Partida Rol por web

Al llegar a Brownsville, en el feroz y potente coche de Benjamin, todos los allí presentes en la calle centraron la mirada en tan llamativo vehículo, pues no era propio de aquél barrio de clase obrera contar con dichos calibre automovilístico. Al ver bajar a Renata y Scott, se quedaron bastante asombrados ¿qué diantres hacían ellos siendo llevados por ese coche que solo podían imaginar tener en sueños?

Benjamin arqueó una ceja al salir de su vehículo, observando que todos parecían con ganas de darse una vuelta en su coche, pero esperó que la presencia de dos de los residentes de aquél lugar, fuera motivo suficiente para que se pensaran dos veces el hacer cualquier tontería.

Finalmente y tras aquél breve pero intenso momento, avanzaron hacia donde vivía Juan Martinez, el jardinero de Jack Anderson. Vivía solo a un par de bloques de distancia del edificio de Renata y Scott, por lo que en algún momento habían coincidido. Llamaron a la puerta y este les abrió, muy ilusionado. - ¡Hola amores! - gritó muy animado al ver tanto a Renata como Scott.

Pero de pronto se paró en seco al ver a Benjamin. - No me digan que traen a su señor. - se sorprendió. - ¿Qué hacen aquí? Que raro ver a la alta clase visitando al servicio.

Benjamin decidió guardar silencio de momento, no quería decir nada que incomodara aún más la situación, por lo que dejó que fueran los jóvenes quienes aclararan la situación. Sin embargo, algo que llamó la atención de quienes no conocían a Juan era el hecho de que sus ropajes, en especial esa extraña corbata roja y camisa blanca con cuello azul que llevaba Jack, además del peinado rubio, hacía que si tuviera un aire a Jack Anderson, sin embargo y como era evidente, de cara no se parecía absolutamente nada.

Estaba claro que de lejos, era posible confundirlos, pero de cerca... Tendrías que ir muy borracho.

Renata, sin decir nada al resto sacó el móvil y empezó a llamar a alguien. - Pero bueno... ¿Qué no había otro momento? - dijo cruzándose de brazos Juan Martinez, esperando aún alguna explicación para la visita.

Durante el trayecto en el coche de su tito, Nichole se sentó delante y buscó en el equipo de sonido la carpeta que tenía para ella. Dejó que la música sonara mientras miraba a través de la ventanilla, pensativa. 

En cuanto el coche se detuvo, la joven pestañeó, regresando nuevamente al interior del coche y se volvió para mirar, primero a Renata, para terminar en los ojos de Scott. Se quedó unos segundos atrapada en los tonos almendrados de sus iris, olvidando por un instante lo que quería decir... Pero no podía quedarse así eternamente, además, también estaba Renata, que le hacía sentir super incómoda. Suspiró.

— He estado pensándolo y creo que será mejor que os espere aquí. No sabemos qué clase de relación tiene ese tal Juan con Jack y si le dice que hemos venido, no tardará en comprender que yo también estaba... — Al decir aquellas palabras sus labios formaron una pequeña mueca. No sabían seguro si Jack Anderson había matado a su familia o no, pero, por si acaso, no tenía muchas ganas de cabrearlo. 

— Esta tarde ha estado en mi casa, molestando a mami e insistiendo por el móvil que dónde me había metido. — Se había vuelto a mirar a su tito Benja y soltó un quedo suspiro. — Intentó hacerme chantaje emocional para saber dónde estaba, pero al final conseguí que aceptara que ya nos veríamos mañana... Prefiero que de momento no se entere que estoy detrás de esto... — Tras esas palabras sonrió. — Además, así te vigilo el coche... — Le dijo y le guiñó un ojo cómplice.

Renata recibió otro mensaje que pensaba contestar mientras iban a casa de Juan, pero de repente le entró miedo. Igual que con Lilliana cuando le escribió y su mensaje no llegó nunca....

- Juan, compadre. Un segundin. Ahorita te contamos - le dió un fugaz beso en la mejilla mientras en su oreja tenía pegado el móvil. Se apartó ligeramente. Simplemente quería saber qué estaba bien. Solo eso...

Cuanto más miraba a ese pringaillo más me parecía que mis retinas necesitaban lentillas.

