Partida Rol por web

-¡Por la Reina de los Piratas!--exclama Hake alegrándose por veros de nuevo--No os esperaba tan pronto. 

Curtido en mil batallas, el Raquítico no hace mención alguna a la ausencia de Nicholas y su pantera. Cuando un pirata no vuelve es que se lo ha tragado el Kraken.

Raymond se queda en un segundo plano examinando al grupo que regresa, como evaluandolos. Por el comentario de Hake o ha salido algo mal, o ha salido muy bien. Porque desembarazarse de un barco de guerra no es fácil.

En especial mira a la mujer, ya que todavía portan las ropas algo mojadas y se pegan al cuerpo dejando poco a la imaginación.

Vaya. Al parecer han tenido los arrestos de ir a nado además. Cojones no les falta.

Un tanto cabizbaja, sigo al resto hasta el asentamiento. A pesar de haber conseguido cumplir el cometido, no podía dejar de pensar en el pobre Nicholas. No era un pirata, no quería ser un pirata. Tan solo estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado. 

A pesar que todos sabíamos que la vida de un pirata no suele ser muy larga, siempre era duro perder a tus compañeros y con Nicholas ya eran dos los que perdían, además de la pantera.

Con estos pensamientos llegamos donde Hake, quien nos recibe cargado de ilusión, intento recomponerme y mantener la compostura.

Hemos logrado inutilizar el timón, y eso les llevará un tiempo. Tenemos que darnos prisa y salir de aquí antes de que salgan a buscarnos y corra peligro el asentamiento comento echando un vistazo al personaje que está a su lado y que no le habíamos visto anteriormente. Parecía muy seguro de sí mismo, y me recordaba a nuestro capitán. Quizás lo fuera también, no lo sabía, y en ese momento tampoco me importaba. 

Nuestra mirada se cruzó, dándome cuenta lo que estaba mirando. No era la primera vez que alguien me miraba, de hecho podía dar gracias a Besmara, no sólo de sus bendiciones, sino de la bendición que me otorgó al nacer y que, siendo mujer, es importante y útil en ocasiones.

Harper llega junto a sus compañeros malherido y abatido por la perdida.

Debemos curar nuestras heridas antes de partir. ¿Teneis todo preparado?.  Digo al resto de la tripulación que se quedó esperando.

Al oir a Harper, me doy cuenta de mis propias heridas que, sumida en mis pensamientos ni había sido consciente de ellas, aunque se podía ver la sangre sobre mis ropas y, aunque todavía sangraba, no era mucha la sangre que salía por las heridas

Un momento Harper, tienes razón comento mientras, cogiendo el símbolo sagrado, entrecierro los ojos y recito unos pequeños salmos. En pocos segundos, la proyecto la energía proporcionada por Besmara, canalizándola hacia mis otros compañeros heridos, restableciendo las heridas recibidas.

Sin prestar atención al desconocido, Feijud asiente ante las palabras de Sandara.

Sí, estarán varados durantes unas horas. Pero su humor no va a ser el mejor. Salgamos mientras todavía es de noche. Esperemos que fijen su atención solo en nuestro barco y no sospechen de vuestra presencia.

Podemos encender varias fogatas en la cubierta cuando estemos a una distancia prudencial. Asi nos verían bien y llamariamos su atención.  

Malickud agradece la curación de Sandara y decide dar un poco de brío al asunto, pues el buque chelaxiano trataría de reaccionar y vengar la muerte de su capitán.

¡Vamos gandules, habéis escuchado al Capitán Feijud!-Dijo a la tripulación del Grindylow-tenemos que dejar atrás un buque chelaxiano y no lo conseguiremos mientras os sigáis rascando la tripa al pairo: ¡Por Besmara un poco de sangre en las venas!

El gnomo recibió a su mono que revoloteó chillando a su alrededor antes de trepar hasta su hombro.

Hoy un buen marino y miembro de esta tripulación ha dado su vida por nosotros, así que hagamos que merezca la pena. Que alguien suelte las amarras. ¡Marineros a las drizas, izad todo el trapo hasta que gima la arboladura, que no han visto esos chelaxianos surcar los mares como lo haremos nosotros!

El intendente ocupó su lugar cerca del castillo de popa donde podía escuchar las órdenes del capitán y transmitirlas con facilidad.

Raymond enarcó una ceja al ver conjurar a la mujer, y más con el simbolo que había usado. Y sonrió para sus adentros.

Vaya. Así que no es sólo una cara bonita. Bueno es saberlo.

