Partida Rol por web

Menuda mierda de noche.

Lo que pensábamos era una fiesta se convirtió en el juego del gato y el ratón sádico. Empezando por la picha cortada de un tío y siguiendo por el ataque de alguien que hacía cosplay de Ghostface. Esto sí que era "meterse en el papel". Y reconocía que aún tenía le acojone en el cuerpo de todo aquello.

Lo que para algunos fue una entrevista traumática con la sheriff, para mí se añadieron un par de cosas más. Primero que era inevitable en algunos de nosotros, yo misma, el olor a porro. Y después la "fama" con la que la sheriff me trataba. La culpa recayó sobre Leslie como sospechosa, pero yo estuve también un rato sola tras la marcha de Barbara. Bien podría haber recaído en mí aquello.

Ahora resultaba que si había un asesino. Y la pierna de Doe era prueba de ello. ¡Joder! Y a todo esto ni Ryan ni Diana habían aparecido. ¿Será que al final el pardillo ya no era virgen? No sabía como sentirme al respecto, la verdad.

- No fue Leslie.-  Dije mientras caminábamos por aquel pasillo del hospital para irnos. Lo dije en respuesta a Jordan, casi como una reprimenda.- Leslie estaba aporreando la puerta del aseo de Ryan cuando recibimos el Wassap de la poya de tío ese.- Dije mirando al suelo mientras me mordía el labio pensativa. - Con lo de Mia... - negué con la cabeza.- Dudo que pudiera estar en los dos sitios a la vez, en el lago y en el bosque deambulando.

Y, sin embargo, divagaba en mis pensamientos, mientras contestaba malhumorada a un mensaje del móvil. Hasta que apareció aquella rubia en la entrada del hospital.

- Puede que sea prima de Barbara.- Añadí al comentario de mis compañeros con cierta sonrisa irónica y el ceño levantado. Y es que tenía un olfato bastante bueno para detectar zorras pijas rubias

- Seh- Ladeo la cabeza con cierto aire chulesco mirando a aquella tipa.- Supongo que tú serás entonces la VIEJA generación.- casi jodía más llamar a aquellas pijas viejas que otra cosa. 

A pesar de que en otro momento los comentarios sarcásticos hacía la mujer rubia le habrían sacado una sonrisa, esta vez River ni se inmutó. Desde la llegada al hospital, había estado extrañamente asocial. Había explicado tanto a policías como a cualquier persona interesada que había presenciado el ataque a Matt Doe, que había tenido a Ghostface a menos de un metro, que Leslie había estado con ellos hasta un momento antes del ataque. Un sinfín de preguntas que parecían haberla cansado, pues en cuanto pudo se buscó una silla apartada en el que abrazarse las rodillas y dormir... o al menos, fingirlo.

En realidad, no dejaba de darle vueltas a lo que había ocurrido. Principalmente los asesinatos y el ataque de Ghostface, pero también pensaba en la fiesta, en Bárbara y en Leslie. Repasaba mentalmente los asesinatos de las películas de 'Puñalada', pero esta vez veía a sus amigos y a los dos muertos como los personajes de la película.

Y entonces había recordado todo lo que Mickey y su madre habían dicho sobre esas películas, sobre la desensibilización a la violencia, la muerte a la creatividad, el lavado de cerebro, y otras cosas a las que, como buena adolescente en fase rebelde, no había hecho mucho caso, pero que por primera vez, temía que fueran la clave de lo que había pasado esa noche.

Pero ahora tenía delante de ella a alguien que podía darle otra respuesta. Una que le satisfaciera.

-¿Por qué ha vuelto?-preguntó, alzando los ojos hacía la mujer rubia.-En 'Puñalada' acabasteis con él, y pensaba que en la vida real también.

Al hospital pudieron ver los demás como llegaron dos nuevos visitantes, para algunos inesperados, para otros, no tanto.

Quienes quizá si se sorprendieran serían estos recién llegados, ya que se encontraron allí a una chica que probablemente conocerían, pues una película estaba basada en su historia, era ni más ni menos que Madison Montgomery, la superviviente a la primera matanza.

