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SeaPunk Unleashed: El Creador de Mundos

Capítulo 1 ~ El gran hallazgo de Amira

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22/02/2023, 13:40
Narrador

Mirase a donde mirase, solo había agua. Una masa azul que se fusionaba en el horizonte con el cielo blanquecino. El navío no era demasiado grande, una alargada balandra de un solo mástil y un casco de un bonito color verdoso. No por nada su capitán la llamaba La Esmeralda del Mar. Y podía no tener más de diez personas trabajando en él, asegurándose de que todo funcionase como debía. Según prometía su capitán había navegado por todas las islas del Mar Oriental y Rivelselt era tan solo una parada más, una de las muchas que ya hizo. 

Amira se encontraba en la proa, en la cubierta del mismo admirando las monótonas vistas. Intentando discernir una isla entre tanto mar y cielo. Había dejado atrás varias islas donde trabajó por unos pocos doblonesy volvió a embarcarse para buscar, quizás, un negocio más rentable. Estaba claro que en cada puerto había un trabajo, pero alquilar su espada por poco dinero no estaba bien, necesitaba un buen contrato, uno que significase un antes y un después. Y había una desgracia peor, su botella de alcohol había pasado a mejor vida, ya no quedaba ni una gota en su interior.

Pero no todo podía ser malo. Hace pocos días la tripulación tuvo un golpe de suerte ya que lograron cazar un enorme monstruo marino de sabrosa carne. Al menos, Amira tenía su barriga llena y había comida de sobra para las siguientes semanas. El capitán Nivar le prometió que dentro de pocos días llegarían a Rivelselt. 

Notas de juego

1: Moneda oficial.

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22/02/2023, 15:15
Amira

Así que Riveselt, ¿huh?

Amira no recordaba haber estado allí antes aunque tampoco le importaba, después de todo escuchó por habladurías en un bar del último lugar donde estuvo que en la mentada isla había buenas posibilidades de encontrar un trabajo con buena recompensa pero solo si se tenía lo necesario para afrontarlo. Ya solo la promesa de dinero hizo que la piel bronceada de la aventurera se erizara, pero si ello conllevaba a un buen reto era ofrecerle el cielo.

De esa forma fue como se embarcó en La Esmeralda. A veces era todo un problema no tener un navío propio, pero las ganas de uno se le quitaban pronto de la cabeza a Amira solo de recordar los costes del posible mantenimiento, la tripulación y los permisos. Demasiados problemas para alguien que a veces debía abandonar una isla a toda prisa tras causar alboroto.

Pensando en ello la que iba recostada dio una profunda inhalación que hizo invadir a sus fosas nasales con la brisa salada de sus alrededores, después exhaló apesadumbrada. Había líquido por doquiera que mirase pero nada de eso servía para devolverle la vida a su amiga, esa botella en su diestra. ¿Cómo quería la vida que se saciara solo con agua?

Ya cercana a la desesperación Amira se levantó echando las piernas hacia arriba y luego hacia el frente, enseguida sacudió el polvo de sus pantalones y se acomodó la suerte de top que apenas contenía sus pechos. Al hacer dicho esfuerzo se fueron marcando naturalmente todos los músculos involucrados que en ella eran bastante obvios de por sí.

Capitááááán… ¿cuántos son pocos días? Aquí no puedo hacer nada y tampoco consigo relajarme sin una buena bebida, ¿no tendrá algo en su bodega que me pueda dar a crédito? —tras levantarse se acercó hacia donde estaba el dichoso Nivar dejando que el viento húmedo jugara amablemente con su largo cabello blanco, sin embargo por femenina que fuera su voz o despampanante que se viera las peticiones de Amira coincidían mejor con las de un viejo marineo ebrio.

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22/02/2023, 21:49
Nivar Veton

El capitán del barco destacaba sobre una tripulación basada principalmente en humanos. Su altura e imponente corpulencia le hacían resaltar, pero aun más el hecho de que era un acuátido cetácido con rasgos de orca o algo semejante. En ese mundo era difícil clasificar a las razas. Su figura oscura denotaba una piel lisa y suave, no escamosa, pero su importante musculatura endurecía esa faceta.

Salió del interior de su navío agachando la cabeza por la pequeña puerta. Su sonrisa parecía especificar que nunca tenía miedo, y eso ayudaba a su tripulación. Antes de llegar donde Amira ayudó a varios de sus jóvenes grumetes con los aparejos del barco. Era también conocido por un buen corazón.

