Partida Rol por web

Odette y Tessa despiertan en un lugar un tanto extraño, atadas de pies y manos a unas sillas. Una grabación empieza a sonar, de una voz grave y metálica del interior del casette. - Tres compañeras de piso separadas por la desconfianza... Y por mí. Acusáis de tener problemas mentales a vuestra amiga Emily... ¿Pero acaso vosotras no los tenéis también? Os he dejado aquí una cámara conectada con el móvil de Emily, para que discutáis quien de vosotras tres es realmente la más loca... ¡Daos prisa en tomar una decisión juntas o yo me encargaré de separaros para siempre! _{Literalmente...}

La grabación del casette terminó y entonces comenzó la grabación de la cámara.

En el suelo había un papel que ambas chicas pudieron leer sin demasiado problema, aunque la cámara no enfocaba a ello y por lo tanto, Emily no sabría de su existencia.

Sarah Baker

La señorita Sarah Baker ha ingresado hoy, día 06/04/2003 en el hospital psiquiátrico debido a un diagnóstico de nuestro doctor Regann Stannard, el cual ha concluido que está incapacitada mentalmente para cuidar de sus dos hijos, los cuales presentan grandes moratones y contusiones, además de una ligera desnutrición.

La hija de esta Emily Baker, se sospecha que padece la misma enfermedad y que por ello, a pesar de los abusos, defiende a su madre a cualquier coste, pero aun así, tanto el padre de esta, como un respetado médico, amigo de la familia, el señor Jonathan Cole, han testificado en contra de la Señorita Baker.

Todo esto y sumado al diagnóstico dado por nuestro doctor, nos lleva a quitarle la custodia a la señorita Sarah Baker e ingresarla inmediatamente en el centro psiquiátrico.

Despierto, extrañada.

- ¿Pero qu…? – abro los ojos y empiezo a gritar rabiosa y a revolverme en la silla - ¿Cómo he podido ser tan estúpida?

Volteo la cabeza de medio lado y me doy cuenta de que Tess está conmigo.

- ¿Tess?

Y empieza a sonar la grabación mientras mi mente va y viene entre lo de anoche y hoy.

-  ¿Quién es la más loca? ¡El que está jodidamente loco eres tú!

Mi corazón resuena furioso dentro de mí ¿cómo he podido ser tan estúpida? ¡Era él! ¿? ¿Era él todo el tiempo?

- Tess, anoche ¿dónde estabas? Espera qu…

Empiezo a leer lo que hay en el suelo, no ha sido él solo. Frunzo el ceño exhalando y sigo forcejeando inútilmente con la cuerda. Luego miro en derredor, buscando ventanas y cosas por la habitación que me den pistas de donde estamos.

- ¡Ven aquí y da la cara! ¡Ya sé quien eres! - grito todo lo que me da la voz.

Tessa entreabrió los ojos, despertándose como si se encontrase en una pesadilla. Le dolía la cabeza y lo último que recordaba era haber sentido aquel dardo clavándose en su espalda. ¿Cómo podía haber sabido Ghostface que ella iba a estar en el lago? Los únicos que la habían visto allí eran Eleanor y Mark.

Forcejeó intentando liberarse de las cuerdas que la aprisionaban mientras escuchaba aquella grabación, pero fue inútil. Ahora estaban en manos de Ghostface, como aparentemente Ele lo había estado la noche anterior.

-¡Dett! -exclamó, al divisar a su compañera de piso, también retenida por el asesino-. ¡Dett, joder...! ¡Me tienes a mí, deja que ella se vaya! -gritó la pelirroja, pese a imaginarse que quizá Ghostface no estuviera con ellas. Miró a Odette, con los ojos brillantes y a punto de llorar. Quería decirle que todo saldría bien, que saldrían vivas de allí, pero estaba segura de que no lo conseguirían-. Anoche... Estuve hasta tarde en la cafetería, con Eleanor. Luego Seth Summers fue a recogerla y se fueron juntos a la fiesta en la cabaña de Madi. Yo... luego fui a la farmacia y ahí os encontré a ti, Morat y Samuel...

Al igual que Odette, leyó la nota que Ghostface les había dejado. Una nota que tenía la clara intencionalidad de hacerles desconfiar aún más de Emily, pero estando ellas a punto de morir, ¿por qué hacerlo?