Por otra parte los que también estaban sorprendidos eran los médicos ¿qué hacía tanta gente aún en el hospital?*

Ryan había recogido a Diana a su petición, aunque tenía idea de pasar por el hospital a ver como estaba la situación, después de todo se sentía culpable por haberlos medio abandonado al haberse ido cuando vino la policía... Aunque tampoco se arrepentía de no haber entrado al bosque, más aún después de ver como habían acabado los demás.

No podía creerse tampoco que allí se encontrara una de las supervivientes de los primeros ataques ¿a caso era masoquista? ¿O es que venía a dar su opinión de experta? Fuera cual fuera el caso, Ryan no se atrevió a decirle nada, ni a ella ni a nadie de la habitación, ya que al ver a River el chico se puso rojo como un tomate, mirando al suelo.

La ansiedad estaba invadiendo cada vez más a la pobre Diana, que no paró de hablarle a Ryan de lo mucho mal que hicieron al escaparse de la poli sin haber encontrado a sus amigos. La verdad es que si algo más grave les hubiera pasado no habría sido capaz de soportar la culpa. 
Al llegar al hospital y por fin reencontrarse con todos, no reparó en Madison, ya que no tenía tan presente su rostro. Tal vez su padre la entrevistó en algún momento, pero Diana no le habría prestado tanta atención, para ella Madison se veía como la actriz que la interpretaba.

Divisó a Sam entre los presentes y fue derecho a abrazarla. Tal vez esto incomodara a la muchacha, pero poco le importaba a Diana, que debía sacarse un poco la angustia. 
Qué pasó? Que mierda pasó en el bosque? . - preguntó. Se le venían miles de preguntas a la cabeza, pero solo pudo pronunciar esas. 

River no estaba en las suyas.

Estaba más ida que de costumbre, y con su afición a los porros eso ya era bastante decir. Tenía que reconocer que yo misma estaba nerviosa e inquieta. Y más al venir la rubia de la película anterior. No lo mostraba externamente, pero no me gustaba ni un pelo.

- Vamos, River.- Me acerqué a ella y la pasé mi brazo por encima de sus hombros. - En las películas exageran las cosas- Miré de reojo a la pija, con cierta desconfianza.

- Hagamos una cosa. Yo no he visto esas películas- Aunque si había oído hablar de ellas y del caso real.- Qué os parece si luego nos juntamos y me explicáis que coño pasa en esas películas. Al menos así sabré a qué atenerme- Suspiré mirándolos uno a uno. - Si esto fuera un remake deberían haberse cargado antes a la Spice Pija de las tetas gordas, ¿no?- Señale a la rubia con el mentón.- ¿Veis? ¡Aquí la tenéis! Recién salida de la pelu y de haber desayunado un Biomanan. Solo es un perturbado al que acabarán cogiendo. 

Miré el móvil y negué con la cabeza. No me gustaba nada. Y mientras llegó Rayan, a lo que deje tranquila a River cuando Diana me abrazó.

-¡Joder, cuatro ojos!- Sorprendida, al principio no la abracé, pero luego suspiré y me relaje, abrazándola también. Si, de vez en cuando soy así de maja y tengo contacto humano cariñoso. Solo... a veces.- Me teníais preocupada.- Y en otras también sale mi corazón de metalera sensiblera. Di un puñetazo en el hombro a Ryan y agaché la mirada- Capullo...

Empecé a andar hacia la salida, mientras contestaba al mensaje del teléfono con no muy buena casa.

- Tengo que irme. Luego os cuento.-  Alcé las manos para tranquilizarlos.- He... quedado con Bárbara.- Y los dejé caer sonoramente a los lados. Pensé un par de segundos lo que iba a decir. Me iba a arrepentir, desde luego.- Perdí... si... em... la apuesta. Me solté.- Cara de circunstancias incoming...- Y ahora tengo que ver que coño me habrá preparado.

Di un par de pasos para irme, pero antes de salir por la puerta me volví.

- Tened cuidado, ¿vale? No os separéis.