El gnomo, pues llevaban un gnomo con ellos, confirmó las sospechas de quién era  el capitán del navio.

Bueno. Yo no me preocuparía por el viejo Raquítico. Lleva aquí más años que todos nosotros, y si ha sobrevivido hasta ahora es porque es bueno en su oficio y sabe hacer las cosas. Un grupo de bastardos chelaxianos no va a poder con él ni ahora ni nunca.

Dicho esto se quedó mirando el barco, a la espera de que Hake hiciera su jugada.

Mmm. No parece un mal navio. Desde luego ese cabrón de Harrigan tiene buen ojo para los navios, eso no se le puede negar.

Cuando escucha la voz del tipo del sombrero negro, el Raquítico se aclara la garganta y emplea su mejor labia para tratar de colocaros un producto de primera necesidad:

-¡Ah, sí! Disculpad, disculpad que no os haya presentado aún. A veces pierdo la cabeza...

-Éste es Raymond Veracruz, alguien de la familia podríamos decir. ¿Verdad, Ray? Se trata sin duda de un auténtico lobo de mar. Fue capitán de un temible barco pirata con el que se ha enfrentado a la basura chelaxiana y, tachán tachán, con el que ha desafiado al mismísimo Barnubus Harrigan. Sí, sí, vuestro "querido" antiguo capitán del Ajenjo.

-En fin, últimamente no ha tenido una buena racha. Y el caso es que necesita probar nuevos aires. Se me ha ocurrido que igual os podría ser de utilidad en el futuro. Consideradlo un regalo por mi parte y así saldamos deudas--concluye el viejo clavando una confiada mirada en Feijud, que al fin y al cabo es quien lleva la voz cantante en el Grindylow Embrujado.

No sé. Dices que no ha tenido una buena racha últimamente y no me gustaría que nos contagiara su mala suerte. Dices que es como de tu familia, pero, si lo embarcamos, casi que estaríamos haciéndote un tremendo favor, ¿no?

Raymond dejó de mirar el barco y se volvió hacia el capitán del mismo. Miró al Raquítico un momento y después otra vez a Feijud. Luego simplemente sonrió, aunque de manera un tanto siniestra.

Vaya, vaya viejo. Me estabas vendiendo un barco lleno de bravos y aguerridos piratas, pero su capitán parece más bien una vieja supersticiosa.
¿Y tú eres el nieto de Gulijaster Dos Sables? ¿Quién lo diría? Parece que Barnabus Harrigan está en las últimas si ha dejado que alguien como tú le quite uno de sus barcos sin más. No sé quién le estará haciendo un favor a quién.

Se tocó visiblemente el ala del sombrero con la siniestra, mientras que la diestra se acercaba a su cinturon. Por si acaso el capitán de el Grindylow Embrujado era temperamental.

Toda incorporación a nuestra embarcación era bien recibida, y más si se trataba de gente experimentada, por lo que la reacción de Feijud me pilló un poco sorprendida. Estaba claro que deberíamos de negociar, pero yo lo habría hecho desde otro punto de vista, y siempre desde la perspectiva del peligro de meter dos gallos en un mismo corral.

El argumento de Feijud había estado fuera de lugar, y cada vez tenía más claro el por qué nuestro amigo Malic era quien llevaba la voz cantante a la hora de negociar o parlamentar, pero lo que había dicho el tal Raymond lo estaba todavía más.

En primer lugar, no se si seremos bravos y aguerridos, pero esta claro que tú estás en tierra buscando una embarcación donde poder enrolarse y nosotros tenemos una. Si en todo lo que haces eres tan estúpido como haciendo negocios, no se si valdrás para algo. Aunque también puede ser que granuja de Hake nos esté vendiendo una mula coja y seas tú el que no quiera realmente volver a la mar. ¿Quizás por el miedo a volver a fracasar? comento alzando las cejas dejando que la pregunta flote en el aire.

Y si piensas que Barnabus Harrigan está en las últimas, siempre podrías buscarle e intentar quitarle el barco que le queda, porque en este navío, el capitán es Feijud, nieto de Gulijaster Dos Sables y, hasta ahora, todas nuestras actuaciones se cuentan por victorias.

Nuestra amigo Malic es mejor que yo en estas cosas, pero creo que somos nosotros los que estamos haciendote un favor, raquítico, queráis o no, tanto a tí como a este familiar tuyo

Malickud estaba ya de espaldas, sobre la cubierta, organizando a los hombres para la partida cuando a sus espaldas escucha el intercambio de bravatas propio de borrachines en una taberna. Cuando Sandara menta su nombre el gnomo resopla y se tironea de los bigotes y se acerca a la baranda, tenía que poner fin a aquello.

