerte, siguieron su camino, hasta llegar con los demás, a los que saludo con una media sonrisa y un leve cabeceo.

Estaba deseando que todo terminara rápido.

Cargando editor
10/05/2018, 17:26
Director

El pasillo por el que Mike se había deslizado, literalmente por el hielo, era el túnel de vestuarios del equipo visitante. Lena, sin tanta habilidad como él pero aún así sabiendo defenderse, le siguió por el hielo para después acceder a las gradas tras la portería donde Mike había marcado un gol que había puesto al público en pie el día anterior, y se dirigió al pasillo mencionado. Era un estrecho pasillo, muy oscuro y con un fuerte olor a ducha de vestuario.

Lena avanzó en soledad sin que hubiera rastro de Mike; el único sonido que se escuchaba era la música apagada y lejana de la pista central donde estaba la fiesta y el murmullo de la gente divirtiéndose. Pero Lena no pudo escuchar los pasos de Mike, ni su voz, ni ningún sonido suyo. Era como si al entrar allí hubiese desaparecido.

Continuó andando hasta encontrarse una puerta a la izquierda que daba acceso a un pasillo más oscuro y lúgubre todavía. En un viejo cartel que colgaba de la puerta podía leerse la palabra "almacén". La puerta se encontraba abierta y Lena creyó escuchar un sonido metálico en el interior, así que se dirigió hacía el interior. Buscó a tientas en la pared el interruptor de la luz, pero no consiguió encontrarlo. Se preguntaba porqué el maldito de Mike había dejado la luz apagada, seguramente para fastidiarla un poco. Sacó su teléfono y abrió la aplicación de la linterna, se fijó en ese momento que allí dentro no tenía cobertura. Las señales habían estado fallando durante todo el día por culpa de la tormenta y de alguna antena de telefonía que había resultado dañada, según se había dicho.

Al final del pasillo había una figura, una extraña sombra que la luz de la linterna del móvil no alcanzaba a iluminar completamente. Era bastante alta y corpulenta. Se mantenía muy quieta y expectante, y parecía sostener algo alargado en una de sus manos.

Cargando editor
16/05/2018, 21:42
Lena Johansen

Aquel pasillo era una tortura.

No solo había perdido a Mike por la oscuridad, si no que el olor a macho cabrío húmedo me hizo arrugar la nariz con asco. Y encima hacía frio, casi mas que en la propia pista. Me abracé a mi misma mientras escudriñaba en la oscuridad aquel letrero con la puerta entreabierta.

Menuda mierda de sorpresa, Mike.

Y al llegar allí abrí dudosa la puerta para encontrarme con la sombra de algo allí, y por mucho que usaba el móvil no era suficiente. Entrecerré los ojos  para afinar la vista y poder ver mejor.

-¿Mike?- Pregunté dudosa. Peligro Lena Robinson, peligro! Había visto demasiadas películas para que mi mente no volara y se imaginara distintas cosas. Desde una escena bestial a lo 50 sombras de Grey hasta la matanza de Texas. - Si esta es tu idea de una sorpresa...vale, lo es. Pero no me hace ninguna gracia!

Y de ningún modo iba a entrar allí dentro con esa figura. Mucho menos con un asesino rondando por allí, según Mercy. Di un paso hacia atrás asustada. Era tan torpe que si algo me perseguía, una cucharacha, por ejemplo, seguro que tropezaba y me torcía el tobillo.

- C-creo que me voy con los demás... - dije enfadada -Paso de estar aquí. Hace frio y...y... Idiota, creía que... que... Soy una idiota! Adios, Mike, pásalo bien con el mocho de la fregona!

Dije comenzado a andar a la salida, sin dejar de mirar hacia atrás a aquella figura al contra luz.

 

Cargando editor
17/05/2018, 20:31
Michael "Mike" Sullivan

En mitad de la oscuridad y el silencio, justo cuandos se giraba para echar un último vistazo a la amenazante figura, unos pasos apresurados llegaron hasta Lena al tiempo que unas manos fuertes la empujaban dentro del almacén. La puerta se cerró con un golpe que resonó por todo el pasillo. Unos segundos después, las luces del almacén se encendieron, y mostraron que el asaltante era Mike, quien no fue capaz de aguantarse la risa al ver la expresión de susto de Lena. Se retorció a carcajadas, hasta el punto de apoyarse contra la puerta para no caer. Cuando recobró cierto control, señaló hacia la figura que tanto había inquietado a la pelirroja: Era el traje de Wil E. Cat, apoyado en una escoba.