-Pero están basadas en hechos reales.-explicó, notando el abrazo de Sam. Se dejó sujetar por ella, asintiendo ante su propuesta de reunirse más tarde. Pero toda su atención seguía puesta en la superviviente.

-...Ya veo.-respondió con un suspiro ante su silencio, entendiendo que era algo que nadie sabía, ni le iba a poder explicar. La teoría de que había sido alguien gastando una broma o una estrategia de marketing había perdido todo su sentido en el momento en el que dos compañeros habían muerto. Ahora solo quedaba saber si era un heredero de Ghostface, o un copycat que quería seguir sus pasos.

Reconoció enseguida a los nuevos visitantes, pues en parte los estaba esperando. Se levantó al ver a Ryan, aunque el chico no le devolvió la mirada. Se quedó quieta, a un lado mientras Diana abrazaba a Sam con todas sus fuerzas, y preguntaba algo que hizo que River se cruzara de brazos y se empezara a morder una uña, de las pocas que no tenía destrozadas.

-Johnny y Mia están muertos. Nadie presenció sus muertes, pero sabemos que Ghostface estaba por la zona porque atacó a Matt. Llevaba su famosa máscara y capucha.-dijo con tono cansado, repitiendo el resumen de aquello que ya había contado a múltiples policías, y oído de otros muchos. Tenía mala cara, como si no hubiera dormido en toda la noche.-Creen que fue Leslie porque la foto de Jhonny vino de su móvil, y porque no estaba con nadie cuando ocurrieron los siguientes ataques. Matt y yo fuimos los últimos en verla hasta justo antes de que apareciera Ghostface.

Los chicos echaron a andar hacía la salida detrás de Sam. River se quedó la última, girándose hacía los dos Matts, Jordan y Laszlo. Pensó en decirles algo, pero no podía dejar de pensar en que dos de ellos habían sido atacados por Ghosface, y los otros dos conocían bien a las víctimas asesinadas. Al final, lo único que le salió fue un rápido gesto de despedida y volverse con el grupo que se iba ya, concretamente a Ryan. Quería pedirle que se fueran ya del hospital, pues no aguantaba ni un minuto más ahí dentro, cuando Sam dijo algo que la detuvo en el sitio.

-¿Qué? ¿Perdiste?-parecía que la confesión de Sam había por fin sacado una reacción de River que no fuera cansancio o desapego. Los ojos de River estaban abiertos de par en par, recordando ahora todo el tema del juego.

Ryan se medio despejó al recibir el golpe de Sam, aunque seguía sin poder mirar directamente a River después de la conversación telefónica que habían tenido. Pero lo que decía Sam no tenía sentido y el joven decidió mostrar su sorpresa, dejando así de lado su vergüenza. - ¿Perdiste? ¿Y Bárbara no ha dicho nada? - negó con la cabeza. - No parece propio de ella, la verdad. Además... - rebuscó con la mirada entre los presentes. - ¿Dónde está? ¿No debería estar con vosotros? No la vimos en la fiesta tampoco. - afirmaba el chico.

Se cruzó de brazos. - No sé, me parece muy extraño lo que dices, más aún que quiera contarte en privado las humillaciones que tiene para ti y no las haya hecho públicas directamente. - sonrió ligeramente. - Si pasa cualquier cosa, ya tienes mi número y si no quieres pasar la noche sola, ya sabes donde vivo. - suspiró al segundo de decir eso. Ryan por favor, ha muerto gente, para. - Aunque dudo que le pase nada a la más chunga del barrio. - dijo dando un par de puñetazos relativamente mal dados al aire, intentando así desviar la atención del comentario anterior en el que la invitaba a pasar la noche con él.

Lo de no separarse no le parecía mala idea al joven, por lo que quiso proponer una quedada en la bolera. - River me ha... - la miró, se quedó callado un segundo, miró al suelo y continuó hablando como pudo. - River me había dicho de quedar en la bolera, pero podéis veniros los demás. Mientras más juntos estemos, mejor será...

