Partida Rol por web

Conforme seguís acercándoos a esa roca flotante comienza a distinguirse las cosas mejor, y veis sobre ella, lo que a todas luces, parece casi una ciudad entera, pudiendo distinguir entre todos los edificios, uno mas grande que el resto, que claramente parece una especie de instituto

Lo que mas os llama la atención, es que no veis ningún tipo de motor en esa roca, no veis ni escucháis nada aparte del motor del autobús, como diablos flotara?

Conforme seguís acercándoos a esa roca flotante comienza a distinguirse las cosas mejor, y veis sobre ella, lo que a todas luces, parece casi una ciudad entera, pudiendo distinguir entre todos los edificios, uno mas grande que el resto, que claramente parece una especie de instituto

Lo que mas te llama la atención, es que no ves ningún tipo de motor en esa roca, no ves ni escuchas nada aparte del motor del autobús, como diablos flotara?

Mientras nos acercábamos a la roca flotante, estaba mirando por la base de la misma, esperando encontrar el aparato que estaba manteniendo en el aire la colosal roca, pero para mi sorpresa no pude ver ningún tipo máquina en la base de la roca, no tampoco ningún ruido que indicase que hubiese maquinaria alguna funcionando. "No puede ser que este sostenida en el aire poque si" me dije, mientras me acercaba poco a poco a la parte frontal del autobús para tener una mejor vista, pero ni desde ahí fui capaz de apreciar nada. Sorprendido a la vez que intrigado le pregunté al conductor "¿Cómo es capaz semejante roca quedarse suspendida en el aire, sin maquinaria aparente de por medio?"

Las palabras de Yuu hacen surgir en mi al detective Conan que llevo dentro. Es imposible que no haya ninguna maquinaria que haga funcionar esto y yo tengo que descubrirla. Sin duda esta es una misión digna del gran detective japonés Azumamiya Kaoru.

Frunzo el ceño y pongo una mano sobre las de Yuki, todos los detectives necesitan un ayudante y tal vez ella quiera serlo. Yuki, debemos descubrir este misterio, tu serás mi doctora Hasegawa y yo tu Azumamiya Sherlock, nadie podrá detenernos muajajajajajaja.

Consiguiendo ver esa roca flotante no puedo evitar abrir la boca mientras pienso esto es mucho mucho mas raro de lo que me había imaginado

Chad suspira aliviado. A parte de la sorpresa aún latente de que se encontraban volando en un autobús, lo cual el resto de sus compañeros habían tomado con naturalidad y algunos con humor a diferencia de él, dejó en segundo plano ese hecho y decidió ver el lado positivo, por fin habían llegado a la academia. Tenía muchísimas dudas en la cabeza, pero todo se fue diluyendo como si de tinta sobre papel mojado se tratase cuando sus auriculares le hicieron llegar Oasis - Wonderwall. 

El joven se limitó a no moverse del asiento y esperar con toda la calma que su cuerpo le confería, que era más bien poca, a que llegasen al punto de destino.

Finalmente, los autobuses alcanzan esa enorme roca flotante, viendo claramente una enorme plaza frente al que parece el instituto, veis algún que otro autobús mas en el suelo, y bastante gente andando en la plaza sin saber bien a donde ha de ir o que ha de hacer, vuestros respectivos autobuses aterrizan, y la puerta se abre

Podéis bajar

Dice el Conductor del autobús

Ya hemos llegado

Parece que la gente no te hace demasiado caso, están demasiado nerviosos, demasiado confusos, sin saber bien que hacer, parece que todos son nuevos como tu

es entonces, cuando desde la distancia, ves acercarse a varios autobuses mas, y ahí puedes ver, como, mientras aterrizan en la plaza, al lado de los otros, que, en sus laterales, parecen tener como alas, las cuales, se pliegan desapareciendo dentro del mismo al aterrizar, y que, el tubo de escape del autobús, estaba echando directamente fuego

-...Diría que gracias por el viaje, pero estaba haciendo su trabajo no prestándome un favor, así que buen trabajo, señor.- le dijo al conductor mientras se incorporaba del asiento enderezando la espalda para parecer más alta, usando un tono educado pero carente de entonación.

