Partida Rol por web

Robert se acercó a la cerrada sala de mandos, y con algo de esfuerzo abrió la exclusa que la mantenía cerrada, su cierre de seguridad, de tenerlo, parecía desactivado. El interior era ocupado en su mayoría por  enormes mesas llenas de controles y ordenadores de varias épocas, todo destinado a regular los sistemas de simulación, y frente a ellos, una pared que había sido sustituida por un cristal blindado que daba al interior de la enorme estancia. A parte de eso, cables por aquí y por allá, paneles sueltos y conductos de energía, como si alguien hubiera tratado de resucitar todo aquello.
En la consola central, un panel más sencillo , súper puesto sobre los de mas, y de origen evidentemente reciente. Tan solo contaba con una palanca y dos botones rojos bien visibles.
Casi pro instinto Robert bajó la palanca, y la habitación visible atreves del cristal pareció encenderse y cobrar vida, y un conteo aparentemente en alemán o algo parecido, parecía anunciar que pronto comenzaría algo, presumiblemente el entrenamiento.
El joven sin perder ni un instante salió del puesto de mando para llegar a la sala, y aguardó hasta que algo sucediera.

Robert tuvo el tiempo justo para meter el CD que llevaba en lo que parecia una ranura apropiada, y cruzo los dedos para no haber perdido aquel disco.

La cuenta terminó de golpe. 5 cañones surgierón de lugares camuflados en el suelo, y disprarón sus rayos de enrgía contra él.

Demasiado tarde vio los cinco cañones que abrían fuego contra el con una precisión mortal. Salto hacia un lado con rapidez, pero eso no le libro de dos impactos directos que lo hicieron caer en el acto.

Robert desperto con el sabor del polvo acumulado en la boca y el cuerpo dolorido. Sin embargo no se daria r rendido tan facil, y pronto se puso de nuevo en pie y comenzo a dar pequeños saltos al ritmo del solo de violín. Esta vez no le cogerían por sorpresa.

La cuenta se restauró, pero esta vez Robert no estaba desprevenido, y sabía tanto de donde como la forma en que surgirían lso cañones.

Rapido como un rayo 5 cuchillos aparecieron en las manos de Robert, y fueron lanzados hacia los cinco cañones.

Con una puntería y velocidad increibles, Robert colocó un cuchillo en cada cañon, de manera incontestable para una maquina, y los 5 cañones cortocircuitados, se escondierón de nuevo. La cuenta atras se activó de nuevo, y esta vez el suelo comenzo a subir y bajar, formando plataformas en toda la estancía. De techo surgierón 2 cañones, con intención de disparar al joven.

Salta sobre una plataforma, y consigue no perder el control. Aun en el aire, saca otros dos cuchillos lanzandolos con mortal habilidad. Ambos impactan en sus objetivos dejando las torres inutilizadas.

Rober con una maestría poco habitual en ser humano alguno consigue mantener el equilibrio en una de las estrechas plataformas que se crean, vea los cañones arriba, y sin dudarlo apunta y lanza sus cuchillos con celeridad haciendo blanco e inutilizando ambas armas, atravesándolas hasta su núcleo, a pesar de estar blindadas.

Uno de los cañones explota, y el otro pierde toda energía, y pronto se ocultan de nuevo en el techo y el suelo vuelvo a la normalidad, una nueva cuenta atrás comienza, y Rober comienza a poder asociar los números, de serlo estos, en al cuenta. Al finalizar esta y de nuevo de dos compuertas disimuladas en las paredes surge esta vez una figura ro botica, humanoide, pero de 2,30metros de altura, de forma angulosa, y que parece moverse pesadamente, casi parece algún tipo de robot sacado de una serie de los años 70.

Sin mas cuchillos que lanzar, Robert da una voltereta en el aire tratando de ganar el latiral de aquella maquina. Se mueve como un relampago alrededor de la criatura, y lanza una patada contra la pierna del ingenio tratando de desequilibrarlo.

El robot se mueve sorprendentemente rapido, evitando la patada del joven, mientras lanza su brazo en un barrido lateral contra la cabeza de este, pero el hijo de Bullseye es rapido, y tiene el tiempo suficiente para agacharse, y lanzar un nuevo puñetazo impulsandose con sus piernas contra el pecho del androide.

Los puños de Robert impactan contra la placa del pecho con un sonido hueco, pero su golpe no logra ni siquiera abollar el revestimiento metálico de la maquina. Sin embargo el ingenio tiene ahora una oportunidad de oro que no malgasta lanzando un nuevo golpe que esta vez si, alcanza a Robert haciéndole caer de espaldas, aturdido.