Pocos días son pocos días —soltó una carcajada estruendosa, en cierta manera se parecía a la chica que estaba transportando en su barco— Quizás mañana o pasado, según el viento, divisemos tierra. Hemos estado capeando el mal tiempo para evitarlo, eso nos retrasó unos días... es lo que tiene la mar, es azarosa.

Nivar Veton se apoyó sobre la borda de babor y miró el océano frente a él. 

Llevo toda una vida sobre este barco y siempre llevo algo de alcohol de reserva... —miró a Amira, sus ojos luego dibujaron toda la musculatura de la muchacha—. Pareces fuerte. Si me ganas a un pulso, te invito.

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22/02/2023, 23:20
Amira

Pocas veces había visto ella a una criatura humanoide y menos aún híbrida con un ser del mar. Para más inri el capitán parecía una mole rodeada de hormigas -sus tripulantes- y eso hacía que Amira se preguntara si en verdad el cetáceo necesitaba la ayuda de esas personas o no. ¿Qué tanto podría costarle a aquel levantar bultos pesados o incluso surcar el mar solo nadando?

Claro que esa era solo la perspectiva de la espada errante.

Según lo veía departir con su gente y demostrar por lo menos la relación atípica que tenía con ellos, la mujer bostezó mientras se rascaba la parte de atrás de la cabeza. ¿De verdad era tan bonachón pese a su aspecto que fácilmente podría imponer respeto hasta sin necesidad de actuar?

¿¡Mañana o pasado!? Rayos, no pensé que Rivelselt estuviera tan lejos… ahora realmente me siento afortunada de haberlos encontrado, si no probablemente me hubiera tardado mucho más —luego de reaccionar con sorpresa exagerada -casi infantil- la espadachina suspiró de nueva cuenta, esta vez solo por pensar en lo mucho que se alejaba de su hogar con cada nuevo trabajo. A pesar de todo ello también le daba fuerzas pues significaba que su área de acción crecía más, y con esta su influencia.

En su caso Amira no se recargó pues pensaba que de hacerlo podría caerse, pero sí que se quedó cerca del capitán que por donde se viera parecía hecho de puros músculos. —Pues sabe bien lo que hace. El alcohol es alimento indispensable —aseguró dándoselas de seria hasta que la propuesta hecha por el otro le causó una sorprendida reacción. —¿¡Habla en serio!? —y es que si bien le encantaban los retos jamás pensó encontrar uno tan atractivo allí.

Por mí está bien. Hace tiempo que no estiro los músculos y también viene bien tensarlos de vez en cuando, eso sí, no se contenga… —dijo casi bravucona al tiempo que endurecía la parte visible de su cuerpo. Así fue como progresivamente fueron “saltando” los pequeños cuadros en su plano abdomen al mismo tiempo que sus bíceps, tríceps y hasta los tendones de su cuello. No hace falta decir que Amira estaba muy orgullosa de su físico que por otro lado poseía pronuncias curvas que hacían un peculiar contraste con su fuerza.

¿Hay algún lugar que resista la presión? —preguntó con expresión retadora.

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23/02/2023, 00:46
Nivar Veton

—Rivelselt es una isla pequeña, pero con una ciudad grande y autosuficiente. El Imperio Mundial quiere meterlos en el saco, pero ellos se resisten. Quieren ser independientes —se encoge de hombros—. Y si, está algo alejada de las rutas típicas.

Soltó una risotada, se rascó la nuca y su rostro duro y masculino se ruborizó por las alabanzas de la joven al decir que tenía suerte de haberles encontrado. Hubo un silencio de pocos segundos en los que ambos miraban a la mar engullidos en sus pensamientos, pero el capitán Veton no se quedó callado mucho más.

—En fin, cada viaje nos aleja más de nuestro hogar, pero nos acerca más a nuestro destino.

Escuchó las palabras de la joven acerca del alcohol y el reto que le lanzó. De nuevo volvió a lanzar una estruendosa carcajada. No habían hablado mucho durante el trayecto, pero al capitán le empezaba a caer bien la mujer. Colocó los brazos en jarra, inflando su pecho y por consiguiente haciendo que sus pectorales ganasen bastante más volumen.

—Chica, reconozco que tienes un físico envidiable. Pero él mío es mejor —no podía evitarlo, su rostro se llenó de orgullo por su cuerpo—. Tengo una mesa regia en mi camarote, está hecha para que me soporte así que... no debería haber problema. Y no, no pienso contenerme. Aunque no te romperé el brazo...

