Partida Rol por web

-No seas grosero Innombrable- dijo en voz baja a Alexandros mientras por dentro se moría de ganas de darle un empujón a Chad, que tomase el primer arma que pudiese y obligarles a ser amigos.

aunque imagino que no puedo hacerlo, ¿verdad Koriko?

Finalmente el profesor, abandonando esa actitud amedrentadora, le tendió a Chad un abanico e, inesperadamente para Lorelei, Chad se giró haciendo un comentario que ella juzgó ambiguo pero que cambió la expresión haciéndola pasar desde la fugaz sorpresa a la vergonzosa timidez.

-Si, eh... lo que tú digas. Yo no conozco a nadie así- determinó girando sobre sí misma haciendo que el cabello se abriese en abanico a su espalda al hacerlo, sujetando la naginata contra ella.

-si ya has terminado podemos irnos los tres con el resto.

Volteo un poco los ojos al techo

Por fin.....

Bueno... Ahora que ya habéis elegido todos, vamos al siguiente paso, venid conmigo

Salgo de la habitación por la puerta donde hemos entrado, y espero a que todos salgan, cuando han salido, cierro la puerta, y comienzo a andar por el pasillo

Avanzáis por los pasillos hasta llegar a una amplia sala que parece algún tipo de gimnasio, o al menos, es lo que mas parecido le veis

La sala es enorme, casi tanto como un campo de fútbol, y parece dividida en diferentes secciones

Casi todo el suelo, esta totalmente cubierto por colchonetas a modo de tatami,

Los bordes de la sala tienen suelo normal, para no tener que quitarse las zapatillas al ir a ciertas zonas, como por ejemplo, una de las esquinas, donde hay diversas maquinas de pesas y ejercicios, esa zona no tiene colchonetas

En otro de los bordes, al lado de las maquinas, hay una bara donde sujetarse y hacer diversos ejercicios de estiramiento, esa zona si tiene colchonetas pese a estar pegadas a la pared, a su lado, también hay algo similar a estanterías, pero realmente son simples barras de madera, los que entienden algo de eso, saben que es para hacer otros ejercicios

En otra de las zonas de la habitación, hay también sacos de boxeo colgando del techo , aunque, el tejido que los rodea, es por lo menos, curioso, pues, parece tener cierto brillo metalizado

A uno de los laterales, también hay otra puerta aparte, que no veis lo que hay al otro lado, pero, llama la atención que esa puerta, al contrario que otras, parece estar hecha de metal

Entro a la sala, seguido de los alumnos, y me quito los zapatos para subirme al tatami

Bien, salvo los que hayan elegido armas a distancia o de fuego, los demás entrenareis aquí

Aunque la primera parte, va a ser comprender, y despertar el poder que yace en vuestro interior

Esa sera la parte mas difícil

Como ya os explico el director ayer, esas capacidades son mas bien conocimientos, así que, lo mas normal, es que, tenga que ver con algo que se os de bien, o que sepáis hacer muy bien, aunque, aveces, hay excepciones

Así que el primer paso, aparte de quitaros las zapatillas antes de subir, sera analizaros a vosotros mismos, buscando que es eso que tenéis en vuestro interior.

También, he de decir, que esas capacidades, pueden forzarse para poder hacer cosas diferentes a lo que mejor se os da por defecto

Por poner un ejemplo, alguien cuya capacidad tenga que ver con la curación, podría forzar esas capacidades, para que, dentro de ese campo, pudiera por ejemplo, aumentar sus capacidades físicas

Doy una palmada

Así que ale, todos a sentaros en las colchonetas, y cerrad los ojos, intentare guiaros en el proceso

Vaya sitio... a ojos de Lorelei todo aquello era excesivo, simplemente sobraban tantos cachivaches y tanto espacio pero no se atrevió a verbalizar su desaprobración.

-Si no os comportáis vamos a tener bronca- avisó en voz baja a Alexandros y Chad, yendo un paso por detrás de ellos hasta que llegaron las instrucciones de qué hacer allí.

Obedientemente, se descalzó dejando sus zapatos juntos y pisó el tatami con cierta reserva. No pienses en otros pies sudorosos y asquerosos que hayan pisado donde vas a sentarte, no lo pienses, no lo pienses.... Y repitiendo aquel peculiar mantra flexionó las rodillas acuclillándose y, antes de apoyar el culo sobre los gemelos, se recogió la falda de tablas para que quedase como barrera entre ambas partes , asegurándose así de que no quedase nada... impúdico a la vista.

Ya había tenido suficientes emociones relacionadas con su ropa interior y sus compañeros y compañeras como público.

Innnspiiiiraaa, cogió aire cerrando los ojos, espiiiiiiiiraaa, soltó el aire por la boca muy despacio.  No pienses en los pies sudorosos que hayan podido pisar aquí... céntrate en hacer caso a lo que te dicen o escuchar a Koriko si se pone a parlotear.... PERO MÁS LE VALE QUE NO TE DISTRAIGA.

