Partida Rol por web

Vuestro post, lo correcto sería que comenzara Brandán, en caso de que desee ser encontrado.

Brandán se quedó unos segundos clavado en el sitio, y con varios volúmenes en la mano, al ver la figura con tan extraño atuendo. Le trajo recuerdos del pasado...y recuerdos no excesivamente agradables. Miró en torno suyo, y vió que en la biblioteca había más gente, muchos, es posible, simplemente hubieran entrado huyendo de la lluvia del exterior. Sin embargo, ninguno parecía haber acompañado a aquel tipo, y mucho menos tenían el mismo aspecto que él.

Depositó los gruesos volúmenes en una mesa auxiliar con sumo cuidado. Seguro que Rosa, su ayudante, le reprocharía que estaba mezclando los ejemplares con los de otras temáticas que descansaban también en la mesita...le daba igual.

- Disculpe señor, ¿está buscando algo en concreto? -dijo tras acercarse en silencio por detrás, en un tono tal vez más brusco de lo normal, que se reflejaba también en su tensa postura. Esperó a que la figura se girase y le pudiera ver mejor el rostro, la mirada fija en aquel personaje.

Anne había llegado hasta la biblioteca. Se suponía que allí trabajaba Brandán, así que debería ser fácil de localizar. A unas malas, siempre podría preguntar por él a cualquier otra persona que trabajara allí.

Aquel lugar le gustó desde el principio; era silencioso. Había muchos susurros, pero en general, se respiraba tranquilidad. Al fin y al cabo, era complicado estresarse leyendo.

Dio un par de vueltas por el sitio, familiarizándose con el mismo, mientras buscaba a Brandán.

Al fin lo encontró. Lo tenía de frente, pero él se había parado con un hombre. Parecía ofrecerle ayuda, pero su lenguaje corporal reflejaba tensión. ¿Habría problemas?

La paciencia era una virtud. Tras tantos años machacándoselo, al final algo se le había quedado, o al menos procuraba tratar de seguir las enseñanzas recibidas. Por ello, optó por ojear los títulos de la estantería, a medio metro de Brandán y ese hombre, mientras los vigilaba de reojo. Siempre había que estar presta a echar una mano a un amigo.

El hombre se sobresalta, pero no llega a girarse. Con una voz grave, cazallera podriamos decir, te contesta: No gracias, solo miraba, puede seguir con lo suyo...

Al cabo comienza a andar hacia la puerta asegurandose de que no puedas verle, aunque no se fija en Anne, esta tampoco consigue atravesar el velo de sombras que le cubre.

Brandán se dispuso a ir detrás del hombre. No sabía que podía decirle, al fin y al cabo, no había hecho nada fuera de lo normal...Joder, ¿no te estarás emparanoiando tío?...Pero los recuerdos del pasado le amtrallaban una y otra vez la mente, no podía ser que se estuviera repitiendo la misma historia. Fue cuando se giró, dispuesto a ir detrás de la figura sin saber muy bien que excusa emplear cuando se encontró con otro personaje, esta vez más familiar.

- ¡Coño!...- al momento se dió cuenta, no sólo por los sonidos y miradas indignadas de algunos de los lectores que ocupaban las mesas anejas a las estanterías, que había alzado la voz más de la cuenta. De hecho, al otro lado de las estanterías, pudo ver como Rosa le apuñalaba con la mirada.- Quiero decir...coño....-rectifico susurrando, y relajando poco a poco su postura, pese a que no pudo evitar lanzar más de una mirada hacia la puerta por la que se había marchado aquel individuo.- bienvenida a mi humilde morada Anne, ¿qué te trae por aquí?

Trató de esbozar una de sus sonrisas marca de la casa, aunque le salió algo más forzada de lo habitual, tras la tensión experimentada segundos antes.

Hago Sentir el Wyrm al pasar junto a mi el tipo.

Al pasar junto a ella, Anne inspiró un par de veces, mientras le seguía con la mirada. Por unos instantes, su tercer ojo se abrió bajo el pañuelo que lo cubría; allí sería difícil que alguien se fijara en ello. Aún si quitar la vista de por donde iba el tipo, contestó a Brandán.

- Disculpa mis modales – susurrando – Ese tipo me escama. Venía a ver si querías ir al Museo al terminar tu turno. He visto en el “20 segundos” que hay una exposición interesante. – su voz es seria, muy distinta de su habitual tono alegre y amable; está claro que ella no ha bajado aún la guardia ante la presencia de aquel tipo, como si aún le estuviera dando vueltas a algo.

Brandán asintió ante la oferta de Anne. Sin embargo, había dejado de forzar la sonrisa ante la simple mención de aquel tipo.

- A tí también te ha producido ese efecto ¿eh? - dijo susurrando.- ¿Has notado algo?, ya sabes. - añadió, haciendo hincapié en ese "algo", como referencia al hedor del wyrm.- Pensaba quedarme un poco más hoy... - en realidad no era del todo cierto, pero la presencia de aquel tipo, y el interés que mostraba en buscar algo entre los tomos de las estanterías le hacía debatirse entre acompañar a Anne y dejar aquel lugar sin su vigilancia.