¿Cómo era posible que ese palomo cojo hiciera tan bien de Jack y la gente se lo creyera? Al menos de lejos y para una cámara de seguridad ... ¿Pero de cerca? ¡Se parecían lo mismo que un huevo a una castaña! El caso es que teníamos que pillarlo de alguna manera, inteligente e infalible.

- Hey tío. Bonito..., ¿qué es, una corbata o un fular?- Mientras tanto, Renata se apartaba a un lado para hablar con el móvil- Como sea. Te presento al señor Bejamin... Cowell. ¡Sí, tío! Es primo de Simon Cowell, el tío ese de X-Factor- Me acerqué a él y puse la mano sobre su hombro.- Tío, no me puedes fallar. 

Puse cara de estar superseguro de lo que hacía y decía. De hecho, intenté que el tío de Nichole le estrechara la mano. A modo de presentarse.

- Sé que esto te pilla de sorpresa, pero tienes que enseñárselo. El señor Cowell está buscando nuevos talentos y el tuyo... tío... lo tuyo es puro arte. No puedes negarlo. Sé que imitas a tu jefe, Jack Aderson, de puta madre. Y el caso es que este tío... ¿Te lo puedes creer? Está buscando nuevos talentos. Y tú, amigo mío, tienes... no... ¡debes! De ser el mejor. Confía en Scotty. 

Abrí los brazos y los ojos mucho, como si fuera algo evidente.

- No me puedes dejar tirado, tío. Los del barrio, ya sabes, los más chungos del barrio... Si esos que te pueden partir las piernas por mear torcido... vamos a apostar por ti. ¡Ya lo hemos hecho! ¡Una jodida pasta, tío!

Puse mis manos en las caderas para finalizar.

- Solo tienes que enseñarle lo bien que imitas a Jack. Bueno, y quizá darle una prueba de que realmente eres tú y no otro tío el que hace de Jack. No sé... ¿Hace poco estuviste en algún lado que pudiera demostrarlo? Ya sabes que estos tíos son como los del libro Guiness de los Record. Si no hay pruebas no vales nada, colega.

Le cogí por los hombros mirando al tío Ben, a ver si me seguía el royo.

- Venga, tío. Haz lo tuyo. Haz el Bartolo.

En cuanto se quedó sola, Nichole se acomodó en el asiento y sacó nuevamente el teléfono. Por los altavoces seguía sonando la voz melodiosa de Ed Sheeran.

— KristIAn, estamos solos, puedes reactivarte... — Dijo, aunque se sentía un poco boba hablándole al teléfono. — ¿Puedes buscarme información sobre Anderson Creek? ¿La familia Anderson tiene algo que ver con ese lugar? — Preguntó y sus labios formaron una suave mueca. Una idea había empezado a germinar en su cabeza, pero necesitaba saber si iba bien encaminada o sólo era una teoría infundada.

Para no molestar la espectacular representación de Scott se volvió para poder hablar bajito al teléfono, aunque antes de hacerlo se dibujó una inmensa sonrisa de alivio

Juan aplaudió entusiasmado. - Sí, sí, sí. ¡Por fin mi salto a la fama! - comentó muy feliz. - No es que no me gusten las plantas, pero me gusta más la plata, ya entienden. - rió y cerró la puerta de golpe.

Unos segundos después la abrió, llevaba unas gafas de Sol y una actitud mucho más chulesca. Se apoyó de forma "sexy" en el marco de la puerta. - ¿Qué queréis? - inquirió con un tono seco. Miró de arriba a abajo a Scott. - Estáis muy lejos de casa, porque, ya sabéis, aquí es donde vivimos nosotros y los que tenéis un tono de piel más humilde y sospechoso, vivís en esa otra zona de allí, donde todo es humilde y sospechoso, curiosamente, también del mismo tono.

Fue entonces cuando se irguió levemente. - Ya sé, queréis dinero ¿qué otra cosa ibaís a querer? - sacó un fajo de billetes, todos de un dolar porque después de todo, Juan Martinez no es que fuera rico. - Anda toma, cómprate algo bonito y agradable, a ser posible de un color más alegre, como un helado de limón o vainilla. O un rollo de papel higiénico, que al final es lo de ese color lo que limpia lo de ese otro color. - finalmente, se puso muy recto y cruzó sus brazos. - Wakanda Forever brother.

