Partida Rol por web

- ¡Ouch, mis rodillas! - exclama Breil quejoso, debido al dolor causado por caer de la cama.

Abre los ojos y parpadea voluntariamente más de una vez para asegurarse de si lo que está viendo es el entorno al que está acostumbrado ó el del sueño extraño.

¡Jo, parecía tan real!

- James, Victor, os tengo que contar una cosa super-chula - el chaval está muy emocionado y no ve tiempo para morderse la lengua.

El agua está fría como de costumbre, no sabe el motivo pero no le ha molestado nunca. Siempre viene bien un poco de agua fría para despejarse y poder enterarte de todo lo que ocurre a tu alrededor rápidamente.

Tras buscar una toalla con la que secarse algo raro le hace quedarse más palido de lo que ya es. Vuelve a secarse la cara cómo si lo que hubiera visto en el espejo fuera solo un espejismo. Acto seguido mira a su alrededor como buscando respuestas.

¿Me ha ocurrido sólo a mí o los demás tambien lo han visto?

Con ésta incógnita se queda Víctor mientras ve al resto de sus compañeros arreglarse un poco y peinandose para colocar sus pelos rebeldes.

Por supuesto te encuentras en la habitación normal, aunque solo.

Los otros chicos no están aquí, probablemente estén en el aseo.

James no está contigo ... había llegado antes y quizá ya ha terminado, pero te sorprende no haberte dado cuenta.

No están aquí

La emoción le embarga y se dirige raudo al aseo para ver si están allí (Breil sigue con el pijama puesto). A pesar de no cercionarse si están o no, espeta a los cuatro vientos.

- Tíos, tíos, ¡qué sueño más increíble he tenido! ¿Dónde estáis?

En los aseos solo encuentras a Victor, con la piel un poco pálida y mirando perplejo el espejo.

Al darse cuenta de que está solo, James se detiene. No es que tenga miedo a la soledad, pero la imaginación de un niño hace diabluras en un sitio como ese.

¿Victor? ¿Breil? ¿Estáis ahí?

Lentamente empieza a dar pasos marcha a tras alejándose de la oscuridad, hasta que da media vuelta y termina corriendo de regreso a sus habitaciones.

- Eh, "rubinho", ¡buah!, he tenido un sueño ...

Breil se percata de la palidez de su rostro mientras se va acercando a su vera. Pasa la mano entre su cara y el espejo y chasquea los dedos, como si así lo despertara de su encantamiento.

- Vic, colega, estás blancucho ... ¿Llamo a la señorita?

¿No estará enfermo?

Mientras Breil habla con Victor en los aseos, os percatáis de la voz de James en el pasillo que os llama.

¡James! Me había olvidado de ti.

- Victor, tío, quédate aquí y no te muevas, ¿vale? - afirma temeroso por lo que pueda estar pasándole al niño rubio platino.

Breil se dirige a dónde ha oído la voz de James.

- Hey, James, que ya me he levantado. - se acerca a la posición del otro niño, para comprobar que quiere.

¿Qué le pasa a Vic? A ver si con James podemos hacerle reaccionar.

¡Breil! ¡Breil! ¡¿Dónde os habíais metido?! ¡¿No escuchabais las voces de niños?!

James llega donde estáis corriendo y acelerado. Ante la más que posible cara de sorpresa de Breil, el chico da más detalles:

¿No habéis escuchado nada? Eran niños, Breil, había voces de niños por allí - dice mientras apunta hacia el pasillo por donde ha llegado - Se movían y parecía que subían por las escaleras. Yo los he seguido, pero luego estaba demasiado oscuro... Decían cosas, Breil, y parecía que me conocían, pero no sabían mi nombre. Decían algo así como que yo era el niño que nunca decía nada... no se ha qué se referían... Después me he dado cuenta de que no me seguíais y que estaba solo, y las voces han desaparecido...

James intenta calmarse y recuperar un poco de aire. Viendo que su amigo también tiene algo qué decirle, le cede la palabra:

Breil, ¿te pasa algo? ¿Pareces preocupado?

