Partida Rol por web

Un gran grito de pánico de una voz femenina se pudo oír por el bosque, pero al haberos adentrado en el bosque, no distingues muy bien desde donde.

Un gran grito de pánico de una voz femenina se pudo oír por el bosque, aunque Jordan se encontraba muy cerca de él y enseguida pudo distinguir que era en dirección a la chica a quien buscaba, Bryony.

¿Seguiría en su búsqueda el joven Jordan ahora que la había escuchado gritar?

  Coño !!  - dejaba escapar al sobresalto que aquel gritó generaba en quienes lo escucharan, por lo mismo aunque era cierto que fuera más seguro volver hasta el inicio y de allí intentar rastrear el origen, el tiempo podía fundamental para evitar que esos gritos escalaran a peor.

River aprieta el brazo de Matt y vuelve la cabeza hacía el grito. Como un animalillo asustado, se queda quieta, atenta. Poniendo el oído por si oye más gritos, o en el peor de los casos, sonidos de pisadas corriendo, en la dirección que sea.

No se escucha nada más.

Matt pone su mano en el hombro de River, esto para calmarla.

-¿Deberíamos regresar a la fiesta? -Le dijo a River mientras volteaba hacia la dirección de donde vino el ruido. -Aunque puede que alguien necesite ayuda... haremos lo que tu quieras.

Ryan vio como su compañera se tragaba el cubata del tirón, poniendo una cara de cierto desagrado, por lo que al ver que ya había terminado y que no le había gustado nada, cogió el vaso con una mano y la otra la pasó cerca de su cara, con la palma abierta, de forma lenta, mientras decía. - Estos no son los cubatas que estás buscando. - esperaba que con eso entendiera que una maratón de Star Wars también le parecía bien. ¡Aunque no pensaba tragarse la última triología!

Siento que a veces le hacemos demasiado caso a los demás y demasiado poco a lo que nosotros queremos. - admitía el chaval, aunque seguramente se veía incapaz de seguir su propio consejo. - Pero al final, todos vamos a acabar en el mismo sitio, dos metros bajo tierra, así que lo que interesa es ser feliz antes de que eso pase. - quizá el comentario estaba algo fuera de lugar, se dio cuenta bastante pronto, sobre todo porque no es que fuera algo muy agradable el pensar en morir.

Negó con la cabeza. - Bueno y... ¿cuando estás pedo que te da por hacer? - preguntó curioso, ya que parecía no beber a menudo y se había tragado (un poco a la fuerza) un montón de alcohol. - ¿Sabes que hay chicas a las que les da mucho calor y acaban quitándose la ropa? - y vuelta a empezar con sus guarradas. Maldita sea Ryan, con el buen rollo que se estaba generando.

Las chicas siempre pegando gritos a la mínima, seguro que se había encontrado un conejo o el viento había hecho algún ruido, pensó Jordan mientras se acercaba. Había bebido un poco y tenía ganas de juerga, apagó la linterna del móvil y avanzó hacia el ruido con la idea de seguir con el susto de Bryony, quizá podía asustarla de verdad o grabarla si estaba haciendo algo raro.

Jordan avanzó sin dudar hacia donde había escuchado el grito de Bryony, ya fuera por valentía o por la borrachera, pero al llegar se sorprendió al verla cubierta hasta arriba de sangre.

Puede que esto le diera un buen susto, pero la chica estaba sentada, abrazándose a sí misma y callada, probablemente por el susto y la asquerosidad que daba estar lleno de sangre. Ahora bien, faltaba entender ¿de dónde venía la sangre?

Al revisar las cercanías, Jordan pudo ver una vaca con un tiro en la frente y las tripas sacadas, además de que se podía observar la falta de algunas piezas de carne de esta. Quien fuera que hubiera hecho eso, tuvo que hacerlo con gran brutalidad.

A la pregunta ¿y cómo acabó Bryony llena de sangre? Se podía responder pensando que sencillamente se tropezó y cayó encima del pobre animal.

Avanzando por la profundidad del bosque, Lazlo empezó a escuchar algo que a cualquiera le pondría los pelos de punta, pues se escuchaba el llanto de una chica entre los árboles.

Lazlo pudo identificar que aquella persona no era quien realizó el grito, pues aquella llamada de auxilio ocurrió bastante más lejos.

Jordan llegó a escondidas con una sonrisa en el rostro dispuesto a putear un poco a Bryony pero para nada se esperaba encontrarse aquel espectáculo dantesco. La calentura que llevaba encima también se le bajó de golpe y los efectos de ir un poco contentillo se vieron anulados.

— Bryony ¿qué demonios ha pasado? ¿estás bien? Tranquila que estoy aquí, no te asustes.