Menuda grima. Pensé analizando brevemente a los individuos que tenía delante. Gótica (Sam), pardilla (River), guaperas (Matt Phoenix), medio friki inadaptado (Jordan)  o el "toma un bono y búscate al primer logopeda que encuentres" (Lazlo).

¿Y tu quien eres? ¿Una Spiece Girl o que? 

Ah bueno, y se me olvidaba este. El doctor granudo. Sí, lo llamaría como el loco de la pajarería de transilvania. O raro 1 (Matt Doe) –No, no soy periodista- solté contestándole al muchacho que se dignó a expresar lo lógico (Jordan): que por mi excelente presencia me podía dedicar al mundo de la televisión.

-Aunque para vuestra información, recreaciones del terror- comencé a sintetizar (a ver si así sus deficientes neuronas atendían un mínimo de treinta segundos) –Os puedo ser de gran ayuda- o no. Según lo bien o mal que me cayeran, claro. Algo de lo que la chica de mechones rosas no parecía darse cuenta. Lesbiana. Añadí mentalmente a la anterior etiqueta.

Y sin perder en ningún momento la sonrisa de mi cara, llegaron otros dos adolescentes.

El punto en el que comprenderéis el motivo por el que puse antes raro 1. Ahí iba el segundo (Ryan. El raro 2). Junto a versión americana de Manolito gafotas (Diana) –Vaya, no sabía que estábamos en carnaval… -referí al darme cuenta que la chica de las lentes se asemejaba demasiado a ese personaje de Scooby Doo… Vilma puede ser. La fea, para que os aclaréis.

-Hace diez años acabamos con la patética asesinilla, sí- le respondí a David el Gnomo (River) –Lo malo es que siempre quedan cabos sueltos… herederos- crucé el brazo izquierdo por delante de mi regazo apoyando el codo derecho encima para poder seguir moviendo en alto la mano –Sabed que os manipulará a través del móvil y aprovechará cualquier resquicio de vuestra inestable y vulnerable salud mental- Si es que tenéis. Pues, con sólo mirarlos, hasta un mono sería capaz de leer en sus pensamientos lo huecas que tenían las cabezas. Y ya si te fijabas en sus retinas, lo mismo incluso veías al viejo ese de los Simpsons bailando en calzoncillos aquello de "esta yegua no es mi vieja yegua gris". 

-Pero si creéis que la policía os va a salvar…- dejé caer negando con la cabeza.

-Buena suerte- esbocé con la intención de darme la vuelta.

Miró a Madison de arriba a abajo. Si, ahora ya recordaba quien era, pues él no había sido demasiado fan de todo aquel espectáculo mediático que se montó, pero al final todo el mundo conocía mas o menos la historia. Y el hecho de ver alguien que había vivido lo mismo que ellos y le estaba dando esos consejos.. le hizo abrir los ojos y cambiar el chip completamente.

Empezó a asumir que la amenaza era real y que la policía poco podría hacer. Sentía como era un juego de esos de adivinar al lobo pero que jugaban con sus vidas. Miró a su alrededor y empezó a sospechar de todo el mundo.

Pensar que aquel lunático había estado tan cerca suyo. Además, había dejado a Mia muerta ahí en el árbol, como mirando mientras se enrollaba con Bryony ¿sería algún tipo de mensaje?

— Joder, joder, joder... — murmuró.

Si lo pensaba muy fuertemente, todos podían llegar a ser sospechosos.

— Si, vamos a la bolera, tenemos que hablar todos.

Finalmente, las enfermeras y el resto de empleados de aquél hospital, se decidieron a echar a empujones a aquella gente, sobre todo porque no estaban aportando económicamente nada al hospital. Aunque si se hicieran un par de heridas... Ya sería otro cantar.

Samantha se dirigió a reunirse con Barbara, Jordan y River, marcharon a ver a trabajar a Ryan, pero de rebote y como ya había ido de acompañante con él, Diana también fue en ese vehículo.

Por otra parte, ambos Matts y Lazlo marcharon a sus respectivos hogares.

Pero ¿dónde iría Madison? Eso es algo que los jóvenes descubrirían más adelante.

