Partida Rol por web

En un incomodo silencio creado por vuestra mala conciencia, y por saber que con quien estás sentado a tu lado podría venderte para conseguir tus fines, os dirigis hacia la lonja del pequeño pueblo. El mapa que os dio Rose, la mujer de la posada es bastante claro, pero según os acercais al casco antiguo, donde está el puerto y por lo tanto la lonja se os hace más complicado llegar, pues las calles son cada vez más estrechas.
Pasais un buen rato intentando dirigiros, rompiendo de vez en cuando el silencio para alguna indicación en alguna callejuela...

Media hora después

Tiffany mira nerviosa a su alrededor pues aunque no recuerda estás callejuelas, parece que aunque sigas las indicaciones del mapa sigue habiendo más y más callejuelas, ya no se atreve a decirselo a Jamal, que gruñe cabreado, mientrás conduce y pita para que se aparten los molestos turistas. Además el aire acondicionado se ha estropeado, junto con las ventanillas y a no ser que rompais los cristales no podreis obtener brisa fresca...

Avanzas por las calles empedradas del pueblo en el coche patrulla con el alto policia, no quieres saber nada de aquellos dos que te han dejado a tu suerte con ese horroroso monstruo, y a pesar de todo no los vendistes aunque podías haberlo hecho. Al menos moralmente te sientes superior, pero incluso las bromas y comentarios amables del policia apenas te hacen que sueltes un si o tus labios cambien a una ligera sonrisa. El policia te dice:- No se preocupe, ya se veian que no eran trigo limpio, pero no se preocupe los tendre controlados, el turismo es nuestra fuente de vida ahora que la pesca no se vende tanto como antes. Por lo que protegeremos nuestra inversión en usted jejeje-El tipo no es que quiera ser desagradable, pero tiene un humor extraño, de todas maneras parece que puedes confiar en él.
De repente, escuchas un fuerte ruido y el coche pierde un momento el control. Pero el policia lo controla con unas suaves maniobras y termina estacionandolo en el arcen de la carretera.

El mundo parecía diferente cuando lo veías desde una nueva óptica. Aún no entendía si me habían perdonado aquellas bestias; si me habían liberado o esperaban algo más de mí a cambio de mi vida. Aunque respondía ligeramente a las palabras del policía mi mente estaba más allá de donde estaba mi cuerpo justo ahora.

Mis labios dibujaron una sonrisa sutil en el único comentario al que le llegué a prestar un poco de atención "¿Trigo bueno? Solo velan por ellos mismos, por mas nadie...". Seguía mi mirada más allá de la ventanilla, viendo el paisaje, cuando un fuerte ruido me hizo despertar. El auto perdió el control y por un momento creí que estaba perdido completamente. El hombre, decidido a no perder el control, terminó apaciguando la locura y logró detenerse sin mayores contrariempos a la orilla del camino - ¿Que ha sido eso? - pregunté con sorpresa - ¿Por que nos hemos detenido? - lo miré a la cara pero poco me dijé porque mi rostro iba hacia afuera, observando en busca de peligros. No me atrevía a salir del auto, no aqui, no a estas horas...

El policia chaquea la lengua ante el accidente y señala con voz clara:-Un reventón...- Abre la puerta para salir a arreglarlo, pero no antes de decirte al ver el nerviosismo que despliegas:-No se preocupe, tengo rueda de respuesto, en un momento volvemos a estár en camino- Cierra la puerta con un ligero portazo, y se dirige a la parte de atrás, para recoger las herramientas y la rueda de repuesto. Mirás nerviosa a tu alrededor, te encuentras al lado de una pared rocoso, y un pequeño barranco de 3 metros hacia abajo, pero estais en una recta y de día por lo que la gente os vera desde lejos . Pronto te das cuenta de que el policia pone los conos para señalizar... Te esta poniendo nerviosa su tranquilidad.

me bajé del vehículo con cuidado y miré a los alrededores. Todo se veia demasiado solo. Miré el barranco y me dio un poco de vértigo - no me gustan estas cosas

Me acerqué al policía mientras ponía los conos - ¿puedo ayudarte? - no soy una chica musculosa ni mucho menos, pero si puedo ayudarle no dudaré en hacerlo. Ademas, aun estaba pendiente a ver si se acercaba algún vehículo.