Bueno, es una forma de darle las gracias, se consoló su yo interior.

Bajó del autobús con pequeños saltitos y, una vez pisó tierra firme se alisó las tablas de la faldita con el dorso de la mano, comprobando que no hubiese ninguna doblez que pudiese mostrar algo indebido y se dirigió hacia el portaequipajes del vehículo volador, casi teniendo que entrar completamente a gatas para sacar de ahí su maletita con ruedas, tirando del asa hasta que cayó al suelo con un ruido sordo.

-Fiuf- suspiró dejando caer los hombros.

Bueno, ahora no hay marcha atrás así que coge aire y sé valiente.

Chad se da un par de golpes en los hombros, y se dispone a bajar del autobús. Le parecía realmente extraño que nadie se hubiese alterado ante el suceso del autobús volador. 

Una vez en tierra firme, se dirige al portamaletas, y rápidamente divisa la suya, aunque un poco escondida, la conocía bien debido a los constantes viajes realizados por sus padres, a los que él normalmente asistía obligado, aunque el trayecto que recorre su maleta viene a ser bien corto, pues una vez extraída de aquel enorme 'maletero' la deja caer pesadamente sobre el suelo para extraer un libro un poco enjuto y roído, con una fea portada grisácea y unas letras de tonalidad rojiza. Sin tan siquiera cerrar la cremallera de la maleta, la utiliza a modo de asiento. Acto seguido da un par de palmaditas al bolsillo de su chaqueta, para sacar una pitillera color plateado, la cual también se encontraba en bastante mal estado, acorde al libro. De la pitillera extrae un cigarro, pero aún con el viaje seguía en un perfecto estado.

Se coloca el cigarro en la boca y busca el encendedor, que se encuentra en el bolsillo de su vaquero. Lo saca y enciende su cigarro. Quizá fuese indebido para algunas personas, o quizá provocase cierta controversia, pero venía dándole lo mismo a Chad.

Por los auriculares fluía The Offsprings - Starting at the sun lo cual animaba bastante, sobre todo después de haber escuchado In my veins - Andrew Belle, quizá eran pocas las canciones tristes que tenía en el MP3, pero venían a ser bastante buenas.

Hasta el momento no se había percatado de la gente, pues no había bajado mucha, pero una de ellas ya había cogido también su maleta, aunque por su complexión parecía que iba a costarle incluso el arrastrar de su propia maleta. Pese a que la cortesía no estaba dentro de sus cánones, era mejor empezar con buen pié en aquella carcel a la que había sido recluido.

Cerró su propia maleta y la cargó en su hombro. Era bastante pesada, una maleta marrón cuadrada que difícilmente se podía portar debajo del hombro, pese a esto hizo un esfuerzo y se dirigió con ella a cuestas hacia la joven. 

- Mmmmh... - Dice, dubitativo a un par de pasos de ella, se para a sí mismo y se huele la muñeca, que tenía un dulce olor a sandía (Manías). - ¿Necesitas ayuda? - Dice, sin mostrar mucho interés en sus palabras, pero alarga su mano para que ella le de la maleta, y se quita uno de los dos auriculares, por los que ahora estaban sonando Martín 'Uoho' Antón y Roberto Iniesta, con su grupo Extremoduro - Esclarecido. No era muy amante de la música española, pero prácticamente tenía un dominio absoluto del idioma. 

Giró el rostro quedando de perfil al muchacho, mirándole de soslayo durante un par de segundos antes de volverse hacia él vacilante, como si dudase entre responderle y salir corriendo dejando atrás la maletita.

-...- bajó la mirada a la mano y desde la palma extendida hacia ella subiendo por el brazo hasta su rostro- Puede- reconoció- Era de esperar de una escuela de élite el tener a alguien que se ocupase del equipaje - sacudió la cabeza, iba a añadir "qué esperar de una academia que manda autobuses a por sus prestigiosos alumnos" pero claro, no podía decirlo con el sentido debido dado que los dichosos autobuses volaban.

Fuera como fuese, empujó la maletita hasta el chico, mirándole con cierta desconfianza.

-...¿Vas a ponerte a toser como si fueses a escupir un pulmón?- dijo mirando el cigarrillo aunque el tono más que despectivo era ingenuo, como una pregunta hecha por un niño pequeño.

