Partida Rol por web

Maryam por otra parte, parecía haber ignorado los actos de su hermano, pero igualmente sacó su móvil.

Observé a los dos competidores y asentí.

- Pues por el comienzo, yo diría que va ganando. A ver cómo termina, porque he oído que Jonnhy es de los que pegan un gran sprint al final - dije riendo y gritando animada por el ambiente.

Entonces Jordan se giró y me halagó. Jugueteé un poco con mi cabello mientras le contestaba.

- Así soy yo, siempre tengo que ir perfecta, el atuendo adecuado para la ocasión adecuada. Pero eso no quita que me pueda divertir - me quité los zapatos de tacón y me acerqué a la orilla del agua para animar - ¡Vamos, chicos, el que gane podrá pedirle una cita a la animadora o jugador del Club de Atletismo que más le ponga! - bromeé.

Me giré un poco para llamar a Jordan.

- Vamos, el agua está fresca, no tengas miedo de meter los pies.

   Tras aquel primer sprint podía empezar a sentir ligeramente el clima empezando a incomodarme, pero... aun con eso seguía teniendo una ligera distancia entre Jhonny y mi persona

     Va....vamos... capiT'an Onde esT'al ese fuelle de anT'es ?? - sin parar nunca de ir avanzando hacia la otra orilla.

Jordan recibió un mensaje en el móvil que lo desconcertó un poco, pues su expresión cambió radicalmente mientras lo leía y escribía una respuesta, mas o menos larga. Luego sacudió la cabeza y guardó de nuevo el móvil y trató de reincorporarse a la fiesta.

Se puso de cuclillas para quitarse los zapatos y se hizo un dobladillo en el pantalón para no mojárselo antes de entrar a mojarse los pies por invitación de Barbara.

— Voy para allá! —dijo mientras se acercaba a la cheerleader.

No mucho más tarde de que llegaran Teddy y Luke, llegaron a la fiesta, traídos en el ya famoso Ryan-móvil, Samantha, River, Diana y el conductor, Ryan. Se podía observar que Diana traía unas pizzas del garito más barato de la ciudad, River y Ryan por otra parte llevaban cervezas encima.

La fiesta tenía música a todo volumen, gente bailando alrededor de hogueras y realizando cosas de adultos en las tiendas de campaña que se habían montado.

Se podía observar a Jordan y Barbara a la orilla del lago, con los pies metidos en esta y a no mucha distancia de ellos estaban las dos súbditas de Barbara, Mia y Bryony, además de Matt Doe.

Dentro del lago y nadando hacia la otra orilla, alejándose cada vez más, se encontraban Lazlo y Jhonny, haciendo una carrera en la que Lazlo iba en cabeza por un cacho.

En aquella fiesta también se encontraban Maryam Hallwinter, rodeada de un grupo de amigos, ignorando como podía a su hermano; además de Leslie Regine, quien parecía bastante enfadada, sola y bebiendo a su bola, aunque esta última era fácil de perder ya que entre todo el alboroto, no destacaba nada.

Jhonny nadando como un loco al ver que Barbara andaba más cerca y observándolo detenidamente, nado como un loco y se acercó mucho a Lazlo, aunque este aún tuviera la ventaja. - ¡Voy a por ti, mariconazo!

Recibí a Jordan con un pequeño salpicón de agua. Divertida, seguí tirándole un poco de agua mientras daba otro trago a mi cubata y animaba a los dos nadadores.

De pronto, una escena inesperada entró dentro del radio de mi visión. Con gesto de disgusto, me quedé mirando en esa dirección sin dar crédito a lo que veía.

- No me lo puedo creer...

Pensaba que había conseguido librarme de ellos, pero al parecer los pringados habían decidido presentarse a la fiesta. Creía que estarían por ahí dando pena en su carraca de coche o tal vez viendo una película friki en casa de alguno. Sin embargo, se habían animado a unirse a la gente popular por una vez en su vida.

- Mira quien se ha dignado a aparecer por la fiesta - me acerqué a Mia y le susurré con voz divertida señalando a los recién llegados.

- Bien, enseguida vuelvo... hay que darles una adecuada y calurosa bienvenida...

Me dirigí al grupito de perdedores gesticulando con los brazos, como dándoles la bienvenida. Me había vuelto a poner mis zapatos de tacón y caminaba segura luciendo mi vestido rojo de fiesta.

