Partida Rol por web

No quería entrar en el juego de Gosthface pero estaba entrando. Ese hijo de puta sabía bien como hacer las cosas. Miró fijamente a Sydney ante su propuesta, sus ojos vibrando en la duda. Había visto entrar a la chica en el cine para ayudar a sus amigos, sabía, o intuía, que ella era de fiar, pero también era cierto que estaba enamorada de Klaudia.

Se apartó un par de pasos llevándose las manos a la cabeza y rotando sobre si misma con frustración. Se sentía una leona enjaulada, con un montón de datos incompletos. Las voces le llegaban como flechas silbando cerca de su oido pero una caló más hondo que las demás.

ÉL. Siempre él. A parte del enmascarado, la persona más odiosa. No había querido decir nada antes porque no quería dar el gusto a Gosthface de poner en la silla a nadie, pero otra vez había vuelto a atacar donde más le dolía. Su gente.

Se acercó hacia Jack como una bala, poniéndole una mano en el pecho y empujándolo para que caminara hacia atrás hasta que la espalda del chico tocara metal o cristal o lo primero que hiciera que se detuvieran.

- Cómo.te atreves.a.votar. Asesino - apretó los dientes mientras le rebuscaba entre la chaqueta con rabia* - Tú mandaste a Dorcus al parking de caravanas y también a tu criado como haces siempre que quieres hacer creer a la gente que estas en un sitio pero estas en otro. Previamente habías dejado bien en claro delante de la clase que ibas a ir al parking preguntando donde se encontraba, pero estabas en otro lado ¿cierto? ¿En el asiento de un coche tal vez? El mensaje racista y enumerando las diferencias entre ricos y pobres es digno de ti. Nombrarte a ti mismo en el streaming es el punto ideal para alejar las sospechas - se le estaba secando la boca pero no podia parar - tu pintaste el cartel porque solo un capullo como tú remarcaria lo de "sangre de imbécil" y mal escrito y pintado en el lado de la hoja que no corresponde. También creo recordar que el dia que murió tu tia llegaste tarde a clase... - Esa última acusación la dejó en el aire puesto que eso era solo una corazonada...

Renata, tras zarandear a Jack, recibió en su nariz el olor a la colonia más cara del mercado mezclado con una cantidad ingente de laca para mantener aquellos cabellos bien quietos en su sitio, en tales cantidades que casi la hacen llorar.

Fuera de eso, nada inusual, excepto porque del zarandeo, la mochilita azul de Jack Anderson cayó al suelo y dejó caer un traje de Ghostface, además de un cuchillo. Traje que, evidentemente, no podía ser el mismo que la policía le arrebató en comisaría tras el incidente de central park.

-¡Ey!. -Exclamó completamente asustado de que un pobre le asaltara- ¡Yo no tengo ni idea de quien es Dorcus!. ¡Y no es mi criado!. ¡Es un profesional de la Jardinería con un elegante pelazo!. ¡La gente con buen peinado es buena por naturaleza! ¡Por eso le contraté!. ¡No como tu, que tienes un mapache muerto por peluca!.

Jack Anderson destacaba por muchas cosas, entre ellas la mayoría de lo dicho por Renata Santos Cruz, podía ser un imbécil, un racista, un clasista, un idiota, un atolondrado y la persona más sospechosa de los presentes; pero jamás de los jamases este tenía un cabello despeinado, excepto ahora que había sido contra su voluntad.

-¿Eh?. -Preguntó al ver como caía de su mochila un traje y un cuchillo- Sí, este es el traje que me enviaron a casa y que era para dárselo a Nichole, es el que dejé en mi cama. -Quizás eso no era lo mejor que uno pudiera decir en estos momentos, admitir que tenía un traje- Por eso fui a su casa; ya que ibamos a hacer el sexy-time (aunque eso llegó después), se lo dejaba allí. Ella se lo olvidó en mi casa cuando vino luego de clases.