-Lorelei- dijo de pronto, y, cuando la mirada violeta de la muchacha se encontró con la del ayudante fumador la retiró con rapidez abrazándose a sí misma cruzando los brazos por delante del torso y apoyando las manos en los codos- me llamo Lorelei.-añadió mirándole de soslayo asegurándose de que había entendido que era una forma de presentarse.

¡Has conseguido decir DOS veces tu nombre a una misma persona! Vale, quizá la primera vez no era lo suficientemente obvio... pero menos da una piedra.

Bajo corriendo del autobus entusiasmado arrastrando a Yuki-chan del brazo. Woooaa Yuki-chan. Esto es una pasada, no veo el momento de empezar a investigar contigo todos los misterios que hay aqui. Sin soltarla la llevo al maletero y saco nuestras bolsas, compruebo con especial detenimiento dos de ellas, son mis bolsas especiales y sin abrirlas compruebo su peso y su volumen para asegurarme de que no falta nada mientras miro desconfiado al resto.

Tras coger mis bolsas y las de Yuki apenas veo bajo tantas cosas por lo que voy tropezando con todos los presentes hasta acabar cayendo sobre otro chico no menos cargado que yo. Me disculpo rápidamente haciendo varias inclinaciones de cabeza y me presento a el. Lo siento, soy Azumamiya Kaoru al ver su cigarrillo pongo mala cara y de un golpe se lo tiro para a continuación abrir una de mis bolsas especiales revelandole su contenido consistente en innumerables mangas y caramelos para darle uno. Eres menor de edad igual que nosotros, toma, esto es mas sano, dentro de unos años me lo agradecerás afirmo sonriendole convencido de que tengo toda la razón, ¿después de todo quien no preferiría un dulce caramelo de fresa a uno de esos rollitos de cancer?.

Después compruebo sin llegar a abrirla que la otra bolsa de cositas especiales esta en buen estado y la agarro muy fuerte para que nadie me la arrebate.

Una vez aterrizamos, antes de que me diese tiempo a salir, veo como un borrón pasa al lado mía a toda velocidad, y al girar la cabeza hacia atrás, ví que Kaoru y Yuki ya no están donde estaban hace un segundo "Cuanto entusiasmo" fue lo único que pude pensar de él. Salí tranquilamente del autobús para recoger mi equipaje del maletero y una vez este queda vacío, lo cierro, pues no me costaba nada "¿Hacia donde tendremos que ir ahora?" me pregunté a mi mismo, para justo después oir un el ruido de cosas callendose al suelo.

Cuando dirigí mi atención al origen de aquel ruido, vi sorprendiendome ya nada, a Kaoru, primero disculpandose ante otro alumno para después, en un fugaz movimiento, quitarle el cigarro que tenía el chico en la boca y tirarlo al suelo y ofreciendole un caramelo a continuación.

No pude evitar en ese momento hacer como el conductor del autobús y emitir un suspiro mientras me acercaba a al grupo, más que nada para seguirlos más tarde a donde tuviesen que ir. Una vez llegué con los demás, con un tono de disculpa, le dije al desafortunado dueño del cigarrillo "Disculpa al chaval, es MUY impulsivo, pero estoy completamente seguro de que lo ha hecho con las mejores intenciones en mente"

Chad sonríe a la joven cuando sus ojos verdes se cruzan con los violeta de ella. Acepta de un poco mejor humor la maleta hasta que un chico entra en escena y le tira su cigarro a parte de propinarle un empujón, que practicamente se encontraba consumido hasta el filtro, al suelo. Le dirige una mirada despectiva, y aprieta el puño de la maletita de la joven. - Empezar bien, hemos dicho empezar bien... - Asiente ante el comentario de Yuu.

Suspira y vuelve a centrarse en la chica. - Eh... no, yo no soy un botones. - Dice, y obvia por completo al chico que había tirado el pitillo, pasando por completo de sus caramelos, saca uno del bolsillo de su propia cazadora, desenrolla el caramelo y se lo introduce en la boca, para volver a guardar el envoltorio en su bolsillo. Pese al hecho del mal olor que provoca el tabaquismo, lo sobrelleva bastante bien con colonia y caramelos para el aliento, consiguiendo un agradable aroma.

