Partida Rol por web

Martin sintió un gran dolor en su costado desnudo. La espada del caballero le había entrado de lleno en su costado. Una oleada de calor cayó por sus piernas; era su sangre. El semiorco gruñó de dolor. Tenía que emplearse al máximo contra alguien tan fuerte y tan fuertemente armado. 

No tenía tiempo para técnicas sofisticadas así que lanzó una lluvia de golpes sobre el caballero. Con el primer golpe intentará abrir su defensa y con el segundo intentaría dejarlo inconsciente. 

Martin golpeó al caballero sin saber muy bien si le estaba haciendo algo debajo de aquel acero. El segundo golpe fue al aire y puede que el tercero le hubiese dañado. No podía saberlo...

la lluvia de golpes resultaba implacable el primero de los impactos se enfilo directamente a su escudo que resistió imberbe ante el brutal ataque, el guerrero se abre en angulo de 45 grados alejándose del segundo puñetazo que para suerte del caballero erraba de manera significativa, sin embargo el ultimo de los ataques golpeaba con contundencia cuando el semiorco encontraba una pequeña abertura en la defensa de su cuerpo, sus costillas crugieron y jozan escupe un poco de sangre, era impresionante la fuerza de este adversario, bajo el protector unos dientes bañados en sangre se asomaban en una sonrisa de emoción.

al ver el desconcierto de su adversario, jozan lanza una estocada al mismo costado de manera ascendente, sabiendo que su enemigo la esquivaria sin problema por la poca energía y velocidad, el caballero interpone su escudo para nublar la percepción de casi desnudo combatiente, al tiempo que hace un giro amenazante que hace retroceder un poco a su rival, en el giro una segunda estocada a la parte superficial del abdomen de su enemigo se abría paso a toda velocidad.

Martin esquivó como pudo los golpes pero ni toda su destreza fue suficiente. Medio mareado por la pérdida de sangre y la tensión sintió de nuevo como la espada de Sir Jozan traspasaba su abdomen. Una vez más rugió de dolor. Grandes bocanadas de sangre surgidas del cuerpo del semiorco bañaban la arena bajo sus pies.

Aunque herido y dolorido Martin no podía rendirse. No podía dejar de luchar aunque era lo que cualquier persona en su sano juicio haría ante tan notable adversario y ante tan graves heridas. Pero él no era una persona normal…

El golpe en el abdomen había sido tan claro que ni tan siquiera había podido esquivarlo. Eso le hacía estar equilibrado para lanzar su nueva tanda de golpes en lo que sería , sin duda, su última oportunidad de ganar el combate. Si fallaba sería derrotado por los nuevos ataques del caballero.

El caballero de movía con velocidad arqueando su cuerpo para evitar el brutal puñetazo de su adversario, el segundo des sus ataques se estrella con violencia contra el masiso escudo de metal, haciendo el retroceder al Caballero lo suficiente para evitar el último ataque, el caballero se adelanta blandiendo su espada larga en círculos amplios pero su adversario los esquiva con gran pericia.

Era increíble la agilidad de aquel caballero aún teniendo en cuenta la armadura que llevaba. Martin intentaba golpear aquellas zonas más importantes de Sir Jozan pero cuando no le esquivaba su poderosa armadura detenía sus golpes. Era como golpear un roble. Solo que este roble si devolvía los golpes en forma de dolorosos y cortantes golpes afilados...

Martín pensó en cambiar su estrategia. Golpearía de nuevo al caballero con la idea de aturdirlo y obligarle a bajar su escudo. Si eso sucedía intentaría atacarle con sus colmillos. Efectivamente...El semi-orco poseía unos colmillos grandes incluso para un miembro de su raza.

Martin lanzó sus mejores golpes contra el caballero. Aunque era difícil decirlo Martin sintió como si la armadura en aquel caso no hubiese absorbido los golpes del semi-orco. El caballero pareció acusar los golpes momento en el que Martin intento morder a su contrincante. Sin embargo la armadura era demasiado para los colmillos del malherido Martin. Tal vez aquellos dos primeros golpes...tenía la esperanza...tenía la esperanza...