Aún así Jack Anderson tomó el cuchillo e hizo lo mejor que pudo hacer; entregárselo a Steve Evans.

-Tomalo, bro. -Dijo con plena confianza en su mejor amigo- Creo que esta gente está mal de la cabeza...

Jack Anderson era un idiota, demasiado imbécil para su propio bien.

Nichole alzó la cabeza y dirigió la mirada hacia Danno, con gesto altivo y una mueca de desprecio en sus labios.

— Tu familia son unos "don nadies" que no importa dónde estén. Mi papi y mi tito tienen puestos muy importantes y no pueden dejarlos así como así. — Le dijo con un tono de voz afilado. ¿Pero qué se creía esa imitación de actor pobre de los 70's? ¿Cómo se atrevía a juzgarla sin saber nada de ella?

Intentaba seguir la conversación entre Sidney y Danno, aunque no sabía a qué se referían.

— ¿Podéis aclarar qué tiene que ver la mierda que vende con los asesinos? — Preguntó, sin entender qué tenía que ver una cosa con la otra, cuando de repente Renata agredió físicamente a Jack. Nichole se volvió hacia ellos y en ese momento se cayó la mochila de su novio, revelando un traje de Ghostface. Un escalofrío recorrió la espalda de la pelirroja, que se levantó con la agilidad que las horas de duro entrenamiento había adquirido y cogió la mochila, antes de que lo hiciera cualquiera.

— Pero... ¿Qué...?  — Exclamó al escuchar su explicación sobre el traje y se arrodilló en el suelo, apoyando las nalgas sobre los talones para empezar a sacar las cosas, comprobando todo lo que guardaba en ella. Iba a coger el cuchillo, pero él se adelantó y ella abrió mucho los ojos, al ver que se lo entregaba a Steve pareció relajarse. 

— Oh my god, Jack, deja de jugar... Sí, es verdad que me enseñó el traje en su casa y dijo que lo habían dejado para mi, pero yo ni lo toqué, me dio mucho repelús. Y... ¿Y el cuchillo? ¿Me vas a decir que lo llevabas para...? — No pudo terminar de hablar, su corazón había empezado a acelerarse y su voz se cortó en mitad de la frase. Había estado escondido en la conserjería de su edificio con un traje de Ghostface y... ¡Un cuchillo! Su rostro había palidecido y sus labios temblaron. Los apretó con fuerza y terminó de sacar las cosas que guardaba en la mochila.

Los apretó con fuerza y terminó de sacar las cosas que guardaba en la mochila.

Tras sacar todo lo que había allí en la mochila, solo pudo encontrar más productos para el pelo, además de los condones más pequeños que jamás había visto. Quizá le cabían en dedo meñique a Nichole, pero no parecía el momento adecuado para probarlo.

-El cuchillo me lo vendió el conserje. -Comentó como si fuera tal cosa sin importancia- Dijo que me haría falta, aunque al final cuando los tres Ghostface vinieron, ni alcancé a usarlo... Creo que le debo de pedir que me devuelva el dinero... al final ese lugar no era un lugar seguro como me prometió...

Sydney soltó a Renata, dejando que se separara. Notó que no le había dado una respuesta clara, pero por su mirada, esperaba que estuviera más a su favor que en su contra. Sobre todo porque cada cosa que decía Scott le hacía sonar más sospechoso.

-Sabías que Klaudia no te traicionaría, o quizás dentro de tu "justicia", que no se lo merecía. La conoces tan bien como yo. Dices que "siembras la duda", pero más bien pareces una manguera de mierda salpicando a todo el mundo sin ton ni son.-le contestó, terminando de confirmar que más le valía mantener las distancias con él. Suspiró. Claro que por Klaudia y por Renata, más le valía salvarle el culo. Había una diferencia muy grande entre perder a alguien por muerte o por cárcel. Solo de una se salía.

