Partida Rol por web

Elba Ginaso, como si no fuera con ella, continuó adelante hacia aquellas tres mujeres y levantó la cabeza a modo de saludo amable. Al parecer no le importaba lo más mínimo cualquier cosa que pudieran estar acusando ahora mismo de lo que había hecho la muchacha, una más sobre ella.

-Buenas, -comentó tratando de apartar a la madre y a la hermana de la entrada para pasar al interior de la casa- ¿Habéis comprado algo de carne?. Me muero de hambre...

¡Tendrás valor! - decía indignada la joven Hallwinter poniendo sus manos en las caderas. - Ayer nos pintas la casa y hoy vas diciendo por ahí que la asesina es mi madre y que las pruebas están en el ordenador de mi hermano. ¡Y encima nos pides carne!

-Yo no pinté la casa, eso fue Matt Doe. -Dijo echándole el muerto... al muerto- Pero nadie me hizo caso cuando lo vi, pero bueno... como quieras. Y la asesina sigue siendo tu madre porque todas las víctimas tienen un mismo nexo en común. -Sin decir cual era el nexo señalo hacia dentro- ¿Pero tenéis o no tenéis carne?.

Allison resopló resignada. - Matt tenía coartada para la hora en la que ocurrió la pintada. - decía desganada la oficial al escuchar las falsedades de Elba.

Para sorpresa de todos, un tipo desconocido hizo aparición en escena, era un conductor de Uber y solicitaba recoger el traje de Jordan Hallwinter, además lo hizo apurado porque tenía que ir a recoger el vestido de otra chiquilla.

-Pues el otro Matt. -Comentaba encogiéndose de hombros, y sí, era consciente de que el otro Matt no era más ni menos que el hijo fallecido de la policía. Pero bueno, eso eran pequeñas minucias que no le importaban en absoluto a Elba. - ¿Ya has requisado el ordenador de las pruebas?. Apuesto a que hay cosas muy turbias por ahí... ¿Las subimos a su Facebook?.

Allison se echó una mano a la cabeza. - Ugh. - onomatopeyó. -Mira, tengo muchas cosas que hacer, sé que has perdido a tu padre, así que ¿qué te parece si les pides disculpas a los Hallwinter y yo no te llevo a pasar la noche a los calabozos? - se la notaba muy cansada como para seguir discutiendo nada.

Marisha, que al ver llegar al chico del Uber se había adentrado a recoger la ropa de su hijo, ahora salía con un elegante traje metido en una de esas bolsas de plástico tan largas, que tenían una percha dentro y servían exclusivamente para transportar trajes.

Elba Ginaso decidió hacer lo que todo el mundo haría en ese momento, simplemente comportarse como una loca enajenada y tratar de amargar un poco más la alegría de esta pequeña familia asolada por la tragedia.

-Lo sieeeeeento... -Comentaba mientras saltaba a robar el traje, sacarlo de la bolsa y tirarlo al barro- ¡Que tu hijo no tenga trajes que ponerse!. ¡Muahaahaahaha!. ¡ELBA RULEZZZZ!. ¡Eso le pasa por matar a la chica esa!.

¡Muy bien, suficiente! - decía sacando unas esposas y poniéndoselas, de forma muy apretada debida a la densidad de las muñecas de Elba, a la joven delincuente, obsesionada en atormentar a esa familia en concreto. - ¡A pasar la noche en el calabozo!

Llegando casi a la vez a la residencia de los Hallwinter, se toparon las dos divas más peligrosas del instituto. Tras un suspiro muy pesado por parte de la más joven, miró con cierta condescendencia a Barbara. - ¿Qué quieres? Jordan no está aquí y cómo es de noche, imagino que querrás follártelo o algo así ¿no? - se notaba que no le hacía nada de ilusión tenerla allí.

Miré a la hermanita de Jordan con un gesto divertido al ver su recibimiento. 

- Cielo, todas las chicas del instituto quieren follarse a tu hermano, incluso tu lo desearías si no fueras su hermana - dije riendo ante lo evidente - pero a diferencia de las demás yo me encuentro en el mismo nivel de la pirámide social que él - miré el móvil con algo de nerviosismo porque no me contestaba - Sin embargo, no has acertado, ahora mismo no estoy aquí para follar con él. ¿Sabes dónde está?

P-¡pero qué dices! - comentaba indignándose a la par que poniéndose roja tras escuchar el comentario de que se acostaría con Jordan. - ¡Por su puesto que no quiero! ¡Es acordarme de como era antes y me da mucho más asco del que me da ya de por sí por ser mi hermano!

Le dio la espalda a Barbara, probablemente para ocultar su rostro, pero también como forma de mostrar que le daba igual lo que dijera. - No sé donde está, estaba en el insti antes, a lo mejor sigue por allí. - comentó justo antes de entrar en la casa.