De nuevo rio mientras caminaba hacia su camarote haciéndole un gesto a Amira para que la siguiese.

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23/02/2023, 18:26
Amira

¿Hm? Suena como una buena ciudad. No sé, yo siempre he admirado a quien se esfuerza por lo que quiere incluso si eso significa ir contra una gran fuerza, se me hace digno de elogios —respondió al tiempo que esbozaba una media sonrisa producto de la emoción que le dio imaginar la situación. Si eso era cierto, al fin y al cabo, significaba no solo la posibilidad de encontrar bastante trabajo en la pequeña isla, sino de que los encargos también fueran divertidos.

De la emoción pasó a un gesto más bien solemne cuando escuchó al capitán ponerse filosófico. No podía -ni quería- quitarle razón, después de todo Amira pensaba similar. Por ello la de cabello claro se limitó a asentir mientras ampliaba su sonrisa… aunque no tanto como las carcajadas que provocó después.

¿Mejor? ¡Ja! Que es grande no se puede negar, ni tampoco que se ve malditamente fuerte… pero yo no he sobrevivido a mis aventuras y trabajos solo por suerte, ¿sabe? —siguiendo en su línea de bravucona la morena se plantó frente al cetáceo y hasta imitó su posición, aunque en ella obviamente se vio distinta debido a las diferencias biológicas, como por ejemplo cuando infló la parte superior de su torso provocando que sus pechos casi partieran la tira roja que los cubría.

Entonces yo trataré de no romper el suyo tampoco, o su mesa… —bromeó antes de dar una amistosa palmada sobre uno de los gruesos brazos ajenos. Quizás Nivar era el capitán allí, pero en el corto tiempo que llevaban conviviendo más, la espada errante comenzaba a verlo como un camarada.

En cualquier caso lo siguió hacia el camarote curiosa por ver lo que le aguardaba. Durante el camino Amira se quitó el abrigo que llevaba dejando además ver cómo su espalda también tenía perfectamente marcados sus músculos que de momento brillaban bajo la luz del sol.

Ya tengo ganas de probar esa bebida... —descaradamente se relamió.

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24/02/2023, 00:01
Nivar Veton

Nivar no pudo evitar ver como el pecho de la joven Amira se inflaba casi doblegando la delgada tira roja que cubría una mínima parte de los pechos. Fue un movimiento provocador a la par que amedrentador, aunque al enorme capitán no pudo asustarle, al menos no de esa manera. De hecho, soltó otra carcajada por la personalidad de la chica. Sin duda se llevarían bien.

Bueno... supongo que debo darte las gracias por no querer romperme el brazo. Eso si, intenta no destruir mi mesa, ¡es muy preciada!

Nivar la llevó hasta su camarote, pequeño para alguien de su tamaño, aunque con techos altos. Era acogedor, algunas velas iluminaban la estancia, aunque con el sol de la mañana ya era suficiente. Un enorme mapa sobre la mesa, que retiró, mostraba el mundo entero; con el continente de Zen en el centro gobernado por el Imperio Mundial y un sinfín de islas alrededor, como si fueran muchos anillos. 

El capitán se sentó en su trono de gruesa madera y colocó el enorme brazo con forma de L sobre la superficie de una desgastada mesa. Hizo un gesto, invitando a Amira a sentarse frente a él y preparar su brazo. La comparación entre ambos era notable. Él poseía un brazo tres veces más grande, con un montañoso bíceps emergiendo del mismo y con la particularidad de que aun estaba relajado.

Espero que no se achante ahora, señorita Amira —sonrió enseñando su dentadura afilada, casi como la de un tiburón—. ¿Lista?

Notas de juego

Cuando respondas haremos la primera tirada ^^

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24/02/2023, 15:09
Amira

¡Lo intentaré! —aseguró la morena siguiendo su línea anterior.

Cuando entraron al lugar Amira no perdió oportunidad para echar una buena ojeada por los alrededores, después de todo aunque viajaba con ellos normalmente no tendría ninguna razón para entrar al camarote del mandamás y por ello la ocasión le producía especial curiosidad.

Ella era alta aunque no tanto como el cetáceo, de modo que el techo se le hizo más lejano; así mismo se sorprendió de que el musculoso no necesitara más espacio a lo ancho, ¿acaso no pasaba mucho tiempo allí?