Así que... Se giró hacía Danno. Hablaba con mucho convencimiento, y Sydney en gran parte le creía. Pero faltaban culpables, y si tan solo seguía apretando, quizás llegarían incluso a encontrar al verdadero Ghostface. 

-Que conveniente que no tengas ni una sola pista sobre los asesinos. Que no puedas hacerte una idea del tipo de persona que las ha comprado a partir de los mensajes de compra, o el lugar de venta, o yo que sé, las tallas de los trajes de Ghostface.-los ojos de Sydney se abrieron como platos, dándose cuenta de algo.-Dos trajes de Ghostface, un taser, sangre falsa y una pistola de fogueo. Y chapas de metal para el hospital. Eso me dijiste que alguien había comprado.

Tenía la sensación de que tenía piezas importantes, aunque todavía tenía que montarlas.

-El taser está en la puerta, para mantenernos dentro.-señaló la puerta que había tocado Thomas.-La sangre falsa... Uno de los culpables la usó para fingir heridas y crearse así una coartada. Y los dos trajes. Uno de ellos ya ha aparecido.-señaló el que había caído de la mochila de Jack, y luego señaló a la persona que, hasta ese momento, no sabía que estaba vinculada con Danno.-El otro es el que le llegó a Scott. ¿No? 

-Sobre las chapas de metal, ya no tengo ni idea.-no admitiría que habían más cosas sobre las que dudaba de las que no. A estas alturas, solo podía tirar para adelante y esperar que algo terminara encajando.

-Y tú te callas la boca antes de hablar de la familia de nadie.-se dirigió con brusquedad a Nichole cuando esta insultó a Danno. Vale que Sydney hubiera puesto el foco de atención en él sacando un tema peliagudo, pero todavía sentía suficiente aprecio (y culpa) hacía él como para no querer oír a nadie meterse con él.

Por último, Sydney se acercó a Steve. Había sido muy consciente del camino que había hecho el cuchillo de Jack desde su mochila hasta Steve a través de Renata, pero hasta ahora no había podido echarle un vistazo.

-Déjame verlo.-y dándose cuenta de que su cercanía al arma podría ser malinterpretada, levantó las manos y se detuvo en seco.-Solo necesito ver cuánto se parece al cuchillo de Puñalada.

-¿Qué no me traicionaría?- Pregunté tranquilo con cara de extrañado- La señorita Walczak ha votado por Scott. Le quiere muerto. ¿Eso en tu puto país de las piruletas es "no traicionar a alguien"? Creo que tienes un concepto un poco extraño de lo que significa, Syd.- Miré a Sydney y apreté los labios. - Mi manguera de mierda puede ser muy larga, cierto. Pero aquí, el problema es que nos están haciendo dudar unos de otros. Sacar los trapos sucios. Y dado que el día que la señorita Pride, en clase, quiso que todos habláramos para ponernos de acuerdo y a la gente se la sudó... bueno. Quizá ahora es el momento de sacar toda esta... mierda. ¿Entiendes? Por eso no voy a votar por Walczak, porque el bueno de Scott aún se fía de ella.

Miré al setentero de Grease y chasqueé los dedos.

- Cierto, señor Miller. Disculpe por lo de camello. Lo cambiaré por "proveedor" Allí, en el chiringuito de Worm vi recetas suyas. Pero... eso no es importante, la verdad. Usted siempre le ha dado a Scott ciertas sustancias por petición propia para mantener a raya... bueno... a mí y sus jaquecas.- Sonreí levemente.- Corroboro lo dicho por lo aportado por la señorita Doyle: En el chiringuito de Worm, cuando fui a por las pastillas, pude ver eso que dice. Más trajes de ghostface, por ejemplo. El mío, lo quemé. ¿Pero si fuera uno de los dos que faltan, quizá el señor Worm pudiera decirnos quien los compró para entregárnoslos a Scott y a Jack? Así encontraríamos fácilmente a ghostface.

