Partida Rol por web

Está ahora mismo solo en la sala. Las dos katanas están imponentes y hermosas sujetas en la pared. Tienen algunas marcas pero no es algo que haga feo. Más bien le dan más prestigio.

La fundas están colocadas en una vitrina.

Me acerco y pongo una mano sobre él.

¿Qué tal estás? ¿Puedo sacarte o aún estás en tratamiento, debilucho?

Bromeo, contenta de verle en buen estado.

La hoja se calienta muchísimo aunque tú puedes aguantarlo de sobra. Está muy emocionada y un gran rugido de júbilo retumba.

Perfectamente. Compañera... ¡vencimos!

¿Desde cuándo lleva tan emocionado?

Me tendrán que hacer revisiones pero estoy bien.

Si que estás emocionado.

Río.

Envaino las hojas y me las coloco a la cintura, coloco mis manos en las empuñaduras, ese es su lugar.

Le vencimos...sí. Y no fue fácil. Pero...¿Acabamos con él? Eso no lo tengo claro.

El lugar desapareció. Explotó y no quedó nada de él. No se puede haber librado de eso.

Está muy convencido de ello.

¿Cuál es el plan ahora? Reena... he escuchado noticias... ¿es cierto lo de las shinigamis? ¿Y qué decidirás sobre los niños quincy? Los tienen encerrados hasta que tú deliberes.

Pensé que los habrían mandado con Masaki.

-Tenteikura. Masaki, ven al Seireitei en cuanto puedas. Es urgente.

Voy hacia donde sienta a los niños.

Si...es cierto lo de las cinco shinigamis. He conseguido que se queden todas, menos Ritsuko, creo. Tenemos que conseguir recuperar sus poderes, Kâryu. Se sacrificaron por nosotros.

Masaki está en el mundo humano así que tardará en poder venir. Tras tu ataque le ha resultado complicado contener a los quincy que se llevó. Es natural. No contaban con que destrozarías su hogar.

Los quincy niños están encerrados bajo vigilancia en la zona del calabozo de la segunda, donde nunca antes habías estado. Es un lugar oscuro y frío.

Los niños, aunque bien alimentados, están asustados y pasando frío. Lloran y buscan el apoyo del que parece su pequeño líder. El más mayor de ellos. Un chico de tez blanca y pelo a media melena que intenta tranquilizar a todos mostrándose fuerte.

Abro la puerta y entro, dejándola abierta.

Algunos me reconocen por haberlo destruido todo otros, además de eso, también parecen comprender que los salvé.

-Cuando todo acabó...yo estaba inconsciente. No os habría metido en esta celda. Lo siento. No sabían que hacer con vosotros. Sabéis que he sido yo quién ha matado a vuestros padres, a vuestras familias...quien ha destruido vuestro hogar.

Los observo.

-Lo siento, no quiero haceros sufrir. Os habéis visto metidos en una guerra en la que no deberíais estar. No voy a negar mi culpa, pero quiero que comprendáis que...no lo he hecho por que me divierta. Bach y sus tropas, vuestras familias, nos atacaron....nos hicieron mucho daño. Y dejaron claro que lo harían de nuevo.

Me aparto el pelo de la cara.

-No me quedó otra elección que atacar para proteger a mi gente. Pero...no quiero matar niños. No quiero exterminar una raza. Aún quedan Quincy en el muno humano, os iréis con ellos. Os habría mandado antes, pero me he despertado hoy.

-Quizá sois demasiado pequeños para entenderlo pero... me gustaría que el ciclo de odio terminara. Que no hubiera más guerras entre Quincy y shinigami en el futuro. Depende de vosotros.

Suspiro.

-Disculpad. Vengo a ofreceros salir al patio, fuera de esta mazmorra. Ya es de noche, pero podríais cenar bajo las estrellas. Y...si queréis, hablar conmigo. Preguntarme lo que queráis.

Los miro a todos, pero sobre todo al que parece ser el lider.

El líder de los quincy no parece muy agradecido por tus palabras ni por tu ofrecimiento.

- Déjanos salir si quieres, pero no tenemos nada que hablar contigo, shinigami. Quizás ha sido culpa tuya solo, o de todos, pero lo que es cierto es que has destruido nuestro hogar y nuestras vidas y por eso siempre te odiaremos. No puedo prometerte que el sentimiento de venganza no nos vuelva a impulsar en un futuro. Pero también puedo asegurarte que al crecer, veremos que la familia es lo importante. Unos más, otros menos... pero es así.

-No hables así, chico. Ellos te escuchan y te siguen. Hablar de que puede que tengáis venganza, no os hace bien. Ahora eres su lider, al menos por un tiempo. Debes ser sabio.

-Entiendo que me odieis, me lo he ganado a pulso. Pero ¿Entendéis porque ha ocurrido esto?

Salgo de la celda, haciendome a un lado y ofreciendoles salir con la mano.

El chico continúa mirándote con odio y muy serio. Tiene las cejas tan fruncidas que parece que solo tiene una.