Sin mayor reparo aprovechó para curiosear el mapa, sin embargo ya que sus conocimientos cartográficos eran escasos -por no decir inexistentes- fue realmente poco lo que pudo entender del documento más allá de lo obvio —¿Dónde estamos justo ahora? —así que preguntó a la par que señalaba el dibujo.

Independientemente de la respuesta -o de la falta de la misma- la atención de la espada errante se enfocó sobre el capitán pues aquello que los llevó allí estaba por empezar. Mientras sonreía emocionada la morena notó con mayor detalle todos los puntos físicos en los que el híbrido destacaba y por un instante hasta se perdió en las montañas que eran sus músculos, pero finalmente se acercó.

¿Achantarme? ¡Nunca! —aseguró con mirada de depredadora pese a solo tener un ojo funcional. Enseguida Amira tomó básicamente el pulgar de la mano ajena -de otra forma la suya se perdería- y asintió con una sonrisa de lado. Las diferencias físicas eran obvias, pero se estaba jugando su bebida…

Lista.

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24/02/2023, 23:40
Nivar Veton

Antes de que apartase el mapa, el capitán usó uno de sus grandes dedos para marcar donde se encontraban en ese momento. Estaban más allá del Gran Anillo de islas, pero no se adentraron en el Borde Exterior. El Gran Anillo, también era conocido como el Mar Anillo, era una franja marítima que bordeaba todo el Mar Imperial. Además, era el lugar donde más cantidad de islas había y donde el Imperio se preocupaba por mantener una influencia notoria. Según explicaba el capitán, era una corriente oceánica gigantesca en sí misma, que hacía que los barcos viajasen a gran velocidad. Por desgracia, a veces el Gran Anillo podía ser caótico, azaroso y peligroso. Por otro lado, el Borde Exterior era una zona oceánica más allá del anillo y donde el Imperio tenía menor influencia. Una zona más desolada y menos vigilada, donde peligrosos piratas pugnaban por el control.

Pero en fin, lo importante era el pulso y la bebida. Tras colocar el brazo sobre la mesa y escuchar las respuestas de la joven, éste se preparó de igual manera. Había una clara diferencia de tamaño, pero eso no intimidó a la mujer, que lejos de retirarse acobardada, le enfrentó.

—Tres, dos, uno... ¡Ya! —y el capitán empezó a empujar con su máxima fuerza, sin mostrar piedad alguna ante aquella muchacha. Su bíceps se infló de tal manera que ganó un consistente nuevo tamaño. Su piel suave pronto se tornó rígida y dibujaba líneas y cavidades que delimitaban los diferentes músculos de su brazo. Incluso, una vena coronó la punta del bíceps.

La mesa temblaba por el esfuerzo de ambos, parecía que de un momento a otro acabaría por quebrarse. Un candelabro viejo y oxidado bailaba hasta que se aproximó al borde de la mesa y se precipitó al vacío. Todo ello por la apabullante fuerza que ambos emanaban con ese duelo de fuerza. Si alguien entrase en aquella habitación sentiría la calidez de los músculos trabajando al máximo por una simple botella de alcohol. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Esto es una Acción Competitiva, básicamente consiste en dos tiradas enfrentadas y gana quien saque más. En este caso lanzamos 2D6 sumando los resultados, a lo que se le añade la suma de Fuerza + Físico. Quien saque más, vence!

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25/02/2023, 01:04
Amira

Tras agradecer la explicación Amira se quedó solo con parte de ella, pues la navegación seguía guardándole secretos que debía entender antes de poder grabarse algunos términos que utilizó el capitán. En cualquier caso pronto su mente se concentró en lo que habían ido a hacer allí: el pulso.

Ya de frente al cetáceo, la espada errante obviamente se sorprendió cuando lo vio hincharse tanto y tan rápido. Era como si su ya de por sí imponente estado normal fuese flacucho en comparación… ¿pero entonces cuánta fuerza realmente tenía aquel?

Mientras se preguntaba aquello la morena aspiró profundo, cerró sus ojos y luego los volvió a abrir demostrando que ni así se achantaría. Acto seguido sus venas comenzaron a saltar también, desde su cuello hasta su brazo ocupado pasando por los hombros e incluso sus pectorales, allí donde resaltaron el par de senos que una vez más retaron al aguante de su prenda superior.

¡WRAAAA! —gritó mientras todo a su alrededor parecía moverse como en una especie de pequeño seísmo. Aun así el poderío físico del capitán era algo implacable y muy a tomar en cuenta, eso sin contar que al estar tan cerca de aquella muestra de musculatura Amira se sentía extraña, como si un calor muy peculiar la recorriera.