- Vaya vaya, mira quien se ha dejado caer por aquí - mi voz era suave pero audible y les dedicaba una amplia y falsa sonrisa - bienvenidos, me alegra que por una vez hayáis decidido dejar de ser unos inadaptados y uniros a una verdadera fiesta, seguro que habrá algo para divertirse incluso para la chupipandi - comenté con una risita refiriéndome a su grupo. Luego, fijé mis ojos en lo que llevaban puesto las chicas e hice un gesto de fingida pena - pero chicas, podríais haber traído unos atuendos más adecuados, fijaros en Ryan, su ropa de pringadillo va estupendamente para la ocasión, sólo le falta el sombrero - y sin perder la sonrisa, alcé mi cubata y derramé todo su contenido, que apena había tocado, sobre la cabeza de Ryan. Después, mientras todo el pegajoso líquido le empapaba cabello, rostro y ropa, coloqué el vaso vacío sobre su cabeza cual sombrero - ¿Veis? Así está perfecto.

Diana se había equivocado en algo. A quien no le gusta la pizza habría pensado unas horas antes, pero al probar las pizzas de “Carl’s” comprendió de que no tenía idea. Esta pizza definitivamente no podría gustarle a nadie. La maza tenía un leve gusto a quemado, pero a la vez no estaba crocante, estaba chiclosa. Y lo que tenía arriba no sabría tampoco si llamarlo queso, definitivamente no era mozzarella, ni otro queso que haya probado antes. Pero era lo que podía pagar en cantidad para invitar al resto. 
 

Así cargando sobre sus piernas las cajas de eso que le habían vendido como pizza, llegaron en el Ryanmovil a la fiesta. Ahora solo debían evitar a la rubia durante toda la noche, si era posible.

pero este plan resultó ser solo una fantasía en su cabeza, ya que Bárbara los vio nada más llegar, y muy educadamente fue a recibirlos, como lo buena anfitriona que era. Centró toda su atención en el pobre Ryan, y si bien Diana se sintió aliviada de no ser la victima del ataque también sintió compasión por el pobre muchacho, ella misma había insistido también en que Ryan viniera con ellas a la fiesta. 
 

Espero que la rubia se retirara orgullosa de su broma y fue directo a ver a Ryan. 
 

- Venga, es la excusa perfecta para que vayamos al agua, hay que lavarte. - le dijo retirando el vaso de la cabeza del muchacho, - y hay que sacarte esa camiseta toda manchada. - agregó tiroteando apenas de la prenda mojada. 

    Jajajaja... nada mal -  comentaba al ver a mi capitán acercarse por mi derecha, aunque tras recuperar ese pequeño pequeño aliento - Lo siento si te espelo al oT'lo lado Tio jajajajajja... -para entonces motivarme al notar su ganas de enserio concursar y empezar a dar todo de mi en esta siguiente brazada. 

¡¿Pero de donde sacas tantas fuerzas?! - se le oía temblorosa la voz mientras lo decía. - ¡Joder! - intentando calentarse nadó todo lo rápido que pudo... Pero solo logró acabar muy cansado y con mucho frío.

Las Pizzas eran una mierda.

Eso decían ellos porque la especialidad de ese sitio eran las de piña. Algo delicioso. ¿Qué no os gustan? Tranquilos, yo me sacrifico por vosotros, no os las comáis que están muy malas. Algunos piensan que las Pizzas de piña son solo masas de pan engendradas por el mismísimo satanás. Malditos herejes, que seguro discuten también si es mejor Dominos o el difunto Pizza Hut.

-¿Te fassh a comehh effooh?- Dije con la boca llena desde el asiento de delante mientras cogía un trozo más de la caja de pizza mirando a Diana.

Llegar a la fiesta me hizo sonreír. Al fin algo en condiciones, con cerveza, tabaco y... más cosas. Algo que aprecias bastante cuanto llevas un tiempo metida en un psiquiátrico no con muy buenos recuerdos.

Creía que todo iba a ir bien, que ese sitio era muy grande para encontrarnos con la Queen Bee del instituto, Barbara. Que equivocada estaba. De todo ese maldito pueblo, era mi única némesis. ¿Cómo es posible que tan pocos meses como llevaba allí ya me hubiera creado un archienemigo (además de la sheriff)?

