Partida Rol por web

Abrís la puerta y automáticamente oís como un pequeño ding! suena tras vosotros, asustados, miráis hacia atrás y se abre la puerta del ascensor...
Tras ella aparece el guardia de seguridad de la entrada al parking d la residencia.
Pero qué ...
Acto seguido algo sale de la puerta con un gruñido y os empuja brutalmente, tirandoos al suelo.
Es Gallagher, podéis ver su cara y aparece como ido, en un éxtasis. La puerta del ascensor se cierra, con un dong!.
El guardia parece conmocionado, Pero qué diablos...

Caigo al suelo. Siento el fuerte golpe en la parte de atrás de la cabeza. intento alejarme un poco de Gallagher y ponerme en pie de nuevo.

-¡Eh, Gallagher! ¡¿Pero qué coño le pasa?! ¡Sólo hemos venido a visitarle!

Un sudor frío comienza a correme por la espalda.

"Mierda... ese tio se ha arrancado la camisa de fuerza... me va a matar. Por Dios, Dingwall, haz algo rápido..."

Gallagher aparece por la puerta de la planta baja, cuando el ascensor hace ding!!. Ellen Rusell se encuentra en el mostrador de recepción, teléfono en mano, cuando calla y observa por el rabillo del ojo.

Gallagher sale a la carrera hacia la puerta ignorándola por completo, saliendo afuera y perdiéndose por entre la maleza y la oscuridad.

Asustada, Ellen corre hacia el ascensor, subiendo de planta.

la puerta del ascensor se vuelve a abrir tras el típico dong!. Expectantes ante quien saldría de él, veis a una mujer rubia ataviada de blanco, es la enfermera de la recepción.

Porfavor, diganme que eso que ha salido despavorido no era el paciente. SU voz suena suave y rota, acto seguido se desmaya y cae al suelo (a menos que algún caballero la sujete !).

El celador parece bastante recuperado aunque se encuentra tirado en el sulo, entre sollozos y murmurando para sí, como en estado de shock.

Habéis oído "movimiento" afuera, en el pasillo, pero ahora parece q hay más calma, hasta que oís un plof!, como si alguien cayera y se diera un golpe contra el suelo.

Me incorporo del suelo apoyándome en la pared con la cabeza dándome vueltas. Me llevo la mano la cara y al retirarla veo sangre en la palma. Una hemorragia nasal, no se si por el golpe o por la tensión que estoy sufriendo.

¡Mierda! ¡Gallagher!

¡Dong! El ascensor ha vuelto a la planta. Martín se incorpora y le alargo el brazo para ayudarle. Mientras, el guardia de seguridad todavía está aturdido en el suelo. Las puertas se abren y aparece una mujer rubia ataviada de blanco, la enfermera de la recepción.

Por favor, diganme que eso que ha salido despavorido no era el paciente. Nos dice la mujer con voz rota mientras cae desmayada hacia delante...

Dejo que la enfermera se pegue de morros contra el suelo del pasillo mientras entro en el ascensor.
Vamos a ver... la enfermera viene de la recepción. Allí hay que ir. Sin dudarlo aprieto el botón de la planta donde se encuentra recepción mientras grito:

¡Vamos Martín! ¡Si han dado la alarma y han cerrado la entrada quizás aun podamos detenerlo!

Emmm, el último mensaje era mio... Los Caminos del RPW son inescrotables, Alabado sea Chemo y sus Goblins Programadores.

Agarrandome al brazo que Dingwall me tiende, me levando del suelo... sólo para tirarme de rodillas de nuevo a intentar evitar que la enfermera se parta la crisma

Cita:

- ¡Voy, voy!

Dejo a la enferma algo más suavemente en el suelo que su propia inercia, mientras me arrastro en pos de Dingwall, levantándome torpemente al entrar en el ascensor.

Tras el golpe, oís la voz de Patrick Dingwall chillar con fuerza.