¡AAAAAAAAGH! —volvió a gritar tratando de dejar su mente en blanco para maximizar su esfuerzo. Finalmente esto llevó a que sus propios músculos -ahora algo húmedos y por tanto lustrosos gracias a su transpiración- dieran todo de sí. Súbitamente se hincharon tanto que el capitán ya no era el único increíblemente fornido allí. Amira casi parecía su par de no ser por una estatura menor. El empuje de su parte fue bárbaro, pesado pero definitivo, tan así que la llevó a finalmente inclinar la balanza a su favor, no obstante tanto esfuerzo y súbito volumen también puso su top al límite y este terminó por estallar dejando que salieran libres sus voluminosos pechos morenos que fueron aún más obvios cuando la espadachina se desinfló

- Tiradas (1)

Notas de juego

Le puse "Sí" a desglosar y era "No", pero bueno, saqué dos 6 que + 10 da ¡22! XD

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26/02/2023, 14:19
Nivar Veton

El brazo de Nivar impactó con tremenda fuerza contra la mesa de madera, agrietándola y escuchándose un leve crujido. Quizás Amira había roto alguna fibra muscular pequeña, algún ligamento o huesecillo, pero nada realmente preocupante. El capitán se quejó del pequeño dolor punzante y no pudo evitar mirar a la mujer frente a él. Ignorando la altura, ella había conseguido durante unos momentos una musculatura que rivalizaba con él y todo tipo de cosas pasaron por la mente de Veton. Más aun cuando ese subidón físico acabó sometiendo a la tira rojiza que cubría sus grandes pechos. 

Oh... sus pechos señorita —dijo mientras apartaba la mirada con el rostro algo rojizo y el brazo todavía tumbado.

Ella tenía la mano anclada y el capitán no se movió hasta que la retiró. Se irguió y movió su brazo examinando cual podría ser la herida. Quizás fuese algo sutil, no parecía nada grave de lo que preocuparse. Y como era de esperar... soltó una gran carcajada mientras sus pectorales se hinchaban cogiendo aire. 

¡De acuerdo, has ganado por mucho! ¡Tienes una fuerza impresionante y agrietaste mi mesa, maldición! ¿Y ese subidón de músculos? ¡¿Me tienes envidia?! —de nuevo otra risotada ruidosa.

Se giró y abrió un mueble de gran tamaño donde escondía un barril que podía llegar a la cintura de Amira. Con poco esfuerzo lo abrió y llenó dos vasos con ron, ofreciéndole uno a la mujer. Él ni siquiera esperó, el diminuto vaso, hecho para humanos, era cogido con dos dedos y para él era como una hormiga. Las gotas de ron que le entraron por la garganta no fueron suficientes, y repitió varias veces.

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27/02/2023, 23:31
Amira

Amira se entregó totalmente al esfuerzo para ganar la codiciada bebida, tan fue así que terminó por no medir su fuerza y casi lograr lo que supuestamente no debía hacer. Por fortuna se detuvo unos segundos antes de pasar del punto de no retorno.

¿Mis… qué? —huelga decir que ella no se percató de su situación hasta que el cetáceo la señaló y quizás tampoco se hubiera avergonzado tanto de no ser por la reacción ajena. —¡Ah! ¡L-lo siento! —las palabras del capitán finalmente la empujaron a quitar su mano de encima de la ajena para acto seguido llevar el brazo hacia sus senos y así cubrirlos con más o menos éxito, ello mientras su rostro bronceado por el sol se enrojecía rápidamente. —P-pasa cuando mi fuerza estalla —intentó justificarse.

La espada errante encontró un poco de calma cuando el tema cambió. —No quería romper nada, disculpe… pero es que no lo pude evitar —confesó —¡No es envidia! Es, ¿cómo decirlo? Sus músculos se ven muy fuertes y duros, parece que siempre están a punto de estallar y la verdad… son llamativos —agregó poco después ligeramente ruborizada aunque sin dejar de sonreír. —Ser fuerte es una de las mejores cosas de la vida —luego aseguró.

Pero debía llegar el momento del premio y cuando vio el barril Amira se olvidó de todo lo demás. Como niña sus ojos brillaron de ilusión mientras que su boca salivaba más bien como la de una bestia salvaje. ¡De eso era de lo que estaba hablando!