El caballero se movía tan rápido como le era posible, el primero de los golpes sacudió su mundo por copleto sintiendo como sus carnés eran magulladas por el metal de su propia armadura, el golpe definitivo fue el segundo que pego de lleno en el escudo que rebotó en el rostro del caballero sin duda habían sido efectivos.

para sorpresa de su compañero de batalla y algunos de los emocionados espectadores suelta su espada y levanta la mano antes de que el luchador se rompiera algún díente en la armadura.

La victoria era para Martín, el caballero levantó su visor y una ceja sangrante y un ojo cerrado mientras felicitaba a su contraincante: que buena pelea, supongo que tengo mucha suerte de no ser tu enemigo, una sonrisa amable de dibujaba en los labios de jozan que no tenía vergüenza alguna por aquella batalla.

Se acerca a semíorco y levanta su brazo mientras grita, HONOR Y VICTORIA.

Sir Jozan alzó el brazo del semiorco al tiempo que lanzaba un grito que puso al público en pie. " HONOR Y VICTORIA...". Aquel lema decía mucho del caballero con el que acababa de enfrentarse. Era una visión nueva del combate para Martin Draggar.

A pesar de los aplausos y los vítores Martin se sentía dolorido. La perdida de sangre habia sido grande y el esfuerzo enorme.

- Creo que nos hemos ganado un merecido descanso y un gran plato de asado en la posada Sir Jozan - dijo al tiempo que se retiraba junto al caballero en el que se apoyaba de forma visible- Aunque puede que necesite de tu ayuda hasta para salir de aqui..."Honor y victoria". Me gusta como suena. Aunque, sinceramente, otra "victoria" como esta y estaré acabado...

Torneo Marcial. Prueba 3.2. Pulsos

El público asistente estalló de júbilo. Nadie podía creer lo que acababa de suceder. La tifling de piel azulada acababa de derrotar a aquel ser que era mucho más grande que ella...

¿Había usado la magia o simplemente era mucho más fuerte de lo que aparentaba? Realmente en aquel torneo cada uno podía tener un "as" escondido en la manga.  Tras los aplausos Martin buscó a Bwana. Se había citado con él en este lugar para la prueba de pulsos. Lo encontró sentado en una mesa...

-Aquí estoy Bwana-dijo el semiorco mientras tomaba asiento frente a su contrincante-. He tenido que retomar fuerzas tras el duro combate contra Sir Jozan. Vayamos al grano pues...

El semiorco tendió el brazo sobre la mesa...

Prueba 3.3: Arqueros

El mago se presenta, esta vez en la galeria de tiro.

¡Este hombre es una caja de sorpresas! Ahora va a usar un arco. No una ballesta como cualquier otro mago ¡Sino un ARCO!

"Mi padre me legó este arma. Le honraré usandolo como él lo hizo. Sin mas magia que le apoye, mas que un brazo firme y una voluntad tensa"

Saca tres flechas y les ata una cinta a cada uno de los proyectiles. Una cinta dorada con bordado azul, una roja con bandas blancas, y una negra con filigrana blanca.

"La primera flecha, va por Sarenrae, mi patrona, y portadora de la luz. La Flor del Alba, que ilumina con la luz de la redención" dice acertando en el centro
"Sin ella, muchos sufririan la eternidad por sus pecados, o peor, por los pecados de sus padres. Perdonad, y ser perdonados. Tratad a todos con honestidad, y alcanzaremos la gloria y la curación" dice recitando el credo de la Flor del Alba

"La segunda flecha va por Iomedae. La diosa del coraje y el honor" La flecha se ensarta, muy cerca de la primera, mostrando lo cercanas que son ambas diosas "La heredera del gran dios Aroden, y quien nos demostró que con devoción, con valentia y con fe podemos cumplir grandes hazañas. Conseguir la StarStone la elevó al panteón, pero su coraje la levantó de entre los humanos"

"Mi tercera y ultima flecha va por Nethyss. El dios de la magia. Al igual que Iomedae, Nethyss fue un mortal que se labró su camino al panteón. El nos dejó el regalo de la magia tal y como la entendemos ahora. Y desde el mas simple Cantrip hasta el mismo hechizo de Deseo,  son regalos de, y para, Nethyss quien Todo lo Ve". Esta última flecha, quizá por una convicción menor al Dogma de Netyss, se desvia un poco, pero igualmente acierta la diana.