- Espero no tener que escupirlo, todavía... - Dice, esbozando una sonrisa. Como no parecía un comentario jocoso decide responder de una manera cordial. - Lorelei. Es un nombre curioso - Cavila el joven, aún molesto por el estúpido chico. - Chad - Dice, y a modo de broma, y con la maleta aún en la mano, imita a Lorelei y coloca las palmas de las manos en los codos - Me llamo Chad - Se quita el otro auricular y deja Nirvana - Rape me sonando, mientras los auriculares durante un par de segundos realizan un movimiento de vaivén, pendidos sobre el cuello de una camiseta negra lisa.

Así que en ese momento se encuentra con un libro en la palma de una mano, en cuyo hombro también se encuentra su maleta y en la otra mano se encuentra sosteniendo la maleta de la joven. Una escena cuanto menos cómica.

- ¿Y ahora qué se supone que tenemos que hacer? - Dice, oteando el lugar, por el cual es encuentra muy perdido. - Supongo que esperar a que venga alguien a atendernos. - Dicho esto, vuelve a centrar la mirada a Lorelei, que se encontraba centrada en la persona que estaba al lado de ella, otra chica. 

-...-todo ocurrió demasiado deprisa y ahí estaba. Un entrometido que había derribado a Chad (y su preciada maleta) y que, no contento con eso, se dedicaba a darle sermones sobre la salud.

-Que cruz de gente- dijo con sencillez, el entrometido y el que lo disculpaba, sus rasgos eran parecidos pero al menos la educación de Lorelei le había enseñado a no ser tan... cargante a primera vista.

Ni cargante ni nada en absoluto.

-¡Ah!no...-por las mejillas se extendió un rubor apurado y negó con la cabeza haciendo bailar la melena oscura a su espalda-no pretendia insinuar que...-miró al trío de orientales y pensó en la imagen de "frialdad" que daban socialmente y las taras que ello conllevaba. Volvió a mirar a Chad y repitió su nombre en voz baja aunque audible, asegurándose de relacionarlo con su cara.

Se distrajo de nuevo mirando a su alrededor aunque captó la pregunta y la suposición.

-¿Tú crees?-preguntó dudándolo seriamente aunque dio varios pasos tomando distancia del grupo que se había acercado, poniendo discretamente a Chad entre ellos y ella... por si se les ocurría tener un accidente de nuevo o decidir sobre la longitud de su falda y tirarle de la ropa como una secta oriental del buen camino y la salud.

-...-No, definitivamente los grupos no son lo tuyo, Lorelei.

Sonrío al peligrís cuando se mete el caramelo en la boca aunque no puedo disimular mi decepción ante su elección de no probarlo, al menos lo ha guardado para después y eso me anima aunque no comprendo como no ha probado el mio, es un Flavour Explosión de edición limitada, lo mejor de lo mejor. Supongo que tal vez quiera guardarlo para una ocasión especial, si, debe ser eso, ¿si no que otra razón habría?

​Ves, el caramelo es mejor. Me acerco a el y le doy un codazo amistoso, acerco mi boca a su oreja y le susurro. Cuando beses a una chica me lo agradecerás.

Pongo a Yuki-chan entre el chico de pelo blanco, yo y la tal Lorelei y se la presento. Esta es mi amiga y ayudante Yuki-chan. En el autoaviónbus  hemos decidido hacer de Doctora Hasegawa y Azumamiya Sherlock para descubrir todos los misterios alienigenas que hay aquí Mami estará muy orgullosa de mi cuando salga de aquí con un ejercito de mechs alienigenas y domine el mundo. Esta claro que sin tecnología alien no podrían haber construido esto, tal vez hagamos amigos de otro planeta. ¿A que molaria? ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?. Je, sin duda se unirán al club que pienso formar en la Academia,aunque tengo que buscar un nombre ya que se me acaba de ocurrir ahora.

Vaya, a parte de propinarle un golpe nada más salir, ahora se decide por arrearle un codazo, aunque esta vez flojo, y darle un precioso consejo sobre la vida. Quizá no fuese tan imbécil, pero aún así no conseguía cogerle el gusto a aquel chaval. Saludó con la mano a la recién presentada y volvió a repetir su nombre el cual en bocas ajenas que no sepan pronunciarlo emite un sonido realmente terrible.