Obviamente la morena tampoco esperó y como si de nuevo quisiera competir con el capitán fue bebiendo casi a su misma velocidad siendo la única diferencia el tamaño de la mano de cada uno respecto al vaso. Claro que consumir ron a tal velocidad pronto le subió los ánimos más de lo que ya estaban y en uno de los momentos en que esperaba una nueva servida de pronto rio fuerte. —¡Me acabo de dar cuenta que sigo sin echarme nada encima para cubrirme, ja, ja, ja! Capi, ¿no tendrás uno de esos pañuelos de pirata o un trapo largo? Si salgo de aquí así los otros pensarán que vinimos a echar algo más que un pulso, ¡JA, JA, JA! —comentó antes de darle un par de palmadas al cetáceo híbrido en uno de sus musculosos brazos.

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28/02/2023, 13:33
Nivar Veton

Claro... eso nos pasa a todos... —dijo el capitán en respuesta a que a todos revientan la ropa cuando sus músculos crecen. En parte era verdad, si la ropa era más pequeña y el cuerpo crece acaba estallando. Pero en sus palabras había algo de vergüenza, no esperaba ver a la chica desnuda.

Cuando ella alabó los músculos del capitán, éste no pudo evitar sentirse halagado al respecto. Sonrió orgulloso y realizó una pose de doble bíceps realmente espectacular. Sacó pecho arqueando su espalda, introdujo el abdomen hacia dentro resaltando aun más su pectoral y levantó ambos brazos lentamente, uniformemente. Cuando flexionó ambos bíceps saltaron hacia arriba con un pequeño efecto sonoro incluido: ¡PAM!. 

El endurecimiento del músculo se remarcó en la suave piel, parecía como si hubiese rocas bajo ella, e incluso se dibujaba un pequeño montículo sobre el bíceps, como una ampliación del mismo. Nuevamente, una vena serpenteó todo el bíceps desde la base hasta la punta.

Supongo que es la genética de mi especie y el duro entrenamiento —respondió—. Al final todo depende de cuanto entrenes, ¡pero he visto cosas sorprendentes ahí fuera! Y si... ser fuerte es de las mejores cosas. ¡Amo mis bíceps!

Soltó otra risotada estruendosa que hizo retumbar el camarote. 

Pero llegó la hora de disfrutar del alcohol. La mujer empezó a beber a la par que el capitán y tenía un sorprendente aguante. Sin embargo, seguía desnuda, un detalle que pareció olvidar por completo. Cuando se percató de ello, el capitán le lanzó un trapo rojo con el que podría cubrir los grandes senos.

¡Seguro que mis hombres ya lo están pensando! —volvió a soltar una carcajada—. Pero viendo lo visto... ¡si hiciéramos otra cosa mi camarote no lo soportaría! ¡Aquí hay demasiada fuerza!

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28/02/2023, 23:55
Amira

Acorde a toda la curiosidad que había demostrado, la de piel morena se vio inmediatamente interesada cuando el cetáceo comenzó a posar. Aquello era algo que no podía evitar, al fin y al cabo, en especial cuando los músculos ajenos comenzaron a resaltar de una forma que no se veía como nada que ella hubiese atestiguado antes.

Por su parte Amira era fuerte, pero tal y como quedó claro con lo que acababa de suceder, sus músculos parecían como dormidos o por lo menos en reposo la mayoría del tiempo. Su volumen venía con el esfuerzo y no de manera tan natural como en el caso del dueño de aquel barco y por lo mismo la emoción volvió a llenar su ojo rojo siguiendo las venas resaltadas del ajeno.

Pues esos sí que son buenos genes —señaló. —Yo no puedo dejar de entrenar ni un día, solo así soy capaz de lograr cosas como lo de hace un rato —sonrió dejando que uno de sus bíceps resaltara aunque no tanto como la muestra que acababa de tener lugar, además con su otra extremidad continuaba cubriéndose los pechos.

Solo el alcohol le quitó la vergüenza o más bien la hizo olvidarla, pues mientras bebía Amira iba dando paso a una mayor desinhibición que más pronto que tarde la dejó en topless de nuevo. Sin ropa allí arriba la espada errante hasta se veía cómoda pues podía respirar bien, eso sin contar que era capaz de estirarse y de moverse sin problemas o inconvenientes más allá de sus mamas ladeándose acorde a la gravedad. Por suerte la firmeza que tenían en general los músculos de la morena ayudaba en ese sentido.