La intervención de jack y el genio de Renata me hacían sonreír. Me encantaba esa latina, la verdad. Solo faltaba que Drea hablara de una vez.

- Bien. Ha quedado claro que el señor Anderson o es imbécil o lo escenifica muy bien. Y a juzgar por lo que hay en su mochila... bueno, también tiene un minipito. Pero lo importante no es eso. Es lo que viene después. Tanto si queréis a uno u a otro... bien. ¿Qué es lo siguiente? ¿Mataréis a otro? ¿No decían, eran Cinco? ¿Quedaréis todos los supervivientes libres con la duda de que hay más lobos entre todos? Votaría por Jack, en caso de que la mayoría quiera hacer esto por las malas. Insisto en que votar para matar no es la solución. Peeero... que sabré yo.

Me acerqué un par de pasos hacia Jack para guiñarle un ojo.

- Solo soy un Negro pobre y producto de la mente rota del mejor amigo que todos vosotros, habéis tenido...  Siempre. Preguntaros cuándo el bueno de Scott no se ha preocupado por vosotros.

¿¡Y a mí por qué demonios me das esto!? - se sobresaltó al recibir aquellas cosas por parte de Jack. Había estado callado hasta el momento, porque parecía que todos tenían mucho que decir y en especial, mucho que ocultar, es por ello que solo reaccionó, entregándole las cosas a Sydney, una vez esta se las pidió.

Tras examinarlo y mostrarlo, no hacía falta ser demasiado avispado como para darse cuenta de que se trataba de un cuchillo normal y corriente, no se parecía al de las pelis de puñalada.

Martha Allen, seguía asustada, pero sin embargo, decidió hacer un muy breve resumen de lo que había ocurrido hasta el momento. - Así que hasta ahora tenemos a Scott, que resulta que tiene una personalidad muy chunga y ayer se le fue la pelota, aunque no por su culpa, ya que alguien le cambió las pastillas.

Klaudia sabía que Scott tenía un traje en su casa, una nota que le incitaba a vengarse y que Scott ya andaba algo pachucho... Sin embargo se lo calló y se hizo la loca, pero tiene coartada con las hermanas Wong, no pudo cambiar ella las pastillas.

Danno Miller, según comentan Sydney y Scott, está implicado de lleno con la venta de trajes falsificados de Ghostface, entre otras cosas, como sangre falsa y tásers...

Jack por otra parte, llevaba un traje de Ghostface en la mochila... Lo del cuchillo, bueno, dadas las circustancias. - sacó de su bolsillo un spray de pimienta. - ¿Quién no lleva algo de protección ahora mismo? Si hubiera sido igual que el que usa Ghostface si que me habría perocupado más... Aunque el traje de por sí ya es MUY incriminatorio.

Suspiró. - Aún no entiendo que ha tenido que ver Jack en todo esto, pero si realmente él fuera el culpable, nos faltaría por encontrar al quinto, ya que el sexto nos lo han dado por válido directamente sin tener que electrocutar a nadie.

-El no es mi amigo. -Comentó a Scott Lessard- ¡Quiere intentar engañar a mi novia para hacerme ver como un tonto!. -Aunque eso no era algo que fuera demasiado difícil- ¡O peor aún, como un tipo que viste de negro!. ¡El negro NO es mi color!. Mis colores son azules y blancos... y naranjas para el pañuelo... los complementos son importantes.

Para luego dirigirse hacia Steve Evans, a fin de cuentas, el le había hablado y más aún, había hecho que el cuchillo cambiara de mano en mano; lo cual podría ser peligroso tener a alguien incorrecto armado, pero en una circunstancia como esa, probablemente es que todo el mundo fuera la persona incorrecta.

-Porque eres mi Bro, -comentó Jack bastante convencido de que había hecho bien en darle a Steve el cuchillo a pesar de que este se lo diera a Sydney- y aunque no entienda muy bien lo que dices a veces, sé que eres mi mejor amigo y me cubrirás las espaldas. Así que aunque no me guste que le dieras mi cuchillo a Sydney, confío en que fue la mejor idea y lo hiciste por mi bien. Gracias, Bro.