Algunos murmurarán acerca del significado de esto, y el significado y augurio. Erstam no lo hará: No confia demasiado en las adivinaciones.

3.4 -Tirar latas ramas de arboles con piedras

Para esta prueba, Erstam de nuevo se guarda una sorpresa.

Se acerca a un arbusto cercano, y toca las ramas ¡Haciendo que florezcan unas bayas de un penetrante y delicioso aroma! ocho bayas toman un jugoso como el más tinto de los vinos espirituosos.

Y le pide al encargado que esconda las bayas en algunas de las latas.

¡Algunos niños presentes se vuelven locos ante la idea de probar estas golosinas! Algunos de los eruditos se extrañan ¿Como es que Erstam es capaz de hacer ESE hechizo en particular?

El mago, tras atender a algunos de los presentes, toma una piedra del suelo, y da un par de vueltas, buscando una de las latas. Una que le convenza, una que vea con... posibilidad.
Desgraciadamente, no ha tenido suerte... Quizá otro si pueda.

Sumo Orco

Erstam mira al contendiente.

La posada contiene la respiración... ¿Que va a suceder? ¿Hará algo especial de nuevo?

El mago mira de arriba a abajo al ogro, evaluando su fuerza, su tamaño y potencial, y tras unos calculos mentales...

"Gracias, pero paso"
"Entiendelo: A brazo desnudo, me romperías el hombro. Y si me mejoro con magia, ¡Destrozo la taberna!"

"De veras, mejor otro dia"

Por dentro, lo que piensa es otra cosa...

"¡Por los pechos de Pharasma! ¡Si EL PUÑO de ese ogro es casi tan grande como yo!" piensa "Como no quieran que invoque otra vez a Alexander¹..."

Como advertencia por la -cuasi- blasfemia, un rayo amarillo de retribución divina cae cerca de Erstam "Como advertencia"

3.4 -Tirar latas ramas de arboles con piedras: 

Martin giró varias veces sobre el enorme árbol que tenía las latas sobre sus ramas. La vegetación era bastante frondosa y eso podía hacer que las piedras no llegasen con claridad hasta sus objetivos.

Tras unos segundos de calentar el brazo el semiorco cogió algunas piedras y se puso a lanzarlas contra las latas. Parecía que aquella iba a ser una batalla dura contra aquel árbol del demonio. Tiraba una lata y en la siguiente la piedra rebotaba contra una rama o se perdía entre el follaje. Parecía que el árbol incluso moviese sus ramas a propósito...

Tras 6 piedras lanzadas solo había conseguido derribar la primera y la tercera. Bueno. Al menos había sido una prueba simpática después de todo. 

3.3 -Arqueria:

El vanara llego a la prueba de arqueria con cierta expectativa. Creía que nadie le podía superar con el arco, pero lo cierto era que sus contrincantes lo estaban haciendo bastante bien.

Tomó su arco y dio un leve repaso mental hacia cada uno de sus objetivos -Terminemos con esto rápido...- y acto seguido, lanza tres certeras flechas a una velocidad impresionante. Las tres flechas dan en el blanco casi al mismo tiempo. El publico queda realmente impresionado, los aplausos no se hacen esperar. 

Bwana esboza media sonrisa mientras pasa su mirada por todo el auditorio, para luego retirarse hacia la siguiente prueba.

3.4 -Tirar latas:

Una prueba mas de puntería, esto emocionaba al Bwana. Aunque esta prueba se veía claramente mas desafiante para el vanara, no tendría su arco, había que derribar aquellas latas con un municiones realmente rudimentarias -Aquí vamos!-.

Observando con rapidez, se perfiló en el mejor angulo para derribar por completo aquellas latas. Después de realizar su primer disparo, Bwana pareció confiarse demasiado. Eso sin duda afecto sus siguientes disparos, pero luego de recapitular un poco, volvió a recuperar su compostura y con ello su puntería.