No aguantó más y empezó a reír. - ¡Discúlpenme, es que es tan divertido ese individuo! - se quitó las gafas de sol y miró nuevamente al grupo. - ¿Qué les pareció? Aunque claro, no suelo grabarme haciendo estas cosas, más que nada porque si mi jefe se entera me mata... Pero ayer en Central Park me confundieron un par de veces con él, no sé si les servirá.

Benjamin parecía muy perplejo ante todo aquello. - Esto es... Interesante. - admitió después de ver el espectáculo. - Ha sido bastante convincente, ya le llamaremos, pero quiero que sepa que lo de hoy ha sido una actuación magnífica. - se frotó las manos y miró tanto a Scott como a Renata, esperando que fueran ellos los que se despidieran de el chico y por ende, los que indicaran cuando marchar.

Renata había colgado más tranquila y se volvió para ver el apoteósico final del "show". La latina aplaudió con una amplia sonrisa - ¡Eso fue muy padre! - Desde luego ver a Jacks reflejado en el joven le daba bastante yuyu ahora mismo, sobre todo porque ya había rebasado la barrera en donde lo que le provocaba era odio.

Le estampó una beso en la mejilla mientras dejaba que fuera el tio de Nichole el que hablara.

- Mucha suerte. Y Cuidate. Si has visto las noticias sabrás de lo que hablo. Ese cerdo de Gosthface...  - chasqueó la lengua con desaprobación mientras sondeaba los gestos y la reacción primera del chico. No creía que fuera él, pero por chequear...

Al escuchar nuevamente lo de "Nueva usuaria" Nichole frunció ligeramente el ceño. No le gustaba nada cómo sonaba.

— Llámame Nichole... — Le dijo y se dispuso a leer la información que acababa de facilitarle la IA. En cuanto vio la imagen del Ghostface obeso se dio cuenta enseguida de que era imposible que esa tal Elba Ginaso hubiera sido una de los asesinos enmascarados. Por la información que tenía, ella había sido la causante de uno de los asesinatos, pero estaba claro que la habían incriminado para ocultar la verdadera identidad del segundo Ghostface. Si era así, fuera quién fuese había escapado a la justicia y podía estar detrás de lo que estaba ocurriendo en New York. 

— Pero han pasado 20 años, ¿por qué volver otra vez? — Se preguntó en voz alta. ¿Y por qué iba detrás de Jack y de Steve? Suspiró, estaba como al principio, no tenía nada y todo eran sospechas... ¿Y si ese tal Erick Hallwinter estaba detrás de los asesinatos? Kristian creía que le había pasado algo, pero su familia era una de las supervivientes de Ghostface hacía 20 años. Quizás había querido vengarse de que sus padres hubieran tenido que esconderse de la gente que les había estado avasallando. 

— Ya vuelvo a estar emparanoiándome... —

En ese momento su móvil sonó con una nueva notificación y en la pantalla salió que acababa de recibir un mensaje de Steve. 

— KristIAn, ¿hay alguna información sobre los fans que molestaron a la familia Hallwinter? — Preguntó, mientras abría el mensaje de Steve. 

Al leerlo un nuevo suspiro salió de sus labios. El padre de Steve era un cabrón y, aunque era su ex, se sintió con la obligación de tenderle una mano. Quería haberle pedido a Scott que se quedara en su casa, con ella, deseaba volver a pasar la noche entre sus brazos, pero no podía dejar a Steve en la calle... 

— Mierda... —

-Genial, tío. Sabía que podíamos contar contigo- dije mirando a Benjamín, esperando que eso fuera suficiente.

Lo cual tener me hacía pensar en que... Realmente, Jack si podía ser en asesino, ya que el que estaba allí, el día anterior, era el jardinero, en realidad. Aún así, hacia que demostrar muchas cosas aún.

-Juan, nos vamos, pero, como dice Ren, ten cuidado. Y más ahora. No sea que alguien quiera quitarte de en medio... Ya sabes, para ocultar tu lugar. Nos vemos, chato!.

Con un gesto, indiqué que podíamos irnos de allí.