Los comentarios de Martha Allen parecían estar empujando la narrativa ligeramente a favor de Jack Anderson, aunque fuera un poco; por lo que era común para este muchacho, responder con descortesía por el nivel socio-económico que aquella muchacha parecía tener.

-¿Y quien es ella?. -Preguntó señalando a Martha Allen- Lo siento, tengo una condición que me impide recordar el nombre de la gente pobre, ya lo he comentado antes, se llama Groséria. ¿Estaba en clase?. Ni reconozco a la mitad de los de aquí... como para importarme en tratar de mataros... ¡Soy inocente!.

Tras sacar las cosas de Jack y comprobar que no había nada más incriminatorio, Nichole empezó a guardarlas de nuevo, deteniéndose para mirar un instante a la perroflauta. 

— Solo he dejado ver una evidencia. — Le dijo, arqueando ligeramente una ceja, casi incitándola a que se pusiera más agresiva con ella. 

Frunció el ceño al escuchar lo de la venta de trajes y clavó un instante su mirada en Danno. 

— No te creo. Estoy segura de que sabes más de lo que dices. — Le dijo, formando una mueca de desprecio y apartando la mirada de él, para dirigirla hacia Scott.

— Si encontramos a quien compró los trajes, encontraremos al imitador de Ghostface, al que quiere hacer esa peli cutre. El primero, el que lo empezó todo, no tiene nada que ver con eso. — Le dijo y se incorporó de nuevo, dirigiendo su mirada hacia la chiflada celosa de Drea. — ¿O me equivoco? — Llevaba rato callada, desde que se había desnudado delante de todos. Seguro que estaba disfrutando de lo lindo viéndoles sacarse los ojos los unos a los otros.

— ¿Pero no os dais cuenta? ¿En serio estáis votando? ¿De verdad queréis vivir cargando con la muerte de alguien? Si aquí hay algún culpable, lo que hay que hacer es llevarlo ante la justicia, pero... No podéis estar planteándoos en serio el ejecutar a alguien. Es-es una locura. Mierda... — Sentía como sus ojos volvían a humedecerse y pestañeó, evitando soltar una sola lágrima. — ¿Y a qué juego macabro queréis jugar tú y el señor G? Según dices hay cinco culpables de matar a Emily Richards. ¿Y si sacrificamos a dos de nosotros, eso no nos convertiría entonces en culpables...? — 

En ese momento escuchó a Jack Anderson y se volvió para mirarle, pero escucharle hablando de alguien vestido de negro hizo saltar un recuerdo en su cerebro. 

— ¿Cómo pudiste...? — Le preguntó y un escalofrío recorrió su espalda. — Tú cambiaste las pastillas de Scott, ¿verdad? Tú dejaste el traje de Ghostface en su casa y propiciaste que le entrara una crisis. Nadie intenta engañarme, Jack. Hace tiempo que sé que te haces el idiota... — Porque no podía haber nadie tan idiota, ¿verdad? 

— En las noticias de anoche pusieron una llamada que se había recibido desde mi edificio. Eras tú, Jack. Si estabas en mi casa, ¿Cómo podías saber que Scott iba a estar en el parking de caravanas? Porque fuiste tú quién lo empujó, pero te salió mal la jugada, ¿verdad?... Pretendías que tuviera una crisis y cometiera una locura, que matara a Juan Martínez creyendo que eras tú... ¿Por qué...? — Preguntó, a pesar de que tenía miedo de escuchar la respuesta.

Mientras Nichole hablaba con Jack, Renata se había quedado pensativa...