- Ok - dije con voz divertida y una risilla al ver su reacción. Le faltaba mucho para poder convertirse en una líder, pero tenía la actitud. Puede que la reclutara para el equipo de cheerleaders.

Sin más para hacer, volví a montar en el coche para dirigirme al instituto.

Jordan despertó en su casa, con cierto olor a "pueblerino". Las ropas que había tomado prestadas en el campamento no es que olieran precisamente bien, ya que la higiene allí no era ciertamente algo destacable.

Fue a darse una ducha, no sin antes comprobar que no había nadie en casa, sin embargo aún quedaba algo de tiempo antes de ir a clase, por lo que no había ninguna prisa.

Tras pegarse una buena ducha y desprenderse ese olor a sudor reseco que llevaba incorporado esa ropa, decidió aprovechar para hacer una llamadita a sus abogados, pues quería saber como estaba el tema de los juicios con su padre. A nivel empresa su padre estaba tratando de echarlo para hacer el control pero en cuanto a la app y toda la parte tecnológica Jordan tenía el control y prefería darle al botón rojo y cargárselo todo antes de que su padre se hiciera con ello. Tenía suficiente dinero para no preocuparse demasiado por su vida.

También aprovechó para colarse en el cuarto de su hermana. No era la primera vez que observaba e incluso olía la ropa interior de su hermana con el olor tan característico que tenía, no. Esa vez quiso conectarse al ordenador de ella y tratar de averiguar con quien se estaba viendo ahora, saber qué rondaba por su cabeza. Al final sentía la necesita de supervisarla y ayudarla, porque ella era un desastre en su vida privada, necesitaba de Jordan para que la arreglase entre las sombras.

Finalmente, aprovechó para escribir un par de mensajes en el móvil, antes de irse al instituto.

Al coger el móvil, Jordan se dio cuenta de algo... Su móvil estaba en una posición un tanto extraña, como si alguien lo hubiera cogido y dejado de cualquier manera.

Echando un vistazo rápido parecía que no le hubieran hecho nada... De hecho la seguridad del móvil de Jordan era excelente como para instalarle nada, pero entonces ¿quién habría cogido su teléfono? ¿Y para qué?

Por un momento se quedó helado. El móvil para él era un artefacto de suma importancia, además siempre lo dejaba en la misma posición, en el mismo lugar según lo que estuviera haciendo. Estaba convencido que él no lo había dejado así.

Tragó saliva.

— ¿Mary? ¿Estás en casa? — preguntó mientras cogía el móvil y empezaba a marcar el 112 pero sin llegar a llamar. Pensó en todas las posibilidades: su madre, su hermana, la gorda de Elba dando por el culo, la mujer de la limpieza no porque hoy no venía, ¿su padre, no tenía sentido que estuviera ahí?,... ¿Ghostface?

Miró en todas direcciones a ver si había alguna alteración mas en la habitación.

La pregunta de Jordan no tuvo respuesta alguna, algo que en principio, podría parecer inquietante. Miró por todos los rincones de su habitación, debajo de la cama, dentro del armario... Nada, todo despejado.

Por miedo a que se hubiera dejado algo por ver en otra parte, revisó también cada esquina de su casa, empezando por el piso de arriba, cada habitación, el baño... Tampoco había nada ni nadie.

Repitió la operación en el piso de abajo, nuevamente sin descubrir nada que le llamara la atención. Miró nuevamente su teléfono, fuera quien fuera quien lo había cogido, como mucho lo podría haber desbloqueado con algún mecanismo biométrico, ya que el propio Jordan estaba al lado, pero no pudo haber descargado ni subido absolutamente nada al dispositivo... Aunque si que podría acceder a las funciones básicas del teléfono, como son la cámara y los servicios de mensajería y telefonía.

Fuera lo que fuera que pasó con el móvil, parecía imposible saber para qué lo habían utilizado. O al menos eso pensó Jordan, pues por la puerta principal pronto entró un grupo de gente que le daría la respuesta.

Todos llegaron a la casa de Jordan sin problema alguno, al entrar pudieron ver al chico mirando su móvil con cierta cara de circunstancia, aunque más cara de circunstancia puso aún al ver entrar a Elba por la puerta, pues no había hecho más que amargarle la existencia, a él y a Barbara.

Po'enga amo'l a vel lo que ti'e c'auno. - comentaba Lazlo con cierta desgana, se notaba que quería acabar aquello cuanto antes para volver a la piscina y seguir nadando, pero también sabía que nunca más podría nadar tranquilo con un asesino suelto. - Tu no'ha llama'o, ¿tie' algo? - decía refiriéndose directamente a Jordan.