Durante sus pensamientos no pudo evitar fruncir ligeramente el ceño, como si estuviese contrariada con lo que su propia vocecilla interna le dictaba.

Erika caminaba la ultima del grupo procurando estar un poco alejada pero sin perder de vista a todos, cuando llego a esa sala se quedo mirando, realmente ese no era su sitio, ella no era para nada alguien fisico, mas bien todo lo contrario, mira la pequeña arma que tenia entre sus brazos y piensa.

- No se porque me has elegido, no creo que yo pueda usarte, lo siento mucho, seguro que no soy ni la mitad de buena que tu anterior dueña

Se siente en el tatami y se gira para quitarse los zapatos, una vez lo ha hecho los coloca juntos en un lugr donde no molesten y los deja bien colocados, timidamente busca un lugar entre dos chicas pero procurando no estar demasiado cerca y se sienta lentamente, tenian que cerrar los ojos, asi que se quita las gafas, las dobla y cierra y con cuidado las deja a su lado, cierra los ojos y se aferra al arma que tenia entre las manos mientras piensa.

- Vale, no pasa nada, hay desconocidos y muchos hombres, pero no pasa nada, aqui no pasa nada, venga tengo que encontrar lo que han dicho de mi...naturaleza

Una vez la selección de armas hubo terminado, me dirigí junto al resto de alumnos al pasillo por el que llegaríasmos al gimnasio, el cual estaba lleno de equipo de entrenamiento, una colección formidable la verdad, aunque lo que me extrañó ver fué una puerta que a diferencia de las demás, estaba hecha de metal y no dejaba ver el interior "¿Qué habrá dentro? no pude evitar pensar, pero eso tendría que ser un misterio para otro día.

Cuando llegamos al tatami, me descalcé y dejé los zapatos juntos antes de subirme al mismo, y una vez elegí un sitio, me senté de rodillas y coloqué mis manos encima, dejando a Sadame no Ken a mi izquierda y cuando ya estuve listo, cerré los ojos y esperé a oir las próximas palabras del profesor.

Al empezarse a mover todos tome el abnico, lo cerre y me fui con el en mano, no sabia usarlo y mucho menos el cómo debía portarlo, al llegar al gimnasio y el profesor pidió que nos sentáramos tome lugar con Lorelei y con el Inombrable, tome posición de flor de loto y respire profundamente y coloque el abanico frente a mí, no sabía si esto sería así pero ya que era una búsqueda interior posiblemente meditaríamos o algo así – Veamos Chad, descubre lo más profundo de ti, vamos tan profundo que llegaremos a partes que no conoces.- tenía algo de curiosidad por las habilidades que desarrollaríamos y que tipo de habilidad tendríamos.

-Me gusta Innombrable -dijo sonriente ante la reprimenda de Lorelei y se enderezó mientras ella hablaba con Chad y el profesor les puso, al fin, en marcha.

Cuando vio la sala que después dijeron que era para entrenamiento cuerpo a cuerpo, Alexandros esbozó una sonrisa. Le gustaba ese lugar, le sobraban las colchonetas para su gusto, pero le gustaba. Había de todo y ya tenía ganas de probar y ver de qué eran capaces los demás presentes.

-Bueno, esta es la zona de las broncas, ¿no? -dijo sonriente a Lorelei y se sacó las zapatillas con los pies, pisando con el pie contrario en el talón de la zapatilla para, así, poder sacar el pie sin desatar los cordones. Se encaminó a las colchonetas y se sentó medio tirado, con el bate apoyado en el hombro y las manos hacia atrás.

En esa posición empezó a ver lo que hacían los demás y entonces cerró los ojos- ¿Qué se me da bien? -se preguntó a sí mismo mientras intentaba hacer algo productivo sin dejar de pensar que eso era una posible patochada, pero lo peor es que sus pensamientos se escucharon- El chico no tiene ni idea de para qué sirve esto, no sabe concentrarse -se escuchó la voz del bate susurrar y Alexandros tuvo que reunir todo su autocontrol para no empezar a reírse.

- En fin... ¿teneis algún nombre?- le dijo a las garras con respeto mientras salía de aquella aula.

Un suspiro ahogado se escapó de los labios de Kyoshiro, parecía que no iba a gustarle nada la actitud del tal innombrable, una vez llegó al gimnasio, se descalzó con tranquilidad desatando las cordoneras de sus deportivas y antes de entrar al tatami, saludó con una reverencia al profesor. Tras aquello, se colocó en posición de seiza con las garras a su diestra y cerró los ojos para escuchar la voz del profesor que iba a giarlos. Sabía con certeza que se le daba bien pelear, pero si aquello le ayudaba a despertar alguna capacidad que pudiera ayudarle a proteger las cosas que le importaban, haría lo que hiciera falta.

Segui en silencio al grupo de compañeros y cuando llegamos a una nueva sala...me dedique a observar con detenimiento como estaba constituido esa especie de gimnasio deportivo...pero lo que más llamaba mi antención eran los tatamis que se encontraban en el suelo.