¡Vamos Martín! ¡Si han dado la alarma y han cerrado la entrada quizás aun podamos detenerlo!

Y la contestación de éste:

Voy !!, Voy !!

El ascensor baja en lo que os parece una eternidad mientras observáis restos de sangre en el panel del ascensor y en la doble puerta de metal.

LLegáis a la planta baja, la salida queda a la izquierda, al final de un ancho y largo pasillo, pero no veis absolutamente nada.

Vuelvo mi mirada hacia el celador. Intento hablar con voz tranquila, aunque es imposible. Yo también estoy muy nervioso. ¿Y si al cerrar la puerta estamos condenando a la muerte a todos los que estamos dentro? Porque ese tipo... ha roto una camisa de fuerza. Si al menos estuviera armado, me sentiría mas cómodo.

Venga, cálmese. Ese señor que ha salido corriendo es policía y le va a detener. Hay que atraparle, porque ese tipo es peligroso. ¿Tienen aquí algo para reducirle? ¿porras eléctricas, sprays aturdidores o algo así?

Lo que parecia eternos instantes despues, Gabriel Bautista por fin parecia volver en si, parpadeando un par de veces antes de restregarse los ojos.
-Imposible... no puede ser... ¿Y... donde estan los demas?-Aun no parecia haber asumido el echo de todo lo acontecido minutos antes.

Camino entonces hasta la altura del escritor, sacudiendolo levemente para sacarlo de su asombro, pues al parecer el aun estaba paralizado por el recuerdo de aquella insolita imagen.
-Vuelve amigo, necesitamos a todos despiertos. Bruce preguntale como atrapar a esa bestia... ¡¡Y donde narices estan los demas celadores!!
Maldita sea... espero que no se le ocurra soltar a mas gallinas del corral.-Se refirio despectivamente a los demas enfermos del hospital.

- Vaya tuviste que convencer al celador para que te dejara hablar con el colgao este...

Me quedo un rato perplejo viendo la escena.

- ¿Adonde va este loco?

Me acerco al celador e intento que se levante apoyandose en mi.

- Ánimo amigo, Patrick solucionará esto antes de que puedas decir ...

El celador no hace si no gemir visiblemente muerto de miedo, aunque no parece grave. Afuera ya no oís nada.

Conrad mira a Bruce, con los ojos desorbitados, pero no contesta, tan solo se limita a acurrucarse y respirar aceleradamente.

Con el corazón latiéndome a mil por hora, avanzo hacia la izquierda, camino de la salida, pero atento a cualquier sonido o rastro que me llame la atención.

Cuidado Martín. Susurro al periodista. Gallagher todavía podría estar escondido por aquí...

No me sorprenderás dos veces, cabronazo.

Miro las manchas de sangre sobre el panel, totalmente absorto, hasta que el ¡ding! del ascensor nos deja de nuevo en el pasillo de la planta baja.

- Vale, tendré cuidado, descuida.

La madre que me... ¿quién te manda, Martín? ¿Quién te manda a ti a meterte en estos lios, a ver?

Justo antes de salir, dos pasos por detrás del tipo que SI tiene un arma de fuego, me fijo en la sangre del panel. ¿Está sobre algún número en concreto? ¿Hemos ido en la dirección correcta? Y sobretodo... ¿De dónde viene esa sangre?

Miro con una sarcastica sonrisa a aquel celador que nada parecia devolverle a la realidad.
-Creo que el hospital ya tiene un nuevo paciente quien ocupe la celda, je.. Camino entonces hasta la puerta y miro por ella buscando a los que faltaban.

-Creo que seria mejor dejarlo aqui y continuar nosotros con la busqueda, vamos, cerraremos la puerta a nuestro paso, aqui no se ara daño... Lo que temo es por nosotros y ese loco...
Salio del todo de aquel lugar para saber que habia pasado desde que sus compañeros desaparecieron por ella.