- Oh... -dijo finalmente, cuando pudo recobrar el aire.- Creo que se me ha roto algo de tanto reir. Uff... -miró a Lena con su habitual sonrisa de palurdo y alzó las manos en señal de paz.- Lo siento, pero tú hubieses hecho lo mismo. ¿No estarás enfadada, verdad? -bajó algo el tono, como si no quisiera que oidos indiscretos le escucharan hablar.- Solo quería estar un rato contigo. Además... -hizo un gesto con la cabeza, señalando al disfraz.- Tenemos un asunto que resolver.

Cargando editor
20/05/2018, 01:04
Director

Algo comenzó a vibrar sin control en el bolsillo izquierdo del pantalón de Mercy mientras se ponía al día con Marian. Cuando sacó su teléfono móvil descubrió que le acaban de llegar varios mensajes seguidos de Helen y varias notificaciones avisándole de que su compañera de piso había intentado llamarla como unas diez veces. La torre de telefonía había sido dañada por culpa de la tormenta y el funcionamiento de los móviles iba y venia según arreciase el temporal. Mercy sintió una extraña sensación en el estómago cuando vio aquello. No tuvo tiempo de leer los mensajes, pues su teléfono comenzó a vibrar de nuevo y en la pantalla se iluminó el nombre de Helen junto al indicador de llamada entrante.

La voz entrecortada de Helen se escuchaba muy lejana. Parecía alterada, gritaba fuertemente y apenas se entendía lo que decía. La señal estaba a punto de perderse, y por si fuera poco, aquellos estúpidos amigos de Mike habían puesto la música en el videomarcador, por lo que el ruido era infernal. Mercy trató de poner calma en Helen para escuchar con nitidez lo que le decía, y de entre sus palabras entrecortadas solo logró entender una última frase antes de que la señal terminase perdiéndose:

-¡Alguien me persigue!

Cargando editor
20/05/2018, 19:32
Mercy Wells

Mercy observó en silencio como Lena y Mike acababan marchándose de la pista de hielo. No iban juntos, pero casi. - Algo traman esos dos. - Pensó para sí la joven. - Y sí...? - ¿Creeis que Lena y Mike podrían estar liados? - Pregunté en voz alta sin mirar a nadie en concreto y sintiendo la mano de Noah agarrando la mía. Que Noah la hubiese dicho que no se separaría de ella la había hecho calmarse un poco.

De pronto, Mercy sintió como su móvil vibraba en su pantalón. Por fortuna se acordó de ponerlo en vibración antes de entrar en el lugar. Al sacarlo del bolsillo se encontró con casi una decena de llamadas perdidas de Hellen, así como otros tantos mensajes que venían de su móvil. Aún siendo rubia natural, se dio cuenta de que algo malo pasaba con su compañera de cuarto.

Justo cuando fue a marcar, la pantalla se iluminó y mostró el contacto de Hellen en la pantalla. Mercy no tardó en descolgar. - Hellen! Me oyes!!! - Gritaba Mercy intentándose hacer oír en medio de aquella fiesta. - ¿Qué ocurre? No te oigo nada! Estamos en la fiesta! ... Hellen, respira un poco... no me entero de lo que me ...

En ese instante Mercy guardó silencio y su rostro quedó fijo con sus ojos clavados en la nada. La llamada se había cortado, pero entendió claramente lo que su compañera la dijo por el móvil. - Debemos salir de aquí y buscar a Hellen. - Dije alertando a Noah y Marian. - Hellen está en peligro, alguien la persigue!

Pero, ¿dónde estaba? ¿Dónde buscarla? Recordaba que dijo que se iba a hacer unos recados, entre ellos comprar bebidas para chicas. Algo que Mercy no entendió bien, puesto que ella misma bebía de todo... o al menos eso hacía antes de aquellas fatídicas navidades. Miró la hora en el móvil. - Debe estar en el campus universitario... no muy lejos de aquí si es que quería llegar a tiempo con las bebidas que tenía que traer. - Dijo al resto antes de comenzar su andadura, o más bien patinaje, hacia la salida de la pista de hielo con la clara intención de buscar a Hellen fuera del edificio.

Cargando editor
21/05/2018, 22:14
Marian Banks

Se detuvo en su avance al origen de aquella extraña cacofonía que antes había oído y que se antojaba ahora como algo lejano.

-¿Eh? ¿¡Se puede saber qué dices!?-  Preguntó extrañada Marian -¿Había hablado de Hellen en peligro? ¿El maníaco del año anterior? Demasiados sustos, demasiadas bromas 

-Por dios deja de hablar, para. Shhh. -Increpó silenciando a una cada vez más alterada Mercy.- ¿Se puede saber qué es lo que pasa? Ha sido el tonto este de "Mike" que tiene la gracia en el culo