Partida Rol por web

¿Decente? Jódete, papá. Fue necesaria toda mi fuerza de voluntad para no responder de vuelta a mi padre ni apartarle la mano mientras la tuvo sobre mi cabeza, sólo lo vi alejarse hacia el salón. La voz de Brenda me sacó de mis casillas y la perseguí escaleras arriba, deteniéndome frente a ella al tope de las escaleras. -No vuelvas a amenazarme, zorra.- Siseé, con los ojos azules clavados en los de ella. -Ni Eleanor ni yo tenemos una mierda que ver con esto, no harás más que ponerte en ridículo y dañar tu jodida reputación. Así que cállate la puta boca.- Me aparté entonces para dejarla pasar, antes de irme a mi propia habitación. Con el seguro puesto a mi puerta, comencé a caminar de un lado a otro, mi mano apretando la bolsa con la única pastilla que tendría hasta el lunes.

Joder... Quería irme. Tenía que salir. ¿Pero ir a donde? Saqué el móvil.

De los dos, sólo Eleanor me contestó, pero de Seth nada. Capullo. No quería estar en casa, pero sin mi "santuario" no tenía ningún jodido sitio a donde ir. Además, con Eleanor fuera, no había nadie que velara en esta casa por Toby. Mierda.

Me guardé el móvil en el bolsillo y me fui a la habitación de Tobhias, a ver si estaba ya dormido.

El pequeño Toby estaba dormidito, pero bien podía despertar con suavidad a su hermanito y charlar un rato, si así lo deseaba Mary.

Mientras miraba al pequeño, me mordí la lengua. Necesitaba su compañía, pero estaba tan en paz que me resultaba muy egoista despertarlo sólo para tener alguien con quien charlar, que no me juzgara o estuviera enfadado conmigo.

Me senté en el suelo junto a la cama, en silencio, haciéndole cariñitos en el pelo, en el rostro. Al menos, si me concentraba sólo en él, no tendría que pensar en el resto, podría estar bajo control.

Ciertamente cuidar del pequeño Toby, transmitía una paz a Mary similar a la de las drogas. Aunque en mucho menos grado, era bastante agradable y calmante.

Eleanor llega de puntillas dentro de casa, allí puede ver como prácticamente nadie ha podido perder. La familia estaba destrozada después de perder a dos miembros, sobretodo el pequeño Toby.

Tras ayudar a Mark, llego a mi casa en puntillas. Es un poco difícil estar allí, pero tampoco es algo que pueda tolerar demasiado considerando la situación. Y para mantener mis ideas en su lugar, no quiero estar demasiado con ellos, al menos no ahora. 

Así que tras cerrar con llave la puerta de mi habitación, caigo rendida en la cama, sumida en un profundo sueño. Eso sí, antes de que se despierten todos, yo ya no estoy ahí. Cambio de ropa, nuevo destino, el Hospital.