Partida Rol por web

El espiritu se gira para conversar de forma veloz y en susurros casi con los otros dos espiritus y se gira para contestar.

Tu respuesta nos satisface.

Tenemos otra pregunta. ¿Para que has venido hasta aqui en este momento?

Habibi asiente cuando la ondina le dice que su respuesta les agrada. Cuando ella vuelve a preguntar, el garou decide que no merece la pena andarse con subterfugios.

- John, el Guardián del Túmulo, acaba de enseñarme cada uno de sus rincones aquí en la umbra. Pasamos justo por allí - y señala la zona, - y os vimos. He venido respondiendo a mi curiosidad. John no me dijo gran cosa acerca de  Vosotros y decidí acercarme para presentar mis respetos. Como theurge, creo es lo mínimo que podía hacer.

Habibi sonríe. No está seguro de que su explicación signifique gran cosa para los espíritus pero, al menos, no podrán pensar que trata de engañarles. Ha abierto su corazón y desnudado sus intenciones ...confía en que sepan discernir la veracidad de sus palabras.

Los tres espiritus te observan con anteción.

La curiosidad es un gran bien, y puede llegar a ser una gran maldición. Todo tiene su anves y su reves, y tu debes tener cuidado de mantener el equilibrio. El garou al que llamas John posee un gran rabia inflamando su corazón y sus acciones y no tiene paciencia en absoluto para una conversación educada.

Adelante pués.

Los 3 espiritus te observan esperando algo.

Habibi entiende que el espíritu (los espíritus) le invitan a algo, pero ignora a qué. La alusión a la falta de paciencia de John le hace pensar que le invitan a mantener una conversación, quizás incluso a preguntar, pero no está seguro. Decide sentarse a la orilla del lago y recrearse en la belleza del entorno, respirar pausadamente...

"La respuesta debe estar en la paciencia" - piensa.- "Tranquilidad... ¡Este lugar resulta tan agradable!"

Tras unos momentos de mutismo, el garou prosigue:

- John dijo que se os consideraba útiles pero que no entendía el por qué. Creo que es a causa de vuestras palabras. En mi opinión, si resultais valiosos para el túmulo y el clan, es preciso escucharos y protegeros si fuera necesario - para un instante más entre profundas inspiraciones.- Apenas comprendo el mundo espiritual pero confío en poder contar con vuestra guía en el futuro.

Dicho esto, Habibi continúa sentado en una postura similar a la del loto, las piernas cruzadas, la espalda recta pero relajado. Inspira. mantiene el aire en sus pulmones. Espira ...y así una y otra vez. Cree que debe presentarse ante Madre Paula pero no quiere insultar al trío levantándose demasiado pronto, pareciendo demasiado impaciente.

Los espiritus vuelven a conferenciar entre ellos, al parecer por ahora Ondina es la transmitiente del consenso general.

Nuestra ayuda es dada con total libertad a todos los hermanos cambiantes que se acercan a nuestro rincón -dice mirando a los ojos del theurge, no obstante lo primero es la educación, y estás faltando a ella y a tu proposito original.

Se notaba que poco a poco Brandán conseguía ir soltándose, relajarse. Al cerrar sus ojos, los movimientos se volvieron más fluidos, su cuerpo liberaba tensión. Había algunos errores que corregir, pero ya habría tiempo de eso.

De momento, ya había probado un poco de lo que esperaba más allá. Parecía que era un buen momento para practicar las respiraciones y que viera a donde podía llevarle.

Al abrir de nuevo los ojos, Anne le sonría con amabilidad y serenidad.

- Lo estás haciendo muy bien, Brandán. Ven – indicándole una zona de hierba a los pies de uno de los árboles – Sentémonos. Te enseñaré unos trucos que te ayudarán. A mi, al menos lo hacen. – guiñándole un ojo – La respiración es uno de los pilares… - sentándose en la posición del loto, y señalando con la palma derecha hacia arriba un lugar frente a ella.

Sonrió con más confianza al recibir las palabras aprobadoras de Anne.

- Te hará gracia, pero me siento como un chaval que ha obtenido su primer notable...-dijo mientras se sentaba frente a Anne, sin saber muy bien a que atenerse, pero dispuesto a comportarse como el alumno modelo.- Respiración ¿eh?, apuesto a que esto puedo hacerlo bien.- añadió riendo.

La respuesta de la ondina sorprende a Habibi. ¿A qué se estaba refiriendo el espíritu? Por lo que el lupus sabía, estaba siendo sincero salvo por haber suavizado las palabras de John. El theurge se sintió turbado y fue consciente de que su desasosiego debía resultar más que evidente. Carraspeó. Parecía que se hubiese tragado un gato.

- Hermanos espíritus... reconozco que vuestras palabras me extrañan. Creo haber sido sincero en todo lo que he dicho y haberme mostrado respetuoso - se inclinó ligeramente en un gesto demasiado lupino para un ser humano - Os ruego me disculpeis si os he ofendido. Ahora me marcharé, puede que Madre Paula esté esperando mi regreso.