Calles y más calles, este puto pueblo es un maldito infierno de calles estrechas y todas jodidamente iguales!! Es que la zorra esta, no sólo es una traidora si no que encima no sabe leer un puto mapa o qué?! No puede ser tan difícil!
Por mi boca sólo salen gruñidos y "joder" y me "cago en..." cada vez que tropezamos con una nueva calle, igual que la anterior.

-Y encima, putos turistas domingueros!!- les grito y apreto de nuevo el claxón con rabia- Es que no saben mirar por donde andan o qué?!- les grito detrás del parabrisas a falta de poder sacar la cabeza por la ventana, como es mi costumbre habitual, pero es que encima se ha roto el AC y las manetas de bajada de las ventanas se han encallado.

"Joder es que hoy tiene que ir todo jodidamente mal?!" protesto, cabreado con la traición vil de mi viejo coche, un clásico, y conmigo mismo por haber venido a esta mierda de pueblucho. Y la temperatura en el interior del coche es cada vez mayor y necesito quitarme la chaqueta y que me toque un poco el aire o acabaré explotando. Estoy tentado seriamente de romper la ventana de mi lado para que al menos entre aire fresco y renovado.

-Vale, deberíamos parar en algún sitio, ni que sea para conseguir un café helado y que nos toque el aire, esto es un horno- le propongo a Tiffany, a regañadientes.

-Tregua?

El calor me estaba asfixiando. Dentro de mi caro traje newyorkino las gotas de sudor corrían raudas por mi piel. Ya no quedaban rastros de mi Channel nº 5. Desesperada, quería acabar con aquel viaje inútil hasta la Lonja y sin embargo, los caminos se cerraban una y otra vez.

Cansada, volví a mirar el mapa. Las indicaciones que le iba dictando a Jamal eran correctas. Sin embargo, no encontrábamos las calles correctamente. ¿Es que acaso el yonki ese no era capaz de comprender lo que le iba diciendo?

El clima estaba que reventaba. Sumado al calor, el humor de mi compañero se iba tornando cada vez más oscuro, como su piel. Ya sabía que no podía confiar en él. Me había pegado con una linterna en la cabeza cuando lo que yo buscaba era tratar de salvarnos los tres y ahora, por su culpa, Kim había quedado sola en la playa. Aunque por otro lado, tal vez lo mejor que podría haber hecho la muchacha era eso. Tal vez no era tan tonta como parecía, después de todo.

Ya cansada de indicar y que en vez de salir por la calle esperada termináramos en otro pasaje, apoyé mi codo en la puerta del coche y recosté mi cabeza en mi mano. El calor me estaba provocando una jaqueca que amenazaba con adquirir proporciones monstruosas pero no me atreví a pedirle a Easton que detuviera el auto. No quería terminar muerta en una callejuela de aquel pueblo de mierda. Sin embargo, el negro me sorprendió.

-Está bien... jugaremos en el mismo bando a partir de ahora... siempre y cuando no vuelvas a partirme una linterna en la cabeza- la perspectiva de tomar algo fresco me hizo cambiar un poco el humor. Tanto que me permití sonreír con mi último comentario.

-Detengámonso aquí para estudiar bien este fucking plano y ver si logramos encontrar un café o algo similar por acá cerca.

El policia al ver que bajas del vehiculo comenta:- No se preocupe señorita, que le asegure que se poner una rueda, mejor que nadie en este pueblo. Además molestaria más que ayudaria, es trabajo para uno solo- Supones que no, pero este hombre tiene cierta forma de educación estilo sureño, e imaginas que la caballerosidad con las chicas es un punto fuerte de ello. Por lo menos en el ratillo que está cambiando la rueda no pasa nadie, te apoyas en el capo y esperas a que termine... Pero a partir de cierto momento no escuchas sonido proveniente de donde está cambiando la rueda.

Trás esta ligera tregua venida por la sed y la molesta sensación de avanzar a ningún sitio, seguis avanzando con el coche para aparcarlo aunque sea en segunda fila, desgraciadamente, no veis ningún sitio donde hacerlo, es como si una barrera de coches grandes se colocaran perfectamente para joder todos los sitios estacionables. Pronto os dais cuenta de otra cosa, no parece haber nadie en la calle...