-No es ella, Dett. Eso es lo que él quiere que creamos -indicó Tessa, con voz afectada-. Puede que Emily no sea la persona más estable emocionalmente, pero no es ella... Incluso si lo del incendio es verdad, no sabemos por qué lo hizo. -La chica estaba temblando de puro terror, observando a Odette y sabiendo que cada segundo que pasaban juntas podía ser el último-. Tenemos que jugar a su juego, Dett. Es la única manera de que al menos una de nosotras salga viva de esto. No voy a cargar con tu muerte, Dett... -La voz de la pelirroja se notaba entrecortada-. Tienes que votar por mí. Yo votaré por mí misma -expresó, cabizbaja. Era la única opción que veía para salvar a quien consideraba su amiga-. Si Emily nos está escuchando, quizá nos ayude y vote lo mismo. No sé si soy la más loca de las tres, pero tú mereces salir de este lugar más que yo.

 Frunzo el ceño completamente enfadada.

- ¿Qué dices? ¡No! – a medida que habla yo me cabreo más y más, ese cabrón me drogó anoche – qué idiota, qué idiota he sido – chisto – Tess, cállate, no vas a morir por mí ¿Estás loca? Todos merecemos vivir, tu vida no vale menos que la mía. – grito como si me estuviera escuchando - ¡Me drogaste anoche cabrón! ¿Así es como me tratas después de todo lo que te he dado? – todos mis sentimientos se confunden, llevo meses ¡Meses! Triste y deprimida por alguien que…

Lloro, no sé si de tristeza, de rabia, de angustia. Llevo meses culpándome porque desapareciera, meses repasando la última semana, qué hice mal, qué pasó, qué fue lo que no le gustó de mí. Lloro, amargamente, con todo el daño que me he hecho a mí misma. Por toda la culpa que me he arrojado, por toda la autocompasión. Grito revolviéndome en la maldita silla. Sí, creo que es rabia lo que derramo por los ojos.

- Quiere que decidamos quién es la que está más loca ¿no? Muy bien, Sam jugaremos a tu juego. Anoche cuando te fuiste del motel, después de mandarte el wass me fui a dar una vuelta por el bosque, necesitaba estar sola. Y allí estaba Sam otra vez, ni siquiera me pregunté qué hacía allí. Sam es… - me cuesta horrores hablar de mí misma, jamás lo he hecho con nadie a pesar de estar rodeada de gente siempre – es… le conocí hace algo más de un año, me recogía y me traía a clase, tiene unos años más, iba a la universidad de… - frunzo el ceño con el corazón encogido – supongo que todo era mentira, yo me enamoré de él como una puta imbécil – empiezo a llorar de nuevo – qué idiota. Estaba todo perfecto, todo genial, todo… como si… fuera para mí… como cuando piensas, esta persona ha nacido para encajar conmigo. Y un día desapareció sin más, me bloqueó de todas partes, no se despidió ni cortó conmigo, solamente se esfumó… Yo... dejé de comer, dejé de bailar, me aislé de todos, dejé a Madi al mando y... Ayer apareció otra vez, yo… necesitaba sentirme refugiada, como cuando estaba con él, y no pregunté, simplemente me dejé llevar ¡Y me drogó!

Grito otra vez, furiosa, frenando las lágrimas.

- ¡Sam! ¡Da la cara! ¡Suelta a Tess! No sé por qué estás haciendo esto a toda esa gente. Yo te quería... ¡Sam! 

Tessa sintió la noticia como si se tratase de un mazazo. Aparentemente Odette conocía a la persona que estaba detrás de los crímenes que estaban teniendo lugar en el pueblo.

-Dett... Dett, ¿estás segura de lo que dices? -La pelirroja miraba a Odette, boquiabierta, como si aún esperase que alguien le dijera que todo era una gran broma. No sabía quién era el Sam al que se refería Dett, y Samuel Nixon era el único Sam que ella conocía, aunque por lo que había contado Dett era evidente que no estaba hablando de la misma persona-. Dett, ese Sam, sea quien sea... No se va a detener solo en ti. Va a por todos... No me va a soltar -expresó, mirando a Odette, casi sin poder articular palabra, intentando contener el llanto-. La nota decía... decía que Emily tenía un hermano. Imagino que mayor que ella... ¿Y si es ese Sam? Jonathan Cole estaba conectado al caso de la madre de Emily... Por eso le mataron. Venganza por lo que les hizo a su madre. Ese chico, el hermano de Emily... Sam... Podría ser él.