Una vez más, los jóvenes se reunían allí por catastróficas causas. Los médicos no tardaron en tratar a Jordan, su herida no era muy profunda, por lo que con desinfectar y poner algunas gasas, ya estaba arreglado. Ryan por otra parte, había perdido mucha sangre y tras ponerle algunas bolsas de plasma, le cosieron el corte, no les costó demasiado ya que el corte fue en diagonal, más horizontal que vertical.

Tras pasar un par de horas, Ryan recuperó la consciencia, pero seguía bastante débil, por lo que podía olvidarse de hacer cualquier tipo de esfuerzo ese día, pero aún estando en ese estado, la policía tenía claro que tenía que interrogar a los jóvenes una vez más.

Allison había reunido a todos* en la habitación en la que se encontraba Ryan, con lágrimas en los ojos suspiró, intentando mantener la calma, pero al mirar a su izquierda, vio la habitación donde la noche anterior había estado su hijo y tras apretar el puño, sacó el arma y apuntó a todos y a la vez a ninguno en concreto. - ¡Alguno de vosotros! - dijo con la voz completamente quebrada. - ¡Alguno tiene que ser el que le ha arrebatado la vida a mi hijo! - parecía no pensar con claridad, aunque era normal después de lo que había pasado.

Apuntó a Maryam Hallwinter. - ¡Tú se suponía que eras su amiga! ¿¡Por qué no hiciste nada por él!? - pasó entonces a Luke, Teddy y River. - ¡Y vosotros, malditos fumetas, perfectamente podríais haberle hecho algo cuando os ha dado el mono y habéis necesitado dinero para vuestras mierdas! - por último pasó a Sam. - ¡Y tú! - con un hombro, sin dejar de apuntar, se secó una de las lágrimas. - ¡Tú eres la peor de todos ellos! ¡Siempre en problemas!

A la que tuvo un momento libre, se escondió en algún lugar del hospital, quizá en el baño de su habitación, para poder estar tranquilo y solo y escuchar la grabación que había recogido en el cuerpo de Matt Phoenix.

Jordan, a escondidas de todos en el baño, empezó a escuchar la cinta. No tenía cascos por lo que tuvo que hacerlo desde el baño, cerrando con pestillo para que nadie entrara a molestar.

Hola querido pueblo de Anderson Creek.

Puede que muchos os estéis preguntando ¿por qué ha vuelto Ghostface? ¿Por qué vuelve a asesinar personas sin ton ni son? ¿Será el heredero de Dana Scully? ¿Un fan?

No importa quien sea yo, pero si que comparto la visión de Dana Scully. Este pueblo está lleno de falsos, de mentirosos, de gente sin moral y aprovechada que solo desea beneficiarse, sea cual sea el coste. Este pueblo está lleno de corrupción y el mal y la avaricia ha echado raíces por todas partes. ¡Solo hace falta ver que a nadie parece haberle importado que el monumento insignia de este pueblo sea una asesina serial! ¡Y no hablemos ya de el lucro que están recibiendo algunos por las tan malas películas que se están haciendo en su honor!

Pero yo, panda de desagradecidos, pienso hacer limpieza, pienso limpiar el pueblo de esas personas y arrancar de raíz el mal creciente, en busca de que el pueblo quede más limpio y deje de idolatrar un símbolo para empezar a temerlo.

Mañana, durante el festival de la Luna Sangrienta, otra festividad hecha para lucrarse de una desgracia, todos aquellos mentirosos acabarán cubiertos de rojo.

Ryan se despertó aturdido, conmocionado, asustado, pero lo que era mejor de todo ¡vivo! Algo que el propio Ryan había puesto en cierta duda. Se miró el brazo izquierdo, el tajo era importante, pero ahora estaba cerrado y vendado. Pasó su mirada al brazo derecho, tenía un gotero que le estaba ayudando a recuperar sangre, justo lo que le hacía falta.