Trataba de no mirar hacia el cadáver de la baca, el prefería los bistecs limpios en una bandejita y no ver esa cosa.

Diana se quedó tildada, cómo no entendiendo por unos segundos lo que quiso decirle el muchacho. Lo miró a los ojos incrédula y cuando por fin comprendió que el muchacho había roto el momento con una guarrada, lo empujó no con toda violencia, pero si para mostrarle el desagrado.

Serás guarro! - le dijo al apartarlo. Y luego se echó a reír.

El fondo blanco de vodka no había sido una buena idea, todo su estómago se estaba revolviendo y en cualquier momento Diana estaba segura de que iba a pelear por salirsele. Lo que menos quería era encontrarse de nuevo con la horrible pizza del terror que había comprado por haber perdido su apuesta más temprano. 

Cuando se dio cuenta de que no lo iba a contener ya era tarde. Y balbuceando algo se alejó del chico corriendo hacia el baño, sujetandose con una mano la panza y con la otra tapándose la boca.

Se notaba que Diana no estaba bien, incluso antes de que se fuera corriendo al baño para vomitar. - Joder ¿estás bien? - preguntó preocupado el joven. - ¡Voy a buscarte algo de agua! - decía alzando la voz, antes de que la chica se encerrara a vomitar en aquél baño insonorizado.

El grito paró, y el silencio se hizo. No parecían estar en peligro, pero el susto se lo había llevado igualmente. River se colocó la mano sobre el pecho, notando como su corazón volvía a su ritmo habitual.

-Jo-der. Durante un momento fue como estar en una película de miedo...

Había una razón para que a River le gustaran tanto este tipo de películas. Entre su inicial desconocimiento del medio y el rechazo a la violencia en la que había sido educada, una película de miedo era el equivalente a una película pornográfica para un mormón. Era un completo choque cultural, que iba en contra de todo aquello en lo que creía. Le aterrorizaban de manera genuina.

Pero al mismo tiempo, dichas películas eran extrañamente divertidas y adictivas. Una vez entendió que era ficción, ya no podía negarse al deseo de seguir viendo más, de descubrir donde estaban los límites de la imaginación y crueldad de los personajes y monstruos que habitaban en la pantalla. Era como subirse a una montaña rusa sabiendo que lo ibas a pasar mal, pero la adrenalina del viaje merecía la pena.

-Estoy bien, estoy bien... No hace falta volver, no soy una gallina.-declaró orgullosa, relajando el gesto y girándose hacía Matt. El chico proponía volver a la fiesta, pero River parecía haberse calmado ya. Solo tenía un pequeño favor que pedir.-Pero por si acaso no se lo cuentes a nadie, ¿vale? Solo faltaría que me hagan bromas como esas...-con la barbilla señaló al lugar del que provenía el grito.-¿Crees que les habrá encontrado Johnny o que se están asustando entre ellos?

Y acordándose de aquello que quedaba pendiente, volvió a mirar el lugar que Matt había señalado.

-¿Qué era lo que habías visto entonces?

Leslie, que hasta el momento había estado allí sin que nadie le hiciera demasiado caso, decidió pronunciarse, mosqueada. - Acabamos de escuchar a alguien gritar en el bosque ¿y os vais a quedar mirando aún más el suelo? ¿Y a qué viene tanta intriga? ¿Por qué no dices de una vez qué has encontrado? - la verdad es que a Leslie le había interesado aquél descubrimiento, pero con todos desperdigados desde hace tanto tiempo y aquél grito aterrador, no entendía porque seguir guardando el misterio, más allá de hacerse el interesante.

¡Haced lo que queráis, pero yo voy a hacer algo útil, puede que haya alguien en peligro! - dijo indignada antes de dirigirse al camino de la izquierda, por donde había provenido el grito.

Coño la llorona !! - dejaba escapar ante el nuevo cambio en el panorama, pues una cosa era un psicópata que se estuviera vengando de cosas muy respetables, pero la otra era un ser de la fauna local.... a esas mierdas ni con balas las bajas, por lo mismo y entendiendo muy bien que no podía quedarme en aquel sitio, me seguí adentrando aun mas en el lugar... con suerte daría con algo antes de que alguien diera conmigo.

Sonreí satisfecha, pues en sus ojos veía que la incomodaba, a pesar de su orgullo.

- Oh, cielo. El honor puede ser todo tuyo- Susurré antes de decidir que debíamos irnos, por otro lado.- Vamos, pero si disfruto ya cada segundo que paso a tu lado.- Solté un poco del humo del porro a un lado si siquiera quitármelo de los labios.