- Cuando se hizo el pedido de sangre falsa? Después o antes de Central Park? - se arremangó - que todos los heridos desde entonces nos dejen ver sus heridas al resto - 

-¿¡Y como voy yo a saber donde vive Scott!?. -Inquirió el muchacho a su novia- ¡Yo no entré en su auto-caravana cochambrosa y le rompí la puerta con unas tijeras de romper metales para poder acceder al interior de su casa-rodante que no rueda y dejarle ahí el traje!. ¡Lo prometo!. -Quizás dar tantas explicaciones no era la mejor de las ideas para conseguir que lo marcaran como inocente- ¡Ni siquiera sabía que los pobres tenían dinero para comprar medicinas!. -Lo que decía era mentira, incluso comentó algo por lo bajini- ^{_{¡Maldito Obama Care!.}}

-Es cierto que ayer a la noche fui yo quien hizo esa llamada. -Confesó el crimen, por lo que de ahora en adelante iba a ser complicado- Porque comprendí una cosa: Si Ghostface me citaba ir a ese lugar, y luego todos los avisos de "Ey, matad a Jack Anderson porque casualmente su nombre genial y su apellido super-genial tienen ligeras similitudes" eso implicaría que Ghostface iba a tratar de asesinarme. Por eso mientras estaba sentado con el conserje decidí SALVAR a Juan, llamé a la policía para evitar que lo mataran, ya sabes fui a buscar "protección de la policía" como me dijiste; y a fin de cuentas, a Ghostface no le hace ascos matar gente inocente... -Tras una breve pausa, el muchacho se cruzó de brazos- Pero la policía es tonta, porque según dijeron por la tele no le hicieron caso a mi mensaje que era cien por cien verdad, es decir 1.000 de verdad. -Las cuentas no cuadraban- Y solo fueron porque dos personas más llamaron... -La identidad de aquellas dos personas era evidente para Jack Anderson- Tu tío, Nichole que le avisaste tu... y Drea, que le comenté que iba a ir hasta allá a recoger un paquete. Así que gracias a vosotas mi jardinero sigue vivo... Lo celebraremos con una piñata, juguete característico de donde es, Chile.

-Sobre el tema de Dorcus, no tengo ni idea. -Comentó encogiéndose de hombros- ¡Ni siquiera sabía que estaría allí!. Y sinceramente, ni siquiera sé quien coño es Dorcus... pero suena a nombre inventado como "Blopi" o "Estela". -Aunque a decir verdad, todos los nombres son inventados.

— Yo que sé cómo sabías dónde vive Scott, Jack. Pero en la llamada dijiste que era ¡Negro! y que tú eras una persona blanca. No te referías a que iba vestido de negro ni que era Ghostface... Desde que todo esto empezó has ido a por Scott... — Respondió con voz amarga y las lágrimas que había estado reteniendo hasta entonces empezaron a brotar y rodar por sus mejillas. — Y sí, le pedí a mi tito que mandara a la policía... ¿De verdad creíste que me iba a creer que alguien te iba a dar un paquete de productos para el pelo en ese horrible lugar? —

-¡Porque Scott es Ghostface!. -Exclamó completamente convencido de sus acusaciones- ¡Que tenga doble, triple o como se diga con cuatro, personalidades lo confirma!. ¡Una de ellas seguro que es Ghostface!. ¡O todas!. Si coges las letras de "SCOTT LESSARD" y las reordenas dice "GHOSTFACE", probablemente... lo suficientemente parecido.

Quizás las "pruebas" que tenía Jack Anderson en contra de Scott Lessard eran de todo menos fehacientes, pero no se podía negar que el joven cuando se le metía algo entre cuerno y cuerno, iba con todo, aunque fuera simplemente hacer comentarios hirientes contra aquel tipo y quejarse por lo bajo de que por algún motivo el hecho de acusarle de culpable no funcionaba para que los demás lo vieran tan culpable como el se empeñaba en señalarle.