 - Claro que estoy segura, me dio un cubata, a los pocos segundos caí dormida ¿Y aparezco aquí? – Mis ojos se abren miro hacia el móvil - ¿Emily? Emily ¿Estás ahí? Descríbeme a tu hermano, puede que mintiera con su nombre también ¿Y si son dos? La señorita Green era delgada y no parecía estar muy fuerte, pero el señor Cole es un hombre corpulento. Dice que las tres estamos locas. Pero estamos tú y yo solas. ¿Por qué ibas a estar loca tú?

-¿Locas? No creo que ninguna de las dos esté loca, Dett -La pelirroja intentó sobreponerse, aunque estaba muy asustada-. Pero siempre... siempre he tenido una baja autoestima... Odio que los chicos me miren o me deseen solo por mi cuerpo, que piensen que soy fácil solo por tener el pecho grande... Estoy muy acomplejada por ello y, aunque siempre intento ir a todas partes con una sonrisa, me afecta mucho. No me siento bien conmigo misma.

Tessa bajó entonces la cabeza, avergonzada de revelarlo, aunque sentía que Dett era la persona que más merecía conocer sus miedos e inquietudes, más incluso que Eleanor.

-Siempre he intentado encajar, buscar mi sitio. Con Madi y su grupo, con Eleanor, con vosotras... Me cuesta. A menudo voy a escondidas a la farmacia a buscar productos adelgazantes, pastillas... Sé que debería quererme más a mí misma. Sé que todo está en mi cabeza, pero cuando veo que alguna gente solo se fija en mi físico, me llega el bajón... Sufro. Imagino que Ghostface sabe todo esto. Es lo único que se me ocurre para que diga que estoy loca.

- Tess odiar tu cuerpo es algo que entra dentro de la normalidad, contra más carne, más difícil entrar en el canon de muñeca perfecta. No tienes nada raro, está todo bien. Todas tenemos complejos y basura mental. Algunas más condicionantes otras menos. No estás loca. - La cojo de la mano si puedo, y aprieto fuerte. -  Vale. Bien... A ver, ¿qué ha dicho? Acusáis de tener problemas mentales a Emily. Decidir cual está más loca… Pero ella no está aquí… ¿Qué le conté a Sam anoche? Joder no me acuerdo de cómo se lo dije.  - Frunzo el ceño. Estoy muy confusa - ¿qué quiere que decidamos? ¿Cuál es la peor para que muera ella? No lo entiendo ¡Yo no pienso decidir eso! 

Ghostface entró entonces en escena, cerrando la puerta detrás suya, completamente en silencio, observando a las dos chicas atadas a dos sillas de pies y manos.

La cámara seguía trasmitiendo y el documento sobre la enfermedad mental de la madre de Emily seguía en el suelo.

Cuando entra con todo eso puesto yo ya no veo al asesino despiadado que me aterró la primera vez, yo veo a Sam. Y me siento muy indignada y terriblemente enfadada.

- Me drogaste anoche, Sam, y eso está muy feo. Yo siempre te he tratado bien. - Murmuro mirando la máscara, imaginado esa cara tan bonita a la que yo miraba anoche - ¿Dónde quieres llegar con todo esto?

Con paso firme Ghostface se adentra en aquel lugar, observando a los presentes mientras saca su móvil y hace la llamada correspondiente así otra voz también es participe del encuentro. 

Ahora caminando alrededor de las chicas, espera a que la llamada surja, y así poder actuar como corresponde. - ¿Quien de las dos merece morir? O... ¿Emily Baker debe hacerlo? La trastornada, la que no está para sus amigas...

Se encoge de hombros ante la pregunta de Odette, y responde. 

- ¿Y quién te manda a ir con un tío y ser fácil? ¿Eh? - la señala con el cuchillo. - La estrella que no brilla, la que se cambia el color de cabello para decir: Oh he cambiado. ¡Mírame! ¡Mírame!