Una pequeña sonrisa...de esas que son verdaderamente sinceras, se asomo en mis labios y recorde mis largas jornadas de entrenamiento en gimnasia -"Vaya recuerdos...posiblemente pueda volver a practicar algunas maromas..."- me acerque al borde del tatami y con cuidado, desabroche los broches de mis zapatos dejandolos con cuidado para así subir y sentarme sobre la parte trasera de mis piernas, procurando dejar mi arma sobre el regazo.

Respire profundamente y deje escapar un suave suspiro mientras cerraba los ojos...era necesaria la concentración y tener una actitud zen ó eso es lo que tenia pensado, pero no pude evitar soltar una pequeña risa infantil al escuchar el susurro del bate de baseball. Tosi un poco y volvi a mi estado de serenidad -"Con que buscar nuestra habilidad latente para dejarla salir...¿que clase de habilidad podria tener yo?"- 

Seguí al grupo que acompañaba al profesor mientras seguía sosteniendo el traje, no sabía que hacer con él… O ella… Así que cuando nos dijo el profesor que nos sentáramos, me quité los zapatos sin desatarlos con la punta del otro y los dejaba allí en el borde antes de adentrarme al tatami.

Me puse sentado en la colchoneta junto a mis compañeros, cerca del profesor, quería escuchar lo que quería decirnos, estaba hablando de “nuestros poderes” o “capacidades”… Acaso tendría yo alguna? Yo nunca había destacado en nada… No era un estudiante modelo… No era fuerte… No era experto en combate… Ni siquiera sabía cómo podía usar aquel “arma” que era el traje que ahora reposaba al lado de donde estaba sentado… 

Por fin Chad había elegido arma, y sus nuevas amigas parecían haberse quedado dormidas, pues no recibió respuesta de ellas, así que se dispuso a coger las vainas de sus espadas y siguió al profesor hasta el gimnasio.

Aquello no era muy diferente de la academia. Donde  había estudiado los últimos años tenía un gimnasio parecido, aunque era verdad que la parte de musculación era mucho más amplia. Observó todo con detenimiento al entrar para posteriormente quitarse las zapatillas y dejarlas a un lado para poder entrar en el tatami.

El comentario de aquel l que llamaban innombrable le hizo gracia y no pudo reprimir la sonrisa al escucharlo. – Tiene toda la razón del mundo… -  dijo para mirando la reacción de Kyoshiro  mientras se acercaba al grupo y se sentaba, con las piernas cruzadas, en alguno de los huecos que vio.

Dejó ambas espadas delante de él y cerró los ojos permaneciendo en silencio.

Con los guantes colgados al cuello, nada mas entrar al gimnasio no puede evitar alucinar con la calidad de esas instalaciones. Aquí se maneja mucha pasta piensa Phill, observando todo el gimnasio con mas detenimiento su mirada se detiene en aquellos sacos de boxeo de color metalizados guantes metálicos para sacos metálicos, es muy simple ¿que me dices? Le damos ya el primer golpe o hacemos lo que dice don estirado dice susurrando a sus guantes.

Mientras susurra a sus guantes se descalza de aquellas viejas y sucias deportivas que a tantos sitios les había acompañado. Dejando las deportivas en el primer sitio que viese oportuno, Phill con unos calcetines blancos y horteras, sube al tatami, aun con su mirada fija en aquellos sacos duda entre si hacer lo que el profesor dice o darle un golpe a los sacos.

Tranquilícese mi lady

Escuchas la voz de tu arma

Estaré con usted

La disciplina es la base de todo entrenamiento, con esa forma de pensar, nunca estarás a mi altura, niño

Pese a que no posee un rostro, o eso dirías, estas convencido de que cuando te ha llamado niño, sonreiría

Todo a su tiempo

Consigues sentarte al lado de Yuki, y a tu otro lado no hay nadie mas, estas casi en una esquina, entre Yuki y la pared

Mi nombre? Antiguamente era conocida como Kokoro no Ryu

Pero puede llamarme como guste, maestro

Erika se habia sentado junto a Yuki y a su lado no ahbai nadie, le mira de rojo y le dedica una sonrisa, a fin de cuentas era una chica y sobretodo estaba empezando a coger confianza con ella, le parecia una chica bastante amable y simaptica, asi pudo sentirse algo mas tranquila mientras se concentraba en lo que le habian dicho mientras piensa.

- Supongo que tengo que pensar en mi poder...supongoq ue sera relacionado con mi inteligencia no?

Finalmente todos acabáis sentándoos y me dispongo a hablar

Cerrad los ojos, poco a poco id vaciando la mente de pensamientos

Se que es difícil al principio, pero intentadlo

Id disminuyendo poco a poco vuestra respiración, hasta que no sea mas que un susurro, como si fuera el viento que mece las hojas de un árbol

Visualidad las ramas de un árbol moviéndose al son del viento, y como todo va volviéndose oscuro, como todo esta siendo rodeado por la nada

Tenéis que encontrar, aquello que queda después de que todo haya desaparecido, aquello por lo que aun queréis seguir adelante, aquello que os da fuerzas para despertar al día siguiente