Volvió a dirigir su mirada hacia el lugar al que parecía dirigirse aquel tipo. Tranquilo joder, esta vez le has espantado, no puede ser lo mismo...Volvió a dirigir su mirada hacia Anne.

- De todas formas, llevo hechas horas extras por toda una semana, asi que puedo permitirme el lujo de salir una hora antes de lo previsto...y además, tal vez podamos hablar un poco más tranquilos de camino. - añadió, mirando en la dirección en la que se acababa de ir aquel individuo.- Espera un momento.

Sabía que Rosa se quejaría en una primera fase, que le haría pucheros en una segunda, y que acabaría cediendo en la tercera. Al fin y al cabo, todos sabían lo entregado que estaba a su trabajo, y no había habido jamás reproches hacia él, por lo que tenía claro que a poco que aludiera a unos quehaceres urgentes, no tendrían inconveniente en dejarle salir temprano. Y esta vez necesitaba realmente salir y eliminar esa extraña sensación de deja vú escalofriante que se mantenía como una bruma en torno suyo.

Tras unos minutos comprobó que, efectivamente, no se equivocaba...bueno, tal vez sólo en una cosa: esta vez Rosa no hizo pucheros. Regresó junto a Anne, con su chaqueta vaquera bajo el brazo.

- Negociaciones finiquitadas. Cuando quieras podemos irnos. -comentó, dirigiendo una última mirada hacia la zona de la biblioteca más escondida, su paraíso, y el rincón menos frecuentado por los lectores habituales.- Lo único, si no te importa...me gustaría volver en pronto, para echar un vistazo por aquí y que todo siga en orden.

Anne frunce el ceño, hablando en un susurro cortante, un susurro que sin llegar a ser una orden, dejaba claro que en su mundo no entraba la posibilidad de que Brandan no hiciera lo que le pedía.

- Wyrm. Da una excusa. Vamos tras ese.

Dicho lo cual sale tras el tipo, sin tan siquiera esperar a que Brandán vuelva de negociar con Rosa. ¿Dar explicaciones a los humanos? ¿Para qué? Nunca se entereban de que estaba pasando. No merecía la pena. Acabar con el Wyrm, sí.

Brandán se quedó susurrándole al aire cuando regresó de hablar con Rosa...Mierda con esta tía, ¡joder!

No le cabía duda alguna de que había salido tras aquel tipo...sin esperarle siquiera. Echó a correr sin hacer caso de las quejas y miradas de los presentes, y mucho menos de la mirada atónita de Rosa.

Salió al exterior bajo la llovizna a tiempo para buscar con la mirada a Anne, afortunadamente, había poca gente en la calle aquel día, por lo que podía ser fácil identificar a la contemplaestrellas con su pañuelo. Y obviamente sería la única figura corriendo como loca sin un paragüas, aparte de él claro. La putada es que para seguir una pista por el olfato necesitaba cambiar de forma, y allí, en mitad de la calle, no era el lugar más apropiado para ello.

Maldijo entre dientes y esprintó para ponerse a la altura de la figura de Anne.

- ¡Joder! ¡Ni siquiera me has dicho si has notado algo! - gritó antes siquiera de estar a su altura. ¿Que te pasa tio?, no quieres reencontrarte con tu pasado antes de esto?, ¿tienes miedo a que te asuste?...le repitió aquel molesto diablillo que tanta lata le daba en ocasiones en su cabeza. Apechuga y lánzate a la caza, si hay alguien que desea esa presa eres tú...

Apretó aun más la carrera, sin saber si estaba persiguiendo sólo una sombra de su pasado, o algo más tangible y real.

Aunque os habeis movido rapido, el extraño personaje también. Podeis ver como gira en la esquina de la calle que lleva en dirección al rectorado. Está a unos 50 metros y alejandose. No hay demasiada gente por esta calle, aunque la principal esta atestada y congestionada por el tráfico.

Activando Ojo Nublado.

Cuando comenzaba la acción las palabras empezaban a sobrar. Transformarse en lobo ayudaría a seguir el rastro con el olfato, pero la forma homínido pasaba más desapercibida, aunque ella llamaba la atención por su ausencia de paraguas y su pañuelo.

Al alcanzarle Brandán, siguió caminando, aunque le respondió en voz baja.

- Huele a Wyrm. Sepárate un par de metros, que no vea que le seguimos juntos. Vamos a ver a donde va. – tratando de seguir al individuo sin ser percibida.

Anne acelera el paso, separándose de ti. Notas como de pronto su contorno parece difuminarse un poco, o tal vez está encontrando los mejores sitios para pasar desapercibida, sea como sea, te cuesta un poco más que antes fijarte en donde está exactamente.

Brandán asintió ante las palabras de Anne. Lo que su inconsciente le había estado machacando desde el encuentro, y él, obstinadamente, había tratado de negar, le asaltaba ahora con toda la veracidad posible. Aun le quedaba la esperanza que no tuviera nada que ver con lo que se estaba temiendo, pero no iba a negar la posibilidad que estaba ahí. Y si ahí está, ¿qué cojones haces dándole vueltas? ¡Actúa de una vez, ostias!

Se separó de Anne un poco más, buscando la cobertura de los coches aparcados en la zona. tratando de dirigirse en sentido opuesto al de ella para rodear a la figura.