-Pues sí... ¿Por que no?. -Inquirió el muchacho un poco confuso- Supuse que no operaban en la parte buena de la ciudad porque al fin me hicieron caso en mi idea de "No dejar pasar pobres por las calles por donde yo vivo". Un efecto secundario no pensado... Espero que Juan haya cogido el paquete... -Comentó en un suspiro.

Danno Miller, según comentan Sydney y Scott, está implicado de lleno con la venta de trajes falsificados de Ghostface, entre otras cosas, como sangre falsa y tásers...

-No, no.- Dije alzando las manos levemente.- El señor Miller no trafica con esas cosas. Es su "Proveedeor el que lo hace". El solo pasa recetas para que le puedan dar las drogas, eso es todo. 

Quise dejar claro, que Danno no tenía esas cosas en su poder.

- Es como ir a un supermercado ilegal.-

Cuando se hizo el pedido de sangre falsa? Después o antes de Central Park? - se arremangó - que todos los heridos desde entonces nos dejen ver sus heridas al resto - 

 -Yo no tengo, afortunadamente - Pero miré a Mindy. - Y las de la señorita Stevens, su dedo, reconozco que fui yo, que le mordí fieramente. Lara puede constatarlo. Intentaba salvar a Stevens de... oh, espera. Emily... ¿Qué apellido tenía? Bueno, en realidad, esa niña tonta podía ser la víctima de cualquiera qeu quisiera venganza. Tengo entendido que no era trigo limpio.

Lo de Jack ya era de otro grado, de absurdez. Pero mi sádico interior, supo que debía hacer para vengarse de Jack. (*)

- Sabe, señor Anderson. Lo peor de todo no es que crea que es usted un asesino, sino que... Tiene caspa. Sí. No quería decirlo antes, pero... la tiene. 

Puede que Scott Lessard haya intentado "robarle" a su novia, puede que sea Ghostface, puede que haya intentado matarle, y mil otras cosas más que Jack Anderson creía de aquel sujeto; y en todos y cada uno de esos momentos, Jack Anderson lo consideraba como una amenaza a tener en cuenta y trató de detenerlo usando métodos legales, pero aquello... era pasarse de la raya.

-¡Retiralo inmediatamente!. -Dijo señalando a Scott Lessard con un dedo acusador que rapidamente se convirtió en una bofetada que rozó la mejilla del hombre, aunque el golpe que le dio apenas haría daño a nadie, ni siquiera a un cachorrito enfermo y desvalido- ¡Ea!. -Dijo triunfalmente luego de aquella bofetada que se sintió más como una caricia.- ¡Para que veas que no me ando con chiquilladas y no tengo miedo a llegar a las manos en caso de ser necesario!. -Quizás decirlo en mitad de una estatua gigante en donde tenían que encontrar asesinos no era la mejor idea.

Acto seguido el ricachón se miró la mano y sopló un poco en sus dedos, y con cierto gesto de preocupación, este miró hacia el resto de los presentes con cierta desesperación. -¿Alguien tiene un kleenex o una toallita húmeda?. He tocado a un pobre...

No. - su tono fue tajante y directo. - Sydney ha sido muy clara. A Danno le compraron trajes, sangre falsa y armas, no intentes encubrirle.

Dirigió su mirada a Renata esta vez. - Las heridas de Thomas y Lara las vimos todos en comisaría y eran reales. La única que no tiene testigos de como se hirió, es Drea.

Se cruzó de brazos y miró al suelo. - Yo ya lo tengo claro. - alzó la vista y miró a la chica que andaba casi desnuda. - Hablas de ir a por lo más justo y que hay gente que actua con maldad, pero aunque las acciones de Klaudia fueron egoistas, las hizo por miedo. Las de Scott, no era él mismo, alguien le cambió las pastillas. - fue entonces cuando giró su cabeza, mostraba una mirada apática. - Las acciones de Danno y Jack han sido puro mal, motivadas principalmente por el dinero. Da igual quien sea el quinto o el sexto, lo importante es salir de aquí.