— Osea, la gente es muy  gilipollas, ¿no? — Nichole escuchaba la información que le iba transmitiendo KristIAn y flipaba con lo mal que estaban algunos. Aunque si lo pensaba bien, ella conocía a uno de esos fans que también se le iba bastante y hacía cosas fuera de lugar, sólo por llamar la atención; como por ejemplo sacar un paraguas con el dibujo de Ghostface justo cuando acaba de morir una chica por su culpa.

Escuchó las excusas que habían puesto aquellos testimonios y se quedó unos segundos pensativa. ¿Hasta qué punto tendría esa IA acceso a ese tipo de información? 

Arrugó la nariz y levantó la mirada del teléfono, dirigiéndola hacia el exterior. Estaban tardando mucho... «Espero que estén bien» Con la mirada puesta en la calle, volvió a hablarle a la IA.

— KristIAn, ¿puedes tener accesos a los nombres de los sospechosos? Sobre todo me interesan los que declararon la 3ª opción... — Le pidió y volvió a mirar el móvil. Su mami todavía no le había contestado y estaba acostumbrada a que siempre lo hacía casi al instante. A veces parecía que no se separaba del teléfono cuando ella estaba fuera, como si esperara en cualquier momento cualquier noticia por su parte. — KristIAn, llama a "Mamuchi" — Le pidió, una vez le hubo respondido a la última consulta que le había hecho.

Tras agradecer a Juan su interpretación, Benjamin guió a Renata y Scott hasta el coche. Mientras llegaban pudieron ver a Nichole completamente embobada con su teléfono, pero lo guardó cuando el resto subió al coche. Benjamin se frotó los ojos y echó el cerrojo del coche, se giró sobre su asiento y finalmente decidió hablar. - Ha sido increíble. - admitió. - No ha sido suficiente como para meter a Jack entre rejas, pero sí que se puede utilizar como argumento contra las pruebas que hay de que estuvo en otra parte mientras asesinaban a su familia.

Sonrió hacia los chicos y asintió. - Muchas gracias por ayudarme a estar un paso más cerca de meter a ese criminal entre rejas, siento que nos queda un paso o dos más como mucho, pero hoy hemos dado uno de gigante. - se colocó en una posición más adecuada y colocó sus manos en el volante. - ¿Os acerco a casa?

— ¿Qué...? Pero... — Nichole no se lo creía, ¡Aquella IA acababa de enfadarse! La joven había creído que podría utilizarla para lo que deseara. Sí, había pensado que era como Siri pero mucho más guay, pero ahora... 

— ¡Oh... my... god...! No te enfades... — Por el rabillo del ojo sintió algo de movimiento que se acercaba y levantó la mirada, comprobando que Scott y su tito ya regresaban. Sonrió, aunque la sonrisa no tardó en desvanecerse al recordar que Steve iba a pasar la noche en su casa...

Volvieron al coche. Renata arqueó una ceja al ver la cara de Nichole a través del cristal. Iba a preguntar que sucedia, pero al final pensó que era una perdida de tiempo. Ya se lo contaría a Scott a solas

Permaneció fuera mientras se abrazaba así misma

- Si, yo me voy a casa. Juancho estará preocupado - Señaló con la barbilla el bloque cercano, que era su casa para que el hombre supiera que vivia allí mismo y no necesitaba el coche. Luego miró a su amigo - Scott, tener cuidado - hizo un ademan de despedida hacia la pelirroja mientras enfundaba sus manos en los bolsillos del pantalón de chandal y se marchaba tarareando la canción que había puesto antes Nichole en el coche. Y lo hizo bastante bien.

Nichole estaba mirando el teléfono y parecía estar hablando consigo misma, cuando sintió un movimiento que se acercaba por el rabillo del ojo. Levantó la mirada y una sonrisa empezó a asomar a sus labios al ver que su tito y Scott ya regresaban. Bueno, sí, también estaba Renata... Suspiró... Le iba a costar acostumbrarse a que Scott iba con pack. Al ver que la latina se largaba, se despidió de ella arqueando ligeramente una ceja.

Cuando los dos entraron en el coche, Nichole se removió en el asiento, colocándose de lado para poder mirar también a Scott. Escuchó las palabras de su tito y arqueó suavemente ambas cejas.