¿Qué pasa en este condenado pueblo? Habíamos pactado la paz con Jamal. Ahora la sed y el calor era la prioridad. Debíamos encontrar un lugar para aparcar e ir en busca de alguna bebida que nos aliviara un poco la sensación de estar metidos en el quinto infierno, pero no había sitio por ningún lado.

Seguíamos por callejuelas, buscando algún sitio vacío para poder dejar el coche y bajar de una buena vez, pero miráramos donde miráramos, las calles estaban repletas. -¿Como es posible que en este pueblo perdido en el culo del mundo haya tantos vehículos? ¿Acaso no saben usar las piernas?- frustrada di una palmada fuerte al torpedo del auto. No pensé en el momento si al dealer le molestaba o no. Simplemente quería poder bajar de ahí. Pensando en la gente y sus vehículos comencé a darme cuenta de que algo no iba bien allí. No había sitio para estacionar, pero sin embargo no se veía un alma por allí. ¿Qué pasaba en ese condenado pueblo? ¿Donde se metía todo el mundo? Aquello no era normal. Inquieta, se lo comenté a Jamal.

-Oye Jamal... esto es muy extraño... hace rato que no veo a nadie por las calles. No hace tanto calor fuera como para que la gente se recluya de esa manera. Además... ¿todos dentro al mismo tiempo? No me gusta nada este pueblo de mierda. No me gusta nada todo esto.

"Que si es extraño? Es que hay algo normal en este puto pueblo?!". Gruño de nuevo y maldigo varias veces seguidas. Los callejones seguían siendo iguales, todo coches y ningún ser humano a la vista y el calor en el coche es cada vez más infernal.

-Tengo cara de que a mi me guste? No hay ni una puta alma en todo el lugar y todas las calles son iguales. Es como un maldito laberinto de espejos! Paremos aquí mismo y punto! Sí, aquí en medio! Que más da! Tampoco parece que haya nadie para decirnos lo contrario!- espeto, muy malhumorado. Si salimos del coche al menos nos bajará la temperatura corporal ya que no parece haber ni un puto Starbuck en el pueblo, en que jodido sitio no hay un Starbucks?! Si están hasta en la China!

Freno el coche, paro el moto, saco las llaves del contacto y hago intención de abrir la puerta del coche para salir.

Caminé un rato frente al auto mientras el policía terminaba de cambiar la rueda. Miraba a un lado, al otro, pero nadie se acercaba ¿Es que somos los únicos vivos en este pueblo? reí por un momento pero luego un nudo subió a mi garganta; tal vez no estuviese lejos de la verdad

Cuando vuelvo de mis pensamientos trágicos me doy cuenta de que yan o suena nada detrás de lcarro. Me quedo quieta por un momento pero nada suena... decido moverme hacia atras, rodeando el auto para ver si le habia pasado algo - oficial? está bien?

Al dar la vuelta a alrededor del coche te encuentras al agente de policia en posición estatica con la rueda entre las manos, si no fuese por que lo has visto moverse y haber estado con él tanto tiempo, podrías creer que es una estatua de cera muy realista. Al principio quieres crer que es una broma, pero no crees que sea de esos... además por la manera que una mosca que está posada en su gorra sin moverse a pesar de tu cercanía. En realidad, en cuanto dejás de moverte empiezas a sentir... o más bien a no sentir, nada se mueve y no escuchas ningún sonido a tu alrededor.

Dejais el coche aparcado en medio de la calle, no parece que haya más sitio donde dejarlo, al salir notais el airecillo del viento, por lo menos algo más fresquito que en el horno que se ha convertido el coche en la media hora larga que andais dando vueltas... cuando en el mapa pone que se llega en 10 minutos. La calle está vacia, ni siquiera se oye el jaleo de otras calles,es como si todo se hubiera quedado parado. A ambos lados de la calle están los coches de los turistas y suponeis que de los lugareños, aunque con tanta callejuela, no sabriais decir sino es contraproducente andar por aqui en coche. Al buscar con la mirada un bar o algo para tomaros algo, no veis nada, aunque podeis doblar por la callejuela que habeis venido o seguir por la de enfrente que dobla a la izquierda...