No hizo ni falta que me diera la vuelta para saber quien era. Su voz de zorra era inconfundible. 

¿Estaba buena? Sí. ¿Me la follaría? Si, pero quizá debería meterle las bragas en la boca mientras tanto para que no escupiera mierda por esa boquita.

-Mierda...- Dije por lo bajo cruzándome de brazos para ver que cojones decía esa rubia. Preferí no decir nada, mientras hablaba. Siquiera después. No había cosa que más la jodiera que la dieran la espalda

- Venga, pasad, de ella vam...- No termine la frase cuando ya la emprendió con Ryan.

En ese momento, se me cruzaron los cables. Estaba hasta los ovarios de esa tía en clase, pero...¿que la tomara con Ryan? Podía ser un pardillo, pero era una de las mejores personas que había conocido en ese pueblo. 

- Te voy a matar, hija de puta!!!- Grazne abalanzándome sobre ella.

Afortunadamente (para ella) alguien me detuvo y agarré solo el aire frente a la rubia. Creo que los brazos de River o alguien más me cogieron porque estuve a un palmo y medio de arrancarle esa melena de rubia de bote.

Ryan llegó bastante nervioso a la fiesta, no solo por el hecho de haber ido conduciendo con tres hermosas damiselas en su auto, si no por el hecho de que no bebía alcohol, sentía que no iba a encajar allí, que si le pillaban ya fuera su madre o su jefe iba a estar en graves problemas y sobretodo, por tener un gran miedo a que se metieran con él.

Ayudó a cargar las cervezas que habían comprado a petición de Sam y se quedó bastante entusiasmado al ver el ambiente del lugar. La música le gustaba, la gente andaba bailando y sin preocuparse de lo que pensaran los demás, habían hogueras para estar cálidos en la fría noche y además parecía que tenían espectáculo, porque los del club de natación andaban compitiendo en el lago, aunque ya andaban muy lejos.

Pero aquella ilusión pronto se terminó, pues Bárbara hizo lo suyo. Ya eran muchos años aguantándola, así que Ryan no se sorprendió demasiado, más bien le sirvió como una dosis de realidad. Ese no era su sitio, nunca lo fue, nunca lo será. El chico se quedó inmóvil, aceptando la realidad, sin contestar a Barbara, nunca lo había hecho, no lo iba a hacer ahora tampoco...

Diana se le acercó para retirarle el vaso y le ofreció lavarse en el lago, pero el chico negó con la cabeza. - Ya bastante se han reído de mi esta noche, solo falta que encima se rían de mi forma física. - de la cual hace no mucho, estaba alardeando de haber desarrollado por cargar bolas de bolos, pero eso podría atribuirse a su estupidez innata a la hora de hablar cuando está rodeado de chicas. 

Vio como Samantha se lanzaba a atacar a Barbara por su impertinencia, por suerte River evitó que esto llegara a mayores y la agarró desde atrás. No podía evitar alegrarse al ver aquello, nunca antes había tenido alguien que le defendiera, él y Jordan no es que hayan sido muy de llegar a las manos nunca, aunque después del último año, no sabía muy bien de hasta donde podía llegar su viejo amigo.

Negó nuevamente con la cabeza, pelearse estaba mal, por lo que finalmente sonrió, aunque muy forzadamente, a las chicas que acababa de traer, tratando de calmar la situación y evitar que acabara en un conflicto físico. - Dejadlo estar, da igual, no tendría que haber venido en primer lugar y ahora estoy lleno de pringue y apestando a alcohol. Voy a ver si consigo al menos quitarle el olor en el lavabo que hay por aquí, frotando en el fregadero. Si llego a casa apestando a alcohol... - se quedó callado, resopló y resignado se fue al baño público que había cerca del lago a intentar lavar su camiseta.

River se bajó del coche con una amplia sonrisa y los packs de cerveza. Se había pasado el viaje en coche relatando con todo lujo de detalles como Sam había ideado el plan de interpretar a la madre de Ryan, y como su actuación había liberado al chico de pasarse el viernes por la noche bajo la tiranía de su jefe.