Habibi espera a la respuesta de sus interlocutores antes de regresar al plano físico y buscar a Madre Paula.

Los espiritus miran atentamente al theurge y le responden como a un cachorro.

Dijistes que venias a presentar tus respetos y no obstante no lo has hecho, por eso decimos que estas siendo un maleducado y faltando a tu proposito original. Si lo deseas puedes irte ya.

De un modo muy lupino, Habibi se muestra avergonzado. Quizás esté pasando demasiado tiempo entre los homínidos y está aprendiendo a dar las cosas por sobre-entendidas.

- Lo lamento, hermanos espíritus. No era mi intención ofenderos - añade.- Soy Habibi "Juega-con-Fuego", de la Tribu de los Caminantes Silenciosos, nacido entre lobos bajo el auspicio de la luna menguante. Mi intención no era otra más que mostraros mis respetos, como ya dije. Ruego me disculpeis, aún tengo mucho que aprender... - agacha la cabeza un poco más.- Ahora, debo marcharme, más por obligación que por vergüenza.

Se despide con un gesto respetuoso, tras adoptar una postura en la que su lenguaje gestual le hace mostrarse sumiso, una forma lobuna de recobnocer la superioridad de los alfas, la categoría de los que están por encima y el reconocimiento de su lugar.

Habibi retrocede en dirección a los urinarios. Quizás Madre Paula realmente le esté esperando con más interés del que él crea ...se ha retrasado bastante.

"Debo encontrar un modo de arreglar esto" - piensa.- "No puedo permitirme una mala reputación entre los espíritus del túmulo..."

 Al poco de comenzar los ejercicios de respiración, notas la mano de Anne en tu pecho y su voz susurrando en tu oído.

- Despacio… más despacio… así… Siente como mi mano sube y baja… bien, muy bien… ahora siente como tu propio pecho sube y baja… - notas que la suave presión que ejercía desaparece y ya tan sólo notas tu pecho subir y bajar – Bien, muy bien.

Percibes más que oyes como se aleja dos pasos y se sienta frente a ti, en la posición del loto. Al momento, oyes surgir de nuevo su voz, pero esta vez es un mantra. Oooooooooommmmmmmm

Al minuto más o menos de esto, notas como una paz se va adueñando de ti. La Rabia parece alejarse, volverse menos intensa. Es una sensación agradable, notar como esa Bestia que ruge en el interior de todo Garou es amansada hasta niveles que no conocías.

Brandán escuchó la voz de Anne en su oído: suave, muy suave...Mientras la mano permanecía en su pecho, guiándo su respiración. Fue una sensación curiosa: inicialmente el tener a la contemplaestrellas tan cerca le desorientó, no obstante el efecto relajante de sus palabras, y el propio efecto de su pecho subiendo y bajando le aisló de todo lo que sucedía a su alrededor. Perdió por completo la noción del tiempo, y, más aun, de lugar, sintiéndose en un espacio vacío, ingrávido.

Hasta que oyó la voz de Anne, aquel "Oooooooommmmm". Siguiendo más un acto reflejo que otra cosa, unió su voz al sonido.

Entonces, junto con la paz, notó el descenso del fuego ardiente que consumía a todos los suyos. Era una sensación extraña. Una sensación de aceptación y de paz que jamás había experimentado antes. Su pasión seguía allí, pero el fuego que la alaimentaba era más manso, menos intratable y rugiente...Se sintió desconcertado, pero extrañamente a gusto con esa sensación. Tanto es así, que se dejó llevar aun más, sin ganas de salir de aquel estado, hasta que Anne le señalase su final.

Como una sola voz el mantra era entonado. Pasados cinco minutos, la voz de Anne se fue apagando, dejando a Brandán continuar solo. Poco a poco, la paz que aquel sentía, fue difuminándose. La Rabia volvía poco a poco, como la llama que se avivada por una ligera brisa, hasta llegar a la normalidad. No había motivos para que aquella fuera intensa en estos momentos, pero ya no parecía amortiguada como antes.

La Contemplaestrellas continúa en silencio, esperando que Brandán vuelva, y acabe abriendo los ojos. Al hacerlo, ve como Anne le sonríe con amabilidad y dulzura, a la par que le pregunta.

- ¿Qué tal? ¿Cómo te sientes?

Poco a poco abrió los ojos, dejando que la luz entrase en el espacio oscuro y tranquilo en el que se había asentado. Así, los colores, sonidos y, poco a poco, la realidad entera volvió a él. Enfrente, Anne sonriendo. Aquella paz había desaparecido, pero los posos seguían allí, y ahora sabía que podía volver a ella cuando fuera necesario a través de esos ejercicios.

- Genial.-respondió a Anne sonriendo. Alzó la mirada y disfruto de la leve brisa, del calor del sol...joder, se sentía realmente bien. Entonces, empezó a reir- Mírame, parece que esté drogado...y no obstante, me gusta. Debo parecer ahora mismo uno de esos tios colgados del new age...-se puso un poco más serio a continuación.- Nunca había conseguido hacer dormir a la rabia hasta ese punto, ni pensaba que fuera posible. Por primera vez tengo al sensación de que soy yo quien tiene su cadena en mis manos, y no al revés.