Oficial? está bien? - me acerco con algo de miedo "que está pasando aquí?". Acerco mi mano a la mosca y la espanto pero no se mueve - Oficial responda - No responde, nada... No entiendo que pasa pero no quiero estar mas aquí en este maldito pueblo.

Cuando todo empieza a ser estático empiezo a mirar a todos lados "Que está pasando? no entiendo!". Miro a un lado, luego al otro. Ceo un par de árboles y parecen haberse congelado. Me acerco a la puerta del chofer y trato de buscar el radio de la policia pero entre una y otra cosa dejo de buscarlo y miro a los lados - Entonces estas locuras serán así siempre? - por momentos como que es mejor la muerte que seguir en esto pareciera...

Ante tus palabras y reacciones el policia no parece reaccionar simplemente se queda parado, como un muñeco. Todavia shockeada buscas la radio de la policia para ver si llega a funcionar siquiera, en tanto notas la extraña sensación de ser la única criatura viviente en el lugar, el silencio que te embarga,cubriendote como si fuera un extraño mar de quietud. Alerta como si tus sentidos basicos te hubiesen alertado dejas un momento de buscar y miras a tu alrededor, por un momento escuchas un sonido de estatica, como si una televisión se hubiese estropeado y sonase el canal neutro, solo es por un segundo, pero sonaba del fondo del pequeño barranco...

¿Es que este tío no entiende de modales? A pesar de la tregua Jamal seguía con sus malos modos. Que se maneje, no me voy a venir a preocupar ahora porque un negro de mierda me pega tres gritos. Como si importara siquiera.

Bajé del auto y el aire fresco sobre mi rostro fue un bálsamo para mi humor. Por fin habíamos salido de aquel horno. Aún no terminaba de entender por qué habíamos perdido el camino. El mapa estaba claro, las distancias eran cortas según lo que allí decía, pero una vez en camino, nada parecía seguir el orden establecido. Como si las calles hubieran cambiado a nuestro paso. Bah, seguro que es a consecuencia del calor. La próxima vez tomaré el volante yo, estoy segura que este drogadicto no sabe distinguir entre la izquierda y la derecha.

Tras dar un vistazo alrededor y no divisar ninguna cafetería en el lugar, avanzamos un poco hasta llegar a una encrucijada. -¿Y bien? ¿Izquierda o derecha?- miré inquisitivamente a mi acompañante. No es que me importara demasiado su opinión, pero como estaba harta de ese pueblucho, me daba igual hacia donde siguiéramos, y si no encontrábamos la cafetería, siempre podría echarle las culpas a él por tomar la desición equivocada.

Te acercas curiosa ante el sonido extraño que proviene del barranco, en un principio no parece que haya algo fuera de lo normal, a excepción de unos pajaros suspendidos en pleno vuelo, más no puedes dejar de fijarte en algo al final del barranco, algo que se mueve. Trás examinarlo unos segundos te das cuenta de que es una persona... si una persona fuera plana como un dibujo de papel, su forma cambia, pero ves a un hombre calvo, de nariz aguileña, de piel muy blanca con una ropa negra como el plumaje de un cuervo y con oscuridad donde deberia haber ojos. Pronto te das cuenta de que te está "mirando" y sube el terraplen andando como si no hubiese pendiente, mientrás que su cuerpo cambia de dimensión de 2 a 3 según cada paso que da.

Jamal se alza de hombros y gruñe:- ¿Acaso importa? ¿O es que quieres conocer mis inclinaciones politicas?- Y sin decir más se marcha hacía el recodo más cercano el de la izquierda, sin esperar siquiera, por lo que Tiffany tiene que seguir practicamente corriendo al hombretón que anda con pasos enormes en busca de algo que calme su sed, porque parece que el maldito lugar es un horno a pesar de la brisilla, que por cierto está amainando. Cuando dais la vuelta a la esquina veis otras dos filas de coches a ambos lados, y lo que más os sorprende, que hay un coche en medio de la calle y Jamal lo conoce muy bien... Pues es su propio coche.