Ya nada más llegar, parecía que los rumores sobre la fiesta eran verdaderos. Habían hecho bien en pasarse, a juzgar por la cantidad de gente y de buen rollo. Saludó a Matt cuando le vio, animándole con un gesto a que se acercase al grupo. Estaba tan distraída que se olvidó de su objetivo de no permitir que la noche se arruinara con la aparición de cierta rubia... pero sin que se hubiera dado cuenta, esta ya se había acercado a ellos con su altanería habitual.

River sabía de sobra lo mal que se portaba Barbara con Ryan. La porrista nunca se había cortado a la hora de insultarle a la cara. Las primeras veces que lo había presenciado, River había propuesto ir a hablar con ella, o en su defecto, con un adulto. Pero rápido le habían enseñado que las cosas "no funcionaban así en el instituto". Que debían evitarla e ignorarla, salir lo mejor parados de sus encuentros. Como si de verdad no hubiera nada que se pudiera hacer. Quizás ese había sido su mayor choque cultural, junto a la basura que les servían en la cafetería. Al segundo podía acostumbrarse, pero al primero... todavía lo estaba descubriendo.

Además de que una cosa eran las palabras, y otra los actos. River se sintió como si aquel cubata se hubiera derramado sobre ella: helada y paralizada por el shock. No recordaba la última vez que había visto un gesto de crueldad tan puro como en aquel momento. Donde había crecido, solo los niños eran capaces de comportarse así, porque enseguida aquellos actos eran corregidos y desincentivados. Pero Barbara hacía años que ya no era una niña.

Sam, al contrario que ella, se lanzó sobre Barbara. Viendo hacía donde iban sus puños, River la agarró de la cintura, alejándola lo suficiente como para salvar la cara de Barbara. Se sorprendió a si misma pensando que quizás debería soltarla, dejar que las cosas corrieran su curso... Pero desechó la idea. Eso no era ni lo que le habían enseñado ni lo correcto.

-¡Sam, vámonos, así no se arreglan las cosas!-se dirigió a Sam, intentando calmarla.- Vamos a buscar otro sitio donde pasárnoslo bien. Ya se ocupará el karma de ella.

Jordan se acercó a la trifulca rápidamente pues estaba junto a Barbara y no podía creer lo que había sucedido, bueno en realidad si.. lo había visto cientos de veces en las redes sociales o oído chismes cuando eran mas pequeños, pero él siempre se pasaba las fiestas en su casa encerrado con el ordenador.

Cogió a Barbara del brazo y la sostuvo, no porque se fuera a lanzar contra Samantha, sino de alguna manera para alejarla un poco de la nueva que tenía un instinto asesino.

— Barbara joder te ha faltado poco para liarla ¿eh? Ryan.. lo siento, no me dieron los reflejos para pararlo.

Luego miro al resto de los recién llegados.

— Me alegro que os hayáis animado... y.. de parte de Barbara os pedimos disculpas por el recibimiento, ¿no Barbara? — dijo mirando a la rubia que aun tenía sujeta del brazo.

Matt noto el alboroto y salio corriendo hacia donde estaba River y Ryan, al acercarse a la escena noto que Ryan estaba empapado y Barbara reía sin parar.

- River, trae a Ryan, hay que irnos de aquí.

Después volteo con furia a ver a Barbara, no podía creer que alguien fuera tan mala, la forma en la que se sentía orgullosa por humillar al pobre Ryan le parecía desagradable.

Ryan acaba en el baño público, separándose así de todos.

¡Oh venga! ¡No exageréis! - comentaba de brazos cruzados Bryony. - Él no quiere estar aquí, no queremos estar con él ¿de verdad somos nosotros las malas por divertirnos un poco con él e integrarlo en la fiesta? - bufó. - Ahora está en la fiesta ¡y ha sido parte de ella!

Eso ¿qué otro plan iba a tener si no? ¡Trabajar o quedarse en casa! Ha pagado un precio muy pequeño por ser parte de nuestra fiestecita. - reforzaba los argumentos de Bryony, justificando los actos de Barbara.

Joder, como os pasáis. - decía negando con la cabeza. - Da igual, tengamos la fiesta en paz, dejemos las chiquilladas para los chiquillos ¿vale? - se le notaba ciertamente molesto, pero al igual que River, era partidario de conservar la paz y dejar los malos rollos de lado.

Buen rollito gente. - aportó únicamente Luke, mientras hacía el símbolo de la paz echando un ojo a las pizzas, que aún andaban por ahí sin ser dueñas de nadie y cuando te entran los monchis...