Por un lado quedaban ellos tres hablando, el yonki de los caramelos, Yuki y el que aún no había pronunciado su nombre, y ella y él a un par de pasos, haciendo el de barrera sonora con bastante poca utilidad.

Volvió a recorrer a la chica con la mirada. Realmente no había podido verla bien de cerca. Delgada y enjuta, parecía una muñeca de porcelana. Contrastaba bastante con la piel aceitunada de Chad, quizá por haber pasado bastante tiempo en zonas costeras durante el verano.

- Sinceramente, no sé qué hacer, la verdad es que el decorado es bastante bonito. - Dice, en tono jocoso, y enfocando la vista en los autobuses. - De todas maneras, siempre se puede aprovechar el tiempo. - Se lleva la mano al bolsillo y le ofrece un caramelo, que está sujeto entre la parte interior su dedo índice y su dedo corazón. 

Deja reposar las maletas en el suelo, ya que no parece que vaya a haber movimiento, pero cuando descuelga su maleta del hombro, se le cae accidentalmente el libro que estaba sujetando. Del libro vuelan un par de hojas, por las que raudo se agacha y coge con cuidado, aunque suponía que Lorelei había logrado ver. Sin levantarse, la mira y manifiesta. - Sí, a parte de destrozarme los pulmones, chocar contra otras personas y hacer a tiempo parcial de botones personal, tengo otras aficiones como leer y dibujar. Suele servir para matar el tiempo. - Expresa, a modo de razonamiento a aquellos dibujos hechos a carboncillo.

Sigo pensando que esto de buscar "tecnología alienigena" es algo que esta por muy fuera de el contexto que yo considero como realidad...Kao-chan- me solte con cuidado de su agarre apartandome un poco de la invación del espacio privado y personal de mi anatomia...no era nada agradable tener a una persona que solo estaba a 10 cm de distancia de tu cuerpo...incomodo y eso me impedia analizar a gusto.

Respondi el apreton de manos con una sonrisa serena en el rostro -Ignora el apelativo de "Doctora" puedes decirme con tranquilidad...Yuki, un gusto en conocerte, Chad.

Termine el saludo y cruzandome de brazos comence a observar a cada una de las personas presentes en la roca flotante... "Cada uno de estos estudiantes debe tener una personalidad y forma de actuar particular...pero a simple vista, dan la impresión de ser gente incomprendida, con un pasado oscuro...que claramente yo sacare provecho."

Me quede mirando fijamente a Lorelei por unos minutos...percatandome que se estaba escudando detras del cuerpo de Chad  "Hmmm ¿Miedo a las personas? Interesante"

-Aun así podríais avisar de que vamos a volar -comentó Alexandros al conductor mientras sacaba su equipaje. Lo llevaba con naturalidad, con un ligero esfuerzo la maleta grande, pero sin que le fuera la vida en ello, y cuando salió vio a toda esa gente que había fuera. Uno fumando hasta que otro se lo quitó de un golpe, y esperando ver como un puño volaba a la cara de ese chico se quedó quieto.

Y el puño no llegó.

Que gente más rara -dijo una voz en su cabeza- o quizás se parezca más a ti de lo que piensas -dijo otra poniendo en duda al pobre joven. 

No sabía si acercarse a ese grupo o no, parecían hablar de cosas de ese lugar como si lo conocieran, y no quería parecer estúpido así que hizo gala de lo que su "tío" llamaba, "sociabilidad pasiva". Se acercó con las cosas hasta una distancia prudente en la que estar cerca del grupo sin llegar a formar parte de él y se sentó en el suelo, con las maletas al lado mientras seguía pasando música de su reproductor.

Bajo del autobús con mis cascos puestos, mientras cojo mis maletas busco el mecanismo donde han incorporado el sistema de propulsión de vuelo.... era fascinante probar un autobús volador. Si ya hago locuras con la moto lo que puedo hacer con esto....

Observo a todos mis compañeros después, todos estaban confusos menos uno de ellos.... que de algún modo no hacía mas que examinarnos.