- Jajajaja – ríe Anne suavemente – Me alegro de que te guste. Con el tiempo y la práctica, se puede llegar a calmar incluso más, gracias a la meditación. – sonríe pícara – La verdad es que esto sale más barato que las drogas – guiñándole un ojo cómplice – Bien, probemos de nuevo con los ejercicios. Ahora, a la vez que hacemos los primeros movimientos, trata de mantener la respiración como ahora. Llegará un momento en que tus movimientos se sincronizarán con tu respiración y verás como son mucho más fluidos. De hecho, todo tu cuerpo será fluido en ese momento. – le sonríe mientras se pone en pie – No te preocupes si tardas varios intentos en conseguirlo. Es tú primer día y lo estás haciendo maravillosamente bien. – alentándole con sus ánimos sinceros.

Brandán asintió sonriendo con confianza ante las palabras de Anne, mientras se incorporaba.

- Bueno, creo que me puedo acostumbrar a esto.- dijo, mirando a Anne, mientras adoptaba la primera posición.- Ójala mis anteriores profesores de gimnasio hubieran sido tan alentadores como tú, apuesto a que tendría músculos hasta en las orejas.

Tal y como Anne le había indicado, trató de aunar ambos ejercicios. Empezó con la respiración, y, una vez hubo adoptado el mismo estado de paz anterior, y sólo entonces, permitió que sus movimientos empezaran, siguiendo el mismo ritmo que cada inspiración y cada expiración. No se permitió juzgarse hasta que hubiera terminado, centrándose simplemente en ese estado de sosiego.

- Jajajaja Entonces deberías probar a dar clases con Jose. Es muy buen profesor. – parece que se le haya ocurrido una idea nueva – Oye, podríamos hacer un poco de máquinas juntos también. Si vinieras a las clases en el gimnasio de Jose, podíamos echar una hora de máquinas después. ¿Qué dices? A mi me vendría bien un poco más de músculo – guiñándote un ojo

Luego guarda silencio para observar tus movimientos, mientras que ella los realizaba para servirte de modelo. Cada tres repeticiones, añade una posición más. Tras cogerte por sorpresa las dos primeras veces, te preparas para las siguientes, expectante a la nueva.

Tras llegar a lo que calculas son unas 12 posiciones, parece que deja de añadir nuevas y continúa repitiendo una y otra vez las mismas 12. Eso te permite volver a centrarte en la respiración, que había caído a un segundo plano por la atención a las nuevas posiciones.

Una vez que vuelves a acompasar las inspiraciones en las pausas y expiraciones en los movimientos, notas que tu cuerpo se mueve con más armonía.

- Mmmm...No te negaré que llevo tiempo rumiando la idea.-se quedó unos segundos pensativos, congelado en medio de un movimiento.- El problema son mis horarios de trabajo. Pero confío que tal vez pueda aparecer esporádicamente en el gimnasio. Lo hablaré con Jose.-sonrió.- Me parece que en mi vida empiezan a agolparse los quehaceres: el gimnasio, estas clases, el trabajo en la biblioteca y mis intentos por alcanzar la gloria inmortal a través de mis creaciones.- guiñó un ojo de forma socarrona.-...y eso que estamos en una época tranquila. Diablos, el tiempo se ha convertido en mi mayor enemigo...

Volvió a concentrarse en la postura, y en ejecutar los movimientos adecuados. Poco a poco fue ganando en confianza, y, al mismo tiempo, dejando que todo surgiera de forma natural, sin forazar. No sólo se empezó a encontrar satisfecho de los resultados, sino del estado de paz interior que aquellos ejercicios le proporcionaban.

Se detuvo tras terminar una vez más la última de las posiciones indicadas por Anne y sonrió.

- ¿Sabes? La mística y paz interior que están germinando en mí en estos momentos m piden que las riegue.- abrió la pequeña mochila que había traído para la ocasión, y sacó un par de cervezas.- ¿Hace un pequeño descanso?-guiñó un ojo, mientras alzaba la lata a su compañera y maestra.

- Jejejeje – ríe divertida – Me estaba preguntando cuando saldría ese espíritu irlandés jejejeje Venga esa cerveza – cogiendo la que le tiende Brandán, para sentarse a continuación junto a él, bajo la sombra del árbol - ¿Cuántas horas trabajas en esa Biblioteca? Las clases de Tai-Chi son de 19:30 a 21. Si no te da tiempo a llegar a ellas, quizás si puedas cuando hayan acabado. No es sólo por estar en forma, Brandán, nuestras obligaciones requieren que estemos en buena forma, si queremos sobrevivir y triunfar. – sonríe al cielo tras dar un trago a la cerveza – Cuando tengamos más compañeros de peripecias me encantaría que entrenásemos todos juntos. Ayuda a forjar fuertes lazos.