¡Como se esperaba del capitán! —bromeó al tiempo que se ataba el trapo de una manera que visualmente resultaba bastante similar a su perdido top, eso sí, por mucho que riera se le podía notar un poco decepcionada quizás por perder la libertad que se mencionó. Por otro lado la respuesta del cetáceo primero la hizo ruborizar. —Ja, ¿me estás diciendo que eres igual de intenso en esas cosas que en los pulsos?, ¿acaso las hembras de tu especie son tanques o algo así? —luego sin embargo bromeó, pues la sola idea de imaginarse el acto como lo describía Nivar parecía haberle divertido hasta cierto punto.

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01/03/2023, 23:57
Narrador

El alcohol hizo que ambos perdieran la vergüenza, es una de las facultades que tenía la bebida. Pasaron un tiempo hablando de sus cosas, incluso de conversaciones algo subidas de tono, como el sexo entre los de la especie del capitán. Quedó claro que no todos eran como él, había tanta diversidad como humanos en el mundo, y el sexo no se diferenciaba mucho del practicado por dichos humanos.

Había alcohol para rato, se podrían haber llevado un buen rato bebiendo y disfrutando. De hecho lo hicieron. Pero varios golpes secos les despertó de ese momento de buen compañerismo. Uno de los grumetes del capitán llamaba a la puerta, se pudo escuchar su voz solicitar permiso para entrar. Al parecer tenía algo que contarle.

Rápidamente el capitán se recompuso y aseguró que la joven frente a él se hubiese cubiertos los grandes senos. Aclaró su voz y permitió a su muchacho entrar. No parecía alterado, más bien su rostro dibujaba una extraña sensación de confusión y algo asombro. Hizo un gesto señalando hacia fuera, habían encontrado algo flotando en el mar hasta que chocó con el casco del barco. El capitán tampoco comprendía que se podrían haber encontrado, así que curioso salió el primero, seguidos de su tripulante y la espada errante Amira. Sobre la cubierta, media docena de hombres se arremolinaban sobre una botella de gran tamaño con una extraña ornamentación de un tigre níveo. Un trozo de papel pegado dejaba entrever unos caracteres en un idioma desconocido, y en su interior un líquido azulado de procedencia ignota. Sin duda parecía uno de esos elixires de los que tanto habla la gente...

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02/03/2023, 20:07
Amira

Amira aprovechó la ocasión para hablar de cosas casuales porque pocas veces conectaba así con otras personas. Ayudaba que Nivar fuese risueño y desenfadado, así como aquella especie de entendimiento a través de la fuerza que habían desarrollado con el pulso. Por supuesto el alcohol también sirvió bastante.

Curiosa escuchó sobre el peculiar tema, aunque para su sorpresa las diferencias de su hacer no eran tan notables como las físicas. Por un momento pareció ligeramente decepcionada debido a ello, pero entonces fue que se vieron interrumpidos en su departir por el grumete.

Viendo que había llegado la hora de dejar de beber la morena también gruño un poco pero al final se levantó. Tras secarse los labios con el dorso de su brazo se acomodó el top improvisado que ahora tenía y a pesar de todo siguió curiosa al capitán y al otro, pues parecía que algo interesante estaba sucediendo o por suceder.

Cuando llegaron a la cubierta aprovechó que los otros tripulantes no eran tan enormes como el cetáceo híbrido y así pudo ver por encima de sus cabezas. Al inicio no comprendía exactamente lo que estaba sucediendo hasta que uno de los hombres mencionó algo sobre un elixir. ¿En verdad se veían así? A ella le habría parecido una botella carísima llena con algún licor especial; de pensar en ello incluso se le hizo agua la boca.

¿Pero solo llegó al barco y ya?, ¿creen que se haya caído de otro o que alguien la haya arrojado a propósito al mar?, ¿y si es signo de un naufragio? —preguntó ya que todo eso le parecía tan extraño como intrigante, sin embargo se abrió paso entre los hombres utilizando su fuerte cuerpo para apartarlos “cuidadosamente” mientras caminaba y finalmente llegó bastante cerca de la gran botella.

Me gusta ese tigre, le da personalidad y hasta hace que parezca algo peligroso, ¿no lo cree, Cap? —dijo mientras sonreía de lado. Para ese momento ya no parecía tan ebria.

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03/03/2023, 01:24
Narrador

Uno de los grumetes del barco giró su cabeza y miró a la atractiva Amira. Asintió ante su primera pregunta, pero tenía algo que añadir.

—Chocó contra el casco, estaba flotando por la mar. De normal no habríamos escuchado nada, pero las aguas están calmadas y el sonido era repetitivo. Así que cogimos una red y lo subimos. 