- Espera, espera - coge del brazo a James y lo arrastra al baño, para que pueda comprobar por sus propios ojos el estado de Victor, como si estuviera "encantado" por magia.

- No me responde, James. Y, ¡míralo, está pálido! - Breil está preocupado por el rubio.

De repente, le vuelve el discurso de James en la entradilla.

- ¿Qué voces, James? - la previsible cara de sorpresa de Breil no es tan grande como podía esperar James. - Me acabo de despertar de un sueño super-fantástico, que os iba a explicar. He ido al baño y me he encontrado así al "rubinho" - Breil ha abandonado su alegría desbordada, para adoptar una seriedad inusitada en un niño de mediana edad.

Al ver el estado de su amigo, James se preocupa:

Aquí están pasando cosas muy raras... tenemos qué hacer algo con Victor...

Voy a probar una cosa Breil, luego me contarás tu sueño...

James coge el vaso que utiliza para lavarse los dientes, lo llena de agua fría y sin pensarlo dos veces lo vacía a la cara de Victor - ... espero que esto funcione...

Victor sale de los aseos al ver la preocupación de sus amigos.

Calma chicos, sólo me ha parecido ver un fantasma, eso es todo. Ha sido una sensación muy extraña y me ha recorrido todo el cuerpo como un escalofrío.

Observa a sus compañeros y luego continúa.

¿Qué sueño has tenido dormilón?

James y Breil vuelven a estar cerca de Victor, que justo cuando empezaba a hablar recibe un vaso de agua en toda la cara. 

El chico estaba distraído mirándose en el espejo, no en otro mundo.

A lo lejos escucháis a vuestra tutora.

¡Venga chicos, daos prisa!

No había terminado de preguntar cuando todo se volvió frío y ondulado de repente. Sintió el vaso en toda su cara y en parte de su sudadera recién puesta.

¿Pero qué demo....? Ahhhhrrrggg, ¡estoy bien! Ahora empapado y mucho más despierto que cualquiera ¡gracias James!

Lo siguiente que Víctor hace es quitarse la zapatilla y lanzarsela a James.

- ¡Hey, hey, parad! - les alerta ante la posibilidad de que la situación se vaya de madre. - Victor, tío, te juro que estabas como ausente durante cinco minutos - se excusa ante el niño rubio. - Estaba muy preocupado por ti y, bueno, James ha decidido tirarte el agua. Lo sentimos, ¿verdad, James? - Breil hace ademán a que le siga la corriente.

- Además, la profe nos va a reñir como nos retrasemos más. Venga, os voy explicando mi super-sueño, por el camino. Y después, James nos explicará no sé qué de unas voces. Y después, "rubinho", nos vas a explicar lo del fantasma. ¡Tíos, tíos, tíos; qué día más emocionante! - Breil está increíblemente excitado por esta situación anómala, tan diferente de la rutina habitual.

Breil consigue apaciguar los ánimos entre sus amigos, y les empieza a relatar el sueño que tuvo mientras se hacía el remolón en la cama.

Ante el lanzamiento de la zapatilla de Victor, James ladea el cuerpo para esquivarla - ¡Ey! ¡No te mosquees conmigo, que Breil estaba muy preocupado por ti!

Después, cuando su amigo empieza a relatar el extraño sueño, lo escucha prestándole toda la atención:

¡Qué sueño más raro, Breil! Aquí están pasando cosas muy raras... - James lo dice más intrigado que temeroso - Antes, cuando me he quedado a solas, ha sido porqué había escuchado voces de niños por los pasadizos. Se movían y parecía que subían por las escaleras. Yo las he seguido, pero como le había dicho a Breil antes, estaba demasiado oscuro y no he continuado... Decían cosas y parecía que me conocían, pero no sabían mi nombre. Decían algo así como que yo era el niño que nunca decía nada... no se ha qué se referían... Después me he dado cuenta de que no me seguíais y que estaba solo, y las voces han desaparecido...

Bueno, yo estoy listo. A ver si llega la señorita Sara.