Pasan unos segundos de incertidumbre antes de que les dé la orden de que salgan en orden y en grupos.

- No me interesa la opinión de una shinigami.

Sale el último.

- Sé lo que ha pasado. Lo he visto con mis propios ojos.

-No se trata de la opinión de un shinigami, sino de lo que ha ocurrido. Y has visto lo que pasó en el secreto. ¿Pero y todo lo demás? ¿Sabes de ello?

-No te obligaré a escucharme. -me encojo de hombros -Pero un lider sabio lo haría.

Voy fuera con ellos...para que no se escapen ni nadie les haga nada. Y ordeno que traigan comida.

No intentan escapar ni tampoco hablar contigo. No están en plan hostil, pero si asustados. Es de esperar. El chico mayor los vigila en todo momento.

Al rato llega Masaki escoltada por Benawi y Gou.

Masaki:- Recibí tu mensaje, sotaicho Shihöin. ¿A qué se debe...?- pero para a medio camino- ¿Son... quincy?

-Sí. Era mi deber matar a Bach. Para hacerlo tenía que matar a sus tropas. Destruir el secreto era necesario, o jugaría en mi contra. Pero...no mataré niños. Aunque ahora me odien, y con razón, y en el futuro puedan ser un peligo o una amenaza. Confío en ti para que...sepas que hacer. Para que les enseñes que la venganza no es el camino...vengaros os ha llevado a esto, como raza.

-Si alguna vez quieren hablar conmigo, enterarse de la versión shinigami de las cosas además de la quincy, déjalos venir. Lamento darte más responsabilidades, pero eres la lider de los quincy que quedan. Cuídalos.

Seria, asiente. Conocía a las familias de la mayoría de ellos. Francamente ha sido una lástima llegar a esto.

- De acuerdo. ¡Iván!- El niño líder la mira- ¡Nos vamos!

Iván empieza a organizar a los suyos, obediente. Masaki te mira.

- Gracias, Shihöin taicho.

Y tras un apretón de manos, se marcha con los niños, vigilándolos para que no se metan en líos hasta que lleguen al mundo humano, donde emprenderán una nueva vida como humanos.

Bueno, ya está casi todo. Convoco una reunión de capitanes para el día siguiente. En esos momentos solo me apetece estar con Soyu.

La busco para cenar.

Cenáis en el balcón mientras observais al Seireitei iluminado. Soyu, Yoruichi, Soi Fong... la primavera está llegando y se nota en la temperatura.

Cuando llegáis al postre observais una figura a lo lejos, caminando por el medio de las calles notándose que no es un shinigami haciendo guardia. Se trata de Ritsuko. Se está marchando sin despedirse de nadie. Probablemente no le gusten las despedidas. ¿Qué será de ella?

La noche llega a su fin y despiertas al lado de Yoruichi y Soi Fong. Han bebido mucho anoche y se quedaron a tu lado a dormir. Soyu por su parte debió de haberse escabullido.

La reunión está a punto de empezar.

Invoco un dragón pequeño. No más grande que un gato, verde y azul. No obstante me consume una enorme cantidad de reiatsu, los que estén cerca mía puede que lo noten. Y es que ese dragón...no desaparecerá si no muere. Lo mando con una nota para Ritsuko.

"Si me necesitas para lo que quieras, dile mi nombre al dragón. Cuidalo ¿Vale? Se llama Nero. No "necesita" comer, pero lo pondrá feliz. Y cuidate tú, quiero a mi kotaicho preparada para volver en cuanto le devuelva su poder."

Debajo le apunto la dirección de la madre de Shinji, por si le interesa una casa.

Las despierto a ambas, sin ser brusca. -Hora de la reunión.

Una vez estamos todos reunidos, comienzo a hablar.

-Bueno, aún no estoy segura al cien por cien pero...la amenaza de los Quincy debería haber sido erradicada. Y digo creo porque no he podido comprobar que Bach haya muerto. Si bien es cierto que sé que le golpeé de lleno con fuerza suficiente para desintegrar la tierra...no me fio. Un hombre capaz de vencer a Yamamoto bien podría haber sobrevivido pese a la seriedad de sus heridas y la destrucción de su mundo.

-Sin embargo es probable que me pase de preocupada. Y ya sé que puedo vencerle...además de que ha perdido todo su ejercito. La amenaza ha pasado. ¿Qué tenéis que informar de vuestras respectivas divisiones?

- Me he quedado sin teniente. Aún no la he reemplazado. En realidad nadie podría suplantarla.- dice serio.

Nadie dice nada más.

-Hisagi es un buen teniente. Y no lleva falda, lo que te vendrá bien. Aunque eres tú quién debe elegir.

-Pues si no hay nada que queráis añadir, podéis marcharos. Recordad a los vuestros que pueden hacer los exámenes para entrar a la primera si quieren.

Me pongo en pie.

Al salir, voy a visitar a Halibel.