Estaba muy aturdido, no sabía muy bien como había llegado hasta el hospital, pero al mirar a su alrededor y ver a sus compañeros, entendió que ellos fueron quien seguramente le salvaron la vida. - Chicos... - dijo con una débil voz y la garganta bastante reseca... Lo que daría por un vaso de agua. - ¿Estáis todos bien? - preguntó mirando al rededor. - Yo... - suspiraba, le costaba focalizar la visión. - Cuando Ghostface mató a Benny, me pidió que le diera las gracias por librarme de él y al negarme... - levantó un poco como pudo el brazo para mostrar la herida. - No le gustó.

Me escondí para evitar mayores heridas, pero entre el shock de todo aquello y la pérdida de sangre, perdí el conocimiento. - Ryan parecía algo afectado por la muerte de Benny, pero su alegría por que le hubieran salvado era mucho mayor. - Gracias chicos, de verdad. Gracias.

Pero poco tiempo quedaba para las alegrías, ya que entró Allison pidiendo explicaciones con arma en mano. Mierda... ¿Matt Phoenix había muerto también? Y como alguien no hiciera algo, puede que pronto hubieran más muertes que lamentar. - Oficial. - dijo refiriéndose por su rango. - Ellos... No son asesinos, si lo fueran, no habrían venido a salvarme. - le gustaría dar más argumentos, pero a penas podía hablar, de hecho ya consideraba un milagro haber conseguido decir todo aquello, además de que tampoco había estado con ellos, por lo que no podía dar más argumentos aunque pudiera. - Por favor... Baje el arma, no la use para apuntar a gente inocente.

Sangre.

Aún permanecía allí. Debajo de las uñas, por encima de los dedos, la palma y el dorso de la mano... hasta discurrir por mis muñecas. Y es que intenta salvar a Ryan no fue fácil, pese las indicaciones de Jordan y la ayuda de River.

Mis manos temblaron tanto mientras aplicaba los torniquetes que llegó un momento que pensé que iba a deshacer los vendajes y la compresión sobre la herida de mi amigo, como si fuera un castillo de naipes entre las manos de alguien con Parkinson. Las lágrimas tampoco ayudaron, pues podía ser la más capulla de todo el pueblo, pero... era la vida de mi amigo la que pendía de un hilo. La marca del rimel corrido en mis ojos, por las lágrimas no habían desaparecido y emborronaban mi rostro un poco.

Incluso en la ambulancia, de acompañante, se me ocurrió decir a un inconsciente Ryan "Como te mueras te mato, capullo". Irónico.

Me permití unos minutos de dar una cabezada, cansada, apoyada en la pared del hospital, esperando que Ryan estuviera fuera de peligro y despierto. Para cuando eso llegó entré sonriente al verlo, e instintivamente le di un puñetazo (leve en este caso) en el hombro al convaleciente.

- Idiota... qué harías sin mí, ¿eh?- Me alegré muchas más de lo que imaginaba que estuviera vivo.

Y de pronto la Sheriff vino a la habitación, a jodernos el momento. Sobre todo a echarnos mierda al apuntarnos con una pistola. Sobre todo a mí. ¿Qué podía decirla? Había perdido a su hijo, pero en mi mente de adolescente solo estaba la idea de que me odiaba más que a nadie, y con la pistola en la mano, solo necesitaba una excusa para quitarme de en medio.

- Baja la pistola.- Dije alzando las manos delante de ella, poniéndome casi al frente del resto.- Allison- Nunca la había llamado por su nombre. Siempre era "la Sheriff" como todo el que dice "el jefe". Aun así, mi voz temblaba, insegura pero con firmeza.

- Sé que soy un grano en el culo, pero yo no he matado a Matt. Yo ni siquiera estaba allí.- Di un paso al frente- Estaba en la cafetería con Barbara. ¡Allí hay cámaras!-

Una lágrima rodó por mi rostro, no por miedo, sino por empatía.

- Sé cómo te sientes. Yo también perdí a alguien. ¿Y sabes que fue o peor?- Lentamente, frente a ella, deslicé la manga de mi cazadora para enseñarle la pulsera del psiquiátrico que siempre llevaba encima, para recordarme quién era.- Que todo el mundo cree que fui yo. Así que... baja el arma, Allison. Tú sabes como yo, en el fondo, que entre nosotros no hay ningún asesino.