¿Pero es que se os ha ido la cordura con la marea? Hay un buque chelaxiano de cuatro cubiertas preparándose para darnos caza y vosotros os ponéis a cotorrear como si os regalasen el tiempo.

El gnomo se masajea las sienes, viendo como de pronto todo el cansancio se le viene encima.

Por los dioses Feijud, tras cada abordaje hemos reclutado marineros y no les hemos preguntado ni sus nombres, ¿y tú ahora le pones pegas a un Veracruz?¡Diantres, pero si está avalado por el Raquítico! si el chico es un fraude o un gafe, se lo descontaremos del dinero que le debemos, ¿sí?

Luego mira al tal Raymond y lo señala con un dedo.

Pero tú debes tener la sesera de una anémona si te crees que puedes subir a este barco después de haber insultado a nuestro Capitán sin que haya consecuencias. Si quieres venir con nosotros, cuando hayamos dejado atrás a los chelaxianos, tendrás que responder por esa bocaza. A puñetazos, contra Feijud, sobre la cubierta y hasta que uno caiga. Si ganas puedes quedarte en el Grindylow como uno más, pero si pierdes pedirás disculpas ante toda la tripulación a Feijud y te encargarás de las más bajas tareas del barco hasta que demuestres que vales para otra cosa. Si te niegas a disculparte aún habiendo perdido, te pasaremos por la quilla sin dudarlo y sabrás por qué llamamos a este barco el Grindylow.

Raymond mantiene la sonrisa, y se gira a Hake.

Por lo menos se ha ganado a su tripulación, o eso parece al ver como le defienden.

Le guiña el ojo a Sandara.

Encanto, tú sonrie que seguro que es lo segundo que mejor que sabes hacer con esa bonita boca tuya.

Cuando el gnomo habla, empieza a dudar de quién controla realmente el barco y la tripulación.

A ver. Entiendo que no os fieis de un tipo tan apuesto y carismatico al que acabais de conocer. Pero si dudais de la palabra del Raquítico, es que no llegais ni a marineros de aguas dulces.
Ha estado más tiempo ejerciendo que todos nosotros juntos. Y pocos piratas llegan a su edad sin saber lo que se hace.

Es cierto que por motivos personales estoy buscando un navio en el cual enrolarme, y en otro momento incluso podría esplicaros la historia. Pero el buen Hake me ha dicho, aparte de que conocia una buena embarcación que podrían estar buscando piratas más que competentes, que había un barco de guerra chelaxiano fondeado cerca. Y creo que hay algo de prisa.
Asi que aceptaría la propuesta de...Malic creo entender. Aunque por supuesto, nada de puñetazos. Eso es para nenazas. Nos batiríamos con armas.

Aunque creo que quién debería dirimir esa cuestión es el bueno del capitán Feijud. ¿No? ¿Qué me dice capitán?

Malickud gesticula  y levanta ambos brazos.

¿Pero es que eres un cabezota, eh? ¿No ves que estoy tratando de ayudarte Raymond? terminarás siendo carnaza para los tiburones como no empieces a hacer un poco de caso...

-¡Juas, juas, juas!--ríe a pierna suelta el Raquítico ante la escenita que se acaba de montar--¡Dichosa juventud! ¡Cuánto la echo de menos! Y mi mujer ya ni os cuento... ¡Ja, ja, ja!

-Calma, calma. No tenéis que sacaros el miembro para ver quién lo tiene más largo. De verdad, no es necesario. 

Hake camina renqueando hacia el centro de la trifulca y se coloca justo entre los dos gallos para que la cosa no vaya a mayores.

-Si aceptas a "mi ahijado" abordo, puedes dar por zanjada la deuda que tienes conmigo--afirma poniendo una mano sobre el hombro de Feijud--Es más, hoy me pillas de buen humor, la próxima reparación del Grindylow te saldrá gratis. Te doy mi palabra de que Raymond es buena gente. Un poco bocas, pero no mucho más que el resto de tus oficiales. Algo digno en nuestra profesión. ¿No crees?

-Ahora, como diría una vieja amiga mía, "si me queréis, irse" que tengo un buque de guerra chelaxiano a las puertas de casa--concluye el dirigente del poblado confiando en que tengáis todos dos dedos de frente.