— ¿Entonces de verdad crees que puede ser...? — Sonrió nuevamente, parecía ser que había tenido una buena corazonada y su tito podía enfocar la investigación por otro lado. Ya quedaba poco y entonces... Jack Anderson pagaría por ser un asesino y quizás entonces las cosas se calmaran un poco. Su actitud racista y odiosa estaba poniendo a todos los que tenían algo de recursos en el punto de mira de toda la sociedad. 

— Si me entero de algo más te lo digo... — Le dijo, con la fuerte convicción de continuar investigándole. 

Cuando Benja propuso de llevarles a casa, Nichole le lanzó una mirada, parecía de disculpa, a Scott y sus labios formaron un pequeño mohín. 

— Sí, tito, a mi llévame a casa. Mamá está preocupada y no me perdonaría si no duermo en casa otra noche seguida. — Se mordió el labio y una sombra cruzó su mirada, que apartó de Scott y se volvió para sentarse derecha, acallando algo que parecía preocuparle.

- Ten cuidado. Cualquier cosa llámame.- Dije Renata según se iba.

Por mi parte sí me monté en el coche del tío de Nichole. No iba a ir a mi casa, al menos de momento. Sobre todo después de que hubiéramos quedado en ir al hospital. Y así se lo hice saber a ellos.

- Señor Bloomer- Dije mirándolo desde el asiento de atrás.- Bueno, lo primero espero que le haya servido de ayuda esto. Y después... em... le agradecería si me deja en el hospital.- Miré a NIkki para seguir hablando.- Habíamos quedado con Daphne y Mindy, para ver cómo estaba Lara. 

Intenté informar a Nichole medianamente de lo que había sucedido.

- Fue todo un poco caótico, en el cine y Lara resulto intoxicada con el extintor. Estaba inconsciente, pero se la llevaron al hospital. No me gustaría que la gente se quedara sola y menos con ese asesino suelto por ahí.- Cogí las mano de Nichole, que estaba un poco... distraída.

La conocía lo suficiente para saber que algo tramaba, algo ocultaba y además, le preocupaba. En ese momento me di cuenta de algo. Miré a través de retrovisor del coche al tío de Nicole, y suspiré profundamente recordando sus palabras: Nichole es un pájaro que si quiere volar, lo hará. Y tenía razón. Tenía jodida razón.

Solté sus manos y sonreí. La quería, pero no podía obligarla a más. Ni en esto ni en nada. Quizá ella se marchase y yo no podría hacer anda. No es que ella no me quisiera, pero posiblemente, sí era un obstáculo para ella en el futuro. ¿Quizá debería yo, realmente hacer que me dejara? ¿Ponérselo fácil para que pareciera culpa mía y no arrastrarla a lo desconocido? A finde cuentas, ella me había defendido delante de todos contra Jack. Eso no la haría buena publicidad.

- No deberías estar sola, Nikki.- Dije sin más. Pero qué mejor sitio que su casa ultraprotegida por su familia. Y no con el negro al que todos han puesto ahora una diana en la espalda por culpa de Jack. - Así que ten cuidado

"Lara resultó intoxicada con el extintor". Aquellas palabras retumbaron en la mente de Nichole. De nuevo volvió a pensar en la chica y de nuevo volvió a extrañarse de que hubiera estado en el cine, cuando ella estaba segura de haberla visto en el evento del ayuntamiento...

Scott la cogió de las manos y ella le miró a los ojos, anclándose en sus pupilas.

— ¿Lara por qué fue al cine? — Le preguntó y sus labios formaron una suave mueca. — No sé, cuando lo vi en las noticias me llamó la atención, porque la vi en la plaza del ayuntamiento, poniendo flores en la ofrenda dedicada a José Santomé y no me pareció que tuviera muchas ganas de ir al cine... — Sus labios formaron una suave mueca y sus pestañas aletearon cuando Scott le soltó las manos. Había visto algo en su mirada que hizo que su corazón diera un vuelco, pero no sabía exactamente el qué... ¿Por qué de repente había sentido un vahído en su interior? 

«No te emparanoies.» 

Quería quedarse con él, quería gritarle al mundo que se querían y desafiar a toda la sociedad si hacía falta... Pero no podía, todavía no... Y odiaba tanto ocultarle cosas, pero no comprendería...

— Tú también ten cuidado... No soportaría que te pasara nada... — Le confesó y se dio la vuelta rápidamente, para que no pudiera ver la humedad en sus ojos.