Prefería buscar por otro lado. En la bifurcación tiré a la izquierda, directamente sin pensarlo. La verdad, era que el bosque a oscuras no era cosa muy graciosa, y además hacía frío. Me revolví inquieta en mi chaqueta intentando subirme con la mano libre el cuello de la misma. En un momento que hicimos una parada escudriñe la oscuridad, levemente iluminada con el móvil, y mientras alargué la Maria hacia Barbara. 

- ¿Sabes? Cuando cierras la boca no pareces tan mala. Pareces... qué sé yo... normal.- eso podía ser una putada, y es  que para una persona empecinada en sobresalir, ser normal era la muerte de su victoria social.- Pero claro, luego recuerdo a las zorras de tus súbditas y ...

Mi frase quedó a medias. Oímos un grito y se me heló la sangre. Paré de inmediato, y me clavé en el suelo, apretando la mano de Bárbara, haciendo que ella también parara, aunque fuera de forma inconsciente.

- ¿Has oído eso?- Pregunté sin esperar respuesta.- Creo que fue por allí... deberíamos ir...- Dice ciertamente dudando, pero tan solo un momento.

¿Habían vuelto las voces? No podía ser. No estaba loca. ¡Había salido de ese sitio y me dieron un jodido certificado! No...debía ser alguien que había descubierto algo.

- Vamos.- Tiré de Bárbara aparentando fuerza de voluntad. Incluso dejé que Barbara estuviera tras de mí, aún cogidas de la mano, en un intento de protección hacia la rubia. Algo inconsciente, desde luego, porque de haberlo pensado, puede que la usara de escudo humano si algo pasaba. 

No era el caso, lamentablemente.

Miré la maría que me estaba ofreciendo un momento, desconfiada, pero al final la tomé y le di una calada antes de devolvérsela. Se decía que para lucir hay que sufrir y seriamente era de las que pensaba eso, aunque en aquel momento tal vez me lo hubiera pensando. Lejos de las hogueras, descalza y con un simple vestido rojo temblé levemente de frío. Al menos el paso rápido me hacía entrar un poco en calor.

- Tu sin embargo cada vez que abres la boca demuestras cada vez más tus orígenes, se te vería mejor calladita obedeciendo mis órdenes, siempre tengo lugar dentro de mi séquito para una más, darling - bromeé algo divertida. No empleé mi tonillo prepotente ya que allí no tenía mucho sentido, sabía que Sam no iba a hacer caso de mis demandas por lo que era gastar energías - esas zorras de mis súbditas podrían enseñarte un par de cosas o tres...

No oculté mi sonrisa pícara, quería darle la sensación de que estar con las populares también tenía su lado bueno, incluso para alguien como ella.

- Tal vez podrí... - miré alrededor al escuchar el grito... - Pero ¿qué...? - me dejé arrastrar durante un momento temblando ante lo que estaba pasando y luego la observé con una profunda desconfianza - ¡Oye! Espero que no sea una broma de tus amiguitas y tuya para ganar la apuesta, porque me las vais a pagar...

En ese momento, alcé la cabeza con un gesto sorprendido y miré mi móvil. De pronto, paré en seco y con un gesto de absoluto terror, me quedé mirando el móvil.

- ¡Pa... papi! - negué vehemente y tiré de la mano soltándome de Samantha - tengo que irme a casa, terminad vosotros con el juego. Diles que el grito no tuvo ninguna gracia - dije casi a gritos totalmente fuera de mi.

Retrocedí unos pasos y eché a correr en dirección al pueblo.

Aquellos chicos que andaban mirando tan pasivamente y con tanto cariño el suelo, notaron que había una nueva persona con ellos mirando el suelo de forma fija, esperando encontrar que demonios tenía aquello de interesante. Finalmente esta nueva persona asintió.

Asentía como si por fin hubiera descubierto la razón de quedarse mirando el suelo. - Así que os gusta fingir que hacéis algo mientras los demás se juegan el pescuezo ¿eh? - aprovechando la sorpresa y que se había puesto al lado de Matt, el lado contrario al que estuviera River, le realizó un corte en el gemelo. No era profundo, pero si lo suficientemente grave para no poder correr muy rápido.

Aún herido Matt, los dos chicos podían huir hacia el interior del bosque para así despistar a Ghostface, después de todo seguían teniendo superioridad numérica y él había perdido el elemento sorpresa.

Yo... - decía lentamente, se notaba que le costaba hablar. - Estaba buscando y... Me he resbalado con algo. - seguramente la sangre, pero era incapaz de pronunciarlo. - Y he caído encima de esa pobre vaquita. - se miró toda cubierta de sangre, añadido al olor y finalmente, vomitó del desagrado.

Empezó a llorar levemente. - ¿Quién ha podido hacerle eso al pobre animalito? - parecía que Bryony se lo encontró ya así, por lo que se podía asegurar que llevaba un tiempo muerta, aunque tampoco demasiadas horas.