El teléfono sonó una... Dos... Y a la tecera contestó. Una voz que Odette rápidamente reconoció salió a través del interfono. - ¿Por qué demonios me llamas? ¡Ya te entregué a la chica! ¡Déjame en paz! ¡Deja de molestarme!

- Ni siquiera eres tú - sonrío con tristeza - he regalado mi vida a un.... Yo no soy fácil, solo necesitaba olvidarlo todo un rato, sentir que todo estaba bien. No había nadie más.

Madi recogió mi testigo a penas terminaba de pronunciar mi discurso de despedida como capitana. No es que quisiera llamar la atención, no lo necesitaba, simplemente no tenía alegría ya. Y cuando empecé a aislarme, como un felino, a esconderme, herida, nadie se dio cuenta. Nadie se preguntó por qué Dett ya no está. Qué le pasa. Y al final, estar en casa, estar en el instituto, ser nadie, fue más cómodo que ser alguien. Más solitario, también, pero ya había estado sola todo el tiempo. Tess era la primera persona con la que hablaba en mucho tiempo, hablaba de verdad.

- Mátame a mí, si algo le pasa a Tess yo la seguiré, me pegaré un tiro en la cabeza con la pistola del primer poli que llegue. No quiero seguir con esto, estoy muy cansada. Suéltala y deja que se vaya. Ojalá hubieras sido él.

A Ghostface le divierte aquello, ese sacrificio puro de alguien que cree es mejor morir antes de seguir viviendo una miseria que no podría consigo mismo. Interesante. - Buu, que dramática te pones. - le causa mucha gracia al disfrazado. - Samy. ¿Que es eso de andar drogando a las chicas? ¿Te la querías follar? Vaya, ella quería, pero no le diste el premio. ¿No sabes que necesitaba un poco de atención? 

Se divierte y acerca el móvil para que Odette pueda hablarle. - ¿Cómo puedes compararme con este? Por favor, que cuentos te tragas. Yo soy un asesino, este es un idiota. - le da una bofetada en la mejilla a la rubia. - No compares intensa, que tengo mucho ya de ti. Con ese drama de que... Me quiero morir, que he desaparecido, que adiós las animadoras. Una inútil. - ríe por lo bajo el enmascarado. 

- ¿La verdad? Tengo que decidir... O le preguntamos a este. Espera. - señala el móvil. - Oye Samy. ¿Quien debe morir? ¿La rubia que intenta ser depresiva y no puede o la pelirroja de los pechos grandes? Decide chaval, se pone divertido. A mí como que me da igual, hasta que casi mató a las dos. No sé. 

Tessa permanecía cabizbaja. Mentalmente se había despedido ya de todos a los que apreciaba. Tenía miedo, tenía mucho miedo y sabía que Ghostface descargaría su cuchillo contra alguna de las dos de un momento a otro.

-Si crees que voy a decir que mates a Dett o a Emily, espera sentado -le espetó, aunque no era capaz de mirar a Ghostface a la máscara. La pelirroja temblaba-. Si quieres matar a alguien, mátame a mí, Ghostface. Pero no voy a seguir tu juego de votar para matar a una de mis amigas.

La chica apenas puede mirar a Odette. Sabe que de un momento a otro el asesino matará a una de las dos y sabe que si mata a Dett, no podrá soportarlo.

-No digas eso... -le pide, al escuchar que le quitará una pistola a un policía para suicidarse-. Cuando salgas de aquí, tienes que vivir, Dett. Por las dos. No puedes... no puedes acabar con tu vida. Mereces ser feliz, sobrevivir a esto...

Un mensaje recibió en medio de la llamada, lo cual apura todo y sin decir nada más cogió el cuchillo con fuerza mientras le cortó de lado a lado el cuello de Odette. La sangre lentamente comenzó a brotar mientras su boca se tiñó de rojo carmín, poco durará de aquella manera. Ya podría darse por muerta. 

Después tras cortar la comunicación con Samy, deslizó el cuchillo por el antebrazo de Tessa para cortar de forma transversal la muñeca escribiendo la palabra "Sad" y así comenzar a sangrar. No morirá por ello, pero mínimo se descompensa y así podrá ser divertido cuando despierte en medio de todo. - Mete a Baker presa, así te ahorras todo. Hasta pronto bonita.