Los hombres y mujeres que trabajaban en aquella embarcación comenzaron a apartarse por la imponente musculatura de la mujer, ganándose una primera fila fácilmente. No obstante, nadie se quejó, no fue tan agresivo como para ello. Examinar la botella era algo inquietante, sobre todo con el rumor de dichos elixires detrás. Todos habían oído hablar de bebidas mágicas que otorgaban poderes, muchos decían, incluso, que habían mercados donde se vendían. Elixires demoníacos, poderes otorgados por algún dios oscuro, según la Eclesia y la Santa Inquisición. 

—¡Se dice que quien bebe un elixir obtiene poderes increíbles! —dijo uno de los marineros, sin atreverse a coger la botella. Otro le siguió, y otro más. Pero ninguno se atrevía a coger la botella. Hasta que una enorme mano azul oscura la agarró sin miedo alguno.

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03/03/2023, 01:30
Nivar Veton

—La guardaré, o al menos la pondré a buen recaudo hasta decidir que hacer con ella.

En comparación con su mano, la botella era pequeña y quedaba ridícula. Pero no era ridículo la leyenda, los cuentos y rumores que circulaban en torno a esas estrafalarias botellas. Todos escucharon las palabras de la espada errante, asintieron de acuerdo con ellas, incluso alguno soltó una risotada.

—Si, es bonita, es cierto. ¡Pero también peligrosa! Podría ser un problema si alguien nos ve con esto...

Notas de juego

Puedes, si quieres, quitarle la botella de la mano con una tirada enfrentada de Dinamismo y Batalla.

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03/03/2023, 23:45
Amira

Puede entonces que sea cosa del destino —observó la tuerta acentuando el tono ominoso de su voz respecto a lo que dijo uno de los grumetes. Claro que estaba exagerando -quizás incluso jugando-, pero lo que no fue broma fue el interés creciente que Amira demostró hacia la botella.

No solo se veía imponente como dijo, sino que también estaba esa insistencia en las leyendas que parecía haber entre la tripulación. Obviamente la morena musculosa jamás había visto un elixir ni alguien que hubiese bebido de uno, pero la expectativa ardía con fuerza en ella.

Amira, pues, quería poder. Ser tan fuerte que perseguir retos cada vez más grandes fuese una posibilidad; llevar sus espadas a la cima y una vez allí conseguir tanto dinero que su familia jamás volvería a sufrir de pobreza. Aquellas necesidades resonaban en ella.

Tal vez debido a lo anterior -y como un irónico reflejo de lo que dijo-, cuando el capitán cetáceo tomó la botella según él para guardarla, la de cincelado físico se movió sin pensarlo y con una rapidez comparable a la de un felino buscó arrebatar el elixir de la inmensa mano ajena.

Para ello los músculos de sus piernas se hincharon tanto como otrora hicieron los de sus brazos. Apretó las nalgas y flexionó las rodillas para finalmente impulsarse como un rayo moreno. Quizás entonces estaba siendo muy atrevida y confianzuda de cara al capitán que la había acogido… pero en la vida había que correr riesgos.

¿Puedo verla más de cerca? —para rematar dijo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Juro que no truqué mis dados (?).

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04/03/2023, 22:40
Narrador

La espada errante voló hacia el capitán y con un rápido movimiento le arrebató la botella de sus enormes manos. Luego aterrizó a pocos metros de él, bajo la atónita mirada de todos los operarios del navío. El capitán Veton no lo vio venir, fue tan sumamente veloz que era imposible reaccionar. Ni siquiera dijo nada, se vio abrumado por la, para él, pequeña y musculosa mujer. Por otro lado, los grumetes más avispados quedaron asombrados por lo sucedido, los más torpes ni siquiera sabían que había pasado.

Amira tenía entre sus manos una botella de cristal bastante grande para lo habitual. Su capuchón tenía la forma de un fiero tigre blanquecino y en su interior albergaba un líquido azulado centelleante que desprendía discretos truenecitos aquí y allá. Sin duda era un elixir muy llamativo, y su botella era preciosa. 

Bajo la atenta mirada de todos, incluido el capitán, Amira debería tomar una decisión...

Notas de juego

Impresionante tirada, a tus pies jajajaja

Te he añadido beneficios por el Crítico, como en la tirada anterior que decidiste inflarte a músculos. En esta ocasión son: logras que el capitán no se enfade contigo por robarle la botella, e intimidas a todos para que nadie intente quitártela.