Prueba 3.2. Pulsos

La prueba que venía luego de aquella dura batalla, era la del pulso de fuerza, Martin le saluda con formalidad, el vanara solo le da la mano y le mira a la cara; sabía de sobre que su oponente era mucho fuerte, pero había que intentar ponersela dificil 

Bwana se sentó expectante, esperando a que el semiogro comenzara a usar su fuerzas.

Prueba 3.2 Pulsos.

El Vanara era hombre de pocas palabras. Y además era fuerte y muy explosivo. A diferencia de Martin  la musculatura del Vanara se tensó a la velocidad del rayo. El semiorco intentó aguantar los primeros segundos. Las muñecas de ambos se retorcian; las palmas de las manos temblaban y la mesa sobre la que se apoyaban crujía bajo la violencia del esfuerzo de ambos.

Martin consiguió colocar la muñeca en una mejor posición para frenar la acometida de su contrincante. Fue una buena decisión. Poco a poco fue remontando y volviendo la tornas en contra de Bwana. Las manos pasaron de nuevo por el punto central y empezaron a caer hacia el otro lado. El vanara estaba ahora más cerca de ser derrotado que de vencer en aquel pulso.

Martin intentó un último esfuerzo. La cabeza le iba a estallar. Ni siquiera sabía si los golpes que escuchaba era debido a los espectadores que animaban o a la sangre que le martilleaba las sienes. Y de repente ambas manos entrelazadas cayeron sobre la mesa... Martin, aunque sorprendido y abrumado por los golpes en la espalda, pensó que había ganado.

el caballero miraba desde la distancia el comportamiento de los demás competidores, al observar como caian algunas latas del árbol asumió debía observar con atención, al llegar su momento de participar trato de centrarse en buscar los puntos mas favorables para tirar, cierta mente preferiría una ballesta que una roca, pero no por eso dejaria de hacerlo.

al tomar posición recordó los juegos de niños y las arenas del desierto de su natal casilius, y que mejor que lanzar rocas para matar el aburrimiento, noto la bruma de uno de los conjuro que ocultaban una de latas y con eficacia el guijarro impacta de lleno el clanc y la visión de una lata callendo dibujo una sonrisa en el rostro del caballero, que prosiguió con la búsqueda, su siguiente lance pega de rebote y se pierde en la niebla, al no escuchar el sonido asume que se fue de largo, la siguiente, parece tener un destino diferente, sigue buscando sin perder la calma, y uno a uno va arrojando sus proyectiles, para su agrado derriba seis de los jarros los otros de alguna manera infirió que donde podían estar, pero sin duda o los magos habían hecho un muy buen trabajo o lo suyo definitivamente era la lanza de justa.

al final un joven jurado que no se atrevió a decir nada al entusiasmado caballero, se posa junto a el y le informa que según las nuevas reglas, solo contaría su primera lata, el caballero se rasca tras de la cabeza un poco confundido, pero quizá habia omitido leer la letra menuda, por lo que decide regresar a sus asuntos en calma.

Prueba 3.4 -Tirar latas ramas de arboles con piedras

Tras girar la condenada rueda de Estram por segunda vez y ver que no conseguía encontrar ningún rival, Eladamri decidó que era hora de matar el tiempo y que mejor forma de hacerlo que ir a tirar latas con piedras.

Tras dar un par de vueltas alrededor del árbol notó que las condenadas latas estaban muy bien escondidas así que decidió mejorar un poco sus opciones conjurando gracia felina y empleando su reserva arcana.

Sin embargo, ni con todos sus trucos Eladamri pudo acertar a la primera lata, pues aunque el tiro era excesivamente preciso, el denso follaje del árbol se encargo de bloquear la primera piedra.

Esto es muy complicado, será mejor que pase de esta prueba y me dirija a la Arena, quizá allí encuentre a akguien con quien luchar.

Prueba 3.5.- Sumo orco

Al llegar a la arena de Sumo conjuro agrandar sobre mi y me preparo para emfrentar a Martín.

Espero que no te moleste que aumente un poco mis probabilidades. - le digo a Martin mientras dejoque el conjuro surta efecto.

Tan pronto el semi orco está en posición inició la contienda.